Relato: EL AMIGO DE PAPA ME FOLLA
Un fin de semana, cuando reci�n iniciaron las vacaciones de fin de curso en las escuelas de todo el pa�s, mi pap� nos platic� a mi mam� y a m� que un amigo suyo vendr�a a trabajar en la obra, noticia que lo alegraba mucho, pues este ingeniero de nombre Ricardo era amigo suyo desde la universidad y desde entonces hab�an entablado una amistad muy profunda, situaci�n a la cual yo no prest� mayor atenci�n, por no encontrarla importante.
La llegada de Ricardo al pueblo represent� para mi padre un acontecimiento por dem�s importante, ya que le dio una bienvenida tan calurosa que mam� y yo vacilamos entre bromas y risas a mi padre, diciendo en medio de carcajadas que a mam� nunca la hab�a abrazado de esa forma, y que ese amigo era m�s que un amigo para �l jajaja de verdad fue gracioso, pero ver a pap� tan contento me alegr� por �l, pues su trabajo lo ten�a tenso y una distracci�n no le ca�a nada mal.
Esa tarde Ricardo comi� con nosotros en la casa a petici�n de mi pap�, y as� se hizo, pero algo me provoc� cierta inquietud durante la comida, ya que Ricardo no me quit� la mirada de encima pr�cticamente en toda la tarde, en varias ocasiones lo sorprend� mirando fijamente mis senos, que a pesar de no tener puesto un escote muy pronunciado, se marcaban perfectamente pues yo ten�a puesta una blusita un tanto apretada, pues la ropa holgada no me gusta.
�l solo hacia bromas sin sentido, respecto a lo mucho que he crecido y que la �ltima vez que me vio, yo era una enana de 10 a�os, pero ahora pasados casi 5 a�os, yo hab�a cambiado mucho, y que ahora me hab�a vuelto una se�orita muy guapa. Esta situaci�n me puso de mal humor, y en cuanto comenz� a caer la noche, me disculp� y me retir� a mi rec�mara.
Y as� pasaron 20 d�as, Ricardo visitaba muy a menudo mi casa por cualquier pretexto; llegu� a pensar que lo hac�a solo para verme, pero no quise prestar mayor atenci�n, hasta que un d�a sin pensarlo y sin esperarlo sucedi� algo que cambiaria mi vida para siempre.
Una tarde, en la que pap� se hab�a ido a trabajar y mi mam� tuvo que ir al centro comercial a hacer unas compras para la casa, el mal tiempo no se hizo esperar y comenz� a caer una lluvia despiadada que pr�cticamente nublaba la vista de quien por alguna desafortunada situaci�n se encontraba en la calle, cosa que me hizo pensar que mi mam� tardar�a en llegar a casa por causa de ello, y as� fue.
Pero repentinamente alguien llam� a la puerta de la casa en medio de tan terrible lluvia, cosa que me perturb� demasiado y sin esperar m�s tiempo me asom� por entre las cortinas para no llevarme una desagradable sorpresa si es que alguien me quisiera hacer algo malo; y al asomarme vi a Ricardo el amigo de mi pap� completamente empapado a causa de la lluvia.
Al verlo escurriendo, corr� para abrir la puerta y hacerlo entrar de inmediato, y al hacerlo solo me dijo que por la ma�ana mi pap� hab�a olvidado llevar al trabajo unas herramientas y que las necesitaban, as� que �l se hab�a ofrecido para ir por ellas a casa sin imaginar que el aguacero lo sorprender�a en al camino. Al instante me ofrec� a darle una toalla para que se secara, ya que se iba a resfriar.
Me di la media vuelta y camin� en direcci�n a mi rec�mara para buscar la toalla, sin darme cuenta de que �l me hab�a seguido. Al entrar a la habitaci�n me dirig� al armario y �l se qued� de pie esperando recibir algo que le ayudara a secarse. Al abrir la puerta me di cuenta de que las toallas limpias estaban hasta abajo, aplastadas por s�banas, colchas, dem�s telas y ropa m�a, motivo por el cual me tuve que agachar, ponerme de rodillas y jalar con fuerza la toalla, cuidando de no tirar todo lo que hab�a encima.
Al agacharme, me empin� por completo, levantando mi trasero en direcci�n a Ricardo, pues le estaba dando la espalda; �l, al ver esto no me pod�a quitar la mirada de encima y solo contemplaba mi redondo trasero cubierto por un pants negro. Cuando por fin logr� sacar la toalla se la di en las manos y �l la tom�, al mismo tiempo que se la puso en el cuello, se empez� a desabotonar la camisa a cuadros roja que tenia puesta y al abrirla por completo se la quit� de un jal�n, dejando su pecho por completo al descubierto.
Al mirar esto, sent� una extra�a sensaci�n que me empez� en la boca del est�mago y que en un instante me corri� por todo el cuerpo, pero no prest� mayor atenci�n. Una vez quitada la camisa, baj� la mano y sujet� la correa del cintur�n para quit�rselo; al mirar esto me di la media vuelta para salir de ah� antes de que pasara otra cosa, pero �l me sujet� del brazo justo cuando iba a salir corriendo de ah�, y de un jal�n de trajo de regreso de una forma un tanto brusca.
De repente y sin darme cuenta me plant� un enorme beso que casi me deja sin aliento; he de mencionar que al principio pens� en darle una cachetada por tonto, pero en un instante me dej� llevar por esa sensaci�n que para ese entonces ya me hab�a inundado por completo y que provocaba que mi respiraci�n se agitara, tan solo de pensar lo que pasar�a los pr�ximos minutos, estando yo sola en mi casa, con un hombre semidesnudo y con mi libido despertando de una forma furiosa.
Nos fundimos en ese beso, y al instante Ricardo me tom� por la cintura y me apret� contra su cuerpo, d�ndome unos peque�os empujones insinu�ndome lo que hab�a debajo de su pantal�n. Yo solo cerr� los ojos y me dej� llevar, sintiendo como �l comenzaba a bajar por mi cuello poco a poco y murmurando palabras como: me gustas demasiado, desde que te vi me fascinaste, qu� hermosa eres, me vuelves loco, etc etc.
Y sigui� bajando poco a poco, y de repente me empez� a besar el pecho despacio pero cada vez sub�a m�s el ritmo con el que lo hac�a, en un instante me empez� a besar mis senos por encima de mi blusa blanca, cosa que me hizo estremecer, yo solo agitaba la cabeza de un lado a otro. Sus manos no se hicieron esperar, ya que subi� la derecha y la meti� dentro de mi blusa y la llevo hasta mis senos cubiertos por un brazier de encaje blanco, al principio jug� un momento con �l pero luego de que le estorb� lo subi� y su mano palp� por completo mis senos ahora semidescubiertos, nuestras respiraciones se agitaban m�s y m�s.
De repente, sac� su mano y con ambas sujet� mi blusa por el borde y me la quit� de un solo jal�n, me meti� las manos por la espalda y desabroch� mi bra; las correas me cayeron por los brazos dejando mis senos al descubierto, y mostrando la excitaci�n en mis pezones que para entonces estaban de lo m�s tensos, emocionados por lo que estaba pasando con un hombre que me llevaba 24 a�os de edad.
La boca de Ricardo no se hizo esperar, y de inmediato se coloc� sobre mi piel desnuda, su lengua corr�a de un lado a otro dejando un peque�o rastro de saliva. Sus labios empezaron a mamar mis senos de una forma por dem�s deliciosa, con los labios apretaba mis pezones y los jalaba muy despacio provocando que se pusieran rojitos de tanto chuparlos. Yo me resist� mucho pero no pude m�s y lanc� un gemido de placer, provocando aun m�s la excitaci�n de mi amante, quien al momento de escuchar esto, baj� ambas manos y las coloc� sobre mi redondo trasero.
En un instante, sus manos estaban sobre mi culo, y las m�as sobre su espalda. No par� de masajear y apretar mis nalgas por un buen rato, al parecer le gustaron mucho. Me jalaba y me apretaba contra su cuerpo una y otra vez, mientras yo sent�a como algo debajo del pantal�n estaba impaciente por saltar a escena y hacer lo que mejor sabe hacer, es decir, dar placer.
Al momento, y sin dejar de explorar mi piel joven, me fue llevando poco a poco en direcci�n a la cama que en ese momento me quedaba a espaldas y tan s�lo a unos pasos de m�. Al llegar, choqu� contra la cama y ca� sentada sobre ella, quedando pr�cticamente de frente al cierre del pantal�n de Ricardo. Por un momento dud� sobre lo que deb�a hacer, pero dejando a un lado la verg�enza, abr� el bot�n del pantal�n de mezclilla azul que llevaba puesto.
Acto seguido, comenc� a bajar el cierre de metal poco a poco y al hacerlo, el pantal�n cay� al instante, dejando solo un b�xer azul cubriendo su cuerpo, el cual dejaba ver un enorme trozo de carne, el cual ten�a pegado a su vientre formando una diagonal. Al ver esto abr� grandes los ojos, mostrando mi sorpresa y solo atin� a dar un enorme trago de saliva antes de hacer lo siguiente.
Di un gran suspiro y sin esperar m�s, clav� mis u�as en el borde de su b�xer y lo empec� a bajar lentamente, pero con la desesperaci�n de bajarlo por completo, y as� lo hice. Al instante salt� delante de m�, una deliciosa verga de aproximadamente 8 pulgadas de largo. De inmediato, llev� mis dos manitas a su pene y se la empec� a pelar poco a poco, una y otra vez, adelante y atr�s cuantas veces quise, Ricardo lanz� un gemido que me hizo estremecer y me prendi� aun m�s.
Ya estando completamente caliente y sin importarme lo que pudiera pasar, baj� mi cabeza, abr� la boca, y me met� su verga. Su sabor no me gust� al principio, pero conforme se la chup� una y otra vez, el sabor se fue haciendo m�s agradable. Ricardo me tom� por la cabeza y recogi� mi cabello de mi cara para ver mis gestos faciales al momento de mam�rsela. Mis labios rosaban una y otra vez su miembro, lubric�ndolo con una mezcla de mi saliva y sus propios fluidos. Pas� mi lengua muchas veces por su gruesa cabeza, lami�ndola cuantas veces quise y de la forma que quise.
De pronto, Ricardo me dio un empuj�n y yo ca� sobre la cama, en seguida sujet� mi pants con ambas manos y lo baj� con desesperaci�n, ya para ese momento lo �nico que cubr�a mi cuerpo era una diminuta tanga blanca la cual NO me quit� de inmediato. Su respiraci�n continuaba agitada, y al ver mi conchita cubierta por esa tela blanca, se acerc� y me empez� a dar un masaje se forma circular. Con una mano atendi� mi conchita y con la otra apretaba mis senos y con las yemas de sus dedos frotaba mis pezones de una forma muy rica.
Mi panochita estaba completamente mojada a causa de tan rico masaje, yo ya no aguantaba m�s, as� que grit� con desesperaci�n: ���COGEME!!! METEMELA YA POR FAVORRRRRRRRR!!!!!!!!!!!!!. Petici�n que no se hizo esperar, pues en ese momento mi mamante sujet� mi tanguita por el borde y me la baj� de inmediato. Mi conchita estaba completamente descubierta y mojada, y como yo la tengo totalmente depilada, mis fluidos empezaban a escurrir poco a poco.
Al ver esto, Ricardo se mordi� los labios y de inmediato baj� la cabeza, sac� la lengua y empez� a lamer mi rajita de abajo hacia arriba mil veces, yo no pod�a parar de gemir y me agitaba de un lado a otro. En seguida baj� la mano y empec� a acariciar mi cl�toris para hacer de la aventura una cosa aun m�s rica. De pronto �l subi� hasta quedar cara a cara conmigo, en seguida se puso de rodillas y yo solo abr� bien las piernas. Su verga estaba bien parada, apuntando en direcci�n hacia m�.
Poco a poco empez� a bajar para meterme todo su enorme pito, pero al intentarlo me choc� de lado, as� que yo baj� mi mano derecha y se la agarr� para llevarla a la entrada de mi vagina, y al hacer esto �l empuj� y su cabeza me empez� a penetrar, y al sentir esto yo grit� al experimentar una mezcla de placer y dolor al mismo tiempo. De pronto todo su pene estaba dentro de m�, y yo llev� mis manos a sus nalgas para empujarlo hacia m� y sentir m�s profunda la penetraci�n.
En cada embestida que me daba, un sonido extra�o se escuchaba por el choque de nuestros cuerpos. Su pito entr� y sali� una y otra vez en mi vagina, yo solo dec�a en medio de gemidos �����MAAAAASSSSSSSSSS!!!!! �����ASIIIIIII ASSSSIIIIII!!!!! �����METEMELO TODOOOOOOOOOOOOO!!!!! �����MMAAAASSSSSSSSS!!!!! �����NO TE DETENGAAAAAASSSSSS!!!!! Ricardo me lo segu�a metiendo, y en cada penetraci�n que me daba, sus huevos chocaban contra mi culo haci�ndome sentir en las nubes.
De repente el aire de aquella tormenta abri� una ventana dejando entrar el aire frio, por lo cual me tuve que levantar para cerrarla y reiniciar en lo que me hab�a quedado, pero al momento en que volv� a correr la cortina, sin darme cuenta, �l me lleg� por la espalda y me tom� por la cintura. Yo no sab�a qu� hacer, as� que me recargu� sobre el mueble en el que coloco mi maquillaje y dem�s objetos de aseo personal; de un manotazo tir� todo al piso, doble mis brazos y recargu� la cabeza sobre ellos, levantando mi culo en direcci�n a mi amante y abriendo las piernas.
Ricardo me tom� por la cadera con una mano, y con la otra se sujet� la verga para llevarla en la correcta direcci�n hacia mi culo. La cabeza de su pito fue abriendo mis nalgas poco a poco hasta encontrar mi ano, el cual intent� penetrar haciendo fuerza contra �l, pero no me entraba as� que empuj� con m�s fuerza hasta lograr meterme la cabecita y poco a poco fue meti�ndolo todo. Yo grit� y apret� los dientes para soportar el intenso dolor, el cual se fue convirtiendo en placer al cabo de unos minutos.
Y as� seguimos, hasta que de repente Ricardo dio un grito, y al instante una formidable cantidad de leche sali� de su verga y me moj� todo el culo y parte de la espalda. En ese momento ninguno de los dos par�bamos de jadear por el cansancio que ten�amos despu�s de una maravillosa sesi�n de sexo prohibido, pues adem�s de ser el mejor amigo de mi padre, Ricardo es un hombre casado. En ese momento yo me levant� y me dirig� hacia el ba�o para limpiarme su leche de mis nalgas mientras �l se vest�a con algo de ropa que hab�a dejado en mi casa cuando reci�n lleg� al pueblo, procurando que fuera lo m�s parecida a la que llevaba puesta cuando lleg�, para evitar levantar sospechas.
En seguida son� su celular, era mi pap� para decirle que una camioneta de la empresa pasar�a por �l para llevarlo de regreso al trabajo y evitar que se fuera a mojar, sin saber que ya lo hab�a hecho unas horas m�s temprano.
La obra termin� y Ricardo tuvo que volver al lugar donde viv�a con su esposa, en otro estado del pa�s; nunca m�s volvimos a coger. pero jam�s voy a olvidar aquella tarde de tormenta en la que me entregu�, al MEJOR AMIGO DE MI PAP�.
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