El otro d�a en la ma�ana cuando regresaba de dejar a los ni�os en el colegio hice algo que algunas veces me ha tocado hacer, relacionado con la mec�nica. Not� el carro de mi vecina estacionado a un lado de la carretera. Era obvio que estaba accidentado, digo varado.
Yo siempre he mantenido mis carros en buenas condiciones mec�nicas por lo que no entiendo como la gente pueda ser tan idiota y por descuido siempre les pasen percances como ese.

El caso es que esa era una vecina que val�a la pena ayudar, merec�a toda mi atenci�n porque una dama de aproximadamente 38 a�os, 1,8 mts. de estatura, piernas largas y atl�ticas y un culo bastante firme (ya se lo hab�a visto mucho cuando se ba�aba en la piscina en la �poca de verano) era alguien a quien val�a la pena tenderle una mano. �Claro que termin� meti�ndole la mano hasta tocarle aquellas nalgas!

Como narrar� a continuaci�n.
Debido al que el carro estaba bloqueando el tr�fico a esa hora tan temprano en la ma�ana, me ofrec� remolcarlo hasta su casa que quedaba solo dos cuadras de all�, en la misma calle. Mi vecina acept� e inmediatamente me puse a trabajar con mi camioneta todo terreno, resultando un trabajo sencillo halar a un Volkswagen tan peque�o. Cuando llegamos maniobr� para poder meterlo dentro del estacionamiento y me puse a observar a mi vecina.

Parec�a algo preocupada, como desconcertada por eso que la hab�a sucedido al fallar su carro. No solo la remolqu� sino que tambi�n me ofrec� para echarle una r�pida mirada al veh�culo y el problema fuera muy obvio, tambi�n que se pudiera corregir r�pidamente.

Le dije que se sentara al volante y tratara de prenderlo, as� yo desconectar�a la manguera de combustible para asegurarme de que la bomba de gasolina estaba funcionando. El problema no era all� porque inmediatamente comenz� a regar gasolina por todo el compartimiento del motor.

Le hice una se�al para que parara y la bomba no siguiera escupiendo gasolina por todo el motor.

La se�ora descendi� del autom�vil y camin� hacia donde yo estaba. Ol�a mucho a gasolina y al ver que goteaba de la manguera desconectada, se asust�. Vi la oportunidad para observarle mejor ese trasero cuando le dije que sostuviera la manguera en posici�n vertical con el dedo tapando el hueco en el extremo. Ella obedeci� mis instrucciones, pero en el proceso tuvo que inclinarse hacia adelante lo m�s que pudo ya que la manguera de gasolina estaba muy pegada a la cabina, al ser un motor montado transversalmente. Es as� como yo tuve una vista perfecta de un culo cuando la falda se le puso tensa sobre sus firmes nalgas al tratar ella de estirarse un poco acostada sobre el motor.

La costura de la pantaleta, una tanga en este caso, se notaba mucho. El palo se me par� r�pidamente frente a esa belleza. Algo que hizo que la polla se me parara mas r�pidamente fue el hecho de notar sus largas piernas atl�ticas como 20 cent�metros por arriba de la falda la cual luc�a apretada y constre�ida por la tensi�n al continuar inclinada sobre el autom�vil de aquella manera. Me coloqu� a un lado de ella y comenc� a soltar la tapa del distribuidor. En el proceso descubr� que el cable por medio del cual fluye la corriente proveniente de la bobina de alta tensi�n se hab�a despegado, pero yo no le suministr� a la se�ora aquella informaci�n �No era ning�n tonto!

All� parado al lado de ella me puse a seguir la trayectoria del sistema el�ctrico con mi dedo. Para eso tendr�a que colocar la mano y el brazo entre su cuerpo y la carrocer�a. Ella todav�a estaba inclinada sosteniendo la manguera de la gasolina.

Accidentalmente mi brazo restreg� un lado de su cuerpo, tambi�n estomago e incluso su pecho y busto, y todav�a m�s, hasta los senos de sost�n talla B, as� acostadita como estaba la do�a. Esto no pareci� molestarla, no le dio mayor importancia y de hecho, yo segu� moviendo la mano lentamente buscando por donde pasaba el cable, y estoy seguro que la mujer respiraba profundamente, tratando de tomar aire, por la posici�n inc�moda, su est�mago presionado sobre mi brazo.

Haciendo un esfuerzo por llegar hasta los cables del aire acondicionado (recuerden que yo solo quer�a revisar el cableado y as� tener una excusa para aprovechar y poder llevar a cabo mi plan) me coloqu� detr�s de ella, me agach� y tuve que meter la cara justo debajo de la nalga derecha, despu�s hasta la cadera, con mi hombro izquierdo presionando contra su trasero y sosteni�ndome del carro con mi mano izquierda. As� tuve la oportunidad de no solo bucearla, inspeccionarle las piernas un poquito por ese lado; desde abajo como yo estaba todo se le ve�a a lo largo de esas suaves piernas y el comienzo unas duras, firmes nalgas bronceadas, tambi�n tuve la oportunidad de restregar mi pecho y parte de arriba de mi brazo contra sus nalgas, apret�ndoselas bien.

Ella todav�a sosten�a la manguera de gasolina y ya la cara se le empezaba a poner roja, tambi�n el cuello, y las mejillas ligeramente rosadas. Ya yo estaba a punto de explotar, me puse exactamente detr�s de ella, baje mi mano izquierda hasta su culo. La mujer se incorpor� dando se�ales de que quer�a hacerme un reclamo, como toda mujer decente lo har�a, pero no le di ninguna oportunidad porque bruscamente la presion� con mi cuerpo contra el carro, esa mano sobre su nalga Izquierda para impedir su reclamo porque ya hab�a comenzado a decir algo, y yo la interrump� repiti�ndole las instrucciones:

�Sostenga la manguera de gasolina, se�ora, sostenga tranquila!!�

No dijo nada y sigui� sosteniendo la manguera, qued�ndose as� todo el tiempo. Con mi mano izquierda continu� la exploraci�n de sus nalgas a trav�s de la falda, tambi�n sus muslos por debajo de la falda mientras que con la derecha la ten�a sostenida por el brazo, le manoseaba la parte derecha de su cuerpo el t�rax y pasando por un ladito de los senos en cada pasada, una mano puesta en su culo, la otra en los senos.
Ya mi cara estaba pegada su cuello y le susurr� en el o�do que era muy importante que siguiera sosteniendo la manguera.

�Sostenga, se�ora, porque si sale una chispa del cable esto explota con la gasolina derramada.�

La mujer ten�a el mismo miedo que al principio viendo que la gasolina derramada pod�a hacer ignici�n y el carro quedar�a envuelto en llamas, y al yo repet�rselo, la hizo quedar m�s convencida de tal peligro. Esto la hizo motivarse, prestarle mayor atenci�n al asunto y seguir con su manguerita, con la diferencia de que ahora su respiraci�n era m�s r�pida igual que la m�a, y tambi�n notaba que el coraz�n le lat�a aceleradamente cuando qued� bien pegado a ella.
Esa misma mano izquierda la utilic� para a acariciarle el culo y los muslos por detr�s de la pierna y parte interior del muslo izquierdo, llegu� bien arriba, con la mano metida debajo de su falda, y lo suficiente para que mi dedo pudiera encontrar la uni�n entre el borde de la pataleta y los labios mayores de la cuca. Esto hizo que hiciera otro intento por reclamar y lo adivin� por la forma como mov�a su cuerpo, como rechazando las caricias. Para impedirle que dijera algo, met� la mano derecha dentro del seno del mismo lado y se lo apret� bien duro:

�!Sostenga, se�ora, sostenga la manguera!!�

Otra vez no dijo nada y se comenz� a relajar haci�ndose mas sensible a mis caricias. Ahora mi mano derecha acariciaba el seno del mismo lado, la palma de la mano puesta por debajo de la teta mientras que con los dedos hac�a dibujos, dando vueltas en c�rculos alrededor de la teta y por los lados, teniendo cuidado de no tocarle el pez�n� hasta que no estuvieran duros por la tensi�n provocada en se lugar.

Por fin cuando palp� el pez�n, con cada manoseo y caricia, de sus labios se escapaban suaves gemidos. Mientras tanto con la mano izquierda segu� explorando todo lo largo los labios mayores a trav�s de la tanga la cual formaba una copa que normalmente forma la cuca. Con dos dedos recorr�a los labios mayores hacia arriba y hacia abajo pero bien despacito, dos dedos a los lados y el dedo medio en punto central en donde las pantaletas estaban mojadas. Aquella cuca ya se estaba poniendo bien caliente hasta el punto que se sent�an sus palpitaciones.

Le susurraba palabras en el o�do d�ndole �nimo, dici�ndole que era necesario que siguiera sosteniendo la manguera de gasolina debido al peligro de incendio que exist�a.

�As�, nena, buen trabajo el que esas haciendo, eres una buena ayudante. No te preocupes, ya ese carro va a prender, ya falta poquito.�

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Cuando sent� su cuca latiendo debajo de la mano izquierda decid� que ya era le momento. Met� la mano derecha por debajo de la blusa para acariciarle la deliciosa piel de la cintura, y la depresi�n entre las tetas mientras de vez en cuando acariciaba una teta a trav�s del lazo del brasiere.

Era mas f�cil utilizar los dedos de mi mano izquierda, as� que se los met� debajo de la tanga por la parte izquierda mientras ella estaba de espalda, y desde atr�s subiendo pude tocar el culo de aquella mujer. Con el dedo medio le recorr�a la raja de la cuca ya lubricada aunque todav�a la ten�a cerrada, pero, co�o! bien mojada! Para arriba y abajo, la mano hasta donde comenzaba el cl�toris, solo tocando la parte interior de los labios mayores y restregando la parte sobresaliente de los labios menores. Es hacer notar que esa vecina era una de esas mujeres que tienen los labios menores apuntando hacia adelante totalmente afuera de la cuca. Notaba su humedad y le daba hacia arriba y hacia abajo para lubricar aquel motor que temblaba de lo caliente esperando a que lo pusieran a funcionar.

Ya ella estaba lista con ganas de follar igual que yo, pero el caso es que ten�a la tanga demasiado apretada. Arriesg�ndome a que se negara y ya no quisiera nada al dejar de mantenerla caliente, retir� mi mano izquierda para con esta misma quitar la peque�a parte de tela estorbando en el medio y que me imped�a meter el pene. Con la mano derecha le sosten�a la falda y as� se me hizo m�s f�cil jalarle la tanga con la mano izquierda.

Cuando le sub� la falda completamente para comenzar a foll�rmela el cuerpo se le puso m�s r�gido y me pareci� que no se iba a dejar:

��Oiga, pero que � usted haciendo, saque la mano de all�!!�

Ya yo estaba hecho trizas por tanta necedad, y para que se le quitara la payasada, le di una palmada en la nalga derecha para llamarle la atenci�n:

��Sost�n la manguera, nena, sost�n, tranquila que no te va a pasar nada!!�

La mano se me quedo pegada en su bello culo con la �ltima palmada caus�ndole dolor. El cuerpo se le puso duro cuando la mujer sinti� aquel ramalazo pero comenz� a relajarse cuando mi mano le acarici� la zona roja de la nalga con el problema y as� le produc�a alg�n alivio.

Not� que ya estaba colaborando y segu� quit�ndole la tanga, haci�ndolo lentamente a prop�sito. Se la baj� hasta los tobillos mientras le pasaba la lengua por la parte trasera de la pierna izquierda. Al quedar sin pantaleta por fin pude ver aquella cuca deliciosa desde atr�s. La ten�a sin rasurar y los pelos eran de color rubio cereza, los labios menores oscuros, como negros se le sal�an, sobresaliendo por encima de los labios mayores que se ve�an hinchados, un poco rosados con la zona de la raja cubierta por un jugo viscoso trasl�cido. �que vaina tan deliciosa, Dios m�o!!

Le jalaba la tanga para que se saliera de los tobillos y tuve que agarrarle el tobillo izquierdo para terminar mi tarea, luego decid� que seria mas f�cil llegarle a la cuca poni�ndole la pierna con sus tacones altos sobre el parachoques, as� se le abrir�a bien la cuchara.
Cuando me puse de pie pude meter las manos por dentro de las piernas hasta la zona en donde se encontraba mi objetivo. Me afloje la correa y me baje los pantalones los cuales cayeron al piso. Agarr� el palo con mi mano izquierda, le restregu� la punta del pene hacia arriba y hacia abajo a lo largo de la raja, asegur�ndome de tocarle el cl�toris cuando la cabeza del huevo llegaba arriba. La quinta vez que la acarici� de esta manera, los m�sculos de la pierna y nalgas se le apretaron y empez� a temblar: estaba teniendo un orgasmo de los peque�itos.

Deje de acariciarla y me acerqu� lo m�s que pude con mi tremenda erecci�n apoyada sobre sus nalgas, la bes� suavemente en el cuello, mis labios acariciaban su cuello, y agregado a eso le dec�a piropos:

��Que cuerpo tan bello tienes, muchacha, esas divina!! Ya tuviste un divino orgasmo y te prometo algo mejor, mucho mejor que eso!!�

Me eche un poco hacia atr�s y deslice mi huevo dentro de ella con un movimiento suave. El huevo se me resbal� con un meneo muy suave cuando la vi expuesta delante de mi en esa posici�n, estirada sobre el motor con un pie sobre el parachoques.

Me ech� un poco hacia atr�s para verificar el asunto y deslizar mi huevo dentro de ella con un movimiento r�pido; el pene se resbalaba suavemente por la forma como ella estaba completamente expuesta en esa posici�n abierta. Lentamente comenc�, meticulosamente, con largas metidas, nuestros cuerpos toc�ndose, mis bolas movi�ndose hacia adelante y hacia atr�s pegando de sus muslos
Con la mano izquierda le acariciaba los senos, mientras con la derecha le coqueteaba el est�mago y mas abajo. Mi dedo medio exploraba los pelos de la cuca que ten�a una especie de bot�n hasta que justo donde se unen los labios mayores en la parte de arriba de la panocha.
Con el mismo liquido lubricante proveniente del palo meti�ndosele, comenc� a restregarle el cl�toris utilizando movimientos cortos hacia arriba y hacia abajo.

Tuvo dos orgasmos r�pidos y seguidos. Pod�a sentir como esa dama ya iba a tener �ltimo y m�s importante orgasmo que se le avecinaba; yo tambi�n notaba que me excitaba mas y mas.

El frenes� de mi vecina iba en aumento, as� que disminu� mis metidas y aceler� el paso con un dedo puesto sobre su cl�toris d�ndole al mismo ritmo que las metidas. La lubricaci�n la obten�a del palo mojado con sus l�quidos haciendo que la parte donde se unen los labios menores se abriera, toc�ndose esa parte. Le pel� la capucha que cubre el cl�toris hacia atr�s. Le segu� d�ndole arriba, abajo, arriba, abajo, otra vez.
Le lleg� un tremendo orgasmo: los m�sculos de la cuca se contrajeron y la mujer se retorc�a sin control cuando las piernas se le sacud�an al llegar al cl�max. Le met� la polla mas adentro y me detuve teni�ndosela all� metida: sent�a peque�as pulsaciones y golpecitos dentro de su vagina cuando la cabeza de mi pene se puso bien hinchada, inflamada y la sangre bombeaba hacia esa zona.

Cuando el orgasmo la sacudi� por fin, me met� un dedo dentro del cl�toris y presion� duro sobre la cabecita de ese botoncito teniendo cuidado de no estimular partes demasiado sensibles. Asi nos quedamos como 15 o 20 segundos: ella dominada, atrapada por el orgasmo tan intenso con los m�sculos de las piernas y nalgas sacudi�ndose y las rodillas ya se le doblaban, la mujer como si se fuera a colapsar, siempre con mi pene metido, yo apretando mas el cl�toris y disfrutando cada detalle de los placeres que esta se�ora estaba teniendo. Not� que hab�a soltado la manguera y ahora ten�a las manos descansando sobre el motor de espaldas.

Despu�s lo que pareci� como una hora temblando, retorci�ndose, todo termin� y su respiraci�n era menos err�tica. Le saque el machete dejando solo la cabeza adentro, luego le di una tremenda nalgada en la nalga derecha. No se dio cuenta de la sonrisa cari�osa y de satisfacci�n en mi cara: esa mujer simplemente era m�gica, un fen�meno.

Segu� restreg�ndole el pene dentro del t�nel del amor pero a vez apresuradamente porque era claro que ahora me tocaba a mi tener que satisfacerme. Eran largas metidas comenzando desde los labios aplicando presi�n hacia arriba de manera que la cabeza friccionara lo m�ximo posible en la parte arriba dentro de la vagina. 20, 30 metidas adicionales, y me vaci�, eructando dentro de ella apret�ndola bien duro. Me qued� sorprendido porque mi vecina volvi� a acabar cuando yo tuve mi �ltimo espasmo, mejor dicho, mi �ltima sacudida, nuestros fluidos ba��ndome todo a lo largo del pene hasta las bolas.

Le acarici� la espalda y el cuello aun teni�ndoselo metido. Sent�a que el pene no se me bajaba; se estaba parando otra vez. El problema es que yo ten�a una cita de negocios, iba a llegar tarde si me dejaba llevar por mi impulso animal; saqu� mi polla, luego me retir�.

Todav�a estaba inclinada sobre el motor de espaldas y su bella nalga derecha estaba roja en donde y le hab�a impuesto disciplina. Una socia, compa�era tan buena y complaciente merec�a trato agradable, asi que cuidadosamente le sob� la parte inflamada y le di besitos para que se sintiera mejor. Viendo un poco desde lejos pude notar como le sal�an l�quidos y bajaban por la parte interior de la pierna izquierda: Mezcla de mi semilla y sus jugos del amor.

Se me hizo tarde y deb�a darme un buen ba�o, as� que la jal� hacia mi, la abrac� y le di un beso muy tierno.
Fue una persona tan bella, caritativa, generosa conmigo� esa nueva amistad seguro iba a durar y gozar�amos mucho tirando en el futuro. Mientras ella se ba�aba yo me qued� terminando de reparar el carro. La ayud� a secarse la espalda despu�s de asearme las manos. Not� que hab�an dos cosas funcionando mal en su casa: una bisagra rota, una llave que goteaba y la puerta del closet. Cuando me imagin� foll�ndomela otra vez y la polla se me comenz� a parar.

FIN

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