Empezar� por presentarme: Me llamo Carlos, tengo 32 a�os y
soy soltero aunque nunca me ha faltado mujer cuando me ha apetecido.
La historia que les quiero contar empieza este verano, cuando
mi amigo Alfonso me llama diciendo que se acaba de separar de su mujer y que me
invita a su granja a pasar unos dias de vacaciones. Alfonso es naturista, y vive
desde hace tiempo en una granja muy bonita a unos 45 km. de Alicante. Yo acepto
su invitaci�n y all� que me presento a mediados del mes de julio.
Al llegar lo primero que me sorprendi� es que no me encontr�
a Alfonso triste, todo lo contrario, estaba euf�rico. La primera noche salimos
de juerga a un pub de un pueblo cercano (benidorm), yo intentaba ligar ya que en
�ste pueblo hay muchas turistas borrachas que solo quieren follar. Alfonso
pasaba mucho de las tias, pero yo hab�a encontrado a dos inglesas de unos 25
a�os hiper-guarronas y muy putas que estaban muy salidas, y un poco drogradas.
Le convenzo a Alfonso para que nos las llevemos a su casa y follarnoslas (yo
estaba muy contento); a ellas les ven�a de perlas ya que eran mochileras y
estaban hasta el gorro del camping. Pillamos el coche para dirigimos a la casa
de Alfonso, mientras hac�amos bromas con las petardas que llevabamos en el
coche. Dijeron llamarse Susan y Mary y hablaban bastante el espa�ol. Las dos
eran rubias e hiperblancas...un pococon cara peponas...pero tenian un culo duro
y buenas tetas.
Al llegar a la casa nos recibio la perra de Alfonso, que se
llamaba Leia, una perra labradora muy guapa.
Ya en la casa empezo la sucesi�n de acontecimientos t�pica:
tomar copas y elegir pareja. A mi me daba igual a quien tirarme, ya que las dos
eran parecidas (se parec�an un poco a Melissa Joan Hart, la de cosas de
brujas, aunque un poco mas feas), as� que me met� en una habitaci�n con
Susan y empec� a lamerle el co�o mientras ella me chupaba la polla...la verdad
es que estaba bastante borracha y no lo hac�a muy bien...pero yo le dec�a si le
gustaba como le chupaba el co�o y ella me dec�a of course y yo me re�a.
La verdad es que estaba muy, muy borracha, cuando no colgada de alguna droga.
Ten�a el co�o que le tiraba muchas babas, y le ol�a tambi�n bastante, ya se sabe
que las mochileras no se pueden lavar todos los d�as.
Al rato cambiamos de postura y le met�a la polla en el co�o
que debido a lo muy lubrificado que estaba (no hac�a mas que tirar babas) se
metio como si tal cosa y empeze a empujar en el co�o de la chavala. En eso que
entr� Alfonso y me dice que la otra tia (Mary) estaba hiperborracha y si no
ser�a mejor que nos las tiraramos a las dos en la terraza interior para que les
de el aire. Le digo que vale...y le saco la polla del co�o a la Susan, que
estaba como en trance...diciendo cosas en ingles que yo no entend�a. La llevo de
los brazos a la terraza y Alfonso hace lo propio con la otra tia, que tambi�n
estaba como inconsciente. Le digo a Alfonso si ya se la ha follado y me dice que
un poco...hasta que la tia a empezado a quedarse como medio dormida...entonces
le digo que se folle a la mia que yo me follar� a la suya. Cojo a la Mary y se
lameto hasta el fondo con el mismo resultado que con Susan...ten�a el co�o
encharcado y la polla se desliza como si nada. Alfonso hace lo propio con la
otra pedorra y se la mete. La verdad es que teniamos a las tias como en un
estado de simi-inconsciencia. En eso que veo que entra la perra de
Alfonso(Leia),y se acerca a el y empieza a lamerle y atosigarle. El para de
follarse a Susan que esta como dormida y me mira...yo me quedo extra�ado y me
dice con cara de verg�enza que me quiere contar una cosa. Yo le digo: -Joder,
y no puede ser en otro momento que me estoy follando a una rubia- y me
contesta: vale cuando acabes te lo cuento pero no te sorprendas... y coge y se
pone detr�s de la perra y empieza a hacer esfuerzos para metersela. Yo me quedo
helado y en el acto paro de follarme a Mary, mirando lo que hac�a Alfonso.
El se empez� a reir y me dijo: -quieres probar...desde que yo
he probado no lo puedo dejar-. Tanto Mary como Susan se hab�an dado cuenta de
que hab�amos parado de follarlas y de lo que intentaba Alfonso y se empezaron a
reir. Entonces me animaron para que se la metiese a la perra...que en Escocia
era muy habitual entre los hombres el follarse a las ovejas y que les
encantaba...y que ese era un motivo por el que las escocesas iban tan
necesitadas...los hombres preferian follarse a las ovejas que a las mujeres.
Yo me estaba riendo creo que de nerviosismo ante tanta
insistencia...pero dije:-vale...se la meto un poco a la perra y seguimos con lo
nuestro...-. As� que dejo a Mary que empez� a amorrearse con Susan mientras
Alfonso parec�a animarse, dici�ndome que ten�a que meterla poco a poco, que me
iba a costar mucho esfuerzo el meterla, yo le dije que ten�a el condon lleno de
mermelada de co�o inglesa y que iba a entrar como la seda, ...y...me equivocaba.
Empez� a intentar metersela y no entraba... y la verdad es que me daba ya el
gusanillo de metersela a la perra... Alfonso me indic� la postura adecuada...la
intente y le introduje el glande en el co�o de la perra...y dios....como
apretaba...que gusto mas grande...de pronto el co�o de la perra subcciono
mi polla como si fuese una aspiradora...era increible...que apretadito que
estaba...que caliente...yo estaba alucinado...Alfonso se re�a y me dec�a...ves
como el la ostia el co�o de la perra. Yo estaba extasiado, era tan diferente al
co�o de las tias...mucho mejor...subccionaba mi polla y me daba mucho gusto, ya
que nunca hab�a sentido eso de que te subcione la polla, porque el co�o de una
mujer no hace eso, era mucho mas estrechito...se sent�a mas...y estaba mucho mas
caliente. Me corr� sin remedio...y me quede....parado, alucinado, extasiado.
No sab�a que decir, pero era consciente que algo hab�a
cambiado en mi percepci�n del sexo. Alfonso se la metio a la perra...yo me fui a
lavar y volv� teniendo presente que ten�a que cumplir con Susan y Mary, aunque
con el deseo de volver a metersela a la perra. Me enroll� con Susan pensando que
al metersela ver�a que era igual al co�o de laperra...y al metersela vi que no.
Me entristecio pero ese co�o solo se limitaba a abrirse y enfundarse mi polla,
pero ni me subcionaba la polla, ni la sent�a tan apretada, ni me daba casi gusto
en comparaci�n con la perra. Empuj� en el co�o de Susan pensando que estaba
haciendo flexiones y sin querer correrme para as� volver a metersela a la
perra... (mas adelante las proxima entrega).
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