Relato: LA MINIFALDA ENCANTADA Todo empez�, cuando le fui a llevar el regalo de los 15 a mi sobrina. Era una minifalda de tela de jean, (bastante cara para su tama�o, por cierto).
Cuando llegue me presentaron, a la sobrina de mi cu�ada, una piba de 18 a�os, bella por donde se la mirara, hermosas tetas y un culo para quedarse a vivir, era perfecto.
El regalo a mi sobrina, no le gusto, dijo que no usaba minifaldas.
A Paula (la sobrina de mi cu�ada) le fascino.
DIALOGO
Yo: �la queres?
Paula: claro que si.
Yo: provatela, si te queda, es tuya.
Paula: me la pongo, y vengo para que veas como me queda.
As� lo izo, le quedaba hermosa, bien apretada, ajustaba bien su culo, y apenas lo tapaba.
Es tuya le dije, y sonriendo, con su carita llena de alegr�a, me abrazo fuerte y sent� sus tetas duras y mir�ndome fijo a los ojos me dio un beso en la comisura de los labios.
Cuando me estaba yendo, me pregunto si iba al pueblo, y la pod�a llevar y as� lo hice.
Al subir al auto, le dije que se pusiera el cintur�n de seguridad. No pod�a as� que lo hice yo, roz�ndole una teta con mi mano, me miro de forma picara y sonri�.
De repente se le escapo un grito UYYY NOO!!!!!!!. Le pregunte que pasa, dijo no me cambie.
Ten�a puesta la pollera que le hab�a regalado, y cual es el problema dije.
Es que yo sal� de casa con pantalones, y no puedo llegar con otro ropa, entendes, mi mami puede pensar mal, voy a tener que dar muchas explicaciones.
Si en la bolsa traes el pantal�n, c�mbiate y listo le dije.
Y respondi� entre nervios y verg�enza, hay un problema, volvamos dijo, le explique que ya est�bamos a 20 kil�metros. Para esto hab�a estacionado el auto a un costado de la ruta, debajo de unos �rboles.
DIALOGO
Yo: �pero cual es el problema?
Ella: no tengo bombacha.
Yo: dale, prometo no mirar.
No estaba muy combensida, pero no le quedaba otra, as� que acepto, mientras yo me as�a el distra�do, desabrocho el bot�n, bajo el cierre, pero cuando quiso bajarse la pollera le fue imposible. Estaba tan ajustada y sentada en la butaca no pudo hacerlo.
Se puso a llorar como una nena.
No llores yo te ayudo le dije, resignada acepto, con un par de movimientos se la saque.
Quedo con su culito al aire, delate mi�, estaba m�s buena de lo que yo imaginaba.
Segu�a llorando, ya no tengas verg�enza le dije, y la sent� sobre mi, abraz�ndola fuerte pero segu�a llorando, entonces la recost� en la butaca, le abr� las piernas y comenc� a chuparle su rosada conchita, unos instantes despu�s paro de llorar y empez� a gemir sin parar, le desabroche la blusa que ella se encargo de sacarse, no tenia corpi�o, sus tetas eran de tama�o promedio, sus pezones rosaditos y chiquitos.
Me baje el pantal�n, y me la sub� enzima, yo la tenia dura y ella ya estaba h�meda, la penetre hasta el fondo, ella me abri� la camisa y comenz� a besarme, mientras que con cada empuj�n que llevaba mi pija, se le escapaba un grito de placer.
Al acabar dijo, d�jamela adentro, y se quedo recostada sobre m�, sus tetas parec�an 2 pelotas que me apretaban el pecho.
Despu�s de un rato, reanudamos la marcha.
Ella iba callada, hasta que en un momento dijo, mi piel esta impregnada de tu perfume.
Va a ser mejor que te des una ducha, antes de llegar a tu casa. Esta bien contesto.
Paramos en mi casa, entramos y le indique donde estaba el ba�o, se bajo la pollera delate mi� y entro, yo estaba al palo, me desnude, y tambi�n entre al ba��.
Ella estaba bajo la ducha, veni dijo, me agarro de la nuca y comenz� a besarme sin parar.
La puse contra la pared, y agarr�ndola de la cintura la levante, dej�ndola bajar sobre mi pija dura, mientras se la iba enterrando toda en su conchita, con sus piernas me rodeo la cintura, en esa posici�n empezamos a movernos al comp�s del sexo, hasta acabar.
Luego se arrodillo y comenz� a mam�rmela. Cuando mi pija empez� a latir a punto de acabar nuevamente, le dije que se levantara y se diera vuelta.
Giro, le dije que bajara la cabeza sin doblar la piernas y as� lo izo abriendo las piernas.
La agarre de la cadera y la traje hacia mi, penetr�ndola por el culo, se le escapo un grito, y recuerdo que dec�a no me la saques, mas fuerte, mas fuerte, mas adentro. Hasta que de repente explote y le revalse el culo de leche, la que le corr�a por sus piernas.
Al terminar la lleve a su casa, aunque de tanto en tanto viene y tenemos marat�nicas sesiones de sexo, alucinantes.
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Relato: LA MINIFALDA ENCANTADA
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