Vivo en Cali, Colombia. Tengo 36 a�os, estoy casado con una
linda mujer que me complace en casi todo lo que tiene que ver con el sexo.
Hemos asistido a fiestas de parejas, e incluso hemos tenido
un par de intercambios, en donde hicimos de todo.
De todas maneras una de las cosas que a mi me mata con
respecto al sexo son las colegialas...me mata ver esas jovencitas vestidas con
la falda de colegio. No se qu� encanto tienen esas faldas pero las hace ver
exquisitas, o dig�nme que no!!!
El hecho es que este gusto lo ignora mi mujer, pues ella no
est� de acuerdo con las relaciones con menores, aunque una de nuestras parejas
amigas es un par de j�venes, y mucho menos con ir a hacerles algo morboso a
ellos.
Mi gusto por las jovencitas me ha llevado a salir a trotar
tadas las ma�anas a eso de las 6 y 7 A.M., hora en que la mayor�a de colegios
tienen su hora de entrada; al comienzo me contentaba con verlas y echarles uno
que otro piropo, luego me entr� las ganas de mostrarles el pene cuando iba
alguna sola o en grupitos de hasta tres. Recuerdo la expresi�n de la primera
ni�a a la que se lo mostr�, me par� en frente de ella me baj� la pantaloneta y
le pregunt� que si le gustaba, la chica abri� sus ojos y los clav� en mi aparato
medio erecto, mientras yo me lo meneaba, aceler� el paso y se alej� de mi.
Mi siguiente paso fue desnudarme totalmente cuando veia el
momento ideal, nadie en la calle y una, dos o tres ni�as no mayores de 16 a�os,
pues de �sta edad suelen ser un poco m�s temerosas. Apenas estaban cerca sal�a a
trotar y les pasaba por el lado, la reacci�n de ellas me excitaba mucho, pues la
gran mayor�a volteaba a mirarme hasta que en la esquina paraba a masturbarme
para que me vieran.
Haciendo esto me pasaron muchos cacharros, pues de vez en
cuando alguna persona me alcanzaba a sorprender y sal�an tras de mi, incluso una
vez estuve detenido un par de horas, claro que nunca lleg� a mayores, gagez del
oficio.
Luego quise probar algo distinto, un d�a en un callej�n muy
estrecho ven�a una ni�a como de unos 14 o 15 a�os, muy linda, dej� que estuviera
a mitad del callej�n para que no tuviera espacio para escapar, cuando la tuve a
un par de metros me baje la pantaloneta hasta las rodillas, mi pene estaba bien
parado, pues me estaba preparando para el momento, ella se sorprendi� mucho al
verme y se hizo hacia un lado, yo, sin pensarlo dos veces, fui hacia ella y me
toqu� uno de sus senos, lo palp� en toda su extensi�n, un seno juvenil, durito
pero a la vez delicado, ella sali� corriendo, yo me sub� la pantaloneta y
continu� mi camino.
A partir de esa experiencia, me atrevi a tocarlas. La segunda
fue una mona muy linda, a pleno medio dia, en mi hora de almuerzo y cerca de mi
lugar de trabajo, la segu� por casi 10 cuadras buscando el momento propicio,
�ste lleg� en una calle solitaria, aceler� el paso, me acerqu� por su espalda, y
en un movimiento r�pido le sub� la falda, ella par� y volte� a ver, aprovech�
para agacharme un poco y apretar sus nalgas y meter un dedo entre su calzoncito,
que para mi desdicha no era tipo tanga, sin embargo alcanc� a tocar su chochita,
ella me lanz� algunos improperios, pero cuando reaccion� yo ya estaba a unos
cuantos metros emprendiendo la huida.
Asi lo hice con varias ni�as, una de las que m�s recuerdo fue
una sardina como de 15 a�os, me le acerqu� de frente y cuando estuvo a mi lado
mand� mi mano a su panochita, se la cog� completamente, sent� lo peludita que la
ten�a y la verdad a pesar de la edad de la ni�a, la palp� bastante grande, ella
no reaccion�, no me dijo nada, ni siquiera intent� quitar mi mano, me mir� a los
ojos y aceler� su paso.
Pero lo m�ximo que he hecho en cuanto a exibirme fue a unas
ni�as de enseguida de mi casa.
El patio de mi casa es destapado, y desde la terraza de la
casa de enseguida se puede ver completamente. Una vez que estaba solo, dos
sardinas de esa casa, 14 y 13 a�os, se subieron a estender la ropa, yo estaba
ba��ndome, no lo dude, sal� totalmente desnudo y me empec� a afeitar ante sus
ojos, por el espejo v� como ellas se escondieron ras la ropa como para que no
las viera, una vez acab� de afeitarme, voltee para que me vieran bien el pene, y
me empec� a masturbar, ellas salieron de su "escondite" y me vieron
directamente, yo hac�a como si no las hubiese visto, esto me emocion� a tal
grado que me vine en chorros. Desde ese d�a not� que las jovencitas sub�an muy
seguido a la terraza, incluso a veces las acompa�aban otras vecinitas de la
cuadra o de su colegio.
Cada que yo ve�a la oportunidad sal�a desnudo y les mostraba
mi pene como ignorando que ellas me estaban viendo.
Hace como un mes, un domingo, mientras mi esposa estaba en
misa, se subieron las dos a la terraza, supuestamente a broncearse, pues estaban
en bikini, inmediatamente se me par� al verlas asi, como desde mi patio no las
pod�a ver tendidas en el piso, subieron unos sillones y all� se tendieron, yo
hice mi salida triunfal, con el pene m�s tieso que un riel de ferrocarril,
empec� a masturbarme, cual no ser�a mi sorpresa al ver que la mayor de ellas se
quit� el top y qued� con sus teticas al aire, unas tetas muy hermosas, yo estaba
extasiado viendo ese par de teticas cuando de repente Lady, asi se llama, se
solt� las tiritas de la tanga, y volteo su cuerpo, una vez boca abajo, se quito
la peque�a prenda que le cubr�a un culito divino, paradito y resping�n, yo par�
de masturbarme porque en esas instancias estaba que me ven�a. Lady le dec�a algo
a Kelly, y al ratico le desat� el top y pude ver otro par de lindas y juveniles
tetas, muy peque�as pero igual de tentadoras, Kelly se volteo, y su prima se
par� para ayudarle a quitar la tamga. All� estaban ante m� ese par de chiquillas
totalmente desnudas.
Llavaba unos 10 minutos viendo sus traseros, cuando Lady se
volteo y se puso de pie, mostr�ndome todo su espectacular cuerpo cuerpo de ni�a
de 15 a�os, unos senos redonditos y grandes para su edad, una diminuta cintura y
una chochita linda, con muy pocos vellos, un par de muslos exquisitos. Ya sin
ning�n reparo nos miramos frente a frente, y yo me empec� a acariciar el pene,
ella hizo lo mismo con sus senos, y sepando las piernas comenz� a acariciar sus
genitales, yo estaba que me ven�a. De repente el timbre de la puerta me trajo a
la realidad, me coloqu� una toalla debajo de la cual no se pod�a esconder mi
tremenda erecci�n, era mi esposa. Apenas cerr� la puerta me quit� la toalla y la
bes� y la empec� a desnudar, ella nunca se niega a una buena culiadita, asi que
en segundos est�bamos los dos desnudos, y mi pene entre sus labios. Le dije que
fueramos a hacerlo en el ba�o, salimos, inmediatamente las sardinas se
escondieron detr�s de los asientos. Antes de entrarnos al ba�o empec� a
acariciar a Ana y al instante estaba meti�ndosela por la cuca ante la mirada de
las chiquillas.
Pude observar como Lady se tocaba e instru�a a Kelly para que
tambi�n lo hiciese, pus� a Ana de espaldas a ellas se lo empec� a meter por el
ano, cosa que la vuelve loca, por el espejo pude ver como Lady sal�a del
escondite y se sent� en la silla con las piernas bien abiertas, se empez� a
masturbar.
Comenc� a met�rsela con m�s fuerzas viendo aquella escena, y
Ana gem�a del placer. Le hize ver por el espejo a las chicas que se estaban
masturbando en ese momento, ella se sorprendi�, no le d� tiempo de nada, se la
empujaba m�s y m�s duro, me dijo "con raz�n la ten�as tan parada, morboso", le
dije que si le gustaba verlas masturbarse, no me contest�. "dale, dame m�s duro
es lo que debes hacer, mostrales a esas ni�itas c�mo es que se culea"
Estuvimos culiando como una hora, hasta que llamaron a mis
vecinitas a hacer oficio.
No hemos vuelto a vernos asi con las chicas, aunque cada vez
que nos encontramos las sonrisas p�caras que nos lanzamos lo dicen todo.
De todas formas mi gusto por las jovencitas sigue creciendo,
y me gustar�a que quienes comparten este gusto me escriban para compartir ideas
y experiencias a
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