Hoy soy yo la cazadora
Busco en la noche tu cuerpo moverse, estas en tu habitaci�n
como siempre. Te veo a lo lejos. Observo tu cuerpo h�medo con miles de gotas de
agua que lo recorre con plena libertad, te acabas de dar un ba�o, sac�ndote de
encima el polvo y el sudor del d�a. Te mueves seguro, enciendes tu maquina,
buscas unos pantalones que ponerte y una camisa por si en el ultimo momento
decides salir. Pareces cansado pero aun as� tu cuerpo esta vibrando, estas
esperando algo. Y ese algo soy yo que te observo con mis ojos de vampiresa; se
todo lo que haces sin preocuparme por ser vista estoy demasiado lejos como para
que me veas. Ya estas delante de esa computadora, veo tu nombre y se a quien
buscas, ya de madrugada terminaras volvi�ndote loco buscando mi nick.
Eres todo un buen aprendiz, r�pido de mente y con habilidad para provocar el
deseo, en especial el m�o. Lo que no sabes, lo que no te he dicho es que esos
pasos que escuchas en las raras ocasiones en que escapas de tu habitaci�n soy
yo. Persigui�ndote, acorral�ndote, disfrutando de tu soledad, de tus ojos, y
sobre todo de la pasi�n que escondes con tu ropa de chico termino medio, pareces
chico malo, pero tambi�n un estudioso. Buscas informaci�n, te la pasas frente a
tu computadora y te mueves como un gangster de esas pel�culas viejas. Una p�sima
educaci�n cuando estas con los amigos, una educaci�n exquisita cuando buscas
impresionar a la chica de turno. Pero sigues siendo demasiado joven para m�,
aunque la verdad; todos son muy joven para m�. Hasta un hombre de unos noventa y
nueve a�os me parece joven. Sabes que el tiempo que pasas solo en las calles es
el m�s peligroso, no por que el mundo pueda atraparte en lago que no debieras
sino por que te sientes como una presa ante un cazador, te sientes atrapado en
un juego que no comprendes pero del que depende tu vida entera.
S�; eres mi presa, te estudio incluso te he dejado verme, por
segundos, para que sepas que no es tu imaginaci�n el que te este provocando
ataques de paranoia, no soy verdadera y te sigo a todos lados en las noches, en
el d�a eres libre, pero sus noches son m�as. Tus ojos ya est�n perdiendo el
brillo de vida, casi no descansas busc�ndome por todos lados, incluso dormido me
buscas, me preguntas que deseo y como lo deseo. Lo se por que hasta en estos te
persigo. Te lo dije en el comienzo de nuestro juego, al�jate si no quieres
perder tu alma. No lo hiciste gracias a los Dioses del pasado por que en verdad
me has reglado unas sorpresas dignas de otra vida. El problema esta en lo que me
pasa cuando estas cerca, las sensaciones que en m� despiertas provocan que me
aleje, en algunas ocasiones como una dulce novia asustada del calor que enciende
su enamorado, en otras rabiosa por la debilidad que provocas en mi para contigo,
aun me pregunto como es que sigues estando vivo. Esto hubiera sido algo r�pido,
sin pensar que es la primera vez en siglos que tomo mi tiempo para alimentarme,
algo me dice que las cosas no ser�n como siempre. Algo me dice que el juego de
tenerte no esta basado en mis reglas sino en unas nuevas y que tienen que ver
mas con la vida que con lo que soy. Veo en muchas de nuestras conversaciones que
tienes deseos de ver el mundo pero temes que algo malo te pueda atrapar,
cambiando lo que eres par siempre y sin remedio. Aun as� te entregas a m� con
cada conversaci�n, te entregas a lo que te hago sentir a lo que enciendo con mis
palabras al deseo que llega y sube por tu espina dorsal dici�ndote que eres m�o.
Estas mirando por la ventana, se que me sientes, estoy
tranquila tus ojos mortales no me pueden encontrar. Yo disfruto de las cacer�as,
disfruto de tenerte cerca y al mismo tiempo lejos. Aun no se que voy a hacer
pero me sorprendes sonriendo, siento tu voz en mi cabeza�
"Que esperas, ven a mi� te voy a dejar la ventana abierta."
No entiendo lo que sucede pero temo a lo que puedo encontrar, no me hab�a dado
cuenta que pod�as usar trucos como los m�os. Sabes que estoy hay no por mi
figura, sino por la pasi�n de mis pensamientos. Te quitas la camisa, muestras tu
cuerpo, muestras como tu pecho me llama. Estas en plena forma, eres un esp�cimen
perfecto para m�, cumples con todo lo que exijo en mis hombres� te deseo. Me
acerco contempl�ndote sin saber que puedo hacer. Estoy embobada con tu cuerpo
masculino y a la vez no sobre-procesado como ahora se pueden encontrar en muchos
lugares del mundo, con m�sculos exagerados y sin los nervios que muchas veces
provocan placer. Se que eres un hombre especial, no eres bueno, no eres malo,
simplemente disfrutas siendo como eres y te deseo, te quiero para mi. No lo voy
a negar y menos ahora que te tengo entregado� pero� estas entregado a mi o� �me
estas pidiendo que me entregue�?
Hay m�sica saliendo de tu radio, es m�sica sensual y que
provoca que te muevas sensualmente, como si estuvieras hipnotiz�ndome, yo estoy
detenida fuera de tu ventana, observo y disfruto de tu despliegue de poder, de
fuerza varonil. Te quiero para m�, tus ojos me observan, ya me puedes ver con
claridad y no sientes miedo solo deseo� pero sigo pregunt�ndome que poder tienes
sobre mi. Tu cuerpo brilla, un color claro que me atrae, tu pecho hermoso y
caliente con un coraz�n fuerte y saludable late. Tus ojos observando al monstruo
que ha venido a tomar tu alma.
Debo admitir que lo observaba fascinada y sin poder evitarlo.
Todo por culpa de los movimientos de �l que provocaban en m� un calor que no
ten�a l�mites. Hab�an muchas emociones en plena ebullici�n, entre ellas la rabia
por saber que estaba ofreciendo de esa manera descarada, todav�a m�s el saber
que lo estaba haciendo pon�a en duda todo lo que yo cre�a como correcto; de si
ya lo hab�a echo con otros seres humanos y esto no hab�a terminado bien. Era
mejor que yo no me metiera en dicho territorio, el joven parec�a ser uno muy
peligroso.
_Piensas entrar o te quedaras hay mir�ndome _ La voz ronca de �l se sinti� como
miel caliente sobre mi piel� una sensaci�n deliciosa de hormigueo recorri� mi
cuerpo. Eso de que somos como piedras es muy falso, tenemos unos sentidos sobre
lo humano. Como esperan realmente que seamos fr�os, inamovibles. Como esperan
que lleguemos a disfrutar de la eternidad. Estos autores de novelas a trav�s del
mundo nos describen como seres que no sienten. Hay estaba realmente el problema,
este joven provoca en mi existencia cansada y caminante, un cambio de aire, un
cambio de rumbo. Millones de terminaciones nerviosas vuelven a despertar. No lo
pens� mucho m�s, con un paso ligero y sin llegar a tocar el suelo entre en la
habitaci�n preparada para salir en cualquier momento, pensando en lo peor.
_ �C�mo sabias que era yo?
_Lo s� desde hace mucho, no puedo decir con
claridad desde hace cuanto exactamente. Lo que si te puedo decir es que eres
toda una sorpresa para mi, tu piel blanca no parece tener falta de vida, sino
todo lo contrario. Eres hermosa y no hay forma de describirte sin apagar esa
belleza. Tu rostro parece iluminado y tus ojos brillan con el conocimiento
adquirido por muchos a�os de vida. Realmente me siento privilegiado de haber
sido escogido por ti para mostrarte. Me has hecho feliz, nunca lo dudes. _ Esas
palabras daban a entender que �l no seria como mis otras victimas, este parec�a
creer que lograr�a cambiar algo importante en mi existencia.
_Te crees todo un conquistado: �Qu� deseas de mi o mejor dicho que crees que va
a pasar hoy aqu�? �Cu�l es la raz�n por la que me atraes sin yo poder poner un
remedio? Por que ahora que lo pienso este escenario esta muy elaborado para ser
un accidente. _ En esos momentos se movi� con suavidad pero sin cautela hacia
m�, tomo una de mis manos entre las suyas con gracia, casi con reverencia.
_Rosadas� eso si que es una sorpresa; la ropa negra y masculina dir�an que eres
toda una contradicci�n junto a este color de u�a._ Yo sonre� ante esta
afirmaci�n por que �l no ten�a ni idea de hasta que punto yo era as�; toda una
contradicci�n. _Me pregunto que se esconde debajo de esa tela, que cubre tus
secretos de mujer.
_Ven desc�brelo si te atreves a pagar el precio. Aunque realmente creo que no
aprecies tu vida� con solo invitarme a tu habitaci�n puedes darte por muerto
_ No me digas� no creo que acabes conmigo; no hasta despu�s de que yo te haya
dado todo lo que tengo para ti. _ Una sonrisa lobuna apareci� en la comisura de
sus labios, que me hizo dudar si ciertamente era yo la cazadora en este juego.
No obstante �l tenia raz�n, lo dejar�a vivir hasta yo obtener satisfacci�n en
mis demandas.
_Ven
dame lo que de ti deseo para acabar con todo esto de una vez.
_No mi
coraz�n� todo esto solo esta comenzando.
Su voz hab�a sonado ronca y llena de secretos, algo sab�a de
m� que yo ignoraba. Ante todo mi deseo se multiplicaba, �l reconoc�a esas
se�ales. Me sent�a como una ni�a con juguete nuevo, aunque por la forma en que
sus manos se mov�an removiendo mi ropa, podr�a decir que era �l el ni�o y yo el
juguete. Mi abrigo cay� al suelo junto a otros ropajes, que me escond�an del
viento y de la mirada curiosa de otros seres. �l parec�a fascinado, sus manos
llegaron a tocar mi piel a los costados y yo me estremec� al sentir el calor, el
calor de su piel y el calor de su sangre recorriendo todas las venas y
capilares. Pod�a sentir su coraz�n latiendo deprisa demostrando que no estaba
tan tranquilo como quer�a aparentar. Aunque no fuera su latido causado por el
miedo, en esta ocasi�n era la fuerza de la adrenalina, la excitaci�n de lo que
estaba viviendo. Sus manos bajaron a la cinturilla de mi pantal�n y all� estuvo
la sorpresa, se detuvo y busco mi mirada para pedir permiso. Antes de que
pudiera hacer nada para evitarlo sonre� ante este caballero en este siglo.
Asent� deseosa de que descubriera a la mujer que se escond�a bajo la fachada de
depredadora.
_Si toda una sorpresa, siempre usas estas cositas o
simplemente por que la victima soy yo._ No sabia que contestar a eso, �l estaba
observando con gusto mi lencer�a, color rosa por supuesto despu�s de tanta ropa
negra era un cambio raro, pero que �l parec�a disfrutar. El tomo mi cintura y
con sus ojos puesto en mi puso su rostro contra mi sexo, que ya despertaba de su
largo letargo. Con un beso tierno busco mi olor y prolongar la agon�a que en m�
despertaba con dicho movimiento.
Ya tenia claro que no ser�a como cualquier otra uni�n que
all� experimentado despu�s de haber sido convertida. Esta vez la delicadeza
estar�a en punto, la adoraci�n a un templo seria la tortura y la muerte seria
llegara al �xtasis, pero de formas muy diferentes a las que he experimentado.
Sus dedos pasaron a tomar posesi�n de mis bragas, baj�ndolas con suma lentitud,
su cabello en mi vientre y su labio besando el comienzo de mi secreto de mujer.
Su lengua salio delicadamente encontrarse con mi sexo ya dispuesto para �l, que
se abr�a como una flor nocturna en esa noche calida en la que el destino, la
vida o la muerte me obsequia con algo que no esperaba volver a experimentar. Sus
dedos abrieron mis labios vaginales y su lengua busco con mayor fuerza entre
ellos hasta encontrar mi centro de placer, yo de pie frente a �l deseando
liberarme� sinti�ndome como una diosa decadente a la cual le est�n dando
tributo. El segu�a a medio vestir, sus manos acariciaban mis caderas blancas, mi
piel segu�a fr�a pero su calor se mezclaba acabando con esa sensaci�n de ser una
estatua. El volvi� su mirada a la m�a pidiendo permiso para seguir una sonrisa
m�a y �l continuo, se que noto mis cromillos, noto como mis dientes afilados
sobresal�an del resto de mis dientes, eso no hizo mella en su intenci�n. Tomo
posesi�n de mis pliegues femeninos� deliciosa caricia que llevaba siglos sin
experimentar, all� en la penumbras de su habitaci�n note todo con magnificencia,
por unos instantes un brillo de triunfo escapo de sus ojos, ya se lo que se
avecina, una trampa de su parte y comienza el juego de cacer�a, yo desnuda ante
�l solo disfruto de lo que no me he permitido disfrutar en los �ltimos
doscientos a�os, el contacto.
_Se que algo se te antoja, se que deseas algo pero no te dar�
mi sangre, no compartir� con nadie mi sangre� _El me observo sorprendido,
parec�a creer que era suficiente una mordida hasta llegar al filo de la muerte o
tocar la misma muerte para convertirlo. Todo gracias a los recientes programas
de vampiros. Dichos programas no hacina justicia de la realidad pero tocaban un
punto muy concreto ellos exist�an, ahora ese jovenzuelo que era tan especial
esperaba que yo le diera el regalo. Lo levante del suelo donde segu�a
arrodillado separ�ndolo de mi cuerpo su cuello tierno estaba a mi disposici�n.
_Por qu�
_Sencillo este es mi regalo yo lo doy a quien quiera no un
cualquiera que se luce� ahora ser�s m�o� ser�s por siempre m�o y todos los de mi
clase sabr�n que estas marcado. Cuando me canse de jugar contigo te matare. _Al
fin lo veo palidecer como es normal en los de su especie, ya es consiente del
peligro yo solo sonri� y me inclino ante �l d�ndole una mordida solo unas gotas
de su sangre recorren mis labios mi boca, caliente y un sabor met�lico que me
llena. Lo lanzo contra la cama, el esta asustado pero al mismo tiempo veo el
brillo de excitaci�n en su mirada. El chico no es idiota� sabe lo que se esta
jugando.
_Mi se�ora si eso es lo que desea de m� as� ser�.
_No me creo esa pose de ni�o apaleado, se que esto es una
trampa para mi� en la que te metiste quiz�s por curiosidad o inducido por
alguien m�s. En tu sangre hay rastros de los m�os as� que es un juego para un
nuevo cazador. _ El hay si pareci� asustado� yo mientras comenc� a vestirme�
_YO�. Es que�.
_No tienes que decir nada, es mejor que te vistas. Vamos
muevete, yo no me molesto para nada en llevarte as�. _El comenz� a vestirse,
trato de llamar a alguien mentalmente sin darse cuenta que su conexi�n estaba
siendo desviada hacia m� a mi voluntad. Yo ya hab�a enviado un mensaje y la
respuesta fue clara. "Qu�datelo" a ese vampiro ya lo conoc�a y sabia por que
hab�a escogido a ese esp�cimen� Pero ese ser no se atrever�a a dar cara no por
un simple humano. El juego con ese ser ya hab�a terminado. Ahora solo quedaba
ese humano que tenia ciertas aptitudes de mi clase, pero no una transformaci�n
completa. Quien cometi� tal atrocidad era un misterio� lo que no lo era; era la
raz�n� si por capricho lo hubiera intentado convertir hubiera quedado d�bil lo
suficiente para yo ser la presa. Alguien conoc�a mis debilidades pero no mi
historia y eso era peligroso para cualquier cazador.
_Listo�
_Deja de ser idiota, ya eres m�o� y no intentes nada
estupido, debes creerme; lo que te pudieron haber sometido no es nada comparado
a lo que te puedo someter yo. _Lo tome de cuello apret�ndolo para que sintiera
la falta de oxigeno. �l como pudo asinti�, asustado, excitado y ya dominado.
Antes de que pudiera hacer algo m�s volqu� una de las velas sobre unos papeles
que estaban cerca de su computadora, �l no pudo hacer m�s que observar como todo
se incendiaba, la computadora no tardo mucho en tomar fuego. _ Ahora grita fuego
_Fuego� FUEGO� FUEGO� _ �l no hizo nada cuando yo lo
tome y lo saque por la ventana por la que me hab�a invitado, la noche nos
esperaba, esa oscuridad que me proteg�a. El lugar comenz� a llenarse de
movimientos, personas saliendo de la casa y otros saliendo de las casas vecinas,
pero nadie vio salir a esas dos sombras de la noche. Me dirig� con rapidez a una
de mis casas, all� me esperaba la muchacha que limpiaba y con una sonrisa vio a
mi nuevo juguete. Este la miro sorprendido, luego me observo a m� y vio mi
rostro de furia solo contenida por mi fuerza de voluntad.
_ Francesca, encargarte, lo quiero a mi lado a primera hora
de la noche. Tiene que terminar algo que comenz� hoy._ La joven asinti� y le
ordeno al joven seguirla. Yo volv� a salir por la terraza por la que hab�a
llegado, regresaba a mi casa� me detuve en casa de alguien conocido, all�
estaban mi pareja favorita. Toque en el cristal y ellos me dejaron entrar
encantados. Bese a ambos en los labios, el comenz� a quitarme la ropa con
reverencia, ella comenz� a acariciar mi cuerpo como a mi complac�a. No tardo
mucho en calentarse la escena yo comenc� por morder suavecito al macho luego lo
empuje a la cama tome entre mis manos unos de los pechos femeninos, estos
pareciera melones maduros, pero blancos y con los pezones sonrosados. Lam� la
punta de estos buscando darle placer, mi mano se perdi� entre los labios
vaginales y la observe con una sonrisa en los labios.
_Una sorpresa para mi se�ora. _Yo solo asent� complacida con
el anillo que obligaba a su cl�toris a permanecer fuera y sensibilizado a
cualquier caricia. La tome en brazos y la lleve a la cama� ella se coloco sobre
el rostro masculino y yo me coloque sobre su cintura. Su verga era una delicia,
caliente y dura� esperando por mis �rdenes. Ella comenz� a gemir por las
caricias a las que �l le estaba prodigando aproveche y mord� el cuello femenino
atrapando unas cuantas gotas de sangre. Ella grito ante la mezcla de
sensaciones. Nuestros pechos se mezclaban, los de ella grande y suaves los m�o
peque�os y parados. �l mientras segu�a trabaj�ndola y ensart�ndome a mi seg�n
eran mis ordenes. Cuando ella libero su orgasmo sobre �l con dulzura la mov� aun
lado, �l hoy tendr�a toda mi atenci�n, no por �l sino por un hombre que hab�a
intentado jugar conmigo�
_sabes me encanta tenerte dentro de mi, ven quiero que
resistas, se que me sientes fr�a� pero quiero que resistas tu venida� hoy ser�s
para mi y cuando yo diga._el solo asinti� y se ofreci� a mi. Yo deje pasear mi
lengua por su pecho donde lat�a un coraz�n desbocado� por sus tetillas que se
endurecieron ante la caricia y mis manos fueron a atrapar se cabellera, lo bese
saboreando el sabor de nuestra compa�era de juegos y el de �l. Luego volv� su
rostro a un lado para enterrar mis dientes en su cuello. El simio y movi� sus
caderas de forma temblorosa, se que estaba resistiendo la urgencia de venirse�
ese era el mejor momento para �l. Siempre hab�a sido d�bil ante mis dientes. Al
ver que resisti� de forma formidable lo volv� a besar. _Como has sido un chico
bueno hoy te dejare met�rmela en la posici�n que tu quieras. _El no tuvo que
decir que posici�n gustaba yo simplemente asent� y me coloque a cuatro patas
mientras que la joven se colocaba ante mi ante una sola de mis miradas. El
coloco su verga en mi hoyito y comenz� a met�rmela con dureza pero con lentitud.
Me la met�a� esperaba, me la sacaba� esperaba y luego con fuerza nuevamente me
la volv�a a meter. La sensaci�n era deliciosa ante esas acometidas. Yo mientras
comenc� a lamer la conchita de quien estaba delante de m�. Mi lengua viajo por
el arete en su cl�toris, haci�ndola estremecer pero no as� venirse.
_Mi se�ora desea que me venga dentro de usted o que no me
venga�
_Todav�a no� lame mi cochita y mi culo� quiero que lo
acaricies, hoy deseo una caricia que antes no te he permitido. Lo sent� temblar
pero no me importo yo mientras segu�a trabajando a la joven que me miraba con
ojos brillantes llenos de deseos. Mi lengua recorri� su hueco vaginal, esto a �l
le encantaba y yo lo sab�a. Vernos a nosotras compartiendo ese momento, el
miraba al espejo y ve�a a su novia estremecerse ante la nada y a el clavando el
vaci�, su verga entrando y saliendo de un nada� esa era lo que le encantaba de
esa relaci�n. �l se entrego a lamer a chupar y meter su lengua por mis orificios
mientras yo hago lo propio con su hembra. Yo siento la fuerza de su lengua
abriendo mi ano, siendo sus dedos jugando en mi conchita y su lengua viajando
desde mi cl�toris hasta mi orificio. Es bueno en lo que hace y sabe muy como
darme placer, �l lleva a�os conmigo y la verdad en los �ltimos a�os lo visito
poco, pero mis visitas se volvieron m�s regulares cuando ella llego, despu�s de
eso volvi� a la cacer�a de alguien m�s. Ese alguien resulto ser un maldito, as�
que me aleje de mis esclavos. Ellos se manten�an tranquilos sab�an que pronto
podr�a visitarlos as� que siempre estaban esper�ndome preparados, con sus partes
depiladas, con sus bocas listas para chuparme y sus cuellos listos para
alimentarme. �l dentro de su emoci�n meti� su dedo en mi ano, yo me detuve
tiesa, �l sabia que hab�a echo algo que no deb�a y que luego lo pagar�a.
_Sigue�_Lo cual no quer�a decir que fuera a perdonarlo. La
mujer temblaba bajo mis labios, mis dedos se apretaban su piel mientras que el
segu�a metiendo su dedo en mi culo� sent�a rico, las sensaciones eran
deliciosas. _Ahora� el se coloco y busco mi orificio anal con su verga, yo me
mov� con fuerza, se que le hice da�o por lo brusco de mi movimiento pero no se
atrevi� a quejarse, mi ano estaba lleno con su verga, el estuvo tranquilo yo
comenc� a moverme apret�ndolo a placer, mi ano apretaba esa dura verga� d�ndome
un gusto rico� a ella la mord� en el muslo probando su sangre y luego me dedique
a hacerla venir, quer�a sentir su venida. Ella al verse terminada se coloco
debajo de mi y comenz� a lamer mi cl�toris mientras era clavada por detr�s por
su macho. Las sensaciones se multiplicaron y yo estaba recibiendo todo el placer
posible de esos dos seres que me pertenec�an.
_Se�ora�_ Ya sabia que quer�a decir eso, estaba por venirse
yo asent� y mov� mis caderas d�ndole a entender a ambos que quer�a que
aumentaran de velocidad sus tareas, ella comenz� a comerse literalmente mi
conchita, mi cl�toris estaba sensibilizado y cuando el solt� su leche yo estaba
siendo traspasada por una buena venida� Delicioso� Perfecto. Ellos quedaron
rendidos ante m�, yo volv� a besar el cuello masculino buscando mi �ltima
porci�n de sangre de la noche. Los vi agotados, tanto por la actuaci�n sexual
como por la p�rdida de sangre, di una vuelta por el apartamento, desataban
siendo bien cuidados y ten�an todo lo que necesitaba, les lleve unos jugos ellos
lo bebieron y se prepararon para descansar. Me vieron vestirme en completo
silencio. No hubieron preguntas, no dijeron nada solo se acostaron a dormir.
Ambos reconoc�an que ten�an suerte de tenerme como su due�a, a �l lo hab�a
comprado de otra vampiro que lo tenia casi muriendo. Por eso lo reconoc�a como
fiel a mi, ella fue buscada y escogida con cuidado entre muchas candidatas, fue
un obsequio para mi� pero no una sorpresa. Ambos se me daban por completos y yo
cuidaba que no les faltara nada.
Viajaban por el mundo conmigo cerca, viv�an una buena vida y
solo ten�an que estar disponibles para darme placer. Ese era su lugar� en cambio
el joven que trato de enga�arme en compa��a de uno de mi clase no lo tendr�a tan
f�cil. Observe por ultima vez a mis amantes de esa noche y sin despedirme Sal�
por la ventana por la que hab�a entrado, me dirig� a mi hogar. All� volv� a
recordar las delicias que hab�a vivido�
Llevaba cien a�os sin matar a nadie, me alimento de los
diferentes esclavos que tengo a mi disposici�n, pero los trataba bien, a los
trece, ahora catorce si el joven sobreviv�a a las primeras semanas de servirme.
Eso ser�a delicioso�
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Mi nombre es Francesca, mi ama y se�ora me ha pedido que
escriba lo que sucedi� esa noche con el reci�n llegado. Este parec�a no saber
muy bien que le esperaba, deseo que esto quede claro. �l comenz� a mirar a su
alrededor como si fuera un invitado y no un simple esclavo y de los mas baja
calidad. Son los que no duraban mucho ante nuestra se�ora. Mi compa�ero lo vio y
yo le asent�, con fuerza lo llevo a una habitaci�n oscura. All� lo encadeno de
las manos, coloc�ndolo en una posici�n perfecta para castigarlo. Pegada a la
pared hab�a una mesa con utensilios necesarios, hab�a cera, l�tigos y pantallas,
anillos y lo que se necesitaba para ponerlos. �l vio como todo eso estaba all�
esper�ndolo comenz� sudar, sabia que su vida como la conoc�a hab�a terminado. Mi
compa�ero le quito la ropa a tirones, rompi�ndola, yo le lance un balde de agua
helada y comenc� a buscar en el cuerpo los lugares donde hab�a que trabajar.
Nadie dijo nada, yo acerque la cera caliente y la unte en las
partes necesarias, bajo sus brazos en su pecho y todo lugar donde hubiera
cabello. Comenc� a colocar las tiras para luego jalar con fuerza, solo grito un
par de veces e y en ambas fueron en su ingle, el dolor en esa parte fue fuerte.
Mi macho lo solt� del techo y lo coloco bocabajo sobre una mesa, sus piernas
abiertas atadas ala as patas de esta me permit�an ver muy bien su ano, all�
tenia una mata de pelo que lo har�a llorar, sin contemplaciones coloque la cera
caliente y comenc� a quitar los cabellos. Despu�s que todos hab�an pasado lo
viramos, el pobre se hab�a desmallado por el dolor. Yo asent� a mi pareja, el
con el l�tigo en mano le cruzo el pecho haci�ndolo despertar con un grito.
"Cada vez que busques huir te triaremos con un latigazo. Por
esta noche solo te tocaran cuarenta en la espalda, pero no provoques nuestra
furia por que pueden ir en aumento." Le dije con mala cara, el asinti� pero no
se atrevi� a decir nada. Yo mire sus tetillas y las pellizque, �l se dejo hacer
y su verga se endureci� ante esa caricia. "La se�ora decidir� si desea que te
anillemos, por ahora el tratamiento habitual ser� suficiente." Yo baje ante el y
apret� su verga, pese sus test�culos y levante la mano. Un anillo pesado y de un
tama�o m�s peque�o del que necesitaba se cerr� sobre su verga. Con mala
intenci�n yo comenc� a acariciar su ano, esto pareci� molestarle y busco
zafarse. "Col�calo en el potro�" Mi compa�ero asinti�, el potro no era otra cosa
que una cama con modificaciones, era una cama especial, el quedar�a colocado
como si estuviera en cuatro, sus manos amaradas a los lados y sus piernas
flexionadas sobre un banco, quedaba su culo levantado y su cara preparado para
chupar. Yo me coloque en la parte superior donde su boca alcanzaba. "Veras a
nuestra ama le gustan las cosas completas y no a medias. Tu aprender�s a gozar
con el dolor� si no lo haces� bueno ya me entiendes." El miro asustado mi rostro
y busco como pudo a mi compa�ero.
Mi compa�ero se coloco un poco de humectante, yo lo tome por
el cabello y lo apret� contra mi concha, all� tuvo que ponerse a lamer mi
lampi�a conejita, mi macho, comenz� a acariciarle las nalgas y antes de que
pudiera decir nada, lo estaba empalmando por detr�s con fuerza, sabia que lo
hab�a desgarrado, era un garrote enorme, fuera de lo normal. El nuevo comenz�
gritar que lo solt�ramos, pero yo solo sonre� y volv� a apretarle la cara contra
mi chochito. Una sonrisa de satisfacci�n salio en los labios de mi compa�ero que
asinti� gozando el momento. El culito estaba apretado, y caliente. Mientras el
otro gem�a de dolor mientras hacia una oral fatal a mi conchita. Yo le ped� a mi
compa�ero que lo sacara y me buscara la paleta, el lo hizo y antes de que el
nuevo pudiera suspirar de alivio un golpe fuerte choco contra su espalda. Antes
de poder reponerse del dolor mi macho volvi� a meterle la verga hasta el fondo
haci�ndolo gritar, lo que hacia que recibiera otro cantazo de mi parte, as�
estuvimos otro tanto hasta que mi compa�ero se detuvo y comenz� a acariciarle la
verga, este la tenia dura, parec�a que no le gustaba el dolor pero si el ser
clavado. Cuando ambos se cansaron volvieron a atarlo a la viga del techo, all�
recibi� los cuarenta latigazos y vio con la verga dura, como la pareja esclava
comenzaban a entregarse a tener sexo. "No te preocupes ma�ana tendr�s algo m�s
si es que nuestra se�ora se complace con tu cuerpo, no se que hiciste pero debi�
ser algo que mereciera mucho castigo, por que cuando llego estaba furiosa, a
parte de eso no dijo que te trat�ramos bien. Lo �nico que quiere decir eso es
que te esperan unas semanas convertidas en tu infierno personal." Con esas
palabras dichas sal� de la habitaci�n acompa�ada de mi pareja, dej�ndolo a el
colgando para que durmiera como lo que era, el nuevo juguete, el nuevo esclavo
pero no el preferido.
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Continuara�