Relato: my amigo y mi perro Esta es la primera vez que escribo un relato de mi vida �ntima sexual pero la verdad es que desde hace mucho tiempo atr�s me atrajo la idea de hacerlo. Soy de Costa Rica, tengo 22 a�itos y soy un joven de tez blanca y delgado (no flaco), desde que tengo 11 a�os de edad me involucre en la vida sexual de una manera totalmente alocada, exploradora de todo, totalmente dispuesto a hacer lo que fuera y con quien o que fuera. Cuando estaba en sexto de la escuela tuve mi primer contacto con el sexo, me bese por primera vez con una mujer llamada Elena, ella ten�a 14 a�os y siempre me insinuaba cosas que quer�a hacer con migo hasta que un d�a ca� detr�s de la escuela.
Ella me toco mi pene varias veces como queriendo masturbarlo. Yo me sent�a un poco extra�o pero siempre fui obsesionado con el sexo y me deje entonces llevar por la situaci�n. Esto se repiti� por 3 veces, calent�ndonos cada vez con mayor fuerza en cada ocasi�n, hasta que llego el d�a final de nuestro experimento, empezamos por besarnos y poco a poco yo acaricie sus pechos mientras ella por fin me masturbaba mientras me besaba, me bajo los pantalones y me masturbo hasta que me orine, esa loca era una enferma sexual. Nunca m�s mencionamos el tema.
Ese mismo a�o me hice de un buen amigo de pueblerina procedencia el cual siempre me invitaba a acampar a otras partes lejos de casa, as� fue durante a�os hasta un d�a en que acampamos en una monta�a muy solitaria. Todo era igual pero cuando nos est�bamos dando un ba�o en el rio empezamos a jugar y de un momento a otro est�bamos bes�ndonos como si nada. Me acuerdo que estaba confundido pero me sent�a bien con lo que estaba pasando y de hecho quer�a tomar las riendas de la situaci�n , al rato de besarnos y de calentarnos, me puse de rodillas y le dije que se relajara que todo esto nos iba a gustar a ambos. El no opuso resistencia a mi palabra y lo tome suavemente hasta volverme una fiera, sent�a su sabor en mi garganta y quer�a su n�ctar, lo dome hasta que quede ba�ado de su semen por toda mi cara. Hab�a tomado la situaci�n como mi primera chica, y sab�a que ambos me liberar�an de ese est�pido encierro sexual del que vive la gente. Mi amigo no me hablo durante alg�n tiempo pero as� es la vida y yo disfrute el momento pero ese no es el tema principal de mi relato sino algo que requiere de m�s libertad sexual, algo que me fascin� desde el primer momento.
Viv�a con mi mam� y una hermana cuando ten�a 17, mi hermana se cas� y solo quedamos mi mam� y yo, y mi madre acostumbraba ir visitar a mi hermana los fin de semana dej�ndome a m� de vigilante de la casa�, a m� y a mi pobre perro Terry y ese era el problema porque internet me hab�a mostrado todo lo que puede hacer un perrito si uno lo entrena bien.
La primera vez fue un poco extra�a, yo no sab�a c�mo empezar un acto tan caliente y estaba temblando de nervios. Ten�a miedo de que a Terry le doliera o no se tantas cosas, pero ten�a que decidirme y la oportunidad era �nica. Lo lleve hasta mi cuarto y lo sub� en la cama, tome su pene con una mano mientras que con la otra acariciaba su cabeza, el comenz� a jadear cada vez m�s fuerte mientras su polla se hinchaba cada vez m�s y sal�a lentamente de su forrito de pelos. Yo estaba muy excitado por lo que estaba pasando pero no sab�a que m�s iba a hacer y ni siquiera me hab�a quitado el b�xer. Entonces met� mi cabeza entre sus patas y le comenc� a chupar la polla, a pasarle la punta de la leng�ita mientras se la segu�a masturbando y esto parec�a gustarle mucho.
Yo no s� en qu� estaba pensando en ese momento pero el sexo es uno de mis tropiezos m�s grandes y no pod�a detenerme. Mientras m�s se la chupaba m�s grande sal�a su polla del forrito y Terry hacia movimientos en la parte trasera de su cuerpo como queriendo penetrar mi boca con m�s fuerza y pasi�n, yo sent�a como peque�os chorritos de semen ca�an dentro de mi boca d�ndole un saborcito a salado. Luego me la saque de la boca y la mire, quer�a ver aquella majestuosa polla roja, ten�a venas por todas partes y en su punta sal�a un pedacito suave de carne por el cual sal�an chorritos de semen, era m�s abultada en el medio y al final ten�a una bola grande igual de roja y llena de venas. �l estaba muy excitado y jadeaba mucho y ten�a cierta interactividad que no dejaba que su cuerpo dejara de tener contracciones como si estuviera penetrando a una perrita. En ese instante tuve cierto remordimiento y no quise seguir m�s. Lo lleve al patio trasero y me acost� a dormir pensando en lo que hab�a pasado, dejando volar tanto el placer como el remordimiento. Un mes despu�s volv� a pensar en lo que hab�a ocurrido y decid� que realmente me gustar�a follarme al perro m�s alocadamente pero igual me sent�a desenfocado y no sab�a c�mo hacerlo bien a pesar de haber visto ya mucho material en internet.
Cierto d�a me encontr� con mi antiguo amigo pueblerino y se me acerc� y me pidi� perd�n por lo que hab�a pasado la vez anterior, yo le dije que no hab�a nada que perdonar y que son cosas que pasan, entonces el me invito a tomarnos unas birras en un bar y yo acced� sin poner resistencia alguna. Estuvimos largo rato en el bar y ya est�bamos un poco ebrios cuando �l me pidi� posada en mi casa argumentando que no pod�a llegar as� a la suya, como mi mam� no estaba pens� que nada malo pod�a pasar y le respond� que s�. Cuando �bamos de camino pasamos a un supermercado y compramos un litro de cacique para seguir la fiesta en la casa sin imaginar lo que suceder�a. Empezamos a tomar y hablar de todo lo que hab�a pasado en ese tiempo en el que no nos habl�bamos, las penetraciones brutales que les hab�amos dado a ciertas mujeres, todos los secretos sexuales para seducirlas y como el tema era el sexo nos pusimos calientes r�pidamente y est�bamos muy borrachos. Entonces me le acerque y le di un beso en la boca y el no dijo nada, solo me vio y volvi� a besarme pero esta vez con un fuego imparable, nos hicimos acostados en el sill�n grande de la sala y mientras nos bes�bamos nos quit�bamos la ropa, sab�amos a lo que llegar�amos pero yo quer�a m�s.
�l se sent� mientras yo me inclinaba para chupar su pene erecto y firme, le pase la lengua varias veces y de vez en vez me lo met�a todo a la boca, le hacia su gorrito para arriba y para abajo con mis labios mientras �l me tocaba las nalgas y el ano en forma fren�tica y me ped�a m�s y dec�a lo que estaba disfrutando. Yo saboreaba las gotitas de leche que sal�an de vez en cuando, cuando apretujaba su pene y me calentaba cada vez m�s con sus pervertidas caricias, el me embarro saliva en el ano varias veces y me penetro con un dedo, luego con dos y luego con tres, yo no sab�a que hacer porque lo disfrutaba y me sent�a como su esclavo. �l estaba muy caliente y me dec�a que me iba a destrozar el culo de lo excitado que estaba, yo lo escuchaba y le dec�a que hiciera conmigo lo que fuera, ya no pod�a detenerme, as� que nos fuimos a al cuarto junto al patio trasero donde estaba Terry, el cual estaba muy hiperactivo y ladraba mucho, nos desnudamos totalmente y yo saque una crema rosa que era lo �nico que ten�a para lubricarme en ese momento.
Nos pegamos un buen apret� otra vez y me arrodille como recordando la primera vez, el tomo mi cabeza con sus manos y me comenz� a penetrar la boca tan r�pido que mi saliva se hizo espuma y cada vez m�s estaba cerca de tocar mi garganta. Me puse de 4 patas en la cama y el me untaba crema rosa mientras me penetraba con 3 dedos, yo gritaba del placer que sent�a y el al verme tan excitado me dijo que me desgarrar�a el culo y me meti� 4 dedos con tal fuerza que sent� un dolor salvaje pero delicioso. El guaro se nos fue muy alto. Me introdujo su pene en mi boca unas cuantas veces como jugando y por fin comenz� a penetrarme por el culito. Era mi primera vez con alguien puesto que solo me penetraba con objetos como pepinos (de mis favoritos) zanahorias, desodorantes tubulares como el wild country, mangos de sombrillas, consoladores� etc.
Esa sensaci�n donde te tocan el punto G es �nica y maravillosa y m�s si te hacen un buen trabajo. No se escuchaba nada m�s que el sonido del choque de nuestros cuerpos mientras era penetrado una y otra vez hasta hacer espuma la crema y la saliva y sentir como mi ano se relajaba cada vez m�s para dejar paso libre al pene y su firmeza, luego �l se acost� y yo me le sent� encima y comenc� a moverme como una bailarina mientras me re�a una y otra vez de lo rico que estaba sintiendo, el gem�a de pasi�n y me golpeaba las nalgas con sus manos mientras brincaba como un loco contra m� y yo tocaba con las m�as sus tetillas, se las estiraba y de vez en cuando me agachaba y se las chupaba. Cambiamos de posici�n yo me acost� en el borde de la cama �l se puso de rodillas en el suelo y me lubrico de nuevo, me la met�a y me la sacaba toda varias veces insinuando en voz delicada que me iba a romper el culo, luego aumento la velocidad m�s y m�s y m�s hasta que yo perd�a la raz�n de lo delicioso que era.
Todo era una locura y yo escuchaba como el perro ladraba como pidiendo a su perra mientras me daban salvajemente por el culo como si yo fuese un mu�eco de hule. El me la saco de un pronto a otro y me la meti� en la boca y se rego todito adentro hasta hacerme tragar cada gota de su lechita calentita y yo lo ve�a y pon�a cara de pervertido mientras la chupaba. Nos tomamos unos tragos mientras nos acarici�bamos y pas�bamos un rato cargando energ�as. Le cont� lo que me hab�a pasado con Terry y le propuse que hici�ramos algo los tres, yo estaba tan caliente que no me importaba tener zoofilia, y la respuesta fue afirmativa, toda mi fantas�a se estaba haciendo realidad.
Trajimos al perro y yo lo empec� a chupar mientras mi amigo se re�a y me tocaba el ano metiendo sus dedos llenos de crema y saliva, dici�ndome lo loco que est�bamos, luego me penetro de cuatro patas mientras yo tragaba aquellos chorritos de lechita canina en mi cama, era delicioso, yo me restregaba la polla roja por mi cara mientras me daban duro por el culito, sent�a todo mi rostro lleno de semen animal. Llego la hora en que Terry ten�a que penetrarme y yo como esclavo de los dos me puse igual que antes en el filo de la cama y el perro se subi� encima de mi mientras yo acomodaba su polla con mis manos y mi amigo pueblerino me pon�a a mamarle su polla de rodillas sobre la cama. Terry logro meterla y me embisti� con tan fuerza tantas veces que yo gritaba del dolor que experimentaba y su largo miembro me tocaba todo por dentro, era una violaci�n animal, un ultraje zoo, era algo indeseable pero yo me sent�a tan bien que todo era poder llegar al cielo. Yo era su v�ctima y ellos mis dulces violadores, mis amantes, mis due�os.
Terry se cans� y se desprendi� de mi ser jadeando del esfuerzo y el placer, mi amigo me trajo un trago de cacique el cual tomamos con gusto. Luego sub� a Terry mi fiel can a la cama y lo puse al borde, le di vuelta a su polla hasta dejarla fuera de la cama, estaba grande y abotonada y llena de lechita y su bulbo lleno de semen, mi amigo se qued� de pie a mi lado me beso un rato mientras yo sosten�a la polla de Terry con mi mano izquierda y las de el con la derecha, me puse de rodillas y comenc� a chupar un rato la polla del perro y otro la de mi amigo, as� varias veces hasta sentir como lo salado de sus penes llegaba a mi garanta., luego me puse m�s obsceno y los acomode para meterme en la boca las dos al mismo tiempo y lo logre. Luego me di vuelta y de pie pero inclinado mientras le chupaba grotescamente la polla abotonada al perro mi amigo me penetraba, yo sent�a que mi culo no daba m�s, mi amigo se aprovech� me la saco meti� 3 dedos en mi ano jalando hacia arriba y penetr�ndome, me desgarrado el ano, me sent�a muy caliente y sucio.
El perro dio unos ladridos mientras me daba su leche blanqu�sima en abundante cantidad, era su fin y su bulbo se hab�a vaciado. Yo sin pensarlo me trague todo pero antes jugu� un rato en mi boca con el semen, el perro se baj�, mi amigo me la saco y me acost� boca arriba aun con la leche de mi perro en la boca, mi amigo me penetro otra vez sin los dedos, r�pidamente induciendo a regarse, me la saco del ano y mientras se la masturbaba r�pidamente se rego una tercera vez en mi boca. Se la chupe revolviendo sobre su pene las dos lechitas calentitas y me lo trague todo. Me sent� como un puto y me utilizaron, y me gusto. Mi trasero quedo como flor de amapola lleno de baba blanca y mi cara y mi boca llenos de semen caliente. Esa experiencia marco mi vida por completo puesto que me ha abierto las puertas tanto con mujeres, hombres y animales. Pero estoy triste porque mi amigo se cas� y ya no vive cerca de mi ciudad y mi perro hace tiempo ya que se escap� y nunca m�s volvi� a aparecer. Hace poco termine con mi novia porque sexualmente parec�a una monja y cuando le propuse obscenidades con mi perro o con objetos o anal me dec�a que no. Me gusta que sean ardientes y que se atrevan a todo como yo. Ahora paso mi tiempo a solas disfrutando de practicar nuevas formas de tener sexo con diferentes objetos y hace poco que hice algo muy caliente y excitante. Me encerr� en mi cuarto con un pepino bien grueso, dos zanahorias medianas y un desodorante wild country, de esos color caf�, y realice un delicioso ritual.
Me empec� a meter el dedo medio entre el ano lentamente con lubricante, luego utilice dos dedos y luego tres dedos, me los hac�a para todas direcciones r�pidamente, me llene la mano con saliva y lubricante y ahora me met� toda la mano, lentamente el dolor se hac�a presente en forma de placer, un calor intenso recorr�a mi polla y mi culito, aumente la velocidad progresivamente hasta penetrarme hasta los nudillos.
Tome la zanahoria m�s grande y me penetre un buen rato con ella mientras mi semen en pocitos sal�a de mi pene y yo lo escurr�a con mi otra mano y lo tragaba saboreando mis dedos como si de un miembro se tratase. Luego tome ese enorme pepino, lo puse de pie encima de la cama y me le sent� encima, a mi culito le costaba ceder a semejante garrote verde pero el calor de la pasi�n me hac�a clav�rmelo cada vez m�s adentro, me lo sacaba y lo lubricaba, me untaba saliva en el orto y me volv�a a sentar encima, me penetro cada vez m�s llegando hasta la mitad del pepino, la parte m�s gruesa. Lo tuve ah� un buen rato relajando mis m�sculos para que la penetraci�n llegue a ser placentera y pueda estimularme el punto G. empec� a moverme de arriba para abajo hasta tragarme 20 cm de grueso y verde pepino lleno de lubricante anal, me gozaba de sentir mi punto G al m�ximo.
Luego me puse m�s atrevido y me hice una doble penetraci�n anal con las dos zanahorias, las chupe un rato como si fueran penes y las humecte, me met� primero la grande y luego la mediana, mi culito se comi� una ensalada sexual, entonces comenc� a penetrarme con las zanahorias en diferentes direcciones cada una, estaban todas llenas de babita blanca y yo estaba muy caliente.
Luego no pod�a faltar el desodorante, por su tama�o se mete todo y se saca todo como tratando de desgarrar el ano. Yo esta vez lo logre, a m� me encanta sentir mi culo abierto y desgarrado, dejando a la vista toda una neblina blanca de lubricante. No hay nada mejor que una buena penetraci�n anal tanto para hombres como para mujeres. Luego me acost� y me masturbe hasta que mi lechita calentita sali� expulsada a mi mano, la trague y me fui a dar una ducha.
Me gustar�a conocer hombres y mujeres de todo el mundo, especialmente de costa rica para chatear y hablar de sexo sin tab�es, pasarnos videos y fotos y hacer amigos y quien sabe, hasta m�s. Me pueden enviar sus invitaciones o comentarios sobre este relato a mi Messenger . Espero les haya gustado tanto como a m�.
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Relato: my amigo y mi perro
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