Por fin llegaron las vacaciones de navidad, despu�s de tanto
trabajo durante los �ltimos meses, pens� que serian unas vacaciones merecidas.
Mi nombre es Silvia y en aquellas vacaciones ten�a 22 a�os,
era una chica morena; con un cabello largo a la altura de los hombros, delgada,
estatura media, mis pechos; duros y redondos y un culo apretado que har�a las
delicias de muchos hombres.
Llegue a casa, mi madre estaba en el sal�n hablando por
tel�fono, entre en mi habitaci�n, me desnude, me puse la bata y fui al servicio
a darme una ducha, me seque el pelo y sal� a comer, mi madre me comento que
hab�a llamado mi abuela, que fu�ramos a M�laga a pasar las navidades, me dijo
que ir�an mis primos tambi�n. La idea no me entusiasmo bastante, pero tampoco me
importo, no tenia planes y me intrigaba volver a ver de nuevo a mis primos,
hacia que no los ve�a muchos a�os, la ultima vez yo tenia 12 a�os y casi ni me
acordaba de c�mo eran, adem�s habr�an cambiado bastante.
Varios d�as despu�s, de madrugada, mi padre, mi madre y yo,
nos montamos en el coche y fuimos a M�laga, el viaje fue largo, tardamos casi 10
horas y llegamos muy cansados, estuvimos hablando con los abuelos y me fui a
descansar un poco. Las voces me despertaron, eran voces que no conoc�a, as� que
pens� que ya era hora de levantarme y saludar a los que all� hubiera, fui hacia
el sal�n, y salude, estaban mis abuelos, mis padres y mi t�a Julia con uno de
sus hijos, Alex, mi primo que hacia tanto que no le ve�a.
Todos nos sentamos y tomamos caf�, nos cont� que mi otro
primo no vendr�a, que le tocaba trabajar en el extranjero, observaba a mi t�a y
a mi primo, me parec�an aut�nticos desconocidos, mi t�a segu�a igual, pero mi
primo era todo un hombre, tenia 18 a�os, era alto, delgado y muy guapo, poco
quedaba en el de aquel ni�o con el que compart�a las tardes de verano hace tanto
tiempo, le mire de reojo y pude ver en el como no me quitaba la vista de encima,
recorr�a con su mirada cada cent�metro de mi cuerpo y aunque al principio me
molestaba, despu�s me empez� a excitar la idea de sentirme deseada.
Hablamos durante un largo tiempo y despu�s entre todos
preparamos la cena y nos sentamos en la mesa, dej�ndome a m� al lado de mi
primo, sintiendo en mi de nuevo su mirada, siendo muy amable conmigo cada vez
que se dirig�a a mi, terminamos de cenar y todos nos fuimos a la cama, era tarde
y el d�a siguiente se preve�a cansado, ya que era nochevieja y tendr�amos mucho
que preparar. Mi t�a y primo se quedaron all� a dormir, la casa era muy grande y
cada uno ten�amos nuestra habitaci�n. En el silencio de la noche empec�, no se
porque, a pensar en mi primo, me excitaba pensar en el, hab�a cambiado tanto�
casi sin darme cuenta sent� que la humedad me invad�a y me re� dentro de m�,
dici�ndome que tonta era, como me hab�a puesto yo solita, baje mi mano, la
introduje por debajo del pijama y empec� a acariciarme, pensando en la figura de
mi primo, durante un largo tiempo estuve masturb�ndome hasta que al final me
dorm�.
Mi madre entro en la habitaci�n a despertarme, me levante y
baje abajo a desayunar, todos saludaron, en especial mi primo que al verme con
el camis�n quedo sus ojos fijos en m�, despu�s de desayunar, sub� a ducharme, el
d�a era precioso, el sol entraba en la habitaci�n, me duche, y me vest� con un
pantal�n vaquero ajustado y una camisa azul muy ajustada tambi�n, que realzaba
mi figura, baje al comedor, donde todos me esperaban, al verme, Alex, sonri�.
Anduvimos por la ciudad, por calles y plazas de las que
apenas tenia recuerdos, pero que Alex me recordaba, dici�ndome all� es donde te
ca�ste y esa es la fuente donde siempre �bamos. Fue bonito revivir nuestra
infancia despu�s de tantos a�os, despu�s de tanto como hab�amos cambiado y
notaba como Alex iba detr�s de m�, mirando perplejo mi culo. Mi madre y mi t�a
iban mas pendientes de comprar para la cena, as� que nos paramos y Alex dijo,
-Ir vosotras a comprar y yo me quedo con Silvia y vemos la
ciudad-
La idea me pareci� sugerente, que peligro, yo sola ante mi
primo. Mi madre y mi t�a aceptaron y fueron a comprar, no sin antes recordarnos
a que hora se com�a en casa y que no nos retras�ramos. Alex y yo nos fuimos a un
bar cercano a tomar algo, el calor era sofocante. Durante el trayecto al bar, no
hablo nada, pens� que el chico tan hablador, al quedarnos a solas se hab�a
cortado un poco, llegamos al bar, pedimos un refresco y nos sentamos en una
mesa,
-Alex, y que es de tu vida, no has hablado nada-
-De mi vida, poco puedo contarte, estuve estudiando, pero
como no val�a pues me sal� a trabajar, y actualmente trabajo, as� que eso es
todo-
-Solo eso, despu�s de casi 10 a�os sin vernos solo me cuentas
eso-
Alex se r�o.
-�Tienes novia?-
-No, las chicas pasan de mi-
-�Por qu�? Pareces un chico muy majo, adem�s de ser muy
guapo-
Alex se sonrojo y no contesto, se quedo pensativo y bebi� del
vaso con la mirada perdida.
-�He dicho algo que te haya molestado?-
-No en absoluto, es que nunca me lo hab�an dicho antes, y
claro tu supongo que me lo dir�s pensando como prima mayor-
Met� mi mano por debajo de la mesa, y la situ� en su pierna,
y lentamente fui subiendo hab�a su entrepierna. Alex se quedo cortad�simo, sin
habla, con miedo a mirarme y simplemente bebi� del baso hasta que termino
completamente. Su rostro estaba p�lido y rojo como un tomate, continuo el
silencio entre nosotros mientras poco a poco mi mano sub�a hasta que llegue a
sentir en mis dedos su polla, ya totalmente dura, como queriendo salir del
pantal�n.
-�Te molesta?-
-En absoluto, me encanta-
-Entonces �Por qu� te quedaste tan p�lido y sin habla?-
-No se, nunca cre� que me pasar�a algo as� con mi prima-
-�Y que cre�as que pasar�a?- le pregunte.
-No lo se- respondi�.
Mi mano segu�a acariciando aquella polla, estaba deseosa de
tenerla solo para m�, le mire y le di un h�medo beso en los labios, aparte mi
mano de aquel paquete, me miro con unos ojos muy tiernos y le dije,
-Vamonos nos esperan para comer-
Durante el camino de vuelta, Alex estaba distante, no
articulo palabra y comprend� que yo era la primera mujer que le hab�a tocado,
as� que decid� no decir nada y permanecer callada, d�ndole tiempo para
asimilarlo.
Llegamos a casa y saludamos a los presentes, sub� a la
habitaci�n y me cambie, me puse un pantal�n corto para estar mas c�moda y fui a
la cocina para ayudar, Alex se sent� en el sof� y simplemente me observaba como
pon�a la mesa, cuando terminamos nos sentamos a la mesa, cada uno en el sitio
donde se situ� la noche anterior y comenzamos a comer, mientras habl�bamos. A
escondidas baje la mano debajo de la mesa y la situ� encima de la polla de Alex
y sent� como iba creciendo debajo de mi mano y como se volv�a a quedar p�lido a
lo cual aleje la mano cuando su madre le pregunto si estaba bien, el respondi�
que si, solo que estaba un poco cansado. Terminamos de comer y recogimos los
platos, Alex subi� arriba a ducharse y yo dije a mi madre que sub�a a echarme un
poco, para estar descansada para la noche, sub� con intenci�n de meterme en la
cama cuando observe que la puerta del ba�o estaba un poco abierta y se o�a la
ducha en el interior.
Entre sin hacer ruido y cerr� la puerta con cerrojo, detr�s
de la mampara se dejaba ver la silueta de Alex, y de pronto cerro el grifo y
salio de la ducha, al verme se asusto y r�pidamente tapo con sus manos su polla
y se quedo inm�vil desnudo delante de mi.
-No te asustes Alex-
Estaba de pie, fuera de la ducha y me acerque a el, puse mi
mano encima de la suya y destape la polla que debajo se hallaba, era un miembro
muy bonito, arrugado y peque�o, me arrodille delante de el y con la punta de mi
lengua empec� a rozarla toda ella, estaba mojada y muy sugerente, me la
introduje entera en mi boca, oyendo de Alex un gemido de placer y entre mis
labios note como aquella cosita arrugada iba creciendo hasta ser una de las
mejores pollas que nunca hab�a visto, empec� a com�rmela con �mpetu bajo los
gemidos de mi primo, saboreando cada cent�metro de aquel miembro enorme, hasta
que poco tiempo despu�s note como se puso mas y mas dura, sabia que iba a
correrse, pero continu� comi�ndola, hasta que note como un gran chorro de su
leche casi me llega a la garganta y me obligo a sac�rmela de la boca, Alex no
dejaba de gemir, limpie con mi lengua toda su leche, me levante, me lave los
dientes, me acerque a Alex, le bese y le dije,
-La pr�xima vez tendr�s que iniciar t�, me voy a echar un
rato-
Alex sigui� sin pronunciar ninguna palabra, sal� del ba�o,
asegur�ndome que no hab�a nadie, entre en mi habitaci�n y me dorm� hasta media
tarde, despert� y baje al sal�n donde estaban todos y mi madre me dijo que me
vistiera que ir�amos a tomar algo con unos amigos antes de cenar.
Salimos a unos bares cercanos, todos hablamos y disfrutamos
de que el a�o presente ya nos dejaba, sin embargo, todos nos lo est�bamos
pasando bien menos Alex, que apenas salieron unas palabras de su boca y por m�s
que intentaba ponerme a su lado el no me tocaba, estaba tan distante. Esa noche
cenamos y unos amigos de Alex vinieron a buscarle para salir de fiesta, yo no
conoc�a a nadie, hab�a pensado quedarme en casa con mi familia, pero mi t�a
insisti� en que fuera con Alex de fiesta, ante tales �nimos, me cambie y sal�
con ellos, durante toda la noche, Alex tuvo oportunidades para acercarse, pero
no lo hizo y yo estaba un poco mosqueada, todos los acercamientos fueron m�os y
sent�a que le estaba acosando, me acerque a el,
-Alex, �se puede saber que te pasa?, se que te gusto, no
dejas de mirarme, y ahora que dejo que me toques no lo haces, �qu� es lo que
quieres?-
-No me pasa nada, me falta valor para acercarme, aunque me
muero de ganas de ti-
Esas palabras no las entend�, miedo a que, no quer�a casarme
con el, simplemente deseaba follar con el, quer�a sentir aquella polla dentro de
mi, pero seg�n pasaba la noche me fui desenga�ando, Alex como si me ignorara y
empec� a relacionarme m�s con sus amigos, sobre todo con uno de ellos, que
jugaba con nosotros cuando �ramos peque�os, Eduardo un chico muy simp�tico y
majo. Hablamos durante toda la noche, Alex miraba de lejos, como dolido, pero no
me importo, el hab�a tenido su oportunidad y no la quiso, m�s no pod�a hacer,
as� que al final de la noche, estando todos juntos en el local que hab�an
alquilado para esa noche, Eduardo comenz� a besarme y yo le segu�, por una vez
en mi vida me sent�a una autentica perra, y despu�s de haberle echo una mamada a
Alex, deseaba follar esa noche, y Eduardo no me llamaba como persona, pero
f�sicamente me atra�a y aunque en situaciones normales no me hubiera liado con
el, esa noche era diferente, mis hormonas estaban disparadas y deseaba sentirme
mujer.
Los morreos se sucedieron, notaba que me estaba humedeciendo,
la excitaci�n me invad�a y le ped� que fu�ramos a uno de los reservados, todos
nos miraban cuando nos �bamos hacia all�, los murmullos se duplicaron y las
palabras obscenas tambi�n, mientras Alex miraba deseoso de que en vez Eduardo
fuese �l.
Entramos en el reservado, era simple, solo un somier con un
colch�n, pero eso bastaba para colmar el deseo, Eduardo me arrojo de un golpe a
la cama y bruscamente me quito el vestido, qued�ndome en ropa interior, un
conjunto color azul cielo reservado solamente para ese d�a, me desabrocho el
sujetador y empez� como loco a comerme la tetas, apretando mis pezones con tal
fuerza que sent�a dolor, pero no me importaba, a la vez sent�a un placer
indescriptible, con su lengua bajo lentamente recorriendo todo mi cuerpo,
haci�ndome sentir escalofr�os, aparto las bragas a un lado y de golpe incrusto
su lengua en mi agujero, un chillido salio de mi garganta, me encanto que
entrara as�, mov�a la lengua mas r�pido y fuerte como nunca hab�a sentido, y eso
me encantaba, notaba en Eduardo su falta de experiencia, pero no me importo, ya
que tambi�n note que estaba disfrutando.
Eduardo no paraba, le dec�a que parara, pero no lo hac�a, su
lengua h�meda recorr�a todo mi co�o, sus dedos entraban una y otra vez y mi
excitaci�n era plena, hay estaba yo, retorci�ndome de gusto encima de aquella
cama, con el hombre que nunca hab�a pensado estar.
Cuando Eduardo par�, le desnude, y empec� a acariciarle su
polla con mis manos por encima del calzoncillo, pero debi� tener prisa, porque
r�pido se les bajo y mostr� ante mi una polla en todo su esplendor, muy bella,
gruesa y apuntaba directamente al cielo, era mas peque�a que la de Alex, pero
mas gorda, sin pensarlo me la met� entera en la boca, sintiendo arcadas y mame
como una puta esa polla durante un espacio de tiempo, el cual no sabr�a decir en
minutos, solo se que Eduardo disfrutaba, gem�a y me daba mas, dici�ndome "come
puta come". Sus manos agarraron mis cabellos y me llevo fuertemente hacia el,
con movimientos bruscos, sabia que se iba a correr y un grito desgarrador salio
de su garganta mientras mi boca se lleno de su leche, saliendo cuatro chorros
con fuerza entre mis labios.
Pens� que ese no era mi d�a, puesto que quer�a ser penetrada
y el al correrse no me dar�a ese placer, pero me confund�, porque su polla en
ning�n momento bajo su erecci�n, me volteo y me puso de rodillas, meti�ndome
hasta el fondo aquella polla, que aunque no era larga, su grosor hizo que de mis
ojos salieran varias lagrimas de dolor, gem�a como nunca hab�a gemido, la sent�a
toda dentro de m�, Eduardo no paraba de follarme brutalmente y me encantaba, mis
pechos se mov�an con fuerza y sent�a como sus huevos chocaban contra mi, esa
noche sin preverlo, fue el mejor polvo de mi vida, consiguiendo varios orgasmos
que nunca hab�a sentido, Eduardo saco su polla de mi co�o y un peque�o chorro de
leche se derramo en mi espalda, fue maravilloso, los dos nos tendimos en la cama
y fumamos un cigarro para despu�s vestirnos y salir del reservado ante la mirada
de todos.
Alex no estaba all�, me dijeron que se fue nada mas entrar yo
en el reservado, as� que tome una copa y Eduardo me acompa�o hasta casa, mi
cansancio era evidente, me desped� con un beso, entre en casa y me met� en la
cama a descansar, sola en mi habitaci�n, pensando que Alex estaba en la
habitaci�n de al lado, miraba al techo y me sent�a como una autentica puta, y
solo pod�a pensar en el da�o que pude haber echo a Alex, y pensando me dorm�.
Despert� a la hora de comer y baje al comedor, todos estaban
all� e incluso Alex se mostraba muy simp�tico conmigo, pasamos el d�a
descansando en casa, y preparando las maletas para volver a nuestra casa. Al d�a
siguiente Alex subi� a mi habitaci�n, se acerco a mi y me beso, mi reacci�n,
ahora que lo pienso creo que me pase, porque me separ� de sus labios y le di una
torta en la cara, dici�ndole,
-No soy un pa�uelo, ahora quieres y ayer no, tu oportunidad
ha pasado-
Alex, quedo exhausto en la habitaci�n y sin mediar palabra se
fue, por la tarde volvimos a casa y no he vuelto a saber nada de Alex, y creo
que pocas ocasiones tendr� de nuevo de verle, aunque ahora comprendo que estaba
enamorada de �l.