Relato: La decisi�n de Marta (y 3) Como ustedes habran imaginado, la cosa no termino ah�, y en
los dias que siguieron, continue teniendo sesiones con X, a razon de una por
semana . Y en las que poco a poco iba adoctrin�ndome sin casi yo darme cuenta en
los vericuetos de la sumisi�n y la humillaci�n, y lentamente y sin apercibirme,
iba degrad�ndome mas y mas como ser humano, hasta el punto que me pasaba el
resto de la semana anhelando que llegara el ansiado dia de mi sesion .
Pronto me encontre en una seria disyuntiva, por un lado, 500
euros semanales, eran un dinero que yo no podia permitirme gastar, pr�cticamente
habia agotado ya todos mis ahorros, y por otro lado, yo cada vez queria mas y
mas, y una sesion de varias horas, un dia a la semana, me parecian insuficientes
para aplacar el ansia de placer que se habia apoderado de mi, y que no me dejaba
pensar en otra cosa .
Por fin tome la decisi�n, que si se consumaba, cambiaria
definitivamente el rumbo de mi vida de una forma tajante.
Iba a convertirme, libremente y sin coaccion, en la esclava
total e incondicional de X, si �l me aceptaba.
En la siguiente sesion que tuve con X, le solte mis
intenciones de sopet�n, �l, como era habitual en su flem�tico car�cter, no se
sorprendio en absoluto, o al menos no dio muestras de ello, tan solo me pregunto
si lo habia meditado bien y estaba segura de mi decisi�n, pues una vez empezada
la relacion, no habria vuelta atr�s . Yo, sin dudar me ratifique en mis
intenciones, aliviada de que �l estuviera dispuesto a aceptarme como su esclava,
su perra, su posesion, o lo que quisiera que fuera para �l . Para ser honesta
con X, debo decir que �l hizo todo lo posible por tratar de disuadirme de mi
decisi�n, alegando argumentos tan cabales, como que no sabia donde me estaba
metiendo, que la vida de una verdadera esclava puede ser muy dura, y que es muy
diferente tener unas cortas y placenteras sesiones de sado, que ser una esclava
a tiempo completo, de por vida, y sin tener ningun poder de decisi�n sobre su
destino . He de reconocer qu se mostro muy amable y comprensivo, e incluso como
me veia tan desesperada, se ofrecio a rebajarme la tafina por sesion . Pero yo
me mantuve firme e inamovible en mis trece, y X al fin, no tuvo mas remedio que
darse por vencido, aunque no estaba muy convencido del todo, y con unas
enigmaticas y escalofriantes palabras no exentas de cierta tristeza, me dijo :
Espero que no tengas que arrenpentirte nunca de tu decisi�n, y que no maldigas
el dia que me conociste ...
Sin embargo, me cito en el despacho de un notario amigo suyo,
para dentro de dos dias, seg�n dijo para darme tiempo a recapacitar y pens�rmelo
bien, con la secreta esperanza de que cambiara de opini�n .
No obstante cuando llego el dia de la cita, alli estaba yo en
la antesala del notario, vestida recatadamente, y media hora antes de la hora
fijada, excitada y nerviosa como nunca . Completamente mojada y proxima al
orgasmo .
A la hora indicada, X se presento puntualmente y pasamos al
interior del despacho del notario . Alli, X saco de su bolsillo un contrato de
esclavitud y procedio a leer las clausulas, lentamente y en voz alta y clara .
Para no aburrirles y extenderme demasiado les dire que era el tipico contrato de
esclavitud, en el que yo renunciaba a todos mis derechos como ser humano y
pasaba a ser propiedad exclusiva de X, para lo que �l dispusiera hacer conmigo .
Y si tienen ustedes interes en saber el contenido, les remitire al relato "
contrato de esclavitud " narrado perfectamente por VOYEAUR, y que publico
recientemente en esta misma pagina en el apartado de dominaci�n, pues
pr�cticamente el contenido era el mismo . Yo sin dudarlo un segundo lo firme
renunciando para siempre a mi libertad, y acto seguido lo firmo X, el notario, y
dos testigos, como mandaba la ley . Y asi el contrato paso a ser totalmente
legal . Cuando los testigos abandonaron el despacho, X para celebrar el acto, me
dio mi primera orden de sumisa .
Me dijo que me arrodillara frente a su amigo notario y le
regalara una larga mamada, yo inmediatamente asi lo hice, y cuando termino, me
trague toda su leche sin rechistar .
Una vez salimos del despacho del notario, X me llevo a un
apartado y exclusivo centro de belleza, donde hizo que me depilaran
completamente el vello pubico, y me tatuaran una enorme y hermosa X en mi nalga
izquierda, tambien ordeno que me perforaran los pezones, donde me instalaron
unas peque�as argollitas de oro blanco, tambien me hicieron piercings en los
labios de mi vagina, y en el critoris, y por ultimo me agujerearon la lengua .
Durante todo el proceso de anillamiento yo estaba completamente desnuda y atada,
para no molestar con mis convulsiones al trabajador de turno, ademas, todas las
perforaciones, a instancias de X, se hicieron al uso antiguo, es decir, con
agujas, y sin ningun tipo de anestesia o calmante . El dolor, a veces era
insoportable, pero yo contenia mis gritos todo lo que podia, porque pensaba que
eso era lo que esperaba de mi, mi Se�or . El proceso en el salon de belleza duro
aproximadamente cuatro horas, al termino de las cuales, yo estaba completamente
sudorosa, agotada, y vencida, pero muy orgullosa de mi actitud frente a �l .
Cuando llegamos a su chalet, X me ordeno desnudarme y
ci��ndome un collar de perra al cuello, me dio mis primeras instrucciones . Me
dijo que a partir de ese momento, yo era su perra, su animal de compa��a, y que
hasta nueva orden, siempre iria desnuda y me desplazaria de rodillas, a cuatro
patas por la casa, tambien me prohibio hablar, a no ser que �l me lo indicase
expresamente, a partir de ese momento cuando quisiera comunicarme con �l,
deberia hacerlo por mediaci�n de ladridos y restregones, como una autentica
perra . Me ci�o la correa al collar, y tironeando suavemente de mi cuello, me
llevo al jard�n trasero de la casa, donde, a un extremo habia una peque�a caseta
de perros, era tan diminuta que apenas cabia dentro de ella acurrucada, pero X
me dijo que a partir de ese momento ese seria mi alojamiento habitual, tanto en
invierno como en verano . En la puerta de mi caseta, habia dos peque�os
comederos de aluminio, en los que deberia comer y beber los alimentos que mi amo
dispusiera, directamente del plato, y sin usar las manos . Asimismo me indico
que cuando tuviera ganas de mear o cagar, deberia hacerlo siempre en el lugar
mas alejado del jard�n, justo al lado de un frondoso pino, y naturalmente debia
hacerlo al estilo canino, es decir a cuatro patas y levantando la pata trasera .
Tambien me dijo que de mi higiene ya se ocuparia �l, como lo creyera conveniente
. A veces para degradarme mas si cabe, me tenia semanas con el culo cagado y
escocido, oliendo a mierda, solo por el placer de torturarme psicol�gicamente,
pero yo estaba tan entregada a �l en cuerpo y alma, que cualquier deseo que
surgia de mi amo, yo lo acataba con con placer y deleite . Me habia convertido
en una autentica esclava, totalmente desprovista de ego, voluntad, y autoestima
.
Para finalizar, no voy a entrar en detalles interminables,
sobre todas las vejaciones y torturas que he tenido que soportar, gustosamente,
todo hay que decirlo, hasta la fecha de hoy .
Tan solo les dire, que mi amo me ha prostituido en los antros
mas infectos que ustedes se puedan imaginar, me ha hecho comer mierda de hombre,
de mujer, y hasta de perro . Me ha cruzado con todo tipo de raza de perros,
oblig�ndome incluso a chuparles sus pollas y sus culos . He bebido litros y
litros de orina y de semen de todo tipo de gente, directamente de sus sexos, e
incluso almacenada y mezclada varios dias . Me ha alquilado a los tipos mas
s�dicos y depravados que nunca pense que existieran . Mi cuerpo esta tan marcado
y castigado, que si me viera algun antiguo amigo o conocido, no me reconoceria .
Estoy desprovista de pelo, pues mi amo, un dia decidio que me queria calva, mis
tetas, parecen las ubres de una vaca, un dia mi se�or tuvo el capricho de
aument�rmelas hasta extremos grotescos, y ahora, sobadas, estrujadas,
exprimidas, laceradas, y agujereadas por multiples tipos de agujas, y otros
insrumentos punzantes y cortantes, estan caidas desproporcionadamente y fofas
hasta la extenuaci�n . Mi cl�toris parece un peque�o pene, de tanto tiron
recibido, y no hay un espacio en mi cuerpo que no haya sido azotado, flagelado,
abrasado y quemado, pinzado, y pinchado, traspasado por objetos punzantes, y
golpeado con todo tipo de obejetos y artefactos .
Me faltan varios dientes, a consecuencia de las palizas que
me han dado mis frecuentes clientes . Tengo los dedos de mis patas delanteras
totalmente atrofiados, resultado de una refinada tortura a la que me sometio un
asi�tico que me tuvo alquilada dos semanas, durante las cuales, se dedico
sistem�ticamente a arrancarme todas las u�as y a romperme los huesos de todos
los dedos . E interminables torturas y humillaciones que ya casi ni recuerdo .
Seg�n me ha comentado mi amo, tiene el proyecto de pre�arme en breve �l
personalmente . Dice que con los adelantos de la ciencia medica, va a asegurarse
de que alumbre a un hermoso y robusto varon, que �l personalmente se ocupara de
educar . Asi, una vez cumpla la mayoria de edad, se convertira en el amo de su
propia madre, tomando el relevo del propio X . Solo de contarme tama�a
perversi�n, me corri como una cerda, revolc�ndome en mis propios jugos incapaz
de contenerme . Sin embargo, si ustedes me preguntan si estoy arrepentida de la
decisi�n que tome . Les contestaria, no, no, y mil veces no . Llevo la vida que
quiero y que sin saberlo siempre desee llevar .
Y creo que con esto finaliza todo cuanto deseaba contarles .
Reciban ustedes mi mas profundo afecto, si han llegado con su lectura hasta aqu�
.
Un sumiso beso de la perra marta .
PD: He escrito este relato gracias a la amabilidad de mi amo
X, que me presto su ordenador, y lo he escrito a cuatro patas, en el suelo del
jard�n, con ayuda de un palito que me ha ayudado a presionar las teclas, ya que
tengo pr�cticamente las manos inservibles . Ademas, me he decidido ha hacerlo
justo ahora, antes de que mis facultades intelectuales se nublen del todo, pues
de un tiempo a esta parte, noto como lentamente, cada vez me cuesta razonar mas
como un ser humano, supongo que por la falta de costumbre, y noto con cierta
alarma que empiezo a pensar como un animal .
Ya no siento la necesidad de hablar para comunicarme, y con
frecuencia mi mente se queda alarmantemente en blanco, y me quedo abstraida cada
vez mas frecuentemente mirando el techo de mi min�scula caseta.....
Como habran imaginado f�cilmente, estimados lectores, esta
historia es imaginaria . Pero estoy seguro que en mas lugares de los que se
imaginan, hay relaciones parecidas, por supuesto, sin llegar a los s�dicos
tratamientos a los que he sometido a la pobre e inexistente Marta .
Mi humilde objetivo, no ha sido otro, que el entretenerme, y
haberles hecho pasar un rato agradable y placentero con su lectura .
Y agradeceria una vez mas, me escribieran cont�ndome sus
experiencias y an�cdotas en este campo . Sobretodo las mujeres que hayan leido
este relato, y les haya sugerido, ludicos y gozosos placeres . Gracias por su
tiempo y su atenci�n . Quasimono.
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Relato: La decisi�n de Marta (y 3)
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