Relato: Mariana y yo 2 La historia de hoy tiene que ver con la continuidad de la relaci�n con Mariana, pero aqu� ya comienza a aparecer Norita, como testigo y aprendiz prematura de los juegos carnales de dos animales casi irracionales de sangre caliente. Adem�s, como tampoco antes les dije mi edad en esos momentos, dir� que ya rondaba los a�os cr�ticos de los cuarenta. En la historia anterior, luego de esa primera experiencia, qued� pendiente la invitaci�n a visitarme, aprovechando malvadamente la relaci�n afectiva de Thelma (mi mujer) con su ahijada y la comadre, y todos ellos, adem�s de la invitaci�n que Thelma misma hiciese a las �ni�as� a venir a nuestra casa.
Honestamente no cre� que luego de lo pasado, Mariana viniese, no s�, por alg�n motivo pens� que temer�a o le dar�a prurito hacerlo. Pero no.
Para hacerla corta, llegaron un d�a viernes por la tarde, sin ning�n aviso. Thelma se queria morir, pues ella tenia pensado visitar la casa de otra amiga, Elsira, que en pr�ximos cap�tulos van a ver que tambi�n aparece por ah�. Y es entonces que le dijo a las chicas:
-�Como no avisaron que ven�an hoy? � Reacciono pero no con enojo, y agrego:
- Hoy tengo que viajar a la casa de Elsira�., bueno� vamos a ver que hacemos.
Ya me imaginaba lo que segu�a:
-�Daniel, estos d�as vos no trabajas, verdad? Si no vas a ning�n lado, �podr�as cuidarlas hasta el domingo?
- Si, no hay ning�n problema, ac� en casa podremos ver pel�culas o jugar algunos juegos, no se, algo vamos a hacer.- Dije.- �No es cierto?
- Cuida mucho a Mariana, que no salga sola a ning�n lado.- Agrego.- Ella esta en la edad de celo.
- No hay problemas, descuida.- Respond� y pens�: �Yo tambi�n, y ya lo se�
Las ni�as entraron con sus bagajes, nos saludaron, y se acomodaron en las habitaciones, bajo las explicaciones, recomendaciones y observaciones que Thelma les hacia. Y yo detr�s, viendo todo y mirando sobre todo las calzas que ambas llevaban puestas, ajustadas a sus culitos, y me sorprendi� sobre todo al ver cuanto hab�a crecido Norita.
Al salir de la habitaci�n, y mi mujer continuaba hablando, qued� detr�s de Mariana, y deslice mi mano por debajo de su sentadera, metiendo el dedo mayor en la raya bien marcada de su cola, haciendo presi�n hasta casi ingresar en su agujerito oscuro. Ella con un gesto, con su mano, quiso espantarme, se dio vuelta y sonri�. Nada m�s.
Un rato despu�s, Thelma comenz� los preparativos de su corto viaje, y se dirigi� al ba�o a ducharse. Norita se acomod� en el sof� a ver la TV. Y Mariana, en tanto, me pregunt� si pod�a tomar agua, a lo que respond�:
- Ven� que yo te la doy�.je, je!!!
- Ja, Ja, Ja !!!!- Ri� ella tambi�n.- Ya lo s� !!- Continu�.
Luego de servirle, la atraje hacia m�, a�n con el vaso de agua en la mano, y la apret� contra mi cuerpo, haciendo que sintiese mi bulto, bien armado ya. La bes� en el cuello y dije:
- Como has crecido!! Cuanto tiempo pas�?
- Casi un a�o�.
- Nada mas??? � Extra�ado - Y Norita tambi�n ha crecido mucho!!-Continu�- �Qu� edad tiene ella ahora?
- Siete para ocho. Pero parece mas no? � Y sigui�: - S�s un puerquito, eh??
Dejo su vaso y atraje su cara hasta la m�a, le tom� el rostro entre las manos. Y sin m�s met� mi lengua en su boca. Cre� que nos asfixiar�amos, pues fue un beso bien caliente y dur� dos o tres minutos, justo en el momento en que comenc� a acariciar sus pechos, que a decir verdad tambi�n hab�an crecido, y sus pezones comenzaban a ponerse duros como de acero, justo en ese momento Mariana hace un gesto viendo tras m�o, y casi me desmayo. Norita nos miraba como asombrada �. mas nada dijo.
- Nori, vos no viste ni o�ste nada, verdad???? � Y agregu�: - Si no dices nada, te vamos a ense�ar muchas cosas, y te van a gustar. Vas a ver.
Me acerque a la peque�ita, tome su cara en mi mano, y le zampe un piquito en los labios. Ella sonri� y nosotros re�mos juntos, y salimos bromeando hacia el living-comedor.
Unos instantes despu�s, Thelma estaba lista para su visita, y no perdi� la oportunidad para recordarme todo lo que hab�a dicho antes. Le dije que no se preocupara, que fuera tranquila, y ella se despidi� de las ni�as, tom� su bolsa y sus bolsos, partiendo rumbo a la parada del autob�s.
Decidimos acompa�arla, y de regreso me mor�a de ganas por apretar a Mariana contra m�, pero no pod�a sucumbir y arruinar todo, por los chismosos de siempre que nos vieran. Norita entretanto nos segu�a la corriente, con un gesto de extra�eza y de expectativa por lo prometido.
Llegamos a la casa, y fue un terremoto. Fui, cerr� todas las cortinas y persianas de los ventanales. La puerta la cerr� con llave y deje trabada, para que nadie pudiese abrir desde fuera.
Las nenas de paso entraron al ba�o, y Mariana sali� con solo una remera sobre el cuerpo, aduciendo tener calor, sin llegar a ver que tra�a debajo. Norita apareci� con su calza y con una remerita casi transparente encima, dejando ver unas peque�as peritas con un punto oscuro y grande al medio, en cada una.
La peque�ita se acurruc� en el sill�n, para ver la TV, y yo sal� a mi alcoba a ponerme algo c�modo. Cuando regrese, Mariana estaba echada en el sof� cual larga era. Me acerque y alzando su cabeza con la mano, me sent� de forma que la apoyase sobre mi regazo. Segundos despu�s de mirar el televisor, noto que su mano comienza a acariciar mi �paquet�n�. Callo para no llamar la atenci�n de Norita, y la mayor, malvada al fin, quita mi verga debajo del el�stico del pantal�n, me masturba lentamente, yo le dije en un susurro:
- Nunca chupaste algo asi?
- N�Nooo!!- Respondi�.
No le cre�, y agregu�:
- Lame la punta con tu lengua para limpiarla, y luego m�tela en la boca toda, y succionala como un chupet�n.
Comenz� hacerlo, y yo comenc� a sufrir de goce, valga la expresi�n.
Tan calientes y enfrascados est�bamos en lo nuestro, que no nos dimos cuenta que Norita nos miraba, con un esbozo de sonrisa y asombrada. Mariana sigui�, yo estaba por explotar, pero me reten�a.
Con la cabeza echada hacia atr�s, y los ojos cerrados, dije:
- Ves Norita? esto es algo que vas aprender. De este pirul�n va a salir l�quido como una leche, que es parecido al que te saldr� a ti de tu chuchita mas adelante.
- Ya una vez me sali� � Dijo y continu� � Mi papi un d�a me sent� sobre su pirulin y me frot�, con la bombachita puesta. Mi mam� dormia la siesta y �l me oblig�, a pesar que yo no quer�a y lloraba, me amenaz� con pegarme.
- Hijo de mil�!!! �Salt� Mariana � Es para matarlo.
Norita sigui�:
- Yo cre� que me hacia pis, pero el segu�a, hasta que sali� leche de su palito, y yo comenc� hacerme pis, pero no era pis, no se� y aunque no quer�a, me gust� pero no se lo dije�
Ese fue el acabose. Le dije a Norita, con urgencia:
- Veni Nori, mira de cerca !!!
Tome su cabecita suavemente hacia el objeto pronto a estallar, peg�ndose a la cabeza de Mariana, y explot�. Parte del jugo brot� dentro de su boca y al retirase, comenz� a brotar y salpicar la cara de ambas.
Re�mos un rato largo y luego le dije a Norita:
- Ahora vas a ver otras cosas � Y agregu� � Pero nunca jam�s nadie debe saber esto, porque sino tampoco jam�s te seguir� ense�ando, y tu madrina se va a ir de ac�, ya no te podr� hacer tantos regalos y tambi�n se enojara con todos nosotros. Adem�s nunca m�s podr�s verme.
- Bueno �Dijo. � Lo juro.
Me levante del sof�, me quit� la camisola, toda sucia de lefa y sudada, y alce en lo alto las piernas desnudas de Mariana. Con mis dedos como garfios enganche la bombachita de �sta y la saqu�. Me arrodill� frente a sus ingles, separ� sus piernas, poniendo una de ellas sobre el respaldo y dije:
- Mira Norita�mira bien.
Con los dedos, Mariana hab�a comenzado a separar los labios de su vagina, y ya frotaba su cl�toris como sonajero.
- Este botoncito se agrandar� un poco, y eso te llevara al orgasmo, que es lo que creas que te haces pipi.- Y agregu� � Si yo lo mojo con mi lengua y lo chupo, creer�s estar en los cielos (Dios me perdone)
Comenc� la faena, mi lengua lam�a su bot�n, haci�ndola vibrar ( a la lengua) sobre el botoncillo y mordisque�ndolo de vez en vez con los labios suavemente.
Hube se sujetarla con fuerza a Mariana, ya que �sta comenz� a retorcerse como la ni�a de El Exorcista, y gem�a, llorisqueaba y bramaba:
- Si, Si, Mas, Mas�.ay ay ay ay !!!! Hummmmm !!!! Si, si, si, si�. Enmara�aba su pelo casta�o ensortijado con sus dedos, y sus ojos lagrimeaban ya.
- Qu�tate las calzas y la bombachita � Le dije a Norita � Y s�bete como montando sobre la cabeza de Marianita, ella te ha de chupar a vos, como lo hago con ella. Y mira bien todo y aprender�s.
Mariana mientras tanto ya hab�a alzado su remera y retorc�a sus pezones, que cre� que le doler�an, sin dejar de arquear su cuerpo. En tanto con mi mano izquierda comenc� a endurecer mi pene. Quer�a tenerlo a punto para llenarla bien, por completo.
Me arrodill� frente a su sexo, y sin tener a mi amiguito enhiesto y r�gido como roble, solo algo flexible como de Sauce, la penetr�. Al sentir el fuego de su interior mi fiel compa�ero despert�.
- Mi amooor!!! � Gritaba Mariana � Mas, mas, mas, por favor!!!.. H�ndela hasta el fondo, por favoooor!!!!
Su almeja era un r�o ya.
- Segu� chupando a Norita � Le dije.
Nora en tanto se respald� en el apoya brazos del sof�, cerraba los ojos y dejaba correr algunas lagrimas de ellos.
- Ay, ay, ay!! � Dec�a, mientras tambi�n chorreaba � Me hago, me hago pis�.!!!
Ante este espect�culo, y los gritos, ayes y llorisqueos, bombee enloquecido, me incline succionando los pezones que estaban a punto de reventar como geiser l�cteo, me estire para besarlas a ambas y bombee a m�s no poder, dentro, fuera, dentro, fuera, dentro, fuera�..
Sent� mi r�o de esperma pujar por la salida y brame:
-Dios perd�name, no puedo m�ssss!!!! Grrrrrrr�.
Creo nunca haber follado de tal manera. El espect�culo de ver a estas criaturas a mi merced me supero. Treinta segundos o m�s dur� mi eyaculaci�n. Nunca lo voy a olvidar.
Ca� extenuado sobre el cuerpo de Mariana, quien me atenaz� por la cintura con sus piernas diciendo:
- No la saque amor, por favor�..
Norita en tanto se hab�a �orinado� sobre el pelo de su hermanastra mayor, y jadeaba y llorisqueaba como una cachorrita de perro. Inclinada hacia delante, tom� su rostro y le di un chup�n tremendo sobre los labios, cre� que se los arrancaba con la succi�n. Nuestros cuerpos eran r�os de sudor.
Nos calmamos, ba�amos, y decidimos ir al centro del pueblo para comer algo y recuperar energ�as. A�n nos quedaba un d�a mas por delante. Pero en la noche, al regreso, continu�.
Tomadas las precauciones del caso, (cierre de puerta y ventanas) mientras las ni�as fueron al ba�o, corr� la mesita del centro de la sala, dejando la alfombra como t�lamo para tres, y comenc� a quitarme la ropa. Inmediatamente llegaron ellas y las atraje hacia m� a ambas. Norita se abraz� a mi pierna y tocaba con timidez mi palo, mientras yo arrancaba las ropas de Mariana. Nos tiramos sobre el piso, bes�ndonos los tres, mientras mis manos desvest�an a Norita, la mayor ya succionaba con ah�nco mi tronco. La detuve y viendo a Nori tan espabilada observando le dije:
- Chupa vos tambi�n Nori�
Apenas pod�a por el grosor. Pero su boquita se agrand� y lo logr�. Mientras, extendidos a lo largo de la alfombra, gir� a Mariana, dej�ndola boca abajo, separ� sus piernas, y en un intervalo de Nori, me coloqu� debajo de Mariana, provocando un 69 perfecto. Sigui� Mariana con la succi�n, y comenc� con mi lengua la faena en su botoncillo. Ambas se dedicaron entonces a deleitarse con su �postre�, mientras yo, que hube de traerme un guante de l�tex, de esos de cirug�a, lo calc� en mis manos, y as� introduje mis dedos en la vagina dilatada y chorreante.
Claro que ese no era ese el objetivo de los guantes, n�, el agujero negro de su culito (algo apenas abierto ya) era mi objeto de deseo. Y hacia all� fui, con la lengua primero, haciendo presi�n por entrar y logr�ndolo apenas. Todo el cuerpo se tens�, sin tiempo de decir �P�o�, hund� mi dedo �ndice en �l. Y grit�:
- NOOoooooo!!!!! � Por ah� me duele!!!!!! � Sigui�.
- Vas a ver que no � Respond� � Te va a terminar gustando, ver�s�
Segu� lamiendo y moviendo el dedo, como un tr�pano, mientras ella rogaba y suplicaba que no lo hiciera. Omit� sus quejas e introduje otro dedo haciendo el mismo movimiento anterior. Todo bien lubricado con mi saliva, por supuesto, poco a poco el orificio se fue agrandando.
Norita dej� su tarea inconclusa para observar lo que suced�a en la retaguardia, y la invit� a aportar con su leng�ita m�s lubricante, y as� hizo, divirti�ndose con el sufrimiento de la hermana. M�s le dije:
- Ojo con tu diversi�n, pues la pr�xima ser�s t�.- Ri� igual �Ji, ji, ji, ji!!!
El tercer dedo lo recib�o sin tanto dramatismo, aceptando el movimiento trepanante de �ste.
Como mi pist�n ya estaba que explotaba por sus lenguas, me prepar�.
Pero al incorporarme para continuar la tarea, Mariana intent� escapar, cosa que no logr� pues saltando como felino sobre ella, y aprovechando su tropiezo con Norita, la arricon� de rodillas junto al sof�, con su cabeza sobre este, tom� sus brazos por detr�s para no dejarla escapar y la mont� como a una yegua.
- Por favor, noooo, nooooo!!!! �Gritaba.
Tom� con una mano sus dos mu�ecas tras las espaldas, y con la otra mano gui� mi m�stil al peque�o agujero, comenc� a presionar ella suplicaba:
- Por favor, me haces da�o, nooo, nooo!!!!!
Presion� a�n m�s, y entr� en ella con rudeza. Norita miraba la escena, con una sonrisa y un gesto de intriga.
Mientras sujetaba a Mariana solo de las caderas y bombeaba, mir� a Norita y le dije:
- Nori, mira as� aprendes, que aunque parezca doloroso luego pedir�s siempre por esto. � Y susurrando en la nuca mientras la mordisqueba suavemente: - Ahora vas a ser m�a para siempre Mariana, no de otro, no.
Segu� bombeando, dentro, fuera, dentro, fuera, dentro, fuera�
Entre l�grimas y suspiros Mariana gem�a a�n:
- No, por favor para, no, no, no, no�..!!! no pares ahora guacho, no pares, ll�name, ll�name!!!
Fue la orden como de partida.
- Si, si, si,,,, Toma, toma, toma!!!!- Grit�, y me descargu� como nunca lo hab�a hecho.
La alfombra recibi� la leche sobrante, y la derramada al quit�rsela.
Quedamos los tres tendidos sobre el piso bes�ndonos, bebiendo nuestros jugos y sudores. Norita y yo sonriendo complacidos, Mariana gimoteando, abrazada a m�, para luego re�rnos los tres.
- Hey Nori, pronto te tocara a vos. � Dije. Y ella me bes� y sonri�, como diciendo : -�ojal� que pronto!!!!�
Pero esa ser� otra historia��La tercera��
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Relato: Mariana y yo 2
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