Relato: Triste juventud
Magdalena, la puta
Nada ha sido peor en su vida, q su infancia. La universitaria
Magdalena, vivi� muy triste esa edad en que madura la felicidad o la desdicha y
a ella la molestaban por ser gorda. La crueldad era un dulce amasijo de mierda
del cual obtenia varios de sus inagotables problemas. No bastaba vivir en una
poblacion abandonada por la esperanza, pobre,y triste, sin derecho a so�ar un
poco. Deb�a ganarse la vida ayudando a su maldito padrastro, q cada vez q podia,
la golpeaba sin excusa.
Pensar en novio para ella fue dificil hasta q se libero de
todo prejuicio. Pensaba q los hombres eran como esos pendejos crueles q la
torturaban con su risa o como su padrastro desgraciado que se revolcaba en la
entrepierna de su madre. Nunca supo porque su madre, que sufr�a tanto como ella,
lo deseaba tanto. El placer era una enigma para ella, pero muy pronto dejaria de
serlo.
Llegados los 17 a�os, se convirtio en una mujercita hermosa.
Cada protuberiancia adiposa q se desprendia de su cuerpo hallo una delicada
forma de suprimirse. Pero no tuvo tiempo de descubrir su belleza. La obcecaci�n
de su padrastro con herirla de alguna forma, la llevo a golperala mas seguido
hasta q por fin se decidio a abusar de ella.
Era una tarde helada. En el barrio no habia ni una mosca. El
partido de futbol aglomeraba a todos en la cancha y ella se quedo en su cama a
dormir la siesta. Me imagino q el truan del padrastro, lo planeo de ese modo.
Volvio solo a casa. En la pieza unicamente hab�a espacio para separar la cocina
de los dormitorios. En su cama estaba ella, arrullada como un bebe, durmiendo
placidamente. El no aguardo nada, fue encima de ella, abrio sus piernas
majestuosas y saco su calzon moh�no. Desperto asustada. Al verlo comprendio
inmediatamente lo que �l quer�a: la deseaba. Su barba de dias rasmillaba su
rostro y su hedionda boca le rob� un beso. Ahogada por prepotencia de aquel
hombre quiso resistirse y no pudo. La sujet� con sus grandes manos, su lengua en
su cuello y se introdujo en su secreto brutalmente. El pesado cuerpo del
padrastro la tenia paralizada. El trozo de carne q avanzaba a sus adentros la
heria y degollaba en su verg�enza y su cuerpo. �Eso era ser mujer? �Ser
penetrada sin remedio? Y en medio de lagrimas q ba�aban su rostro, un leve
cosquilleo enviaba un eco lejano de esperanza a su interior convulsionado por la
violencia de la carne.
El dolor era interminable. Aguda era su desesperacion y su
impotencia. Una y otra vez el maldito hijo e puta, se ensartaba en su co�ito,
jadeando sin parar, ciego del impulso q hace permanecer a la especie. Un hilillo
de placer ruborizo a la mujercita. En el revoltijo de sangre q tambien huia de
su co�o, los fluidos fueron lubricando las embestidas. Ella misma fue cediendo a
lo que la atravesaba. Cada vez mas, mas adentro de ella, podrida de odio, dese�
ser desgarrada. Confusa y entregada a lo q sent�a, el placer reci�n descubierto,
abri� mas las piernas y ya no se neg� en absoluto. Lo aprisiono entre ellas, que
se lo metiera mas hondo, mas fuerte. El hombre iba y venia, su pene regordete y
largo golpeaba hasta la matriz la locura de ella. Gemidos guturales huyeron de
la boca de la mujercita, ascend�a desesperada al cl�max luminoso hacia el cual
se contorneaba todo su cuerpo. Ah, ah, ah cada vez mas lascivo, recordaba
a su madre gozando la simpleza de este bruto metiendole la verga. Intima fue su
felicidad, suya, solo de ella, y esta bestia si pudo robarle su virginidad, no
pudo robarle su goce.
Deshecha en el placer, el hombre acabar no pudo. Ella quedo
tendida, a pata abierta esperando aun ser azotada mientras la sangre te�ia mas
profundo las sabanas. Sofocada por el deseo, miro a su padrastro q no comprendio
lo q pasaba. Su tieso instrumento aun queria follarla, pero por sobre todo
queria hacerle da�o, violarla y hacerla sentir despreciable. Resign�ndose a los
hechos, se acerco a la cama por el borde, la volti� hacia si mismo con el culo
airado y la posey� por detr�s como un perro sin pensar siquiera en el retorno de
la madre.
(continuara...)
Por favor vota el relato. Su autor estara encantado de recibir tu voto .
Número de votos: 0
Media de votos: 0
Si te gusta la web pulsa me gusta y +1
Relato: Triste juventud
Leida: 276veces
Tiempo de lectura: 3minuto/s
|