Relato: Aquel hermoso hombre moreno de mi pasado



Relato: Aquel hermoso hombre moreno de mi pasado

Esta historia se desarrolla en el balneario de Salinas, durante el largo feriado de carnaval del a�o 1982, cuando esta ciudad costera era la playa de moda, frecuentada por miles de turistas nacionales y extranjeros de clase socio-econ�mica media y alta casi en su totalidad, en aquellos d�as era caso sumamente aislado ver en Salinas a una persona de estrato bajo, pues este tipo de personas acud�an al balneario de Playas de Villamil, m�s cerca de la ciudad de Guayaquil. Ten�a yo tan s�lo 19 a�os de edad y le hab�a pedido prestado a mi padre su camioneta Ford para dar una vuelta por el malec�n y ver si me encontraba con mis amigos y vecinos del barrio del Centenario de Guayaquil, pues en aquella �poca era una tradici�n que los j�venes deambulemos por el malec�n para ser vistos desde los veh�culos que circulaban por la v�a o por las familias que ten�an su departamento en los condominios al pie del mar, era algo as� c�mo una vitrina de exhibici�n en la que el objetivo era hacerse notar socialmente, o simplemente para que chicos y chicas lucieran sus bien formados cuerpos. La costumbre consist�a en recorrer todo el malec�n y al llegar al final retornar nuevamente sobre la misma acera. Muchos se dedicaban a hacer esto durante horas, hasta que se encontraban con alg�n amigo o amiga, hac�an nuevos amigos o simplemente les sal�a alg�n programa y buscaban lugares privados para tener sexo, porque los largos feriados playeros por lo regular involucraban sexo.

Di una primera vuelta a lo largo de todo el malec�n y casi al terminarlo, ya cuando inicia la playa de Chipipe vi una silueta que sobresal�a del resto debido a su estatura y corpulencia, ven�a caminando de frente un muchacho moreno con el pelo corto muy varonil, su cabello era de color casta�o claro y ensortijado, algunos rizos ca�an despreocupados sobre la amplia frente del joven, su cuerpo resultaba imponente. Llevaba puesto �nicamente un traje de ba�o de color rojo intenso modelo bikini como se estilaba usar en aquella �poca, el material flexible de su ba�ador luc�a bastante extendido pues estaba tan ce�ido a semejante cuerpazo de deportista que le dibujaba claramente las formas de su miembro sexual masculino dejando ver un grueso pene apuntando como un reloj a las tres y cuarto; adem�s el fuerte color de su traje de ba�o resaltaba con el bronceado espectacular de su piel morena. Ten�a el cuerpo definido, los hombros muy amplios y musculosos, brazos fuertes, cintura sumamente estrecha y las piernas formidables, �que muslos tan bien torneados y que buenas pantorrillas! Caminaba muy sensualmente, separando ligeramente sus gruesos muslos como si sus bolas fueran demasiado grandes. El morenazo luc�a como un verdadero adonis en la playa y sobresal�a de los dem�s por su intenso bronceado y su gran estatura. Me llam� tanto la atenci�n que por verlo casi choco al veh�culo que ten�a delante de m�. El moreno pas� caminando por mi derecha pero no se percat� de que yo no le quitaba los ojos de encima y sigui� caminando por la acera del malec�n entre la multitud de ba�istas mientras yo continuaba observando por el espejo retrovisor su amplia espalda y sus deliciosos gl�teos carnudos moverse de arriba abajo con cada paso que �ste daba, como si fueran un par de melones gigantescos que quisieran escaparse de aquel apretado traje de ba�o. Era el hombre m�s atractivo que hab�a visto en lo que iba de esa temporada de playa y qued� tan impactado con el que di la vuelta por la calle siguiente para nuevamente tomar la ruta del malec�n y as� volver a recrear mi vista con semejante belleza, adem�s me intrigaba saber de qui�n se trataba porque no lo recordaba de mi colegio, ni de mi barrio ni de ning�n c�rculo social cercano a m�. Efectivamente di la vuelta y al pasar al pie de �l nuevamente me qued� admir�ndolo con insistencia mientras rodaba en mi camioneta lentamente por la calle , el chico sinti� mi mirada fija y los dos nos quedamos mirando sin quitarnos los ojos el uno al otro, sus ojos eran enormes, su mirada suger�a una extra�a mezcla de ira y seducci�n a la vez me pusieron un poco nervioso pensando que tal vez se trataba de un chico violento de esos homof�bicos que nunca faltaban, pens� que �l podr�a acercarse a mi camioneta e intentar golpearme, �y con semejante musculatura, sin duda me mandar�a a un hospital!, pero no, no ocurri� nada de eso, el muchacho s�lo sigui� caminando al tiempo que viraba su cabeza para lanzarme ojeadas inquietantes pero yo no sab�a si �l quer�a lo mismo que yo o si s�lo le llamaba la atenci�n mi insistente mirada, lo inc�modo es que yo me ve�a obligado a continuar avanzando para que los carros que ten�a atr�s no piten como locos porque yo los demoraba, y al verlo nuevamente por el retrovisor note algo fascinante: el chico se detuvo, volte� girando un poco el pecho y me hizo se�ales con una mano para que me detenga y acto seguido comenz� a caminar hacia mi camioneta. �Mi coraz�n palpit� fuertemente al tiempo que me detuve en seco!, los carros atr�s comenzaron a pitar insistentemente y yo me volte� hacia �l para verlo bien, para entonces el ya estaba al pie de mi carro y yo no sab�a qu� era lo que pasar�a, si me insultar�a, o golpear�a el parabrisas de la camioneta de pap� rompi�ndolo en mil pedazos, o quiz�s me agarrar�a del cuello y me sacar�a del carro para hacerme trizas con sus fuertes pu�os�parec�a que mi coraz�n saldr�a por mi boca en cualquier momento, hasta que escuch� un -�Hola!- �casi me da un infarto! El chico estaba parado al pie de la ventana de mi camioneta y yo pude ver de cerca aquel pecho fornido, el brillo de su piel dorada y su sonrisa�.�entonces casi me derrito! sus dientes eran blanqu�simos, o al menos as� luc�an en contraste con su piel morena y nervioso respond� algo titubeante �Ho hola- -�me llevar�as hasta m�s adelante?-pregunt� el muchacho mientras yo lo contemplaba embobado con la boca abierta pues �era un machazo formidablemente viril hasta su misma m�dula! entonces los desesperados choferes de la columna de carros que yo manten�a detenida hace ya rato, comenzaron a gritarme groser�as para que me mueva y que los deje pasar, reaccion� nerviosamente y le dije que se suba y arranqu� lo m�s r�pido posible. Entonces comenzamos a rodar sin rumbo fijo por todo Salinas lejos de las miradas curiosas de los faranduleros que frecuentan el malec�n.

-Me llamo Patricio- me dijo -�t� c�mo te llamas?- Alfredo- respond� ya m�s calmado pues not� que el chico no era nada peligroso sino m�s bien agradable, de trato educado y suave, pese a su imponente masculinidad no era agresivo ni mucho menos, lo que s�, �era realmente hermoso! Toda la piel de su escultural cuerpo estaba desprovista de vello corporal, si yo hubiera sabido que en esa �poca los hombres acostumbraban hacerse depilaciones l�ser no me habr�a llamado tanto la atenci�n, pero en esos d�as los machos no se hac�an depilaciones. Su estado f�sico era perfecto y muy sexi pues era pura carne y m�sculos, cada cosa en su sitio, su pecho voluminoso me ten�a loco, �que tetillas m�s firmes y que pezones tan duros! Y su est�mago, sentado apenas luc�a dos diminutos pliegues de piel pura, no de grasa ni de llantas, su ombligo luc�a sensacional en medio de un est�mago plano y macizo y sus caderas eran una verdadera sinfon�a, era un hombre moreno claro que se hab�a bronceado notablemente y luc�a muy atractivo, los rasgos de su cara eran sumamente delicados, grandes ojos, labios finos, nariz recta, ment�n prominente, todo muy armonioso logrando en conjunto un rostro sumamente bonito con expresi�n viril. Su pelo ensortijado era de color casta�o oscuro pero algunos mechones luc�an descoloridos por el agua de mar y el sol y daban la impresi�n de ser m�s bien ligeramente rubios.

Aquellos ojos marrones eran enso�adores, -�Cu�ntos a�os tienes?- pregunt� intrigado -19 � me dijo, ten�amos la misma edad pero nuestras caracter�sticas f�sicas eran totalmente diferentes pues yo soy muy blanco, mis ojos son azules, mi pelo muy rubio as� como mis cejas y pesta�as y no soy musculoso ni mucho menos, dir�a que soy un hombre normal, ni gordo ni delgado, ni musculoso ni flaco, algo totalmente normal, pero si, muy, pero muy blanco, como son todos en mi familia pues tenemos ancestros alemanes.

Conversamos durante largo rato sin tener un lugar fijo a donde ir, y es que al parecer los dos nos hab�amos llamado la atenci�n mutuamente y ten�amos todo el tiempo del mundo libre como para conversar, de pronto le dije si me aceptar�a ir a beber algo y el acept� entusiasmado, as� que me lo llev� al bar del Yatch Club y nos tomamos varias cervezas mientras seguimos conversando y fumamos varios cigarrillos.

As� fue como me dijo que el tambi�n ten�a ancestros alemanes y que su nombre completo era Patricio Ramiro G�mez Schwass, era guayaquile�o, viv�a con su madre y hermanos detr�s del hospital del seguro social en el sur de Guayaquil, no ten�a padre, al parecer sus padres nunca se casaron pero me dio a entender que aquel era un tema tab� en su familia y que inclusive su pobre madre cre� la fantas�a de era viuda, en todo caso �l prefer�a no mencionar el tema siquiera, al enterarme que su abuelo materno hab�a sido alem�n como el m�o, comprend� porqu� su f�sico era tan especial, era el resultado de una fusi�n de razas. Seg�n supe despu�s, el alem�n se uni� a una mujer del pueblo y de or�genes serranos apellido Saltos, y por eso es que el presentaba caracter�sticas mestizas. En mi familia en cambio, nos hemos mantenido cas�ndonos entre personas blancas por generaciones, por eso es que mantenemos nuestra apariencia anglosajona original.

Mientras nos conoc�amos cada vez m�s not� que Patricio era un muchacho inseguro, al parecer su mayor frustraci�n, aparte de haber crecido sin un padre, era su pobreza. Le llamaban la atenci�n mis buenas maneras e imitaba mi forma de sostener el cigarrillo y de quitarle la ceniza arrim�ndolo suavemente contra el cenicero. Esta personalidad tan compleja s�lo le sum� a su viril belleza, una cuota de ternura que para m�, lo perfeccionaba.

Sentados en la silla del bar not� que Patricio separaba mucho sus piernas, c�mo acostumbran hacerlo los tipos r�sticos, pero esa rudeza natural en el era parte de su atractivo, adem�s, al adoptar esta pose permit�a que yo observe que de su ajustado ropa de ba�o resaltaba un prominente bulto que suger�a un desarrollado miembro, este paquete resultaba descomunal y no pod�a evitar que mis ojos consecutivamente se poseen en �l pero no me atrev�a a sugerirle que me permita bajarle el ba�ador porque no sab�a si el acceder�a o me mandar�a al diablo, as� que prefer� no correr riesgos y continuar conociendo m�s de este apuesto muchacho.

Luego de mucho conversar, comprob� mi teor�a, Patricio era un chico de or�genes humildes, de estrato popular, se acababa de graduar en el colegio Nacional Vicente Rocafuerte y viv�a en un barrio modesto como es la ciudadela del Maestro, su madre lo hab�a criado a �l y a sus 4 hermanos con su salario de maestra y con una panader�a que funcionaba en la peque�a sala de su casa. Aunque no era una persona refinada not� que aprend�a todos mis movimientos. Pens� que ten�a al frente a un verdadero diamante en bruto, que se podr�a desempe�ar socialmente muy bien tan solo contando con la formaci�n adecuada. Por un momento idealic� la situaci�n y record� aquella famosa pel�cula musical de 1968 en la que el personaje de la florista callejera Eliza Doolittle es educada por el profesor de fon�tica Henry Higgins, despu�s de una apuesta con su amigo el coronel Pickering, y la idea era darle clases para poder hacerla pasar por una dama de la alta sociedad. Pens� que exactamente lo mismo se podr�a hacer con Patricio G�mez.


Luego de varias cervezas nos dieron ganas de ir al ba�o para orinar y lo hicimos juntos c�mo cualquier par de amigos lo har�an, al llegar a los urinarios pude verlo sacar con dificultad su morrocotudo pene aprisionado en aquel ce�ido traje el�stico y me di cuenta que no hab�a sido s�lo mi idea, sino que Patricio realmente ten�a un miembro bastante desarrollado, solt� un fuerte chorro de orina en el urinario mientras que sujetaba aquella gruesa pieza de carne cobriza al tiempo que su monumental cuerpo se mov�a apenas un poco inestable debido al exceso de alcohol que hab�amos ingerido, disimuladamente observaba su formidable pip� mientras yo tambi�n orinaba. Concentrado en su pieza pens� que lo ten�a semi fl�cido y a�n as� me dije a mi mismo que aquel pene alcanzar�a los 17 cent�metros si estuviera bien erecto.

De pronto, la varonil voz de Patricio me trajo a la realidad al preguntarme sin ning�n tapujo: -�Qu� te llama tanto la atenci�n de mi verga, su largo o su grosor?- un poco desconcertado y t�mido respond�: -las dos cosas-, para entonces el ya hab�a terminado de orinar pero manten�a su pene fuera de su traje de ba�o mientras lo masajeaba de arriba abajo endureci�ndolo para exhibirlo ante m� y mientras se lo paraba sus ojos marrones me miraban c�nicamente, buscando seducirme. �Entonces me di cuenta de lo equivocado que hab�a estado puesto que su pene ya totalmente erecto alcanz� por lo menos 23 cent�metros de largo! no pude evitar contemplarlo embelesado, entonces Patricio se volte� hacia m� apunt�ndome con aquella longaniza de pernil macizo y pude apreciarlo en toda su dimensi�n, su pene totalmente erecto era una maravilla, muy grueso, muy r�gido y bien formado: luc�a un apetitoso tono aceitunado y era tan agraciado como su due�o. Ante semejante maravilla, perd� la cordura, la verg�enza y el miedo y ca� de rodillas ante �l, me lo met� en la boca, lo sabore�, era un pene limpio, su gustillo era delicioso, su consistencia me cautivaba, no lograba retenerlo durante mucho tiempo en mi boca puesto que las arcadas me forzaban a sac�rmelo pero lo volv�a a intentar una y otra vez hasta acostumbrarme a su tama�o. Como si nos hubi�ramos comunicado telep�ticamente, los dos caminamos apresurados hacia uno de los servicios higi�nicos y cerramos inmediatamente con seguro, aunque est�bamos completamente solos en aquel ba�o, cualquier otro socio del club podr�a entrar y pillarnos. �No se que era m�s excitante, si el hecho de estar teniendo juegos sexuales con un macho proletario o la posibilidad de que nos descubran en pleno acto! Ambos est�bamos completamente excitados, nos trepamos en la tasa del servicio higi�nico y tr�mulos nos abrazamos fuertemente sintiendo mutuamente las vibraciones del otro, era como si hubi�ramos perdido el juicio, no nos import� el riesgo que corr�amos con tal de satisfacer nuestra fren�tica libido, nos besamos en la boca apasionadamente, como si hubi�ramos estado conteni�ndonos durante largo tiempo y como los dos nos hab�amos bajado los trajes de ba�o nuestros duros penes se aporreaban entre s� como toletes uno contra el otro, el m�o tan blanco como una tableta de chocolate Galak y el de �l tan oscuro como una barra de chocolate Milky Way .

De pronto Patricio me dio la vuelta coloc�ndome de cara contra la pared y �l se agach� hasta que su rostro qued� a la altura de mi culo, me separ� las nalgas y me lami� el ano de una forma deliciosa que me hizo perder la poca cordura que me restaba, no pude evitar gemir apasionadamente aunque alguien pod�a ingresar al ba�o y escucharme, pero m�s pod�a la fogosidad que la h�bil lengua de Patricio G�mez me produc�a�.sent� que mi ano se abr�a involuntariamente ante este masaje, que su lengua ingresaba cada vez m�s adentro de m� interior y que me lubricaba tanto en lo profundo como en el exterior de mi anillo de carne rosada, ya no pod�a m�s con la lujuria que me invadi� as� que opt� por agarrarme con ambas manos de la parte superior del cub�culo, separ� mis piernas y par� mi culo para sentir mejor sus lamidas, el chico me ten�a trastornado de placer con las ricas lamidas y chupadas que le aplicaba a mi esf�nter, de pronto, sent� que se incorpor� detr�s de m� y que coloc� la enorme cabezota de su duro y grueso pene en la entrada de mi culo y comenz� a presionar con fuerza para poder ingresar dentro de m�, sent� temor pues su verga era muy gruesa, pero m�s pudo el deseo de ser pose�do por este gara��n as� que par� aun m�s mi culo para recibir aquel vigoroso cilindro de carne, sent� que mi anillo se estir� mucho, luego se estir� m�s, y m�s y m�s, sent� dolor, mucho dolor, pero a�n as� deseaba con todas mis fuerzas que aquel mu�eco me parta el culo, as� que soport� aquel dolor intenso que me estaba produciendo y exclam� en voz baja: -ooooooooh��me gusta, pero me duele mucho�..dale despacio�..- , luego ocurri� algo m�s preocupante a�n: la parte m�s gruesa de su pene dej� de ingresar en mi culo pese a la presi�n que ejerc�a con su pelvis Patricio, mi ano ya no se pod�a dilatar m�s y la vergota del muchacho qued� atorada a la mitad del camino, sent� una mescla de excitaci�n y temor al mismo tiempo pero Patricio escupi� sobre la superficie del tronco que sobresal�a de mi ano y este flujo de saliva logr� lubricarme, entonces retrocedi� unos mil�metros de verga al mismo tiempo que susurr� cari�oso a mi o�do: -afl�jate que est�s apretando el culo, tranquilo, rel�jate, d�jate llevar, conf�a en m�, esto te va a gustar, yo s� bien c�mo hacerlo, tu solo respira profundo y rel�jate- sus palabras sonaban a las de un experto penetrador, el joven moreno hab�a resultado ser un excelente amante�suspir� aliviado, me sent� seguro, y me entregu� a �l, a su imponente pene, �dej� que me hiciera suyo por completo! entonces mi ano se relaj� y aquel cilindro de carne logr� continuar ingresando mansamente en mi interior, el dolor se manten�a pero creo que me fui acostumbrando a sentirlo, inclusive sent� cuando comenz� a partirme ligeramente el culo pero no me import�, �yo quer�a ser violado por �l, yo ten�a la necesidad de que �l me hiciera suyo! A medida que el avanzaba en su penetraci�n su boca emit�a junto a mi o�do unos gemidos apasionados muy discretos para que nadie afuera nos escuche: -hoooooooooo��.que rico culo��lo tienes estrechito��..te part� el culito colorado ani�ado�..hoooooooo�..as�, as�..d�jate culiar�..ya eres m�o, ya eres m�o�.este culo me pertenece�..- sus palabras cachondas lograban incrementar mi deseo de ser pose�do por �l, me sent�a orgulloso al ser culiado por este rico macho�en alg�n momento mi aro de carne logr� estirarse lo suficiente como para que toda su tranca ingrese en mi interior, entonces sent� que el dolor fue disminuyendo gradualmente para darle paso al placer, a un infinito placer, fue algo que no puedo describir, su pene se mov�a f�cilmente dentro de m�, entraba y sal�a de mi ser, Patricio escup�a constantemente saliva sobre su tronco y me embest�a nuevamente lubric�ndome el interior con su rica verga, lo hac�a suavemente, poco a poco, despacito�ten�a un estilo fant�stico, un quiebre de caderas especial, un ritmo y un bombeo tan sabroso que al poco rato me sent� drogado o borracho, si, �el negro me ten�a ebrio pero de gozo�! cuando el retiraba lentamente su gruesa barra de carne de mi culo yo sent�a que iba arrastrando mi ano dej�ndomelo afuera, y cuando lo enterraba nuevamente sent�a que todo mi cuerpo se estremec�a apasionado y cuando su verga quedaba enterrada en mi culo hasta la ra�z y s�lo sus huevos quedaban colgando afuera� yo sent�a en mi interior que con la cabeza de su huevote me presionaba la pr�stata� y entonces comenzaba a suplicarle casi sollozando que no se detenga, que me haga suyo, �que me parta en dos con su vergota! Y fue en este constante entrar y salir de su pene de mi ano, cuando mi esf�nter estaba ya totalmente dilatado que me di cuenta de que Patricio G�mez me hab�a sodomizado hasta sumirme en el �xtasis m�s arrollador que yo hubiese imaginado que existir�a�-que ricuraaaaa��haaaaaa�..que es lo que me haces negro��que rico�..- dec�a yo en voz muy bajita para que nadie se d� cuenta de que me estaban culiando�.al poco rato sent� que se ven�a una erupci�n volc�nica�se aproximaba cada vez m�s y m�s�desde mi interior sali� una cantidad b�rbara de semen y sin que yo me masturbara, mi pene solito comenz� a disparar abundantes descargas de espesa leche que se estrellaban contra la pared de aquel servicio higi�nico, entonces no pude contenerme m�s y dej� escapar un gemido fuerte y apasionado -hoooooooooo- �sent�a que Patricio me taladraba el culo y mi leche no paraba se salir! El coloc� su enorme mano sobre mi boca para callarme y susurr� a mi o�do: -�no grites!- e inmediatamente introdujo la punta de su lengua en mi o�do produci�ndome cosquillas que junto con la culiada que me estaba pegando hicieron que todo mi cuerpo se estremezca�en ese preciso momento escuch� que alguien entr� al ba�o y que usaban los urinarios, se trataba de dos hombres que conversaban entre ellos sobre sus esposas y una fiesta que tendr�an esa noche, �mientras ellos hablaban Patricio me ten�a totalmente ensartado, su verga qued� enterrada en mi culo y la retiraba apenas medio mil�metro para volver a clavarla hasta el fondo de mi�-mmmmmmmm- gem�a yo al sentir que su verga estimulaba mi pr�stata sac�ndome hasta la �ltima gota de semen de mi interior�..-�silencio, no hables ni te muevas chucha!- me orden� en voz muy baja a mi o�do.

En mala hora ingresaron esos tipos al ba�o pero en todo caso �Nuestro acto sexual hab�a llegado al cl�max y ya no pod�amos detenernos! Mis eyaculaciones fueron disminuyendo paulatinamente y al expulsarlas yo contra�a involuntariamente los m�sculos de mi culo�aprisionando la rica verga de mi penetrador, quien estimulado por este masaje que le proporcionaba mi ano comenz� a incrementar sus embestidas, entrando y saliendo de mi cuerpo, una y otra vez, sin retirar su mano de mi boca de manera que yo no pudiera gritar ante tan salvaje penetraci�n, el bombeo se aceler� a tal punto que parec�a que fuera a traspasarme y de repente enterr� su pene hasta el fondo�lo dej� empotrado en mi interior y comenz� a lanzar bazucazos de leche caliente dentro de m�, �su vigoroso cuerpo se estremec�a por completo y ten�amos que tener mucho cuidado en no desplomarnos pesadamente al piso! yo sent�a que el moreno me aprisionaba fuertemente entre sus brazos mientras sus descargas de semen se fueron agotando poco a poco, nos fuimos calmando lentamente mientras que el par de tipos se retiraban del ba�o sin dejar de hablar entre ellos, suspir� aliviado porque no se percataron que dos hombres estaban culiando en el ba�o, nuevamente volvi� el silencio al lugar y entonces Patricio retir� su mano de mi cara y su pene de mi culo, yo me sent�a maravillado por lo que acababa de sentir y lo bese en los labios con afecto y gratitud, el me devolvi� el gesto meti�ndome su lengua hasta el fondo de mi garganta, s�lo en �se momento nos dimos cuenta del peligro que representaba que nos pillen en semejante situaci�n, as� que nos vestimos y salimos de aquel ba�o un poco nerviosos y a�n agitados.

Ya en el carro, se termin� el encanto porque Patricio muy resuelto y ah� si seguro de s� mismo me pidi� dinero y que lo deje en una ciudadela a la entrada de Salinas, d�nde hab�a llegado junto con una prima y t�a. As� lo hice y acordamos vernos al d�a siguiente, pero esta vez me lo llev� al hotel Salinas llevando una maleta como si fu�ramos dos amigos que �bamos a pasar el fin de semana a la playa, pero realmente no salimos en todo el fin de semana porque cuando el moreno vio mi ano y se dio cuenta de lo que su verga hab�a hecho en �l el d�a anterior, lo lami� con dulzura, tratando de reparar el da�o causado, y esto lo excitaba mucho porque dec�a maravillado: -�te lo dej� inflamado!, pobre culito, est� enrojecido�.y mira, �abajo est� partido!, te lo hice mierda�.que rico culo�.- y me lo lam�a apasionado, tratando de curarlo con su lengua pero esto lo �nico que hac�a es que su verga se le ponga dur�sima y ya con la verga tan tiesa me volv�a a penetrar pero esta vez no hab�a ning�n tipo de problema con la estrechez de mi ano porque como ya me lo hab�a estirado, la verga del negro entraba y sal�a a su antojo hasta que �l se deslechaba, me culi� en todas las formas posibles, al filo de cama, en cuatro, patas al hombro, en la ducha, en fin; nos pasamos culiando los dos d�as sin parar, ped�a que nos lleven la comida a la habitaci�n y esos dos d�as jam�s usamos ropa, permanecimos desnudos desde el amanecer hasta el anochecer, metidos en la cama culea que culea. �Era como si nuestra juventud y nuestros ardores hombrunos estuvieran programados para desfogarse sin parar!

Luego de aquel feriado de carnaval, Patricio y yo iniciamos una amistad que dur� varios a�os y no s�lo nos reun�amos para tener sexo sino que �bamos a fiestas juntos, al cine, a comer, etc. Para �l no hab�a nada mejor que pasar conmigo y con mis amigos porque era su oportunidad de rozarse con otro nivel de gente muy diferente al que hab�a conocido en su populoso barrio.

Debo reconocer que para m� no exist�a ning�n problema en cargar con �l a todos lados y cubrirle sus gastos, porque en cambio yo disfrutaba mucho de sus penetraciones y de su fogosidad masculina. As� pas� el tiempo hasta que nos fuimos haciendo amigos-amantes. Recuerdo que ver a Patricio desnudo era lo m�ximo, pues su cuerpo era de lo m�s perfecto, sus formas maravillaban a cualquiera, todo lo ten�a grande, el culo, la verga, los muslos que eran muy gruesos, el pecho amplio y fuerte, sus manos eran enormes pero suaves y c�lidas, �l era un autentico gladiador de la Roma antigua, era casi tan precioso como el moreno y guapo actor Manu Bennett que personificaba a Crixus en la serie de televisi�n Spartacus, guap�simo, dotado de un pene espectacular y su culo, �se culo s� que era de antolog�a, nunca he vuelto a ver un culazo c�mo ese; eran dos pares de balones bronceados macizos, carnudos, bien parados desafiando a la ley de la gravedad, a medida que el tiempo pasaba y ya era muy com�n vernos desnudos yo me fui obsesionando con su hermoso culo pues aquellas nalgas apretadas de macho deportista custodiaban el mayor tesoro de Patricio: su virginidad y se fue convirtiendo en un reto para m� el desvirgarlo as� como �l lo hizo conmigo, lleg� un momento en que no pensaba en otra cosa que no sea comerme el rico culito de Patricio G�mez, as� que puse manos a la obra y en diversas ocasiones lo invit� a viajes y a hoteles muy agradables en d�nde le daba de comer mariscos afrodisiacos hasta hartarlo para que se sienta estimulado, tambi�n le daba de beber licor para que se emborrache y pod�rmelo comer y hasta le compr� drogas con el fin de que vuele y as� se deje penetrar por mi pero todas estas cosas lo �nico que lograban era excitarlo m�s, su vergota se le pon�a m�s dura y siempre era �l quien me terminaba dilatando el ano a m�.

A lo largo de nuestros a�os de amistad y sobre todo cuando Patricio estaba bajo efectos de drogas o alcohol, me confesaba que varios de sus promiscuos amigos de barrio con los que creci� se lo quisieron culiar en diferentes ocasiones pero que nunca se dio la ocasi�n. Pero c�mo el culo del moreno era tan llamativo y cotizado, los cholos depravados de sus amigos le propon�an que al menos los deje lamerle el ano pero �l no se los permit�a porque me confi� que era demasiado arrecho y que si se excitaba les iba a terminar entregando el culo a estos depravados. Luego me revel� que fue su propio hermano mayor, Galo; quien le lami� el ano una vez en que se hab�an estado vistiendo en su dormitorio y como era normal que entre hombre y sobre todo hermanos se vean desnudos, Galo lo convenci� de que se deje lamer porque le dijo que no hab�a nada m�s delicioso para un hombre que alguien le lama el ano mientras que el se masturbaba. As� fue como al fin Patricio descubri� este tipo de placeres escondidos y prohibidos entre machos, gracias a su hermano Galo. Me cont� que s�lo hizo falta que se lo lama una sola vez para que el negro se enviciara porque le encantaba masturbarse sintiendo una lengua que le ande por el culo, me dijo que la eyaculada era a�n mayor y el orgasmo era mucho m�s intenso para los hombres pues el culo de macho es sumamente sensible. De hecho, lleg� un punto en que ya se hizo com�n que su hermano Galo se lo lamiera a �l y �l a su hermano Galo mientras el otro se masturbaba y me jur� una y otra vez que experimentaban los orgasmos m�s explosivos sin necesidad de penetrarse. Un d�a le pregunt�: -�pero, te gustar�a experimentar que te penetren?-no lo s�- me dijo-s�lo s� que tengo el ano muy sensible y que si me andan mucho por ah� tarde o temprano me terminar�n clavando porque cuando me arrecho me provoca eso. Aquella declaraci�n fue m�sica para mis o�dos puesto que si hab�a una parte del cuerpo de este chico que merec�a ser transgredida, ese era su se�or culo, pero esper� hasta mucho m�s adelante para que el conflictivo jovencito no se me vaya a asustar o a molestar puesto que as� como era una maravilla para culiar, el morenazo era una bestia si se enfurec�a y yo prefer�a no molestarlo.

En otra ocasi�n, yo me qued� en la casa de mis padres en Guayaquil con la excusa de quedarme estudiando para el pre universitario, toda mi familia se fue a la playa y yo recib� a mi amigo Patricio G�mez con la finalidad de que me acompa�e durante todo ese fin de semana, como siempre cuando �l y yo est�bamos solos culiamos y culiamos una y otra vez, recuerdo que en alg�n momento, luego de que Patricio me penetr�, quedamos los dos rendidos sobre la cama, el estaba boca abajo y su monumental culo se elevaba glorioso como un par de lomas sobre un campo de golf. Se me antoj� separarle las nalgas y le lam� el ano, Patricio, quien supuestamente hab�a estado dormido gimi� apasionadamente y elev� a�n m�s su culo, �entonces yo resolv� que esa se�al era la que estaba esperando para com�rmelo! separ� m�s sus apretados gl�teos y divis� en el fondo un hueco profundo con un aroma delicioso a macho limpio, introduje hasta el fondo mi lengua y comenc� a leng�etearle alrededor del anillo, Patricio abraz� una de las almohadas y comenz� a gritar: -�qu� ricooooooo!- segu� leng�ete�ndole su anillo hasta que comprob� que el hombre ya no pod�a m�s del gusto, se revolcaba sobre el colch�n, agarraba la s�bana y la arrancaba de su sitio, su verga se endureci� nuevamente y comenz� a roz�rsela sobre el colch�n masturb�ndose�y de repente escuch� que dijo: �-�ya no soportoooo cl�vame, cl�vame por favor, hazlo que tengo unas ganaaaas terribles!- aquel machazo precioso y gigantesco suplicaba que yo me lo clave �y as� lo hice!, introduje mi blanco pene en su oscuro orificio y lo mand� hasta el fondo vi�ndolo desaparecer en las profundidades de esta cavidad c�lida, Patricio arqueaba su cuerpo hacia atr�s, luego paraba el culo para recibirme mejor, pero yo notaba que mi pene no lograba ingresar completamente puesto que sus nalgas eran tan gordas que me separaban del fondo, de manera que resolv� voltearlo de frente a m�, lo corr� hacia el filo de la cama y luego le met� una almohada debajo de sus gl�teos, finalmente coloqu� sus pesadas piernas sobre mis hombros�estando en esa posici�n las nalgas relajadas del moreno se abrieron y s�lo as� pude estar m�s cerca de su apetecido ano� y le encaj� mi pieza logrando meterla hasta que s�lo mis test�culos quedaron colgando fuera de su prodigioso culo trigue�o! Le bombe� verga blanca en su culo negro una y otra vez, hasta que su pene dispar� varias detonaciones de semen y yo al mismo tiempo descargu� toda mi dotaci�n de leche dentro de su ano, as� fue como me com� el culo de Patricio G�mez y luego de nuestras eyaculaciones permanecimos abrazados bes�ndonos en la boca apasionadamente, intercambiando lenguas hasta quedarnos dormidos.

Patricio G�mez y yo tuvimos relaciones sexuales durante 10 a�os, hac�amos el amor con frecuencia en Guayaquil, en hoteles ubicados en diferentes playas como Salinas, Playas, Punta Carnero, Punta Centinela, en realidad lo hac�amos en todas partes, inclusive en su propia casa, cuando su familia viajaba por vacaciones �l y yo nos qued�bamos solos cuidando la modesta villa y tir�bamos como locos en todas las habitaciones.

M�s que amantes fuimos muy buenos amigos, pero nunca nos consideramos una pareja puesto que �l se negaba a si mismo su lado gay e insist�a en que era heterosexual. Yo en cambio no, aunque ten�a enamoradas para guardar las apariencias, siempre conoc� perfectamente mi sexualidad. Patricio siempre fue un alma mortificada porque quer�a dejar de ser pobre a toda costa, no quer�a tener novias de su mismo entorno sino de otro nivel social muy superior y eso era imposible puesto que en Guayaquil este tipo de diferencias sociales siempre son vistas con mucho prejuicio.

Finalmente dejamos de vernos porque la vida nos llev� por caminos muy diferentes, pero nunca me olvid� de �l ya que fue uno de los amantes m�s maravillosos que tuve en toda mi vida y me gustaba mucho as� como le reservaba un afecto especial. Me apenaba verlo tan frustrado, tan desleal consigo mismo y con sus m�s �ntimos deseos y necesidades. El s�lo quer�a arribar en la vida, dejar la pobreza, dejar de sentirse humillado y se�alado por haber nacido pobre y por ser hijo natural. Cuando habl�bamos de las carreras que estudiar�amos, yo le dec�a que me apasionaba el periodismo y �l en cambio que no lo apasionaba nada, que lo �nico que quer�a era ser un profesional para salir de pobre y que Germania, su madre le dec�a que s�lo dejar�a de ser pobre siendo abogado, as� que el estudiar�a abogac�a para darle gusto a su madre.

Actualmente vivo una relaci�n estable con un hombre maduro mayor a m�, somos muy felices y contamos con el respeto y el aprecio de nuestra comunidad. Como siempre fui muy vanidoso, me he cuidado en todo sentido para envejecer apropiadamente. Hoy tengo 49 a�os y luzco muy bien, mi rostro no ha cambiado, ni mi cuerpo; pues tuve la precauci�n de no subir de peso sino que mantuve siempre el mismo. Quiz�s el mayor cambio son algunas canas pero se confunden con mi pelo rubio as� que no es un problema tampoco, me siento bastante a gusto conmigo mismo. Estudi� periodismo y siempre estoy actualiz�ndome, hoy precisamente hago una nueva maestr�a y llevo en general una vida c�moda y llena de realizaciones.

Hoy estamos nuevamente en el feriado de Carnaval y aunque ya no voy a Salinas pues all� se da�� mucho el ambiente en los �ltimos a�os y ahora el elemento que la visita deja mucho que desear, llego a mi casa en Ol�n, lejos de la muchedumbre, pero hoy fui a Salinas para comprar un protector solar en el centro comercial que hay en ese balneario. Entre la multitud hab�a un sujeto que no dejaba de mirarme aunque yo no lo conoc�a, era un tipo sumamente gordo, de expresi�n adusta y mirada agresiva. Algo en el me resultaba familiar pero no lograba saber que era. Me intrigaba su insistencia en mirarme porque para m� era un desconocido, adem�s no era el tipo de persona que yo conocer�a pues selecciono muy bien a mis amistades y nunca hago amistad con personas de otro nivel social.

Camin� hacia el centro comercial y �l hac�a lo mismo, acompa�ado de una mujer desali�ada y nada atractiva y unos muchachos feos, pero al tiempo que el avanzaba manten�a su mirada en mi, logrando incomodarme.

Pens� que pod�a ser alguien de mi universidad, porque es el �nico lugar en el que se unen diferentes clases sociales, pero no, no era de ah� que lo conoc�a. �De d�nde podr�a yo conocer a un negro viejo, con la cabeza blanca, el pelo zambo, y la cara mofletuda?, como si fuera poco ten�a un cuerpo de lo m�s rid�culo: con las caderas anch�simas como de una negra lavandera, sin culo, con piernas cazcorvas y su piel, su piel era de lo m�s desagradable pues a m�s de tener un tono prieto, ten�a muchas manchas en todo el cuerpo.

Conduc�a un buen veh�culo y vest�a nada mal, pero en esencia era muy burdo, muy corriente, no era ni de lejos alguien a quien yo pudiera tener de conocido. Intrigado e incluso molesto le pregunt�: -disculpe-�lo conozco de alguna parte?- con una sonrisa fea que m�s parec�a una mueca, el tipejo respondi�: -soy Patricio G�mez- �no me recuerdas?-�me qued� de una pieza! �Completamente petrificado! -�qu�?-dije incr�dulo-�Patricio G�mez Schwass?-el mismo-respondi� al tiempo que se detuvo mientras que la mujer y los muchachos que lo acompa�aban continuaron caminando hacia el interior del centro comercial. Yo no pod�a creer lo que estaba escuchando, �pero menos pod�a creer lo que estaba viendo! Lo mir� de arriba abajo una y otra vez, simult�neamente me preguntaba en mi cabeza: -�pero que le ocurri� a este muchacho?- �C�mo se pudo transformar aquel mu�eco de hombre en algo tan desagradable? -�est�s sorprendido?- �ya no te acuerdas de m�?-no, no es eso, es que�hace mucho que no sab�a nada de ti, hace mucho que no te ve�a y�. -�y ya no te interesa verme? -�es eso?-no, no, en lo absoluto-le dije apenado, comprobando que si de jovencito era inseguro, ahora ya mayor hab�a ratificado su baja autoestima. Disimulando insist�: -no es eso, es que me tomaste por sorpresa, es s�lo eso. �Mira-me dijo-aqu� est� mi tarjeta, en ella encontrar�s mis n�meros de tel�fono, mi e-mail y todos mi datos, ll�mame para vernos, me gustar�a recordar viejos tiempos- recib� su tarjeta de presentaci�n y not� que en ella dec�a que era analista y que trabajaba en el Banco de Machala. -�Analista?, �estudiaste computaci�n?, no se supone que quer�as ser abogado?-no-respondi� sonriente-hay demasiados abogados en Guayaquil y con la computaci�n logr� lo que quer�a- -�seguro que lograste lo que quer�as, Patricio?-interrogu�, -seguro-, -tengo una casa en Samborond�n, dos carros del a�o, viajo fuera del pa�s cada vez que quiero, me visto bien, me puedo comprar todo lo que me gusta, �qu� m�s puedo pedir?-

-�te casaste con una chica de apellido conocido y buena familia como t� quer�as?- -bueno, eso no se pudo, pero en todo caso es una buena mujer y una buena madre para mis hijos- -�y eres feliz con ella?- -�qu� si soy feliz con ella?- -�qu� te puedo decir?, no es la mujer que yo quer�a para m�, pero no est� mal tampoco� pero� en todo caso, ve�monos loco, ll�mame lo m�s pronto posible porque me encantar�a verte y conversar sobre nuestras vidas, �qu� hiciste estos �ltimos 30 a�os?, porque ya han pasado treinta largos a�os desde aquel carnaval en que nos conocimos en la playa y nos hicimos tan amigos, �recuerdas? �por supuesto Patricio, �c�mo podr�a olvidarme de todo lo que t� y yo vivimos?, -adem�s�- a�adi� Patricio: -me encantar�a repetir lo que sol�amos hacernos el uno al otro� no sabes la falta que me hace sentir esas convulsiones en el cuerpo, pegar esos gritos apasionados, sentirme vivo nuevamente�..�sabes a lo que me refiero?, no pude contestar nada, s�lo lo contempl� apenado al ver que segu�a siendo el mismo ser inconforme con su vida, frustrado y neg�ndose la verdad�.el sigui� exclamando alegre: �pero a ti no te ha ca�do ni un solo a�o! �Est�s igualito! Y luego acerc�ndose a m� y hablando en voz baja agreg�: -�Todav�a tienes el culito tan apretadito como cuando te lo part� la primera vez?- y ri� a carcajadas, yo tambi�n re�, pero m�s por compromiso que por otra cosa, estrech� su mano, mano que sent� �spera y maltratada, le dije que lo llamar�a y luego de un par de palmadas en el hombro nos separamos. El fue a darle alcance a su familia en el supermercado y yo sub� a la plata alta para buscar la boutique que vend�a mi protector solar. En el camino iba repasando lo que dec�a su tarjeta de presentaci�n: Analista Patricio G�mez Schwass, Gerente de Sistemas del Banco de Machala�..en mi mente visualizaba a aquel muchacho atl�tico, moreno pero de rasgos finos, con espalda de canoero y cintura de avispa, con los ojos marrones cargados de deseos por vivir nuevas experiencias, sonriente, hermoso�.di la vuelta y lo vi alejarse a la distancia, caminando pesadamente cargando un sobrepeso alarmante�.volte� hacia el frente y cuando vi el primer tacho de basura en mi camino arroj� en �l aquella tarjeta de presentaci�n, no ten�a sentido que la conserve, no quer�a ver sin ropa a ese monstruo en el que se hab�a convertido, tanto f�sica como espiritualmente. Prefer� conservar en mi memoria, el grato recuerdo de aquel hermoso hombre moreno de mi pasado.



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Relato: Aquel hermoso hombre moreno de mi pasado
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