Otra vez estaba so�ando que me chupaban la polla. Sin
embargo, Eva Santolaria hab�a desaparecido de mi mente. La que me mamaba la
verga en el sue�o era mi hermanita, Adela. Yo sab�a que era un sue�o por que no
hab�a fondo. Est�bamos los dos desnudos en un vac�o blanco, mientras ella
engull�a mi polla. Cuando abr� los ojos a�n esperaba encontr�rmela as�,
chup�ndome el rabo, pero ella estaba dormida, a mi lado, en la cama de mis
padres. As�, mientras dorm�a, pude detenerme a contemplar el cuerpo de mi
hermana. Era bell�sima, de piel blanca, aunque con un matiz tostado
mediterr�neo. Ten�a nariz respingona, grandes ojos marrones, melena rubia que
enmarcaba su cabeza redonda... fui bajando m�s y m�s los ojos; Tetas perfectas
para ser sobadas, aunque supon�a que a�n ten�an que crecer, con aureolas
marrones y peque�as, con unos pezones que dec�an "c�meme". Vientre plano, y un
vello p�bico tan escaso y rubio que parec�a transparente. Su vagina estaba
abierta como una deliciosa granada, y sus piernas eran mi perdici�n. Largas,
delgadas y muy pero que muy excitantes. Mir� el reloj despertador de mi padre,
marcaba las once y diecisiete. Hab�amos dormido mucho, pero era domingo y el
domingo est� para eso. Bueno, para eso y para lo que le ten�a preparado a
Adelita, mi dulce Adelaida. Entonces tuve una idea para volver a comprobar mi
poder. Sin embargo, la necesitaba despierta y la iba a despertar igual que ella
me hab�a despertado ayer. As�, abr� lentamente sus piernas y met� mi lengua
entre ellas.
Empec� por pasarle la lengua por los muslos.
Involuntariamente, y a�n dormida, los contrajo y los relaj� en un instante. Met�
mi boca en su sexo, y empec� a jugar con su cl�toris. Adela comenz� a gemir, a�n
dormida. Por en�sima vez, mi mente se embriag� con el aroma de mujer de mi
hermana. Adela empez� a moverse, casi retozando con mi cabeza entre sus piernas.
Puso sus manos en mi nuca, y con un grito de placer, abri� los ojos.
- �Mario!- dijo al ver mi cabeza entre sus piernas.
- Veo que mi hermana ya esta despierta
- s�, s�.- quer�a m�s, no se conformaba con un simple
cunnilingus.
- �Vale! Entonces hazme el desayuno.- No s� c�mo describir la
cara que puso, estaba entre la sorpresa, la incredulidad y el "este t�o est�
loco"
- �Qu�eeeee?
- �No me has o�do?- la mir� como si me la fuera a comer-
�HAZME EL PUTO DESAYUNO!
Ella obedeci�, no se explicaba esos cambios de humor en m�.
Tan pronto estaba foll�ndomela con suavidad, como la estaba usando y tratando
como un felpudo. Al cabo de diez minutos, los dos est�bamos tomando un caf� de
lo m�s bueno en la mesa de la cocina. Yo volv� a hablarla con dulzura, y ella se
relaj�. Cuando me termin� el caf� (pronto, pues ten�a ganas de hacer lo que
hice), me met� debajo de la mesa y empec� a meterle el dedo coraz�n en la
vagina. Ella dej� el caf� en la mesa, y se dispuso a recibir otro env�o de
placer a manos de su hermanito. Consegu� que se volviera a correr, sal� de bajo
de la mesa y me fui al comedor dej�ndola terminarse el caf�. Cuando entr� en el
comedor, a�n ten�a las mejillas coloradas de excitaci�n, no s� si por mis dedos
o por los que posiblemente ella sola se hubiera metido en mi ausencia. Nada m�s
entrar se acerc� a m�, (estaba sentado en el sof�) y se sent� encima de m�. Puso
su vagina encima de mi polla y se dej� caer. Yo a�n andaba medio empalmado del
dedo que le hab�a hecho, pero cuando la vi entrar con ese color en las mejillas
y esa mirada de tigresa hambrienta, mi miembro se puso en posici�n de firmes en
cuesti�n de microsegundos. Mientras ella botaba sobre m�, sus pechos quedaban a
la altura de mi boca, por lo que me dispuse a devorar esos pezones que tanto me
atra�an.
Poco a poco, sin que se diera cuenta, fui deslizando un dedo
hacia su ano, y lo met� unos dos o tres cent�metros. Adela s�lo suspir�, muy
fuerte, lo que me dio pie a seguir intern�ndome en su cuerpo por la puerta de
atr�s. Despu�s de ese dedo entr� otro, y despu�s otro, y a cada uno que entraba,
mi hermana suspiraba y yo iba agrand�ndole el agujero. Sin embargo, puso su boca
en mi oreja, y con una voz suave y melosa, la m�s sensual que jam�s hab�a o�do,
me susurr� "no lo hagas, hermanito". Yo acced�, por lo menos en ese momento, y
segu� d�ndole fuelle a su co�o. Despu�s de otro orgasmo, mi hermana supo que yo
iba detr�s y se sali�. Puso mi polla en su boca, mojada de jugos y l�quido
preseminal, y me la mam� unos segundos hasta que yo descargu� el contenido de
mis huevos en su boca. No dej� escapar ni una gota, y despu�s de eso se sent� a
mi lado y me abraz� muy fuerte.
- Te amo.- su voz segu�a jugando en mi oreja, jugaba con mi
cordura, volvi�ndome loco por ella. Sinceramente, yo tambi�n la amaba, estaba
enamorado de mi hermana, y el pensamiento me abrum�.
A las dos comenc� a preparar la comida, puesto que mi
hermanita era una negada para la cocina. Me volv� a poner el delantal y esta vez
ella no dijo nada por que iba a preparar carne con patatas fritas, y lo �ltimo
que yo quer�a (que nosotros quer�amos), era quemarme la polla con una chispa de
aceite. Cuando empezamos a comer, lo hicimos a una gran velocidad. Adela hab�a
pillado mi truco y sin hablar, s�lo con la mirada, acordamos que el primero en
acabar se meter�a debajo de la mesa. Otra vez fui yo el m�s r�pido y con una
sonrisa me deslic� al suelo. Le abr� las piernas y o� como ella dejaba el
tenedor en la mesa. Empec� a deleitarme con su sexo, y cuando lleg� al orgasmo,
mi boca estaba all� para recibir sus jugos.
Eran ya las tres cuando la dejaba terminar de comer. Nada m�s
dejar los platos en la pila, comenzamos a fregarlos, pero esta vez juntos, y yo
los enjabonaba y ella los limpiaba y secaba. A cada vaso, plato o cubierto que
le pasaba, le daba un beso, cada vez en un sitio distinto. Boca, frente,
mejillas, teta, brazo, co�o pierna, vientre, co�o, co�o, co�o, tetas, co�o,
co�o, co�o... Ya no quer�a otra cosa. Cuando por fin me deshice del �ltimo vaso
me li� a besarle el sexo, mientras ella gem�a y gem�a. Sin embargo, el tel�fono
rompi� el influjo de su sexo. Me maldije por lo bajo pero tuve que cogerlo, no
sab�a si pod�an ser mis padres dici�ndome que ya estaban en la puerta, as� que
respond�.
- �Diga?... �Ah! Hola pap� que llegareis tarde... �Por la
noche?... No tranquilo, nosotros estamos bien... ya preparo yo la cena... No te
preocupes... Claro que Adela est� bien, est� muy bien... me dice que te env�e
saludos a ti y a la mam�- yo sonre� a mi hermana y ella me dijo por se�as que se
iba a duchar. Yo asent� con la cabeza mientras me desped�a de mis padres. As�,
colgu� y me dirig� al ba�o, para ver c�mo se duchaba y quiz�, meterme con ella
en la ducha. Sin embargo, cuando ya estaba a mitad de pasillo, tocaron a la
puerta. R�pidamente me entr� a mi habitaci�n y me puse unos pantalones. Al
tercer timbrazo yo abr�.
- �Javi? �Qu� co�o haces aqu�?- le dije.
- Mira, que ayer al final, como no ven�as t�, Rosa no vino,
como Rosa no vino la super-mega-guay de Claudia tampoco vino, y para ir yo s�lo
con la parejita de oro...- la parejita de oro eran Sandra y Juan, unos amigos
m�os.- As� que he decidido venir y convencer yo mismo a tus padres para que te
dejen venir hoy al cine. �d�nde est�n tus pa...?- no pudo hablar m�s, se qued�
con la boca abierta cuando mi hermanita apareci� desnuda por el pasillo, no
hab�a o�do la puerta y sali� de la ducha como yo la hab�a ense�ado.
- Mario �Qu� pasa?- Al ver a Javi, s�lo pudo taparse las
zonas m�s sensibles de su cuerpo con las manos (sexo y tetas), y salir corriendo
a su habitaci�n.
- �te estabas tirando a tu hermana?- sinceramente, yo me
hac�a esa misma pregunta desde hac�a treinta horas, pero la vocecilla era tan
d�bil que me era muy f�cil obviarla.
- �no, Javi! �No es lo que parece!- maldita sea, esa frase
son� como si en realidad hubiera dicho "S� Javi, me la estaba tirando y �Sabes
qu�? Me gusta mucho"
- Yo tambi�n quiero.- lo dijo tan serio que me cost�
tom�rmelo a broma.
- �S�! �No tienes t� fe!- le dije con iron�a.
- Si quieres vengo ma�ana y se lo cuento a tus padres
- �No me puedes hacer esto! �JAVI, NO ME PUEDES HACER ESTO!
- Tr�ela aqu�.- estuve por pegarle un pu�etazo y sacarlo a
patadas de la casa, pero conoc�a a Javi y sab�a de lo que era capaz. Me puse las
manos en la cabeza, el perfecto fin de semana con mi hermana se estaba torciendo
por el perfecto hijo de puta de mi amigo. Lo hice pasara y cerr� la puerta. Me
dirig� al cuarto de mi hermana y la vi intentando meterse en unos vaqueros muy
ajustados. Le cont� la proposici�n de Javi y ella tambi�n se lo tom� a broma.
Sin embargo, algo en mi mirada l�gubre la convenci� de que no era as�.
- �No! �No, Mario, no! �No me puedes pedir eso!
- �QU� PREFIERES? �QUE NOS PILLEN LOS PAP�S Y A TI TE MANDEN
A UN PUTO INTERNADO DE MONJAS Y A M� A UN LOQUERO? �EH? �ESO QUIERES?- la estaba
volviendo a abrumar, as� que sin esperar respuesta la saqu� de su habitaci�n
llev�ndomela por el brazo. De repente ella me cogi� del hombro y me dijo al o�do
"S�lo follar, eh", yo asent� con la cabeza, no iba a permitirle a ese hijo de
puta nada m�s con mi peque�a hermana. La llev� al comedor, d�nde, a pesar de los
pantalones, al hijo de puta de Javi se le notaba una buena erecci�n. Le puse ah�
de pie a mi hermana, mientras me acercaba a �l
- �S�lo un polvo! Despu�s, te piras y aqu� no ha pasado
nada.- de repente me sent� sucio, como un proxeneta prostituyendo a mi hermana.
Me acerqu� a mi cuarto, abr� un caj�n y saqu� una caja de condones, de los
buenos, no quer�a problemas. Cuando volv� al comedor, Javi estaba de pie junto
al cuerpo de mi hermana. Le pasaba un dedo por la cara mientras daba vueltas a
su alrededor. Mi hermana s�lo hab�a tenido tiempo de ponerse unas bragas y un
sujetador. A�n as�, Javi la miraba como un le�n a una gacela coja.
- �Toma!- le tend� el preservativo- y ni se te ocurra
pasarte.- me acerqu� a mi hermana, y le dije suavemente al o�do.- t� tranquila,
yo estar� aqu�. Si hace algo que no ves bien, me acercar�.
Ella me mir� a los ojos y me dijo que s� con la cabeza. Nunca
olvidar� esa mirada, con esos ojos marrones a punto de romper a llorar.
- �Eh! �Te vas a quedar ah�?- me dijo Javi.
- �ALG�N PROBLEMA?- el grito sorprendi� tanto a Javi como a
Adela, e incluso a m� me sobresalt� un poco. Entonces Javi se empez� a
desvestir. Adela, comprendiendo que ese no era ning�n gal�n de los que quitaban
la ropa a la chica par hacerla sentir m�s segura, hizo lo mismo. Cuando los dos
estuvieron desnudos, Javi cogi� a Adela y la tumb� en el suelo casi empuj�ndola.
Yo me acerqu� en un salto.
- �Ten cuidado! Sigue siendo mi hermana y t� un hijo de puta-
le dije, cogi�ndolo del cuello.
- �Vale, vale!- Javi alz� los brazos, en la t�pica pose del
"Soy inocente". Me ten�a miedo, y pens� que esto a lo mejor podr�a haberse
evitado con una buena paliza a tiempo. Sin embargo, ahora era muy tarde.
Javi se sent� en el sof�, a�n con los calcetines puestos, lo
que me hizo tener que ahogar una risa en mi mano, esperando que Adela pusiera su
boca en su polla. Yo le dije a mi hermana que no con la cabeza, as� que Adela se
levant� del suelo y se dispuso a sentarse encima de Javi.
- �No la has ense�ado a chupar pollas?- me dijo Javi
- Dije que s�lo un polvo.- Adela callaba, en ese momento yo
era su voz y la fuerza que la manten�a de pie. Yo era la causa de que ella
estuviera as� y la raz�n para que no se fuera. Por que, tal y como me hab�a
dicho, me amaba. Adela se introdujo la polla de Javi, enfundada en un cond�n,
hasta el fondo, llegando a donde sus test�culos se perd�an en una mara�a de
pelos pelirrojos. Entonces Adela comenz� a cabalgar sobre el cuerpo de Javi. No
botaba como las actrices porno, ella se deslizaba adelante y atr�s con
movimientos lentos y sensuales. Empez� a gemir y yo empec� a ponerme cachondo,
muy cachondo. A ratos, entre gemido y gemido, Adela me miraba y se dio cuenta
que me entrepierna tambi�n comenzaba a abultar por debajo del pantal�n, me ech�
una mirada y me gui�o un ojo mientras mov�a su culito. Yo le pregunt� con la
mirada y ella asinti� con la cabeza. Me quit� los pantalones y me puse detr�s de
ella. Javi no se dio cuenta, enfrascado como Adela en un sue�o de dulce placer.
Met� un dedo en el culito de mi hermana, y ella respondi� con un gemido que me
excit� m�s. Despu�s de varios segundos jugando con su ano para agrandarle un
poco la abertura, le introduje la polla por el ano mientras ella pegaba un grito
que hizo abrir los ojos a Javi. Al principio parec�a confuso por mi presencia
tan cercana, pero despu�s lo comprendi� y no le import� hacer conmigo una doble
penetraci�n a mi hermana. Me encantaba lo cerradito que ten�a el ano, lo que
apretaba mi polla con una presi�n que me parec�a divina. Mi hermana, gem�a entre
excitada y sorprendida por que dos hombres la estuvieran penetrando a la vez.
Cuando Adela comenz� a gritar de placer, Javi no tard� mucho en correrse. As�
que cuando lo hubo hecho, se sali� de mi hermana para que yo siguiera en
solitario, amas�ndole esos dulces pechos mientras mi polla atravesaba su ano.
Cuando Javi se sali�, yo le dije al o�do "�quieres por delante?" pero ella neg�
con la cabeza, mientras acoplaba sus movimientos a los m�os y o�a que ten�a un
orgasmo. Al cabo de diez segundos del suyo, lleg� el m�o, y descargu� mi semen
en su dulce culito.
Cuando acabamos, a�n estuvimos un momento bes�ndonos, hasta
que o�mos la cadena del b�ter. Javi acababa de deshacerse de sus soldaditos por
la ca�er�a. Cuando lleg�, le tend� su ropa y con mi dedo �ndice extendido sobre
mi cuello, le dije:
- Ya sabes, ahora esto jam�s ha sucedido, t� nunca has
entrado en esta casa y no conoces a Adela. �Vale?
- �Joder! Pareces los generales esos americanos de los
OVNIs.- en vez de re�rme di un paso hacia �l, lo que le asust�.- Vale, vale, lo
que t� digas.- Dicho esto, cogi� su ropa, se visti� y sali� por la puerta. Ya
dentro solos Adela y yo, le ped� perd�n por lo ocurrido.
- Lo siento, se present� aqu� no sab�a que iba a venir...
tuve miedo.
- Tranquilo,- y me estamp� un beso en la mejilla. Despu�s de
ducharme, esta vez s�, con ella, volvimos a la cama de nuestros padres, y all�
volvimos a follar. De repente, mir� el reloj y me di cuenta que era muy tarde.
- �Joder! �V�stete que los pap�s est�n al caer!- ella mir� el
reloj y el mismo p�nico se adue�� de ella. Eran casi las diez y la noche ya
hab�a ca�do sobre la ciudad. Cenamos unos s�ndwiches y cuando vinieron mis
padres est�bamos los dos viendo una pel�cula de terror en la televisi�n.
- �Qu�, c�mo os lo hab�is pasado?- pregunt� muy padre.
- Muy bien, un poquito agobiada.- dijo Adela.- es que Mario
ha estado todo el fin de semana... muy encima de m�.- ella se ri�, y yo me lanc�
hacia ella y le hac�a cosquillas.
- �M�ralos! Como dos ni�os.- mi padre nos mir� y nos re�mos.
�l no supo por qu�, pero nos re�amos por que no �ramos unos ni�os, �ramos unos
adolescentes que se hab�an pasado el fin de semana follando como conejos. El
lunes mi parte racional volvi� de sus vacaciones, pero, de ah� en adelante,
siempre que pod�a, me met�a en el cuarto de mi hermana sin que mis padres me
vieran.
FIN� de momento.