Me hab�a aprendido los horarios en los que ellos estaban en
casa, y a esas horas me daban los mas sorprendentes espect�culos, de ese tema no
se los dec�a a mis compa�eros, debido a que no quer�a que mi �rbol se
convirtiera en un circo, y en mi pensar, sabia que el joven y yo �ramos
c�mplices. A mi me gustaba ver y a el ser observado.

Un d�a de esos en los que me sub� al �rbol a mirarlos, vi
algo extra�o. Hab�a una cama en el centro del patio, eran mas o menos las cinco
de la tarde, y me sorprendi�, ese d�a me hab�a hecho tarde en subir al �rbol ,
pens� que todo hab�a acabado. En eso veo que Ernesto (como supe que se llamaba
despu�s el joven), pon�a una mesa peque�a una botella de champang al costado de
la cama; muchas almohadas, estaba desnudo, a pesar de estar solo estaba con su
verga dura, al aire, la escena me excitaba tanto. Cuando veo regresa del cuarto
con una hoja y escribe con un plum�n en letras grandes, "No te pierdas ning�n
detalle". Me puse nervioso, quise bajarme del �rbol, pero mi morbo me lo
impidi�.

Despu�s de quince minutos, veo que llega Cristina (la
esposa), con ropa de calle, el le dices algo, la comienza a besar, el se sienta
en la cama, y la va desvistiendo empezando del pecho. La besa, la desnuda,
apreta su culo, ahora la deja solo en bragas, se pone de pie, la lleva de la
mano, hasta acostarla, abre sus piernas y comenz� a mamarle el co�o, le hizo una
sopa, su culo lo puso en direcci�n a mi, ella se aferraba a las sabanas, cuando
le mamaba el co�o, y le apretaba las tetas. Cambia de posici�n, ahora el se
sienta, la coge del pelo, y hace que su boca vaya a la verga suya. Ella mama, y
ahora tambi�n el culo de ella queda en direcci�n m�a, veo que una mano de �l,
busca el culo de su mujer, ella se arrecha mas y se mueve cuando el dedo de el
encuentra su agujero. No puedo escuchar lo que le dice, pero al parecer era la
orden de que se siente sobre el, ella hace eso, y comienza a cabalgarlo, as� un
rato. Cambian de pose, el se pone de pie, ella se acuesta, el busca un copa de
champag y se la roc�a en el pecho, en la chucha de la mujer, comienza a comerle
otra vez el co�o, pone las piernas de ella, en sus hombros y la penetra, con
mucha fuerza, la voltea y la pone en cuatro, todo eso sin dejar de mirar hacia
el �rbol, le besa la espalda de su mujer. Yo ahora miro todo desde mis
binoculares.

Ahora noto algo raro, el le dice algo y ella se para r�pido,
busca una sabana y se tapa, no se que es lo que esta pasando, pero el se�ala el
�rbol. No quiero moverme aun, me arreglo el pantal�n y veo la forma de bajar,
pero en eso veo que el se acerca a besarla y ella se calma. Ahora El se para
mira hacia el �rbol y me hace se�as para que vaya, otra vez, trae una hoja de
papel y escribe, "ven por la puerta de adelante". Yo instintivamente lo hice.
Baje r�pido y sal� de la casa.

Sal� de la casa y dije que me ir�a al Nintendo, que regresaba
en una hora. Golpeo la puerta y me abre Ernesto, tra�a solo una toalla alrededor
de su cuerpo.

Mec�nicamente lo sigo, hasta el patio, veo que ella tiene una
copa en la mano, me dice, asi que tu eres el responsable de que Ernesto me culee
con mas ganas?. A mi claro que me sorprendio que ella me diga eso.

El me toma de la mano, y me hace sentar en la cama, veo como
cae la toalla de su cuerpo, ella mira con desconfianza la escena, con una mano
toma la mia y hace que coga su huevo, Cristina se quiere poner de pie, pero el
le dice, ven, arrodillate y mamale su huevito a nuestro invitado. A rega�aientes
ella accede. Abre el zipper de mi short y saca mi verga dura y humeda, la mama
con mucha gracia, yo ahora estoy con la verga de Ernesto en mi boca, me sentia
confundido y excitado. Separa mi boca de su verga y me despoja de la camiseta
que traigo puesta. Su mujer me quita el pantal�n, me acuestan a la cama, yo no
podia poner trabas a los que ellos hacian, solo obedec�a y me dejaba llevar.

Ahora ella sige mamando mi verga y el se pone sobre mi, con
su verga a la altura de mi boca, la tomo con las dos manos, y la meto a mi boca
con fuerza, la mamo, nunca lo habia hecho, quizas lo aprendi de ella, al mirarlo
hac�rselo.

Sigo acostado, cambian de sitio, ella ahora pone su chucha en
mi boca, y el separa mis piernas, mete su cara debajo de mis huevos y con su
lengua busca mi culo, trae una peque�a barba, de pelos gruesos, que hacen que me
excite mas, con su lengua busca el agujero de mi culo, lo besa, me muerde en las
nalgas y su barba hace que un escalofrio recorra mi cuerpo, en medio e todo ese
gusto tenia la chucha de ella en mi boca, en eso cuando el muerde mi culo, yo le
muerdo su cl�toris, despacio, ella toma con sus manos mi cabeza y me dice, asi
hazlo asi...

En unos 5 min en esa posici�n, el veo que separa mis piernas,
y las lleva alrededor de su cintura, ella solo voltea a mirarlo, con una cara de
sorpresa, o de rabia, no se como llamarlo, su verga dura ahora estaba entre mis
nalgas que no oponian resistencia, siento que la va metiendo lento, y con muchas
ganas, ahora cuando tenia adentro una parte de su huevo, la mete de uno solo,
quize soltarme, pero el sostenia mis piernas, dejo de moverse, con una mano,
tomaba mi verga y la sobaba. Cristina se paro de encima mio, y se sento a mirar
el espect�culo, yo estaba rojo de verg�enza. El se movia circularmente, por
momentos dejaba de moverse y hacia que sienta todo el tama�o dentro mio.

estaba que gemia con fuerza, Cristina, estaba tomando vino, y
me decia, g�zalo, gozalo, lo unico que el sabe hacer es culear. Me saca su verga
y me dice volteate. Cristina en eso le dice, parece que encontraste una nueva
puta, verdad?.

Me quer�a parar, y salir de all�, pero el placer que estaba
teniendo me ataba a esa cama. Las palabras de ella solo me sonaban a envidia y
me excitaba mas, en cuatro siento como el se pone sobre mi, y me muerde por el
cuello, sent�a su pija dentro m�o, que la sacaba y met�a con muchas ganas, me
mord�a y le dec�a a su mujer, si solo dejaras que te reviente el culo esto no
estar�a pasando. Siento que se mueve mas r�pido, y sent� algo dentro de mi. La
saco y le dijo a Cristina, ven dale una mamada, de las que solo tu sabes darme.

La mujer le obedeci�, parece que su raz�n estaba atada a sus
deseos, yo me pare, busque mi ropa, sin pronunciar palabra, me vest� y me
marche. Cuando estaba y�ndome escucho que Ernesto me dice: "Te animas a venir
otra vez"

Cristina segu�a mamandole la verga a su esposo. Ella tampoco
dijo nada...

Golpee la puerta de mi casa, alegando que me orinaba, fui al
ba�o y me quede un buen rato all�, solo ba��ndome y pensando en no volverme a
subir a mi �rbol y con la idea de que me gusto haber sigo cogido por el.