EL CHANTAJE.
Aurelio Salinas, tiene todo lo que lo un hombre puede esperar
de la vida, es considerado un profesional de �xito por sus amistades, fortuna,
posici�n social y una familia a la que ama, formada por su esposa In�s y sus
peque�as hijas Violeta y Camila.
Su familia es due�a de la Hacienda Los C�ndores, de 600
hect�reas de superficie, ubicada en el Valle de Mallarauco, localidad rural a 80
km al sur poniente de la capital. La hacienda produce ganado para engorda,
leche, granos y frutas de exportaci�n.
Sin embargo, Aurelio no est� satisfecho del todo, desea algo
m�s. Por su condici�n de hacendado es considerado un hombre poderoso dentro del
valle y es presidente de la asociaci�n de agricultores de la provincia,
situaci�n que le otorga una importante cuota de poder pol�tico a nivel
provincial, siendo este hecho considerado vital por representantes del partido
de gobierno, quienes le ofrecen ser candidato al congreso nacional.
Su esposa In�s, de 34 a�os es una mujer hermosa, con una
larga cabellera negro azabache, de buena figura, sus medidas 89-58-87 la hacen
blanco de las miradas tanto de los empleados de la hacienda como de sus
amistades y en especial de Javier, amigo de infancia de su esposo y quien
promueve su ingreso a la pol�tica. Ella no est� de acuerdo con las ambiciones
pol�ticas de su marido, ya que esto lo obligar�a a dejar a la familia sola por
largos periodos de tiempo, no obstante, decide apoyarlo.
Aurelio, es elegido miembro del congreso en una re�ida
elecci�n, y pasa a formar parte de una de las m�s importantes comisiones,
encargada del estudio de un importante proyecto de ley que regula la propiedad
minera, su voto es crucial, ya que de promulgarse la ley ocasionar�a importantes
perjuicios econ�micos a gente poderosa de su pa�s.
Una ma�ana, In�s decide ir con sus hijas de compras a la
capital, toma su 4 x 4 y se dirige por un camino secundario, donde la
circulaci�n de veh�culos es escasa, ya que a ella no le gustaba conducir por la
carretera de alta velocidad. Hab�an transcurrido cuarenta minutos de viaje,
cuando In�s debe detener su veh�culo ya que el camino esta bloqueado y no puede
continuar. De improviso, aparecen de los matorrales un grupo de individuos
armados, los cuales la detienen a ella y sus hijas, y las obligan a abordar un
veh�culo con rumbo desconocido.
M�s tarde Aurelio recibe una llamada en su tel�fono celular,
donde una voz que no identifica, le avisa que tienen en su poder a su familia y
que pronto recibir� noticias de ella, le reitera que si quiere ver con vida a su
esposa e hijas no avise a la polic�a. A las pocas horas, recibe un llamado donde
le indican que vea una transmisi�n en tiempo real por Internet con las demandas
para liberar a su familia.
En la imagen observa a su bella esposa, con las manos atadas
por sobre la cabeza a una cadena la que se encuentra suspendida desde el techo
de una bodega, la imagen es oscura y el ambiente es l�gubre, en un segundo plano
puede ver a sus peque�as hijas con una expresi�n de miedo en sus caritas... una
voz en off dice "que si desea ver a su familia a salvo debe votar en contra
de la ley minera o de lo contrario ellas pagaran las consecuencias..."
Para que comprenda la seriedad de la amenaza, la c�mara
muestra como se acercan a su esposa, dos encapuchados los cuales provistos de
navajas van cortando lentamente los botones de la blusa de In�s... cuando han
terminado, abren la blusa y muestran el pecho de su esposa, ella lleva puesto un
sujetador beige de encaje que cubre sus turgentes y firmes pechos, por el audio,
se escuchan a los hombres alabar la bellaza de la mujer y recorren las navajas
por sobre su sujetador, sus senos desde su nacimiento hasta las areolas de los
pezones e inflingen peque�os cortes sobre el liso vientre de ella, la cual grita
de dolor... mientras la voz en off dice a Aurelio " esto es solo el inicio...
ya sabe lo que tiene que hacer... y no hable con nadie Aurelio, nosotros nos
comunicaremos con Ud".
Aurelio, presa de la desesperaci�n no sabe que hacer, no
puede hablar con nadie sobre lo que pasa, tan solo le queda esperar que no le
hagan da�o a su familia.
In�s, ha perdido el conocimiento producto del dolor y del
tiempo que lleva colgada, despu�s de varias horas, despierta sobre el suelo de
tierra, siente el cuerpo entumecido, le duelen las mu�ecas por las amarras a la
pesada cadena, tiene sed y fr�o, trata de incorporarse y dirige la mirada por el
lugar donde est�, buscando a sus hijas pero se da cuenta que esta sola, de
pronto una mujer se acerca y le da de beber un liquido amargo, -es un narc�tico
que doblega la voluntad-, procede a curar los peque�os hilos de sangre de su
vientre, no le dirige la palabra mientras realiza su cometido, y as� como lleg�,
se retira.
Pasan varias horas e In�s, siente que su cabeza le da vueltas
por la habitaci�n, unas manos la toman y la ayudan a incorporarse, manos que
recorren todo su cuerpo, le sueltan el sujetador y acarician sus pechos,
aplastan sus pezones, ... le suben la falda hasta la cintura y bajan el el�stico
de su pantaleta beige buscando la suave abertura de su co�o... ... las manos son
callosas, y una y otra vez introducen sus dedos en ella, estimulan su cl�toris.
Su vagina comienza a secretar abundantes jugos de su interior... de pronto... se
detienen, se van, dej�ndola sola. Esta desorientada, no sabe cuento tiempo ha
pasado, le duele la cabeza y siente un profundo sopor.
Aurelio recibe una nueva llamada, debe encender su PC y ve a
su esposa semidesnuda, con los pechos al aire, la falda de su traje esta sucia y
rota por los costados... la voz en off dice "buenos d�as Aurelio, como puede
ver, esto va en serio y te mostraremos lo que le pasara tu esposa si no cumples
con lo ordenado".
El enfoque de la c�mara muestra un primer plano de In�s
semidesnuda, recostada sobre una columna diagonal, con las manos atadas por
sobre la cabeza, dos figuras se acercan -Aurelio no puede determinar si son
hombres o mujeres quienes le rompen falda, le bajan la pantaleta y separan sus
piernas dejando ver su bien depilado co�o, flectan sus rodillas y colocan sus
pies en unos cabestrillos laterales similares a los usados en las camillas
ginecol�gicas... In�s a causa del narc�tico suministrado, se encuentra en un
estado de semi inconciencia, no puede distinguir si lo que sucede es real o es
un sue�o... nuevamente siente que unas manos recorren todo su cuerpo, magrean
sus pechos, juegan con sus pezones y tras unos instantes, las manos se dirigen
hacia su abertura, sobando su cl�toris, ella lentamente comienza a gemir y
suspirar...
-Ah, ah, ah, ahhhhhhhh ... ahhhhhhhhhh , mientras cierra sus
ojos y mueve la cabeza de un costado a otro, comienza a sentir placer por las
caricias, sus pechos crecen, sus pezones se endurecen y sus gemidos son cada vez
m�s fuertes.
-ah, ahhhhhhhhh, aaaahhhhhhhhhh.....
-ahhhhhhhhhhhhhhhhhh. Uffffffffffff....aaaaaaaaahhhhhh
Aurelio observa como las manos acercan a la intimidad de su
esposa una maquina cuyo extremo tiene una forma cil�ndrica de 3 a 4 cms de
di�metro y de unos 28 cms de largo... lubrican y separan los labios vaginales de
su esposa... ella siente que algo rugoso, fr�o y duro, se abre paso por su
abertura buscando el interior de su matriz, tras unos segundos el artefacto
comienza a entrar y salir en forma pausada de su vagina...
-no, no, nooooo, ah ahhhhhhhhhhhhh...
La velocidad de las clavadas aumenta y la mujer comienza a
mover su caderas al mismo ritmo que la maquina, al tiempo que no cesa de gemir,
no tiene control sobre su cuerpo, �ste responde por el placer que le proporciona
los movimientos de aquel mecanismo...
-ahhhhh, no, ahhhhhhhhhh... uffffffffff, ahhhhhhh
AAAAAHHHHHHH...
In�s mueve las cabeza de un lado para otro y a pesar de la
incomoda posici�n en que se encuentra, levanta las caderas y mueve su pelvis
facilitando la penetraci�n, separa a�n m�s sus muslos, su vagina secreta
abundantes jugos, acompa�ado de gritos de placer.
-ahhhhhhhh, ahhhhhhhhhhhhhhhhhh... m�sssssssssss... Ufffffff,
ahhh... ... ...
Ella arquea su cuerpo, experimenta un placer desconocido,
nunca ha gozado de esa forma hasta que de su garganta escapa un gemido gutural
se�al del placer que esta sintiendo hasta que disuelve en un orgasmo brutal, no
deseado... lentamente el artefacto comienza a detenerse hasta que es retirado...
Aurelio, no da cr�dito a lo que acaba de observar ... la
violaci�n de su esposa por un engendro mec�nico, no puede emitir palabra alguna,
se encuentra paralizado, con la vista fija en la im�genes que acaba de ver...
"Aurelio, de ti depende lo que le pase a tu esposa e hijas... esto es solo una
muestra".
La sesi�n del congreso es intensa, los discursos de los
parlamentarios abogando por la aprobaci�n o el rechazo de la ley han durado
varias horas... es el turno de Aurelio, quien proclama que el proyecto de ley
debe ser estudiado con m�s calma antes de efectuar la votaci�n. Los
parlamentarios de su bloque pol�tico no pueden creer lo Aurelio esta diciendo y
tratan de convencerlo de su error, �l no cede y debido a esto, la votaci�n queda
suspendida hasta la siguiente sesi�n dentro de una semana. Al volver a su casa,
encuentra un sobre con una direcci�n a la cual debe dirigirse para recoger a sus
hijas y una frase "a�n falta una semana".
In�s despierta sobre una cama, esta somnolienta, no sabe
donde se encuentra y cuanto tiempo lleva ah�, se pregunta que le a ocurrido a
sus hijas ya que no sabe nada de ellas, de pronto una luz se enciende y escucha
por un altavoz... "Buenos noches In�s, sobre la mesa hay comida, una vez que
hayas terminado, debes asearte y vestirte con la ropa que esta en el armario,
debes obedecer si quieres volver a ver a tus hijas", ella consume los
alimentos, una vez que se ha ba�ado, se dirige hacia el armario y comienza a
vestirse...
Han pasado 3 d�as desde la ultima vez que Aurelio vio a su
esposa y esta abatido, sus hijas duermen, le han preguntado porqu� su mam� no
est� en casa y �l les ha dicho que ella estar� fuera unos d�as, que se encuentra
donde una t�a enferma y volver� pronto.
Esa noche enciende su computadora, "Buenas noches Aurelio,
como gesto de buena voluntad he liberado a tus hijas, sin embargo, faltan 4 d�as
para la votaci�n de la ley y para que recuerdes tu compromiso...observa..."
La imagen muestra a su esposa vestida con una t�nica
plateada, arrodillada y con la vista vendada, la habitaci�n esta en penumbras,
solo un haz de luz se concentra sobre In�s y permite ver por los costados
algunas figuras que se desplazan de un lado a otro... la c�mara realiza primeros
planos de In�s, ella se ve fr�gil, asustada, no sabe que va a suceder �Aurelio
en forma instintiva acerca una de sus manos a la pantalla y la toca, como
queriendo establecer un contacto con su esposa-.
Un hombre con un taparrabo se acerca hacia ella, la voz en
off dice: "es tiempo In�s", ella estira sus manos y las posa sobre las
caderas del hombre, introduce sus dedos por el costado del taparrabo y lo
desliza hacia los tobillos, dejando libre la polla... con una mano acaricia los
huevos y con la otra rodea el fl�ccido miembro y lo comienza a masturbar
suavemente hasta que queda erecto... es grande y grueso... de unos 25 cms de
largo... In�s abre sus labios, con dificultad se lo introduce en su boca hasta
la base del tronco y comienza a follar, el hombre coloca sus manos en la nuca de
ella y acompa�a el movimiento ejecutado por In�s, quien se traga la polla una y
otra vez, hasta que por los costados de sus labios se comienza a derramar el
semen que cae sobre la t�nica que cubre su cuerpo... se escuchan los gritos de
placer del hombre cuando �ste se corre... In�s ha terminado, sin embargo, el
hombre es reemplazado por otro y ella comienza nuevamente su faena desde el
principio... despu�s de �ste sigue otro y otro y otro...
In�s termina hecha un ovillo, se encuentra fatigada por el
esfuerzo, fueron muchas las pollas que masturbo, de diferentes formas y tama�os,
la mayor�a se corri� en boca y ella debi� tragar su semen, otros acabaron
afuera, sobre su cara y su pecho, en su t�nica quedan rastros de semen, lo mismo
que el su cara y sus manos.
La imagen se aleja, mientras la voz le dice a Aurelio...
"recuerda, si deseas volver a ver a tu esposa, ya sabes lo que tienes que hacer".
En el congreso, Aurelio es duramente criticado por los
miembros de su partido ya que a consecuencias de su postura, el parlamento se
encuentra en un virtual empate y su voto decide la aprobaci�n o rechazo del
proyecto de ley en discusi�n. Esa noche es citado a una reuni�n de urgencia en
el palacio presidencial donde el presidente de su pa�s y el ministro de
finanzas, lo critican duramente e insisten en que es su deber respaldar con su
voto a la coalici�n gobernante por los intereses superiores del pa�s.
Aurelio se encuentra en un callej�n sin salida, por una
parte, desea que su esposa vuelva a casa ya que �l y sus hijas la necesitan y
por otra, sabe que si no acata la orden de su partido, ser� el fin de su carrera
pol�tica. A la salida del palacio los periodistas lo rodean y lo bombardean a
preguntas... �l sorprendido por el asedio solo atina a contestar que votar�
teniendo en cuenta las necesidades de su pa�s.
Despu�s de su declaraci�n a la prensa, Aurelio recibe muchos
llamados telef�nicos y email de apoyo, donde lo felicitan por su resoluci�n, sin
embargo, no tiene noticias de su esposa. Noche tras noche, enciende su
computador y espera en vano... esto lo angustia, sabe que por su culpa, In�s
pagar� las consecuencias de su torpe actuaci�n frente a la prensa.
El d�a previo a la reuni�n del congreso pleno recibe un
mensaje, debe conectarse a Internet a las 10 de la noche... "Aurelio,
Aurelio, no has entendido nada... si votas a favor de la ley, jam�s volver�s a
ver a tu esposa, ella ser� vendida a unos clientes que la desean convertir en su
puta particular y pagar�n una generosa cantidad de dinero por ella... sin
embargo, desean probar lo que est�n dispuestos a comprar... ...."
La habitaci�n esta decorada al estilo de las mil y una
noches, sobre alfombras de vivos colores hay grandes y mullidos cojines de
diferentes formas y tama�os, del techo penden cortinajes recreando una tienda
beduina, en la parte inferior de la imagen hay 4 hombres vestidos con t�nicas
�rabes recostados en lo cojines, un grupo de mujeres con trajes de odaliscas
bailan una danza al comp�s de la m�sica, terminado el baile, las odaliscas se
retiran y traen consigo al premio mayor...
In�s se encuentra vestida con un traje negro corto y ce�ido,
de tul transparente, se ve el sujetador del mismo color que resalta la
majestuosidad de sus senos turgentes, lleva puesta una tanga modelo hilo dental,
min�scula, que se pierde en el canal que separa sus nalgas, la prenda cual
apenas oculta su co�o, que a sido depilado en su totalidad; complementa el
cuadro un maquillaje que delinea las hermosas facciones de su rostro y destaca
el verde de sus ojos; lleva puesto una medias negras con liguero y zapatos de
tac�n alto.
Los 4 hombres alaban la belleza de la mujer y se aprestan a
gozarla... piden a una odalisca que la gire sobre si misma para poder verla en
su totalidad... � mira que culo tiene la perra.
- lo voy a probar..
esperen. Alcanza para todos.
Jajajajaja jajaj
In�s se encuentra resignada, las experiencias previas han
hecho mella en su voluntad, los recuerdos se atropellan desordenadamente en su
memoria y los d�as de cautiverio la han doblegado; poco queda de la mujer que
era al inicio de esta experiencia... ha sido desnudada, han sobado su cuerpo,
magreado sus pechos, los han lamido, han jugado con sus pezones, la violaron
reiteradamente con una maquina, su co�o ha sido depilado, y debi� masturbar con
su boca un numero indeterminado de pollas tragando su semen...
El m�s joven de los cuatro se incorpora y ordena a In�s que
se quite el vestido, ella retrocede neg�ndose, �l le propina una fuerte bofetada
en su rostro, mientras le dice al mismo tiempo -debes hacer lo que te ordeno,
puta, toda resistencia es in�til... Ella se arroja a sus pies y suplica
clemencia, esta dispuesta a pagar en dinero lo que le pidan, pero que no le
hagan da�o.
Los hombres, se r�en... "-no comprendes putita que eres
nuestra, que debes estar dispuesta a complacernos..."
Ordenan a una odalisca que le quite el vestido pero
lentamente, la chica cumple su cometido, desbotona el vestido y lo deja caer, la
imagen es sublime, una mujer joven de pie en ropa interior, al tiempo que la voz
en off les se�ala "In�s es madre de dos ni�as, fueron amamantadas por estos
exquisitos senos, los cuales a�n est�n lozanos, podr�n ver que su culo es firme,
nadie a entrado en �l caballeros... pueden probar la mercanc�a y si es
satisfactoria, acordaremos un precio razonable..., que la disfruten".
Aurelio esta en silencio, no da cr�dito a lo que mira, su
esposa va ser violada y �l lo vera en vivo...
Los hombres se acercan a ella y con violencia le arrancan el
sujetador y la tanga, dos de ellos la tienden sobre unos cojines y mientras uno
la afirma por los hombros, el otro prepara su polla y la clava con rudeza en la
vagina de In�s, a�n sin lubricar, ella grita de dolor...
-nooooooooooooo, nooooooooooo
El hombre continua taladr�ndola en forma violenta, meta y
saca su polla una y otra vez, la clava hasta que los huevos hacen contacto con
la piel de ella, mientras le muerde los pezones, su compa�ero le gira la cabeza
y le introduce su polla erecta hasta la campanilla, esto le provoca dificultades
para raspirar, se atraganta, pero nada puede hacer. Producto de las bruscas
arremetidas, �l que la penetra por la vaigina, corre depositando el semen en el
interior de su matriz, al tiempo que el otro se ha corrido en su boca.
Pronto son reemplazados por los otros dos y nuevamente In�s
es violada en dos de sus agujeros. Cuando han terminado, le dan de beber y
deciden quien ser� el primero en probar su culo virgen...
In�s, suplica � nooooooo, por favor... por el culo noooooooo,
-Callate perra, te daremos por el culo hasta saciarnos y para
que el cornudo de tu marido aprenda que no puede enga�arnos, si, �l esta viendo
en directo como violamos a su mujercita... mira Aurelio a la puta de tu mujer...
como le rompemos el culo
Sobre un mont�culo de cojines, colocan a In�s tendida boca a
bajo, de forma que su culo que erguido, le quitan las medias y el liguero, sus
nalgas son abiertas lo m�ximo posible y untan el anillo exterior con vaselina...
uno de los hombres comienza a introducir sus dedos para dilatarlo y facilitar la
penetraci�n.
-no, por favor noooooooo...
El hombre continua introduciendo los dedos hasta que
considera que el objeto de su deseo esta listo, los retira, coloca su polla a la
entrada del ano y de un solo movimiento la clava hasta el fondo
-noooooooo, aaaaaaayyyyyyyyyyyyy, noooooooooooooo...
In�s nunca hab�a sido penetrada por el culo y el dolor que
siente es intenso, el hombre retira en forma r�pida la polla, la coloca
nuevamente a la entrada del ano y vuelve a clavarla con mas fuerza.
-noooooooooooooooo, noooooo aaaaaayyyyyyyyyyy...
Una y otra vez, la penetra con violencia, se desploma sobre
ella hasta que acaba, derramando semen en su interior; se retira satisfecho y
sonriente �que delicia, lo tenia estrecho la puta.
Es el turno del siguiente, quien a diferencia del anterior,
introduce su polla lentamente por el ano de la mujer y comienza a bombearla en
forma pausada, la toma por las caderas para acompa�ar el movimiento, la
penetraci�n es facilitada por lo lubricado que se encuentra el estrecho canal de
In�s, quien a pesar de esto, se queja del dolor
Ayyyyyyyyyyy, nooooooooo... ...
Continua el mete y saca por varios minutos, a In�s le parecen
eternos, el hombre le golpea las nalgas con fuerza al tiempo que dice "bravo
puta... me gusta tu culo..." sigue d�ndole de la misma forma, hasta que aumenta
la velocidad de su acometida eyaculando semen en sus entra�as.
-que bien la he trabajado, vale el precio que pagamos por
ella.
El tercero se recuesta de espaldas y con su polla erecta
ordena a In�s que se siente a horcajadas sobre ella, de espaldas a su rostro, es
ella quien debe follarlo. Mientras sube y baja por la polla, siente como los
dedos de �l se introducen en su vagina, jugando con su cl�toris, posey�ndola...
In�s est� turbada, las caricias hacen efecto en ella y el dolor inicial poco a
poco va siendo reemplazo por placer,... ...a pesar suyo, no puede evitarlo,
comienza a gemir y a pedir m�s, suspira profundamente, lleva sus manos a sus
pechos y los acaricia, se acercan sus dos primeros violadores, ella toma la
polla del primero y la introduce en su boca, la chupa como si fuera un cono de
helado, extasiada, caliente mientras acaricia los huevos del otro hombre... In�s
se encuentra fuera de s�, cada fibra de su cuerpo responde al placer que esta
sintiendo, no se reconoce a si misma... quiere que le den m�s y m�s... hasta que
logra alcanzar el orgasmo deseado.
Ella mira al cuarto hombre y lo invita... �ac�rcate y dame
por el culo, lo necesito, lo quiero... t�malo, es tuyo!!!... pero lo quiero con
fuerza, me oyes... quiero que Aurelio vea como le dan por el culo a su mujer,
para que vea lo que es ser hombre!!!!!!
El no se hace rogar a la invitaci�n, -ya cabr�n, si deseas
violarme... hazlo de una puta vez!!!!!!
El lenguaje de In�s desata el deseo en el hombre, quien se
acerca hacia ella y con violencia la arroja sobre los cojines, separa sus
nalgas, coloca su polla en el dilatado ano y deja caer todo el peso de su cuerpo
sobre ella, quien se muerde los labios de placer. El comienza un r�pido mete y
saca apoyado en las caderas de ella, quien mueve su trasero al comp�s de las
arremetidas y lo incita �eso, aaaaaahhhhhhhhhh, dameeeee maaaaas...
-ufffffff, ahhhhhhhhhh AHHHH....
Las exclamaciones de In�s provocan que el hombre la penetre
con m�s violencia, acompa�ado cada arremetida con gritos... esto dura varios
minutos hasta sale y derrama todo el semen sobre las nalgas y la espalda de
ella.
In�s se incorpora, se acerca a la polla del hombre y con la
lengua la limpia. Esta acci�n ha despertado la lujuria de los otros, quienes se
abalanzan sobre ella y comienzan a penetrarla por todos sus agujeros... en forma
violenta... como si quisieran castigarla por la osad�a de su petici�n... ... ...
a medida que acaban van rotando de posici�n y una y otra vez vuelven a violarla
con furia.
Aurelio al ver la imagen de su esposa violada y pose�da de
esa forma animal, se ha excitado siente la presi�n del su polla en su
pantal�n... sin embargo, la angustia de lo vivido en los �ltimos d�as ha calado
hondo en su interior, las im�genes de su esposa humillada lo han afectado...
tras una pausa, tiene claro lo que va a ser.
Han transcurrido varios meses desde que In�s fue liberada de
sus captores, las heridas han comenzado a sanar y lentamente se ha ido
recuperando con la ayuda de su familia y el amor de sus hijas. Una tarde, In�s
se dirige sola al cementerio lleva en su regazo un ramo de flores para adornar
la tumba de su esposo, quien fue condenado a muerte por el homicidio de los
cuatro mayores accionistas mineros de su pa�s y el mayor culpable quien tuvo la
audacia de chantajearlo... su mejor amigo Javier.
FIN