Elisa, Mi Amor (amor filial)
Se como Elisa aprendi� de la vida y del sexo de la manera mas infortunada
para luego tornarse en algo placentero en las manos de su familia�
Primera Parte
"La Primera Vez"
Hola, mi nombre es Elisa, tengo 23 a�os y desde hace unos
d�as, estoy viviendo en la capital de mi pa�s. Esta es mi historia:
Nac� en un pueblito del interior, en donde viv�amos casi
aislados. Mi madre muri� despu�s de si alumbramiento y desde ese momento qued�
al cuidado de los hombres de mi casa: mi padre Javier, mi hermano Guillermo y mi
abuelo Sebasti�n. Se dedicaron a cuidarme y a verme crecer.
Estudi� en el pueblo y a mis 14 a�os, ya estaba a la mitad de
mi secundaria cuando lleg� al pueblo un maestro nuevo. Era una persona afable y
muy instruida, as� que lo acogieron con benepl�cito de todos los lugare�os.
Durante las vacaciones vino al pueblo a visitarlo su hijo, Luis quien tenia 17
a�os. Me pareci� lindo, pero yo nunca hab�a tratado con muchachos y menos con
uno de la ciudad; mis amigos eran del pueblo y hab�amos crecido juntos
pr�cticamente.
Comenzamos a charlar, pues el iba al colegio a buscar a su
padre y nos hicimos amigos. El me dec�a cosas lindas y me tenia ilusionada,
cont�ndome cosas de la capital y dici�ndome que yo era especial� yo le cre�a y
para mi, lo que el dec�a era sagrado para mi.
Cuando me invit� a pasear al lago, retirado del poblado, no
tuve razones para negarme, nos fuimos all� y sentados, me tom� de la mano y me
dijo que yo le gustaba, me hizo sonrojar; se acerc� y me bes� en los labios,
mordiendo un poco mi labio inferior. Aquella caricia aceler� mi pulso y mis
mejillas se colorearon de nuevo.
Puso su mano en mi cuello, para besarme de nuevo, mientras me
dec�a que era hermosa (no soy muy alta, pero si mas que las otras chicas del
pueblo. Mi estatura es de 1.70 y pesaba, para ese entonces, unos 50 kilos.
Bastante espigada y desarrollada para mis 14 a�os. Mis pechos eran llenos sin
llegar a ser demasiado protuberantes y mi trasero era redondo y resping�n, como
me dec�a el abuelo, cuando se tomaba su licor) baj� su mano muy despacio, hasta
que la puso sobre mi pecho, para ese momento yo estaba embobada por las palabras
de Lu�s y no me pareci� mal la caricia. Mi mir� y yo a �l, pero no not� la
lujuria que se apoderaba de �l y la sonrisa de triunfo al tener uno de mis senos
en su mano. Lentamente me abri� la camisa y acarici� mis pechos con sus mano,
apretuj�ndolos un poco, presi�n que me hizo gemir� me agradaban sus caricias.
Durante un tiempo se dedic� a chupar y sobar mis pechos y
como me gustaba lo dej�, pensando en que me quer�a y no estaba mal. Cuando
mordi� uno de mis pezones y grit�, inmediatamente me golpe� el rostro con la
mano abierta. Lo mir� asombrada y �l, tapando mi boca, me dijo:
- Si haces alg�n ruido te golpeare hasta dejarte sin sentido,
as�
Asent� mas asustada aun y vi como se incorporaba y
desabrochaba su pantal�n, sacando un trozo de carne que no era muy largo, pero
si algo regordete. Lo mir� y mov� mi cabeza neg�ndome, lo que me vali� otra
cachetada. Sin ninguna compasi�n meti� su verga en mi boca, atragant�ndome y
haciendo arcadas por el deseo de vomitar y Lu�s me tom� por el cabello, tirando
de �l, sin pena, dej�ndome el cuero cabelludo latiendo y dijo:
- M�mamela, perra! Y mucho cuidado con lastimarme, porque
te juro que te mato a golpes.
Yo hice lo que me dec�a, pues estaba verdaderamente asustada
con aquello en lo que Lu�s se hab�a convertido, parec�a otro� Dej� que me
condujera a su modo, gui�ndome por el cabello, mientras sent�a su verga completa
en mi boca, a la que entraba a duras penas. Parec�a un animal en celo, bufaba y
hacia una cantidad de ruidos extra�os, y me dec�a cosas sucias:
Si� puta� as� m�mamela� ch�pamela� te la meto� ahhh� Te
follo tu boquita� zorra� ch�pala, ch�pala�.
Yo lo hacia y cada vez que llegaba su polla al fondo de mi
garganta sent�a las ganas de vomitar pero eso a �l parec�a no importarle. Con la
otra mano, retorc�a cruelmente mis pezones, estir�ndolos tanto, que pens� que
quer�a arranc�rmelos� las l�grimas corr�an por mis mejillas sin que yo pudiera
evitarlo y parece que eso lo enardec�a m�s, pues empujaba con mas velocidad su
verga en mi boca.
Si bien yo nunca hab�a estado con nadie, no era desconocedora
del tema del sexo, pues siempre se hablaba de eso y una escuchaba as� que sab�a
perfectamente que era lo que Louis hac�a, pero lo que no entend�a era que por
que yo� En ese preciso momento, par� y yo lo mir� aterrada, pues ahora
pellizcaba mis senos con sus dos manos y con una crueldad que no lo pod�a creer.
Se ensa�aba con mis pezones, retorci�ndolos y mordiendo mis pechos hasta
hacerles moretones.
Me arrastr� del cabello hasta unos matorrales y all� me
levant� la falda, para arrancar de un tir�n mis bragas. Se baj� mas los
pantalones y me separ� las piernas, en aquel momento forceje� y el volvi� a
cachetearme dej�ndome medio ida, por el golpe. Meti� su mano en mi entrepierna,
mientras la otra segu�a su trabajo en mis pechos, que ya no sent�a, de golpe
meti� un dedo dentro de mi vagina, eso me hizo gritar y el grito me cost� un
nuevo golpe. Sent� como hurgaba dentro de mi, yo estaba seca, lo que lograba que
el dolor fuera insoportable y muy asustada y llorando le supliqu�:
-No! Por favor� d�jame� si quieres yo te la sigo chupando,
todo lo que tu quieras, pero no me lastimes.
- C�llate � me grito y de nuevo golpe� mi rostro.
Se acomod� entre mis piernas y de un solo empuj�n me dej� ir
todo aquel gordo pedazo de carne, que se ve�a hinchado por el tiempo en que se
lo hab�a mamado, justo cuando iba a gritar al sentir como romp�a mi virginidad,
meti� mis bragas en mi boca y comenz� a entrar y salir de mi, con su mano
continuaba martirizando mis senos, pero yo ya no los sent�a, pues la carne se
hab�a dormido de tanto maltrato. �l, que no paraba, dec�a entre jadeos y
gemidos:
Si� ahhh�. Que rica cuca�. Esta apretada y caliente�
zorra� tus tetas son riquisimas� si� te la meto toda�. Te cojo�
Aceler� su movimiento de mete y saca, lo que no le costaba
tanto, pues parec�a que estaba lubricada, apret� mis pechos de manera brutal y
tens� su cuerpo, dejando escapar los chorros de su leche dentro de mi. Bram�
como loco y luego cay� encima m�o, mientras sus manos no soltaban mis tetas, de
las que aferraba los pezones como si quisiera arrancarlos� Cuando se incorpor�,
pude ver su sonrisa de triunfo, sac� mis bragas de mi boca y se limpio el semen
y la sangre con ellas y luego me las tir� en la cara. Subi�ndose el pantal�n,
mientras retorc�a de nuevo mis pezones con crueldad y me golpeaba de nuevo, esta
vez porque quiso me mir� y me dijo:
Espero que seas inteligente y te calles� de todas maneras
nadie te creer� y yo me voy esta tarde. De todas maneras siempre puedo
volver y hacerte pagar si abrieras la boca.
Despu�s de sus palabras se march� silbando, yo me qued� all�
y por fin romp� a llorar. Me incorpor� un poco y vi mis muslos llenos de sangre
y de semen, me limpie con mis bragas, cerr� mi blusa y me encog�, pregunt�ndome
por que hab�a pasado aquello. As� me encontr� Do�a Ester, que luego de llevarme
a su casa, mand� a llamar a mi familia.
Cuando llegaron yo estaba como ida, no dec�a nada y mi mirada
estaba perdida, sin mirar a un punto preciso, eso me contaron luego. Mi padre y
mi hermano me abrazaron y mi abuelo, ten�a el ce�o fruncido y sus manos en el
cinto el cual sosten�a un rev�lver. Mi hermano, acarici� mi cara, pasando sus
dedos por mis labios hinchados y me pregunt�:
- Elisa� hermanita, dinos quien te hizo esto� no te calles,
dinos quien fue para poder hacer algo.
Mi padre me miraba asintiendo, pero yo solo baj� la cabeza,
recordando las palabras de Lu�s.
Pap� Guillermo� Abuelo� por favor, ll�venme a casa�
Ellos se miraron, le dieron las gracias a Do�a Ester y nos
fuimos. Guillermo me llevaba en brazos, mientras besaba mis cabellos con
ternura�
Continuar�