Les voy a compartir mi experiencia para que se animen a
mandarme las suyas, las mas er�ticas e interesantes las incluir� en mi tesis y
de ser posible buscar� la forma de publicarlas yo solo servir� de correctora de
estilo d�ndoles, en caso que no lo tengan un toque de relato, algunas de ellas
tambi�n las subir� a esta pagina para compartirlas con todos, siempre usar� el
seud�nimo TE CALIENTE, y la protagonista llevara el nombre de ABRIL, usare
lugares, fechas y personajes cambiados, pero garantizo que ser�n casos reales
como el que ahora les relato:

A Abril jam�s le hab�a preocupado su relaci�n con los
hombres, tuvo varios novios de los de "manita sudada" desde los nueve a�os y
nunca pasaron de besitos en los labios y caricias muy espor�dicas en lugares
prohibidos como pompas y senos pero jam�s un verdadero faje y much�simo menos
una relaci�n sexual a pesar de ser una chica bonita sin ser nada fuera de lo
com�n, ten�a un cuerpo nada envidiable excepto en las caderas que s� destacaban
por ser bastante amplias y cintura estrecha terminando en muy agraciadas nalgas.

Cuando Abril ten�a 17 a�os y mas de un a�o sin novio fue
cuando comenz� a sentir el alboroto hormonal que de hecho se hab�a tardado en
manifestar de una forma seria, tal ves por que siempre estuvo en escuelas de
monjas, tal ves por la fuerte influencia de sus padres para los que siempre todo
fue tab�, o lo mas probable que ella misma rehu�a del sexo pues era algo que
sab�a que alg�n d�a llegar�a pero realmente no le agobiaba ni le quitaba el
sue�o.

En sus ratos libres Abril se dedicaba a asistir a un
orfelinato de ni�os y ni�as de dif�cil adopci�n por distintas causas entre ellas
por edad hab�a desde 6 hasta 14 a�os o alguna incapacidad f�sica principalmente
par�lisis cerebral, todo organizado por las monjas que dirig�an su escuela, iba
Abril dos s�bados al mes, ense�aba juegos, actividades deportivas, manuales o
art�sticas, ella lo que mas le gust� siempre fue ponerlos a escribir obras de
teatro y representarlas. En una ocasi�n se organiz� un campamento de verano con
todos los ni�os de la instituci�n a un lugar en la monta�a donde la congregaci�n
de las religiosas ten�a una hermosa casa de campo a donde se ir�an por una
semana completa con 5 monjas, 10 alumnas, 20 ni�as entre 8 y 13 a�os y 10 ni�os
entre 6 y 14 a�os, los dividieron por grupos de edades y condici�n f�sica, a
Abril le toco los mas grandes y un ni�o y una ni�a con par�lisis leve, el ni�o
fue Adri�n un chavito de 14 a�os muy guapo, alto y en extremo simp�tico que
siempre se ganaba a todas las personas que lo conoc�an, su problema fue que al
nacer le falt� oxigenaci�n y provoc� leve par�lisis que se le nota solo en un
renqueo al caminar, su padre los abandon� a el y a su madre casi al nacer y su
madre lo dejo en un orfanato a los dos a�os argumentando que ir�a a buscar
trabajo a los Estados Unidos, desde entonces nadie sabe nada de ella y el ni�o
permaneci� en la instituci�n hasta los 5 a�os cuando lo cambiaron a esta otra
fundaci�n por no haber podido ser dado en adopci�n, Abril lo conoce desde hace 3
a�os que es cuando empez� a trabajar en ese lugar, por la poca diferencia de
edad se hicieron muy amigos, se platicaban mucho y Adri�n la tomo de confidente,
una de las cosas en que ambos coincid�an es el terror a los tormentas
el�ctricas, temor que adem�s manten�an en secreto para evitar las burlas, en el
caso de Adri�n, de sus compa�eros.

Transcurrieron los primeros d�a de diversi�n, una ma�ana el
grupo decidi� salir a de paseo por la monta�a hacia un riachuelo que corr�a
pr�ximo a la finca, todos excepto las monjas decidieron meterse al r�o y
refrescarse ya que a pesar de la altura del lugar hac�a mucho calor tanto por el
clima como por el esfuerzo de la caminada, as� vestidos como estaban, solo
quit�ndose zapatos y calcetines nadaron y chapotearon en las tranquilas aguas,
mas tarde comieron y jugaron hasta que unas amenazadoras y negras nubes los
hicieron regresar apresurados a la casa, por el camino la lluvia los alcanz� y
empap� a todos hasta los huesos, por el problema al caminar de Adri�n su grupo
se retras� un poco, los dem�s al llegar se les indico que se fueran a tomar un
ba�o y ponerse ropa seca, al llegar el grupo de Abril, les toco turno de ba�o
pero ya Ard�an ven�a con dolor de cabeza y un poco de fiebre, despu�s de cenar
Sor Matilde pidi� a Abril que llevara al ni�o a acostar y que le diera una
aspirina para bajarle la temperatura para eso afuera no paraba de llover,
parec�a que el cielo se caer�a en cualquier momento, mas tarde todos se fueron a
sus cuartos a descansar, Abril se qued� cuidando a Adri�n en la habitaci�n de
los ni�os pues la fiebre no ced�a y el aguacero empeoraba transform�ndose ahora
en una recia tormenta el�ctrica, del cansancio y a pesar de los rel�mpagos y
truenos a los dem�s ni�os los venci� el sue�o, pero entre la fiebre y el miedo
Adri�n no pod�a dormir.

La �ltima vez que Abril le tom� la temperatura ten�a 39� y
medio, alarmada le pidi� que se levantara y fuera a darse un duchazo con agua
tibia para poder estabilizar la calentura, Adri�n se rehus� a ir solo al ba�o
pues ten�a p�nico a los truenos, Abril no quiso despertar a las hermanas para no
alarmarlas y decidi� llevarlo ella misma, ya en el ba�o le indico al ni�o que se
quitara la pijama y que se metiera a la regadera en calzones que ella lo
esperar�a en el vestidor, Adri�n obedeci� se sac� la ropa y se meti� a la
regadera, estando a dentro le grito a Abril que le dol�a mucho la cabeza que por
favor le ayudara pues se sent�a muy mareado, de inmediato Abril se acerc� a la
ducha vio al ni�o temblando de fri�, sin propon�rselo y sin querer no pudo mas
que asombrarse al observar al muchacho a quien siempre ha visto como un ni�o,
una espalda musculosa y firme, piernas largas una de ellas bien torneada y la
otra mucho mas delgada por la par�lisis que le afecta, bajo el mojado calz�n se
le marcaban las nalgas, Abril quiso desviar sus pensamientos, se quit� el su�ter
para no mojarlo y tom� al ni�o de la mano para hacerle saber que estaba junto y
no caer�a, el le dijo que ten�a mucho miedo y que se sent�a muy mal, ella cerr�
la llave del agua en el momento en que un fuerte rel�mpago secundado casi de
inmediato de un estruendoso ruido hizo que los dos se abrazaran fuertemente, el
mojado y casi desnudo se aferro a la cintura de Abril, ella lo ci�� fuertemente
pasando sus manos por la suave y firme espalda del ni�o quien no la soltaba por
el miedo, Abril deseo que siguiera tronando pues el ahora varonil cuerpo ya no
era del chamaco con quien jugaba cada quince d�as sino el de un hombre apenas
alejado de la infancia, en un siguiente trueno aprovech� para tomar sus brazos y
besar sus mejillas consol�ndolo con dulces palabras, el chico la abrazaba mas
fuerte presionando su pecho contra sus senos, el desnudo ella vestida, Abril
recorri� la espalda de Adri�n y comenz� a besarlo en el cuello, luego en los
hombros, sus manos segu�an bajando cuando de repente comenz� a sentir un
abultamiento en el calz�n del chico, en lugar de apartase baj� mas sus manos
hasta llegar a el resorte de la truza asiendo mas f�rreamente a Adri�n hacia
ella sintiendo el bulto de la entrepierna del joven quien por reflejo respondi�
los besos acariciando a su compa�era , los dos sin pensar, fren�ticos, hirviendo
ya no por la fiebre patol�gica de el joven si no por una que los invad�a a
ambos, Abril bajo las manos y tomo las nalgas del ni�o a su ves Adri�n tomo
sobre la blusa los firmes pechos de Abril, acariciando, oprimiendo, desesperado
puso sus labios en los labios a la chica, ese fue su primer beso o lo que mas se
le acerco a uno, ella le tom� la cabeza y correspondi� a la caricia corrigiendo
el fallido beso que la inexperiencia de el le dio, ella meti� la lengua en la
boca de Adri�n y caricia tras caricia se besaron largamente, al fin Adri�n se
animo a quitar poco a poco los botones de la blusa de Abril hasta que totalmente
abierta pudo meter sus manos y acariciar sus pechos sobre el blanco sost�n de
algod�n, Abril r�pidamente se despoj� de la blusa.

A ninguno de los dos les importo o mas bien ni se acordaron
de donde estaban ni que Abril era la encargada de cuidar a Adri�n y que el era
un ni�o hu�rfano e inocente. Continuaron con su fiebre privada, Abril meti� la
mano bajo el calz�n de Adri�n tomando su ya r�gido pene al tiempo en que se
hincaba para quitar la prenda se asombro al ver ese miembro moreno con escaso
bello que ella solo hab�a visto en fotos de sus libros de anatom�a pues por su
dura educaci�n ni siquiera en pel�culas o revistas, el muchacho qued� extasiado
pues la �nica mano que lo hab�a tocado era la suya ya que en variadas ocasiones
se hab�a masturbado como es propio en un joven adolescente, pero esto era mucho
mas de lo que el hab�a so�ado, aunque en casi todos sus sue�os h�medos la
protagonista era ella, su mejor amiga, la chica a la que secretamente hab�a
deseado, Abril. Pero este no fue un sue�o ni mucho menos un delirio ocasionado
por la enfermedad, era real.

Abril con curiosidad le acarici� y bes� los test�culos
provocando un leve gemido en su amigo quien se aferro de la cabeza de la chica
suplic�ndole que no se detuviera, ella beso el pene y se lo meti� a la boca
asi�ndose de los gl�teos del adolescente, en un momento se puso en pie y
traviesa mente abri� la llave del agua empapando el resto de su ropa, el le
comenz� a quitar el pantal�n, ella le ayudo, as� Abril qued� solo con su linda
ropita interior totalmente mojada, se le transparentaban los pezones en el
sost�n y el monte de su sexo bajo el panty, Adri�n apart� los tirantes del
sujetador y por el frente lo desabrocho y dejo libres los hermosos senos de
Abril de inmediato tomo en su boca un pez�n y con ambas manos las dos tetas
manose�ndolas, a pesar de su inexperiencia Abril comenz� a gemir de placer,
ahora el que se hinc� fue el para bajar el bikini dejando al descubierto su sexo
y sus nalgas, la tomo de la cintura deslizando sus manos por las fabulosas
caderas y terminando en sus hermosas trasero, con el agua corriendo sobre su
cara acerc� la boca al bello p�bico para besarlo recorri� las piernas con sus
manos separ�ndolas para dejar al descubierto los labios de la vulva y meter su
cabeza para mordisquear y besar todo su sexo, Abril dej� escapar un gemido que
hizo detenerse a Adri�n de inmediato, Abril tom� la cabeza del chico y casi
literalmente la encaj� entre sus piernas obligando al muchacho a continuar en
donde estaba, �l feliz sigui� con su tarea hasta que por primera ves en su vida
Abril explot� en un fuerte orgasmo que hizo que se le doblaran las piernas
chorreando en fluidos vaginales dentro de la boca de Adri�n quien segu�a sin
parar ocasionando uno tras otro una gran oleada de �xtasis, los dos cayeron
lentamente al suelo de la regadera bajo la calida lluvia que esta les
proporcionaba, bes�ndolo ardientemente Abril se coloc� al acostado en el suelo y
Adri�n encima de ella, separ� las piernas y recibi� ansiosa la cabeza de el
viril instrumento de su ahora amante quien despu�s de fallar varias veces al fin
meti� poco a poco su miembro, a ella se le sali� una lagrima de dolor y corri�
por el agua un hilito con la virginidad de Abril, ella cerro los ojos y apret�
los dientes pues la envestida realmente la lastim� mas poco a poco sinti� un
leve calor en su sexo que fue aumentando conforme Adri�n entraba y sal�a de ella
poco a poco y como un experto, ese calor se transformo en un instante en fuego
que recorri� desde interior de sus piernas hacia abajo llegando a la punta de
sus dedos y subiendo a la cabeza hasta terminar en un fuerte grito que Adri�n
contuvo al besar con pasi�n la boca de su amante al mismo tiempo en que el
soltaba su semen en ella fundi�ndose ambos en la gloria.

Terminaron abrazados bajo la constante precipitaci�n calida
de la regadera, sin decir palabras, asombrados de lo que hab�a sucedido, felices
cerraron el grifo salieron, se secaron y reuniendo varias toallas para cubrirse
con ellas y salir a hurtadillas del ba�o con sus ropas mojadas en la mano, �l se
fue a su cuarto y ella al suyo, todo en silencio y todas las compa�eras para su
fortuna totalmente dormidas.

A la ma�ana siguiente en le desayuno solo se expresaron una
leve sonrisa que fue suficiente para expresar lo que pensaban, los dem�s d�as
pasaron sin mas contacto que el que tiene una educadora con sus ni�os y de
regreso a la civilizaci�n se volver�an a encontrar muy poco ya que Abril por
azares del destino cambio de residencia y jam�s volvi� a ver ni a saber nada de
su primer amor aunque siempre lo record� como una de sus mejores experiencias
vividas.