Relato: Un gato y dos tequilas Se recomienda leer primero "".-
Aquella tarde, cuando Karlos entr� en mi habitaci�n, no pod�a creer lo que ve�a.
Su mejor amigo y yo hab�amos estado garchando como locos todo el d�a y el
desorden de la cama y toda la habitaci�n eran las pruebas de ello.
Tom se despert� y sinti� un poco de verg�enza al ver a su
amigo all� mir�ndonos. Pero no estaba arrepentido de lo que hizo. Yo como si
nada hubiese pasado le dije a Karlos que se sentara en la cama junto a nosotros,
as� plane�bamos c�mo seguir su visita a Buenos Aires. Karlos me miraba con un
poco de enojo, pero al tiempo de ir hablando, se le fue pasando y volvi� a ser
el chico simp�tico que era. Tom casi ni hablaba, solo se tap� con la sabana su
desnudes. Su gran desnudes.
Pregunta va, pregunta viene, Karlos no se aguant� m�s y nos
pregunt� que hab�amos hecho. Yo lo mir� a Tom como pidiendo autorizaci�n para
contarle, �ste me gui�� un ojo, entonces le relat� al chico todo lo que hab�a
pasado desde que �l se hab�a ido a la otra habitaci�n. Karlos estaba en
calzoncillos, a medida que mi relato avanzaba, se notaba que su miembro
comenzaba a crecer, igual que el de Tom, que empezaba a hacer carpa con la
s�bana. Yo, como siempre, ya estaba caliente. Al terminar de contar, Karlos le
pregunt� a su amigo si le hab�a gustado. Este respondi� que mucho. "Entonces,
pendejo, ahora lo vas a hacer conmigo, que te estuve esperando desde que �ramos
ni�os". Tom se puso serio y le dijo que no. Que no quer�a mezclar las cosas, que
conmigo hab�a sido diferente, porque no �ramos amigos. Adem�s, yo era mayor, por
lo tanto ten�a m�s experiencia en estas cosas que �l. Mientras Tom hablaba el
odio de Karlos hacia m� aumentaba. Los celos lo consum�an. Entonces decid� poner
en pr�ctica un plan para solucionar esto. Dije que me iba a duchar, y Tom me
dijo que �l tambi�n. Le dije que no, que le hab�a prometido a Karlos ducharnos
juntos en una de nuestras charlas por chat, entonces, tom�ndolo de la mano, me
llev� a Karlos al ba�o, y sin dejarle decir nada, lo desnud� y nos metimos en la
ducha. R�pidamente llev� mis labios a los suyos y me com� esa boquita de 16
a�os. Mi lengua entr� en su interior y juguete� con la suya un buen rato,
mientras una mano de �l se apoderaba de mi pija y comenzaba a darle una paja
grandiosa.
En la mayor�a de mis relaciones yo soy pasivo, pero la boca de ese pibe me
calentaba y quer�a que me la chupe. Le ped� que se arrodille frente a m�. Casi
como orden�ndolo. �l, sumiso, lo hizo. Le orden� que abra su boca y saque su
lengua. Cuando lo hizo, apoy� la cabeza de mi glande en la punta de su lengua, y
lentamente mi pija fue resbalando al interior h�medo. Comenc� a cogerlo por la
boca, y lo tom� de los pelos un tanto con fuerza. �l devoraba toda mi pija, y la
chupaba con devoci�n. El jueguito de dominarlo me estaba gustando. Saqu� mi pija
de su boca, y se la frot� por toda la cara, mientras le grit� que chupara mis
huevos. Su lengua busc� mis huevos y jug� con ellos un buen rato. Con mis manos
en sus cabellos yo manejaba la velocidad de sus movimientos, y de vez en cuando
le dec�a que lo haga m�s despacio, porque si no iba a acabar muy pronto.
El agua de la ducha nos ca�a encima, �l tom� un jab�n comenz� a pas�rmelo por el
culo. El estar siendo chupado por delante y enjabonado por detr�s me volv�a
loco. Le ped� que se ponga de pie y lo gir� de forma tal que su culo qued� casi
a la altura de mi verga dura. Tom� el jab�n y pr�cticamente lo penetr� con el.
Le met�a el jab�n bien en el orto y lo mov�a una y otra vez. Lo pasaba por toda
su zanja. Sin dejar de enjabonarlo, me acerqu� a �l y le empec� a morder el
cuello, lo pegu� a m� y ah� pude ver su pija, que hasta entonces hab�a pasado
desapercibida por mi. Era hermosa, llena de venas y bien gorda, de unos 16 cm.
Estaba totalmente dura y Karlos se la meneaba de a ratos. Le prohib� que se la
volviera a tocar, y no lo volvi� a hacer. Pero su calentura segu�a creciendo.
Sin perder m�s tiempo, le saqu� el jab�n del culo, y me enjabon� toda mi pija,
lo empuj� contra la pared, dej�ndolo atrapado entre �sta y mi cuerpo, y le puse
mi pija entre sus nalgas. De inmediato �sta se desliz� hacia abajo, patinando
suavemente. Entonces la tom� con una mano, y la ubiqu� justo en la entrada de su
culo, y lo ensart�. Se la met� toda de un golpe, bien adentro. �l lanz� un "ay",
pero a mi no me import�, y empec� un mete saca violento pero sumamente
placentero, mientras tomaba su pija entre mis manos y lo masturbaba muy fuerte.
Lo cog� un buen rato, y tambi�n le hice una buena paja, pero sin dejarlo llegar
al orgasmo. Cuando not� que estaba por explotar le dije que se arrodillara
nuevamente. As� lo hizo y le llen� la cara de leche. Tom� mi leche con dos de
mis dedos y se la ofrec� para que lo lamiera. �l se llev� mis dedos a su boca y
los chup� como si fueran un helado. Lo puse de pi� y lo volv� a besar. Y cambi�
mi actitud, volv� a ser el gatito dulce y tierno que suelo ser. Me puse contra
la pared, y le ofrec� mi culo. Karlos sin pensarlo dos veces, me ensart� sin
piedad. Me meti� su gruesa pija en mi agujerito y acab� all� a los pocos
minutos. Y se qued� exhausto recostado sobre m�, y con su pija semierecta a�n en
mi interior.
Al fin nos duchamos, y le propuse algo para aquella noche: emborrachar a Tom y
pasarla bomba los tres juntos. Karlos enseguida me dijo que hab�a un trago que a
Tom le encantaba, pero que lo mamaba muy r�pido, era una mezcla de tequila con
ron y frutas. El plan estaba armado, solo quedaba cumplirlo.
Continuar�.....
El gato.-
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Relato: Un gato y dos tequilas
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