Mis padres de casaron cuando ya eran bastante mayores. �l
ten�a 43 a�os y ella 36. A m� me tuvieron dos a�os m�s tarde y con mi hermana
Rebecca me llevo seis a�os. Mam� era muy religiosa, de las que iba todos los
d�as a misa. Seg�n pasaron los a�os y como andaba muy bien en los estudios,
consegu� una beca para la universidad. Rebecca iba a la escuela, tambi�n era muy
buena estudiante y las profesoras le dec�an que tambi�n podr�a conseguir una
beca para la universidad. Mam� no quer�a eso, ni siquiera quer�a lo que
normalmente quieren casi todas las madres: que se casara y tuviese hijos. No, mi
madre quer�a que ingresase en una orden religiosa, quer�a verla monja. Empezaron
las discusiones en casa. La verdad es que la chavala no quer�a saber nada de
eso. Pap� no era tan religioso como mam� y no le importaba que no fuese monja.
Al final, las profesoras monjas que tuvo la chica y el p�rroco de la iglesia
donde iba mam� la convencieron de que la chica no ten�a ninguna vocaci�n, de que
ser�a in�til meterla a la fuerza.
Con la mensualidad semanal que se le daba, fue ahorrando poco
a poco. Yo termin� los estudios y por mediaci�n de un amigo de la universidad,
conseguimos colocarnos en la empresa de un familiar suyo, cuya sede estaba en
USA. A los pocos meses nos destinaron a la sede central y all� empezamos a
ascender muy pronto en la empresa. Cuando a Rebecca le lleg� la hora de ir a la
universidad, la convenc� de que se viniera conmigo. Era una ciudad universitaria
importante y visto el historial acad�mico de la chica, tambi�n le dieron una
beca. Yo ten�a un bonito apartamento y la convenc� de que se viniera a vivir
conmigo.
Rebecca no sab�a nada de sexo. Yo ten�a algunas revistas
porno en casa y poco a poco fui sac�ndolas para que ella las viera y se
interesara ella sola en el tema. Desde muy peque�a ha sido muy curiosa. Siempre
estaba preguntando cosas. Una tarde en que llegu� a casa, la encontr� ojeando
una de las revistas. Empez� a hacer preguntas y yo le respond�a como pod�a. Sin
pensarlo dos veces, ya que ten�a un cuerpo fant�stico y la deseaba desde hac�a
mucho tiempo, le dije:
--Si quieres aprender, puedo ense�arte yo mismo ahora.
Se qued� mir�ndome sorprendida, pero me contest� "OK".
Empezamos a desnudarnos el uno al otro. La bes� en la boca, meti�ndole la
lengua. Ella al principio no sab�a qu� hacer, pero instintivamente se puso en
acci�n. Yo mientras le acariciaba las tetas, que se le iban poniendo duras.
Ella hab�a visto una foto en la revista en la que la chica
mamaba al chico su enorme tranca y me pregunt� a ver si a los hombres nos
gustaba eso. Le dije que tanto a los hombres nos encantaba que nos lo mamasen
como a las mujeres hacerlo y al rev�s, a los hombres nos gustaba lamer y chupar
su panocha y que las mujeres se volv�an locas de placer con eso. Entonces, le
hice tumbarse en el suelo, y le ense�� a hacer el 69. Con su dulce inocencia, me
hizo la mejor mamada que nadie me hab�a hecho hasta ese momento. Tuvimos varios
orgasmos seguidos. Despu�s de unos momentos de descanso, yo volv�a a tener mi
tranca totalmente tiesa y le dije que la iba a penetrar. Me puse encima suyo,
consegu� meterle la cabeza y le avis� de que le iba a doler mucho durante unos
instantes, pero que se le iba a pasar enseguida. Tom� impulso y se la met� de
una sola embestida hasta el fondo. Rebecca grit� y yo me qued� quieto unos
momentos. Luego, empec� a moverme poco a poco hasta que empez� a gemir de
placer. Fui aumentando el ritmo mientras ella me gritaba que no parase. Cuando
casi no pod�a aguantar m�s, met� una mano por entre nuestros cuerpos y empec� a
masajearle el cl�toris. Rebecca y yo explotamos entonces con un enorme y
delicioso orgasmo.
Han pasado cinco a�os desde entonces. Mi querida hermana
termin� sus estudios y pude colocarla en la empresa. En el aspecto sexual, ha
aprendido much�simo en estos a�os y ahora es una tigresa. Seguimos viviendo
juntos, y ahora nos planteamos el tener hijos. Espero dejarla muy pronto
embarazada.