DIANITA MI SUE�O (II)
Llegu� a mi casa y lentamente sub� a mis habitaciones. Marian
mi mujer estaba profundamente dormida, de modo que sin hacer ruido llev� mi
pijama al ba�o y all� me di un duchazo con agua super caliente. Mientras
enjabonaba mi cuerpo, volv�a a sentir una creciente erecci�n de solo pensar que
hac�a una horas, hab�a hecho el amor con Dianita mi cari�osa sobrina y la hab�a
desvirgado en una habitaci�n de hotel. No solo hab�a sido hermoso, sino que la
ofrenda que me hab�a hecho mi sobrina no ten�a precio. Hab�a reservado su
virginidad para mi. Incre�ble.
El problema que ten�a ante mi era tremendo. Yo quer�a seguir
disfrutando de Dianita, lo que hab�a pasado horas antes era solo un aperitivo,
pero anhelaba hacerle el amor a la hermosa joven hasta saciarme y dejarla
saciada. Ella reci�n despertaba a las delicias del sexo y yo quer�a gozar
totalmente ese despertar. Sin embargo ten�a que atender a Marian mi mujer... que
a instancias m�as hab�a tenido tres veces su ba�o de juventud con Pedrito, su
protegido; deb�a atender y agasajar constantemente a Silvia, mi adorada
secretaria, con quien llevo 10 a�os de relaciones y que desvirgu� por ambos
lados cuando ten�a 17 a�os, dos a�os menos que Dianita, mi nueva conquista;
finalmente ten�a que cumplir regularmente con Virginia, la Mujer del Portero,
que tanto placer me prodigaba y que cada encuentro con ella era siempre nuevo,
como nuestra primera vez.
Con Marian, la cosa estaba controlada...solo hab�a que
incentivarla para que probara otra carne joven que la entusiasmara sexualmente.
Lo �nico que cuando ella tiraba con su ocasional amante, al llegar a casa me
ped�a que yo le hiciera el amor para terminar de calmar sus ardores. Con Silvia,
tambi�n pod�a controlarse el asunto, dado que ella est� casada y sabe de todas
mis correr�as..somos iguales en cuanto al sexo y por eso hemos durado tanto
tiempo. Pero Virginia si que es absorbente y me deja sumamente agotado. Estoy
seguro que Dianita tras su debut sexual... le agarrar� el gusto al asunto y
empezar� a pedirme m�s sesiones.
Mientras me secaba empec� a ordenar mis prioridades: lo
primero ser�a hacer una cita con mis m�dicos de la cl�nica "Juvencia" para que
mi tratamiento con la hormona del crecimiento se mantuviera en el mejor nivel.
Gracias a este tratamiento, tengo una gran vitalidad y me mantengo muy bien.
Creo que debido a ello, mi performance en la cama ha mejorado mucho y puedo
darme el lujo a mi edad, tirar seguido. Luego, organizar�a mi agenda para darle
a todas mis mujeres la dedicaci�n necesaria, pero sobre todo darle a Dianita la
mejor atenci�n posible.
Regres� a mi habitaci�n y me met� a la cama. Al sentirme,
Marian, como un acto reflejo, busc� mi cuerpo y arrim� su hermosa colita hacia
mi. Como todas las noches, me puse de costado, detr�s de mi mujercita y acomod�
su colita delante de mi pubis...la camisa de dormir se hab�a arremangado a su
cintura y exhib�a sus hermosas nalgas cubiertas brevemente por un delicado
calzoncito blanco...igualmente, como todas las noches la abrac� y hund� mi cara
en sus perfumados cabellos, mientras mis manos acariciaban su cuevita dentro del
calzoncito. As� qued� profundamente dormido.
Despert�, cuando Marian ya estaba visti�ndose con el uniforme
de las voluntarias del hospital pedi�trico. Era viernes y ese d�a le tocaba
hacer su obra social. Le di los buenos d�as y ella me acerc� su suave boca y nos
besamos dulcemente. Ella estaba algo retrasada y mientras yo terminaba de
estirarme se despidi� de m�, record�ndome que en la noche ten�amos una reuni�n
en casa de unos amigos. Nos despedimos con un nuevo beso.
El reloj marcaba las nueve de la ma�ana, cuando son� mi
tel�fono celular. Era Dianita:
- Hola ti�to. Espero no haberte despertado. �C�mo est�s?.-
su voz era suave, delicada..modosita como toda ella.
- Hola Dianita.- respond�.- Yo estoy muy bien.... a�n
impactado grata y felizmente por lo de anoche. Me encant�.... te quiero
mucho....- dije emocionado.-
- Y yo a ti ti�to. Cuando despert� me dol�a todo el
cuerpo... me sent�a como al d�a siguiente de haber ido al gimnasio la primera
vez... pero aparte de eso me siento de maravilla.. no se... me siento m�s
mujer... plena. Me levant� temprano porque ten�a clase a las 8 y acabo de
terminar as� que pens� en llamarte para decirte que te quiero y te extra�o.
- Yo tambi�n mi chiquita. �qu� te parece si paso por ti y
aprovechamos este d�a?... quiero besarte... hacerte m�a, ya no con los apuros
de ayer sino calmada y lentamente.... �puedo pasar por ti ahora?
- Siiii. Yo tambi�n quiero verte. Ya te digo termin� mi
clase y no tengo nada hasta las 7 de la noche en que tengo otra clase. De modo
que tenemos todo el d�a para nosotros.- la ni�a sonaba entusiasmada.-
- Bien, entonces en 30 minutos te veo. Te parece si te
recojo en el McDonald�s que est� frente a tu Universidad?.- pregunt�.-
- Perfecto. No te demores chaucito.-
R�pidamente me dirig� al ba�o a ducharme. El agua ligeramente
fr�a me revivi�. Me sequ� y empec� a vestirme. Iba a ver a una deliciosa
chiquilla, as� que decid� vestirme casual, un jean negro de Versage y una remera
del mismo color tipo camisa, me calc� con mocasines negros y me pein�
prolijamente. Escog� para la ocasi�n un reloj Rolex de oro y acero y me perfum�
con abundante Aramis Cologne. El espejo de devolvi� una fugura de un hombre
maduro pero interesante y sal� al encuentro de Dianita.
Tom� mi 4 x 4 negra de lunas polarizadas y mientras enrumbaba
por la Av. Javier Prado para llegar hasta la Universidad de Lima, llam� por el
manos libres a mi oficina. La agradable voz de Silvia me salud� con un:
- Hola querido jefecito. C�mo va todo, bien?.-
- Hola mi amor... como est� mi mujercita linda? .- respond�
alegre.-
- Bien, muy bien. A que hora estar�s por ac�. Hoy es
viernes y tienes un almuerzo en el Club Empresarial y luego una visita de la
gente del Banco de Comercio que quieren hacer una presentaci�n de nuevos
productos.
- Mira mi amor. Hoy no voy a ir a la oficina. Tengo un par
de asuntos personales que quiero resolver, de modo que exc�same con la gente
del Club. En cuanto a los del Banco, sugiero que te expliquen el asunto a ti y
al Gerente de Finanzas para que despu�s me informen. De ir a la oficina lo
har� despu�s de las siete de la noche, esto si termino lo que me he propuesto
hacer. Solo ll�mame si es muy urgente.
- Que penita que no vengas... ten�a la esperanza que
podr�amos ir al depa.. pero no importa, me la debes para la pr�xima semana.-
se�al� risue�a.- por lo dem�s no te preocupes. Que todo vaya bien.
- Mira preciosa. El martes nos escapamos. Quiero que me
acompa�es a ver unos terrenos al sur de Lima y todo el d�a ser� nuestro, �de
acuerdo?.-
- Uhmmmm que rico va a ser ese d�a. Lo esperar� con ansias.-
Dicho lo anterior y luego de las consabidas frases de amor
nos despedimos.
Estaba llegando al Ovalo El Monitor frente a la Universidad
de Lima y rodee ese ovalo y all� la divis�. Dianita estaba de pie, junto a la
puerta del McDonald�s. La chica estaba preciosa. Enfundada en unos jeans super
ajustados que evidenciaban la perfecci�n de sus formas, completaba su atuendo
una blusa camisera blanca de mangas � ... el ensortijado cabello estudiadamente
alborotado y el bello rostro protegido por unos modernos anteojos oscuros.
Llevaba varios libros en los brazos y la cartera colgaba el hombro derecho.
Detuve el veh�culo y Dianita con ese peculiar movimiento de su cuerpo al
caminar, se acerc� y subi� �gilmente.
- Hola ti�to.- dijo mientras se quitaba los anteojos y los
pon�a sobre el cabello. Su linda carita se alegr� con una amplia sonrisa
mostr�ndome sus blancos y uniformes dientes enmarcados por esos labios
sensuales y carnosos. Acerc� su rostro al m�o y nos dimos un casto beso en los
labios.-
- Hola mi vida.-respond�.- que linda est�s, pareces una
chiquilla de quince a�os. Se te ve tan dulce y delicada....realmente se te ve
deliciosa.- le dije zalamero
- Y bien... donde me vas a llevar ahora? .- Pregunt�
curiosa.-
- Quiero llevarte a un sitio donde podamos estar nosotros
dos... solos.. quiero hacerte el amor hasta que quedes saciada... saturada de
mi.- mi voz vibraba al decirle esas cosas a Dianita.- Qu� te parece si vamos a
"El Pueblo", es un resort espectacular y muy discreto.
- De acuerdo... con tal de estar contigo, ll�vame donde
quieras.- al decir esto volvi� a ofrecerme sus ricos labios que yo degust� con
placer.
Conversando animadamente, tomamos la V�a de Evitamiento hasta
la autopista Ramiro Prial� al final de la cual, desembocamos en la Carretera
Central, para tomar luego la desviaci�n al lujoso Resort. Mientras nos
desplaz�bamos llam� por el celular a la recepci�n de El Pueblo y reserv� una
suite a mi nombre. Cuando arribamos a nuestro destino, el tr�mite del registro
fue r�pido y sin mayores problemas fuimos conducidos por los atentos botones
hasta la suite designada. Yo recordaba que hac�a relativamente poco que hab�a
estado pasando una "linda luna de miel" con Virginia La Mujer del Portero ( leer
esa serie en la secci�n hetero infidelidad). Ahora regresaba con Dianita mi
hermosa y linda sobrinita que con sus 19 a�os se hab�a convertido en mi nueva
mujercita.
Entramos y la amplia suite estaba bellamente adornada con el
consabido cesto de frutas de la estaci�n y dos hermosos arreglos florales.
Cuando se retir� el botones, la atraje hacia m� y junto al amplio lecho
empezamos a besarnos. Mis manos recorr�an golosas el cuerpo de mi joven amante.
Mis manos rodaban por ese templo solo m�o, palpando, tocando, oprimiendo sus
portentosas nalgas, sus deliciosos pechos, sus largas y deseadas piernas. Ella
se aferraba a mi, apretando su cuerpo al m�o para sentir mi erecci�n, casi
desesperadamente, temiendo quiz�s no sentir mi sexo en toda su extensi�n. As�
mientras los labios de Dianita se abr�an m�s para succionar mi lengua e
intercambiar nuestras salivas, nos fuimos desvistiendo mutuamente, mi remera y
su polo quedaron en el suelo, as� como el diminuto brasiere que al retirarlo
desembalsaron sus delicados senos, con los pezones enhiestos y que empezaron a
mirar al cielo cuando mi boca empez� a chuparlos con suavidad inicialmente y con
una moderada violencia despu�s que contribu�a a excitar m�s a mi chica.
Fuimos resbalando suavemente hasta el amplio lecho y echados
en el, seguimos con nuestros besos y caricias. Tocaba sacarle a Dianita los
ajustados jeans que se ce��an a su cuerpo cual una segunda piel. Con su ayuda el
pantal�n vol� por los aires y Dianita qued� solo cubierta con una breve tanguita
blanca. Sus largas y torneadas piernas se me ofrec�an para un contacto directo y
mis manos fueron hacia ellas, sintiendo la tibieza de esa carne joven y radiante
que a mi solo contacto empez� a erizarse. Mis jeans tambi�n volaron raudos al
suelo, junto a mi slip, quedando totalmente desnudo y con una erecci�n
descomunal. Echado junto a mi bella sobrina, volvimos a besarnos. Las manos de
Dianita, bajaron de mis hombros, hasta adue�arse del m�stil que el d�a anterior
la desvirg� y con una suavidad y parsimonia, empez� a recorrer el tronco hasta
su base. Sent�a la seda de sus manos recorriendo mis huevos y volviendo a mi
sexo. Mis manos mientras tanto, estaban concentradas en sus piernas, subiendo
desde las rodillas hasta su deliciosa cuevita que ya empezaba a humedecerse. De
pronto, interrumpiendo la largueza del beso y sin soltar mi herramienta Dianita
me sorprendi�:
- Ti�to, quiero que ense�es a darte placer con mi boca...
Ens��ame c�mo debo besar... adorar... mimar... este rico pedazo de
carne....Nunca lo he hecho, solo lo he visto en la internet o en revistas.
Quiero hacerlo del modo que a ti te guste lo dijo y se inclin� para darle un
casto beso a mi glande.-
- Dianita, mi amor...si es tu deseo hacerlo... hazlo..
insp�rate, pues ya estoy en la gloria sintiendo tu boquita posarse en mi
sexo.... hazlo como lo desees ... eres maravillosa
Sin decir m�s, Dianita se apoder� suavemente de mi
herramienta y lenta, pausadamente sent� que su boquita empezaba a engullir mi
herramienta. Al principio su hacer era torpe, brusco, pero conforme pasaban los
segundos empez� a chupar mi sexo como si fuera un helado de crema... yo puse mis
manos en su hermosa cabeza y empec� a marcar el ritmo adecuado al que ella
r�pidamente se acompas�. La boca de mi sobrinita se acoplaba con una maestr�a
reci�n aprendida y recorr�a lenta y cadenciosamente mi tronco hasta la ra�z y
luego la extra�a hasta sorber mi glande, para luego volver a profundizar mi sexo
hasta su garganta. Yo, para estar a tono, acomod� el cuerpo de Dianita sobre el
m�o y me apoder� de su entrepierna, lamiendo con deleite los labios vaginales,
demor�ndome en encontrar su botoncito que a poco de empezar a chupar y
mordisquearlo convenientemente empez� a crecer.
Mis manos recorr�an las preciosas nalgas de Dianita y bajaban
hambientas a sus piernas. La muchacha empez� a emitir gemidos de placer,
mientras su cuerpo, tendido sobre el m�o empez� a ondular. Los s�ntomas claros
de un orgasmo empezaban a manifestarse en ella y los gemidos se hicieron m�s
sonoros. Yo hice acopio de todas mis ma�as y t�cnicas para no venirme... quer�a
prolongar al m�ximo esta experiencia tan especial y gracias al cielo lo logr�.
Dianita era multiorg�smica pues a su primer orgasmo sigui� otro y luego otro..
peque�os pero sucesivos e intensos. Estaba en su cuarto orgasmo que era mayor
que los anteriores y sold� mi herramienta... apoy� sus manos en la cama e
irguiendo el cuerpo levant� su cabeza y empez� a gemir m�s fuerte y a balbucear
algo que no alcanzaba a entender al principio y que despu�s capt�:
- Si, Si... si... ti�to... dame m�s... m�s... te quiero..
te quiero....as�.. hazme feliz... as�, as�iiiiii. Siempre so�e esto...
siempre... pero esto supera todos mis sue�os....ahhhhh...mas....mas..........
Yo segu�a entregado en cuerpo y alma a agasajar la rica
cuevita de Dianita.. la estaba follando con mi boca y la muchacha se entregaba
plena a la follada. Bien lam�a y chupaba el cl�toris, bien adentraba mi lengua
en su suave vagina, recorriendo lo m�s profundo de esa apetecida cavidad.
Dianita se retorc�a de placer y sus gemidos se hicieron m�s estent�reos... su
caderas empezaron a tomar un ritmo cada vez m�s acelerado de arriba hacia abajo
y en un momento sent� como una explosi�n y sus deliciosos flujos empezaron a
llenar mi boca... la muchacha lanz� un �ltimo gemido fuerte y alucinante y cay�
como un dirigible desinflado sobre mis piernas. Yo fui deteniendo mi chupada
hasta quedar inm�vil. Que experiencia tan rica y deliciosa.
Quedamos as� echados al rev�s y permanecimos un largo rato en
silencio. Mi sexo segu�a a tope, pues haciendo acopio de una gran voluntad, no
hab�a vaciado la leche que conten�a en mis dilatados huevos. Poco a poco fui
reaccionando y sujetando amorosamente el delicado cuerpo de Dianita le di vuelta
y acerque mi rostro al suyo... ella perezosamente entreabri� los grandes ojos
sonri� y me ofreci� sus deliciosos labios. Nos besamos dulcemente...gozando de
la caricia... el d�a era joven a�n y nosotros reci�n empez�bamos:
- Abusivo... me has hecho que la de c�mo una loca....que
rico lo he sentido..... quer�a que tu boca no siguiera, pero al mismo tiempo
quer�a que siguieras chup�ndome, lamiendo.. haciendo todas esas cosas ricas...
hasta que ya no pude aguantar y creo que me desmay�... .- dijo sonriendo.-
- Me encanta que hayas sentido eso tan rico... pero solo es
el comienzo.... .- volv� a besarla y a recorrer con mis manos el bello
cuerpo.-
Dianita peg� su cuerpo al m�o y rodamos por el amplio lecho
hasta detenernos. Ella estaba bajo el m�o y mientras continu�bamos con el beso,
coloqu� mi sexo en la entrada de su amada grieta y mi glande empez� a juguetear
con su inflamado cl�toris. Dianita abri� sus piernas cuanto pudo y mi pene
empez� su ingreso triunfal en la suave vagina de mi juvenil amante. Acomod� sus
sedosas piernas para que las cruzara a mis nalgas y empec� a bombear suavemente.
Sent� que mi sexo ocupaba la totalidad de la cueva de la muchacha y el ajuste
que esa funda me daba semejaba a un delicioso masaje. Dianita sintiendo el
ancestral llamado del sexo. Empez� a mover sus suaves caderas... primero de
atr�s hacia delante y luego en forma circular... era incre�ble la forma como me
hac�a disfrutar mi reci�n conquistada sobrinita. Era una sensaci�n in�dita.
Ambos empezamos a deshacernos en un inmenso placer:
- Dianita... mi vida... que hermoso es estar as�
contigo....sentirte m�a.. solo m�a...gozando de ti como nunca imagin�... te
amo mi chiquita... te amo beb�...
- Y yo a ti ti�to... siempre supe que iba a ser as�...que
tu me har�as gozar como estoy gozando,,,,, Ohhh... siento rico....que rico
he sentido al chupartela....ayyyyyy.. ha sido lo m�ximo.. ... Ho. Siento que
viene un placer inmenso...ohhhhhh...rico....rico.... dame m�s mi amor...
dame m�s.....
Dianita empezaba a deshacerse en un orgasmo y luego en otro y
otro y ya no pude aguantar m�s... mi resistencia se hab�a vencido al tener
debajo m�o el maravilloso cuerpo en convulsiones org�smicas de Dianita. Deposite
mi espesa y caliente leche en lo m�s profundo de esta bella muchacha, mientras
sent�a que esa deliciosa funda parec�a orde�ar mi sexo hasta sacarme la �ltima
gota. Los gemidos m�os y los gritos de placer de la chica resonaron en la amplia
suite y fueron amainando a la par que nuestros cuerpos cesaban en sus
convulsiones de placer. Yo me dej� caer a un lado de Dianita y mientras
recuper�bamos la normalidad de nuestras respiraciones ca�mos en un delicioso
sopor. Antes de entregarnos a un delicioso sue�o.. nos metimos entre las s�banas
y la muchacha recost� su hermosa cabeza en mi hombro derecho y as� abrazados nos
entregamos al descanso.
Cuando abr� los ojos el reloj marcaba las 12 del d�a...
algunos rayos del sol que reverberaba afuera se filtraban traviesos en nuestra
habitaci�n. A mi lado Dianita descansaba pl�cidamente. Su angelical carita de
ni�a en reposo era tan diferente a su carita de arrecha y deseosa de sexo que
ten�a cuando hac�amos el amor desesperadamente me impresion�. Observ�
detenidamente cada detalle de esa linda cara y no resist� darle suaves besitos
en el hermoso rostro. Ella a�n dormida sonri� y se acomod� dando una ligera
vuelta, sobre su lado izquierdo y se apret� a m�. Yo me coloqu� detr�s de ella y
mi sexo a�n fl�cido, despu�s de tan singular combate, se peg� a las nalgas de la
muchacha. Mis manos recorr�an el cuerpo de �sta mi nueva mujercita y se
concentraron en los firmes senos, que gracias a mis caricias empezaron a
endurecerse y sus pezones a crecer hasta casi reventar.
Dianita empez� a empujar hacia a tras, primero t�midamente y
luego con mayor fuerza. Mi sexo empez� a despertar y al poco tiempo de sentir la
ondulaci�n del cuerpo de Dianita, empez� a cobrar vida y luego all� lo
ten�a...dilatado y buscando guerra... incrust�ndose en la l�nea divisoria de las
regias nalgas de la muchacha. El jueguito sigui� con leves gemidos por parte de
ambos Mi mano izquierda ahora se concentraba en su vagina y la yema de mis dedos
friccionaban suavemente el botoncito de Dianita que poco a poco empez� a crecer.
Mi pene empez� a explorar entre esa preciosas nalgas, j�venes, duras, el�sticas
y sedosas y lleg� a la antesala del peque�o anito de la muchacha.. al sentirlo
dio un peque�o salto y muy quedo dijo:
- No mi amor... por all� no... me va a doler.....no
quiero....
- No te preocupes mi vida... es solo un jueguito. Jam�s te
har�a da�o o te forzar�a a hacer algo que no quieres... conf�a en mi.... .- le
dije para calmarla.-
Dirig� entonces mi pene a su vagina... trat�ndola de
penetrarla por atr�s... con delicadeza hice que su piernas izquierda se
flexionara, de modo que me permitiera penetrarla desde mi posici�n con
facilidad. La cooperaci�n de Dianita en ese acomodo fue fundamental y sintiendo
que acariciaba mis brazos y manos elev� su colita y mi pene ingres�
procesionalmente en la deseada cueva. Nuestros movimientos eran lentos, tratando
de mantenernos lo m�s pegados posibles el uno del otro y as� las caderas de la
chica empezaron a moverse al ritmo recientemente aprendido. Hab�a introducido
m�s de la mitad de mi respetable aparato en la vulva de Dianita y ella se
esforzaba por recibir m�s... de su boca sal�an quedos gemidos y en un acuerdo no
dicho empezamos a incorporarnos hasta quedar en la pose del perrito...
arrodillada sobre el lecho y con las manos apoyadas en la almohada Dianita
recibi� el �ntegro de mi verga... que delicia sentir que mi pubis chocaba con
sus nalgas y mis huevos contra sus entrepierna... era de una musicalidad nunca
o�da, as� como las frases que en fragor del combate nos sal�an del coraz�n:
- As� mi amor... as� ti�to damela toda.. que me encanta
toooooddaaaaaaaaaa. Aaahhhhhhhhhhhh.....ahhhhhhhhhhh. si, si siiiiiiiii. Soy
tuya mi amor.. toda tuya.... como siempre quise ser.
- T�mala toda chiquita... mi chiquita.... Si�nteme....tu
eres solo m�a... solo m�a.....
- Si solo tuya....cuando quieras.... soy tu esclava mi
ti�ito... Te amo... te amo ahhhhhhhhh.
La habitaci�n nuevamente se llen� de gritos y gemidos. Yo
extra�a mi pene hasta la entrada de su vagina y luego con violencia lo volv�a
enterrar en la grieta de mi amada sobrinita. Estuvimos as� no se que tiempo. Las
caderas de Dianita rotaban...empujaban y su vagina exprim�a mi pene hasta que a
un mismo tiempo, incentivado por el orgasmo que empezaba a diluir a la muchacha,
por segunda vez en el d�a descargu� todo mi semen en la hermosa joven y en medio
de los espasmos del cl�max... ca�mos agotados en la cama... yo encima de
ella...agotados pero felices...sin �nimos de decir nada...la estancia qued� en
silencio sin que nada ni nadie se moviera....era el descanso del guerrero y de
la novel amazona.
Cerca de la una de la tarde, ped� al servicio de habitaciones
que nos llevaran unos canap�s, colitas de camar�n a la plancha y brochetas
mixtas, con pan tostado y galletas integrales. Saqu� una botella de vino blanco
del frigo bar y la descorche escanciando generosas porciones en sendas copas de
pie. Alcanc� una a Dianita y chocando las mismas brindamos por nosotros, por
nuestro naciente y feliz amor, probamos el vino y luego nos besamos dulcemente.
Decidimos darnos un duchazo y nos encaminamos al gran ba�o. Entramos al cub�culo
y me di el gusto de enjabonar totalmente a Dianita y ella a m�. Ambos nos
deten�amos en nuestros respectivos sexos, que acarici�bamos con abundante gel de
ba�o... mientras nos bes�bamos amorosamente. Luego de un largo duchazo salimos y
nos secamos vigorosamente con las grandes toallas blancas. En eso, tocaron a la
puerta de la suite y yo sal� a atender al camarero que ingres� a la habitaci�n
con un carrito con el pedido, firm� la orden, luego de la generosa propina el
camarero se retir�.
Dianita hab�a quedado en el ba�o sec�ndose el ensortijado
cabello con la secadora de mano. Mientras ella estaba en eso, yo con la toalla
enrollada a la cintura, llev� la mesita con los canap�s ordenados junto al
jacuzzi y proced� a abrir las canillas del mismo para llenarlo, echando
abundantes sales arom�ticas y gel de ba�o. Cuando estuvo en un nivel
conveniente, cerr� las llaves de abasto y me met� en la tina. Llam� a Dianita y
la invit� a entrar. La muchacha entr� con cuidado y se sent� en la tina frente a
mi. Nuestras piernas se enlazaban, mientras nos dirig�amos fogosas miradas de
deseo no saciado y de amor contenido. Puse en acci�n el jacuzzi y los chorros de
agua empezaron a masajearnos y al mismo tiempo a aumentar el volumen de espuma.
Dianita empez� a jugar a tirarme el agua espumosa y yo a responderle. La
espont�nea y fresca risa de la muchacha realmente alegraba el relajante ba�o que
est�bamos tomando. Llen� nuevamente las copas y brindamos nuevamente por
nosotros, sorprendi�ndome, Dianita alz� su copa y dijo:
- Brindo por un sue�o hecho realidad... por mi virginidad
ofrendada a ti, como siempre quise desde que te conoc�.... Brindo porque
siempre nos amemos y estemos juntos..... aunque sea para vernos a escondidas,
pero con la certeza que nos pertenecemos mutuamente.... salud....
- Brindo por ti mi amor.- dije solemne.- por el regalo m�s
grande que me has hecho... por el amor que me tienes... por el amor que te
tengo... por ti.... te agradezco por ser mi mujer y por permitirme ser tu
marido....salud.
Vaciamos nuestra copas, mientras nuestras piernas se
acariciabas bajo el agua y nuestras manos acariciaban tambi�n nuestra piernas.
Posamos las copas en la mesa rodante de los canap�s y Dianita expres� lo
hambrienta que estaba y nos lanzamos a degustar los manjares. Realmente era una
delicia beber el vino blanco helado... degustar las brochetas y canap�s..
mientras los chorros de agua masajeaban nuestros cuerpos. Mientras est�bamos en
eso no ces�bamos de bromear y re�rnos ... est�bamos felices y as� lo
demostr�bamos. As� entre broma y broma vaciamos la botella de vino. Dianita, al
parecer no acostumbrada a tomar licor.- luc�a las mejillas encendidas y m�s
locuaz y relajada. El agua estaba en su punto ideal de caliente y su disfrute
era una delicia. El hecho de estar m�s desinhibida y alegre hac�a que la
muchacha se mostrara m�s relajada... yo la atraje hacia m� y ella se sent� a
horcajadas sobre m�. Sus regias nalguitas estaban sobre mi pubis y sus brazos se
enlazaron a mi cuello, mientras sus hermosas piernas se plegaban a cada lado de
mi cuerpo. Nos volvimos a besar, con amor, con real pasi�n, mientras nuestras
manos recorr�an mutuamente nuestros cuerpos. Los senos de la joven se
incrustaban en mi pecho y sent�a que empezaban a endurecerse al solo contacto
con mi piel.
Abrazados as� quedamos un largo rato, disfrutando de esa
cercan�a y en especial de yo, gozando de acariciar ese cuerpo joven, esbelto,
intachable que era ahora enteramente m�o. Luego, decidimos salir del jacuzzi....
nos hab�amos remojado m�s de la cuenta y nuestros dedos daban la impresi�n de un
frejol remojado, pero est�bamos felices, plenos y saciados.... por ese momento.
Nos cubrimos con las batas de felpa con el logotipo del hotel y regresamos a la
amplia cama. La habitaci�n ol�a a sexo ..... a pasi�n.... a entrega total. En el
lecho, despojados de las batas, nuestros cuerpos de volvieron a fundir en un
abrazo y de manera natural la muchacha recost� su bella cabeza en mi hombro...
mis manos vagaban golosas por los pechos y piernas de mi amada:
- Ti�to, cuando te empec� a gustar?.- pregunt� directa-
Me gustaste desde que te conoc�. A tus 14 a�os, admiraba tu
cuerpecito finamente delineado, tu colita respingona, tus piernas, tu carita y
sobretodo la forma como hablabas... lo modosita y delicada que eras y que
sigues siendo. Muchas veces ten�a que sacudir a cabeza para no imaginarme
toc�ndote. Puedes creerme? yo, tocando a una criatura de 14 a�os.. dese�ndola
como mujer... una locura. Pero definitivamente me arrechaba verte.
Que curioso. Sabes a mi me pasaba lo mismo. Cuando nos
mudamos al barrio y empezamos a ser tus vecinos, yo ten�a un enamoradito.. tu
sabes... chiquilladas... Pero cuando te vi, me gustaste y so�aba que me casaba
contigo y que me besabas y me tocabas... estaba obsesionada contigo y empez� a
surgir con fuerza mi amor por ti. Sabes... el d�a de mi fiesta de 15 a�os...
pens� en declararme a ti... que locura no?. Imaginaba que cuando me sacaras a
bailar te iba a decir que te quer�a y que deseaba como nada en el mundo ser
tuya. Pero cuando tu me sacaste a bailar ese d�a, no me atrev�.
Oh mi chiquita... gracias al cielo todo se dio y he tenido
la inmensa dicha de tenerte de ser tu primer hombre y gozar plenamente de ti.-
dije emocionado.-
Eres mi primer hombre y ser�s el �nico. Me he reservado
solo para ti y no pienso cambiarte.- se�al� la joven con convicci�n.-
Nos volvimos a besar con suavidad, con amor y luego el beso
empez� a desbordarse con la pasi�n que ambos ten�amos. Que rico era besar a esta
muchacha, entregada totalmente a la caricia y concentr�ndose en la lucha de
nuestras lenguas, de nuestros labios. Mi boca se desplaz� a sus enhiestas
tetitas y luego a su plano abdomen... segu� buscando y llegu� a su entrepierna y
ella empez� a gozar de mis atenciones... sus labios mayores, su cl�toris y su
suave vagina eran recorridas con pasi�n y deleite por mi lengua. Dianita empez�
a deshacerse en un nuevo orgasmo y acomod� sus regias piernas sobre mis hombros.
Mis manos se hab�a apoderado de sus pechos y acariciaba febrilmente sus duros
pezones. El cuerpo de mi novel amante se retorc�a de placer y fue en ese
instante en que elevando ligeramente la anatom�a de mi nueva mujercita desplac�
mis labios a su peque�o y rosado anito. Mi lengua empez� a acariciar ese deseado
anillo jam�s penetrado, jam�s profanado. La punta de mi lengua luchaba por
entrar en ese cerrado c�rculo y a duras penas consegu�a su prop�sito. Los
gemidos de Dianita se hicieron m�s estent�reos. Mi lengua viajaba rauda entre la
vulva de la joven y su apretado anito y eso empez� a generar una serie de
convulsiones en mi preciosa sobrinita. Atrap� su cl�toris en un momento dado,
mientras que uno de mis dedos empez� a forzar con suavidad el cerrado culito. La
chica empez� a diluirse en un nuevo orgasmo cuando sinti� que un dedo invad�a
totalmente su recto... sus esf�nteres empezaron a ceder y ahora ten�a dos dedos
movi�ndose con suavidad en el culito de la joven.....
- Ohhh... ti�to, no por atr�s no...... rico... rico..
rico.... hazlo con cuidado.. no quiero que me duela.. ohhhhhhhhh. Sigue..
sigue....te quiero papito...te quiero uhmmmmmmmm
Mi pene totalmente erecto, con la ayuda de mi mano empez� a
dirigirse al deseado culito de Dianita.. el glande ya estaba en la puertas de
ese cielo y la joven segu�a comadrejeando el hermoso cuerpo. El anito estaba
dilatado, dos de mis dedos hab�an invadido ese territorio y Dianita se deshac�a
en un soberbio orgasmo. Ahora mi glande estaba penetr�ndola suavemente, con
paciencia, mientras mis dedos acariciaban su cl�toris haciendo que orgasmos
sucesivos atacaran a esta bella mujercita.... estuvimos en esa lucha largo rato
y cuando sent�a que la joven se acostumbraba al grosor de mi verga, proced�a a
un nuevo avance... as� luego de una paciente penetraci�n, todo mi pene estaba
incrustado en el hasta ahora virginal culito de Dianita.
Cuando sent� que estaba al fondo qued� quieto, para permitir
que esta mujercita se acostumbrara a sentirse empalada. Dianita con los ojos
cerrados asimilaba el suplicio que al empezar a moverme lentamente dentro de
ella, empez� a convertirse en placer. Las piernas de la muchacha se cruzaban
tras mi cuello y ella empez� un lento vaiv�n que yo segu� en su cadencia. Que
maravilla sentir que el recto de la muchacha se cerraba y abr�a acompasadamente.
Entonces empec� a acelerar mis embates sin dejar de masajear el inflamado
cl�toris y lentamente los gemidos de ambos se confundieron y elevaron en
volumen.. yo, ya no pod�a seguir aguantando y mi trajinado falo empez� a soltar
la caliente leche en el rico culito de mi sobrinita. Dianita bramaba y dec�a
frases que no pod�a entender pero era obvio que estaba disfrutando esta su
primera vez de sexo anal. Mi mano empez� a humedecerse con los flujos de la
joven y a un solo tiempo lanzamos estent�reos gritos en el momento supremo de
nuestras respectivas corridas. Despu�s el silencio invadi� la habitaci�n... un
rato despu�s escuchamos como si se acabara de destapar una botela de vino
�Plop!... mi pene hab�a salido del delicioso ano de Dianita y se escurr�a
fl�cido hacia mis piernas, mientras que un grueso hilo de esperma sal�a del
desflorado culo de mi joven amante.
Cuanto tom� conciencia del tiempo, el reloj marcaba las cinco
de la tarde. Dianita segu�a dormida boca abajo... totalmente despatarrada en el
enorme lecho. Me puse de costado para observar lo bella que se le ve�a as�
dormida, con esa expresi�n de ni�a que acababa de hacer una travesura... que
rica estaba estaba este portento de mujer. Que experiencia tan diferente a las
tenidas con Marian mi mujer, con Silvia mi secretaria o con Virginia, la Mujer
del Portero.
Definitivamente Dianita no regres� esa noche a la
Universidad. Luego de ba�arnos y vestirnos, paseamos un rato por las
instalaciones del Resort, jur�ndonos amor eterno y que siempre tirar�amos como
este d�a y luego enrumbamos de regreso a Lima... Cansados por la marat�n de sexo
que acab�bamos de tener, pero felices por esa relaci�n tan plena y amorosa que
acab�bamos de comenzar.
Ya sabes mi email es
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO, espero tus comentarios si te gust� esta experiencia
nueva y vivificante que estoy viviendo y que me hace rejuvenecer.