GORDO DE LAS 6 EN PUNTO (4)
CAP�TULO IV: ANGEL O DEMONIO?
Como �nica respuesta, quit� las s�banas que lo cubr�an, se
levant� la camisilla con una mano hasta dejarme ver ambos pezones, al mismo
tiempo que levant� el culo que estaba hundido sobre el colch�n y con la otra
mano baj� el el�stico de sus calzoncillos para dejar visible una de sus nalgas,
y me horroric� con la visi�n que tuve en ese instante.
Sus pezones estaban terriblemente marcados, como mordidos y
hab�a sangre seca alrededor de ellos; y su nalga, inundada de moretones.
"Dios m�o!!! Qu� te est� haciendo ese hijo de mil putas?"
Dije a los gritos totalmente fuera de m�. Quer�a salir ya mismo a buscarlo para
cagarlo a patadas. Estaba desesperado como cuando descubres que alguien le est�
haciendo da�o a un ser querido.
"Est� todo bien, Zesna. No te preocupes. A mi me gusta." Dijo
dej�ndome a�n m�s sorprendido.
"T� est�s demente??? Qu� es lo que te gusta?" Pregunt� sin
ocultar mi ira.
"Que me maltrate, que me cague a puntapi�s en el culo, que me
abofetee el rostro todo el tiempo, que me pellizque y muerda los pezones lo m�s
fuerte que pueda hacerlo hasta dej�rmelos ensangrentados, que me orine y me
cague encima..." Confes� y posiblemente seguir�a con la lista de perversiones de
no haberlo interrumpido.
"Junior, est�s completamente loco!!!???" Exclam� horrorizado.
"No sabes lo muy excitante que es todo eso, Zesna. Puedes
entenderlo?" Su mirada me estaba obligando a creerle.
"Yo no puedo creer lo que me est�s diciendo. C�mo puedes
dejarte hacer todo eso por un hijo de puta? La persona que te hace todo eso, no
te quiere en absoluto, Junior. No puede quererte alguien que te haga tanto
da�o." Dije para hacerlo entrar en raz�n.
"No me hace da�o. Es todo un juego." Dijo inocentemente.
"No! Pero c�mo es posible que no te des cuenta? Ser� un juego s�lo para �l. Pero
para ti no lo es. T� est�s siendo v�ctima de algo que nunca hab�a visto antes,
pero sab�a que exist�a y sinceramente nunca cre� que podr�a llegar a verlo con
mis propios ojos y menos a�n en alguien a quien quiero tanto." Estaba rogando
para que de una vez por todas recapacitara y no siguiera dej�ndose enga�ar.
"Es que t� no entiendes..." Continuaba diciendo.
"Qu� es lo que tengo que entender? Que ese tipo est� enfermo
por hacerte lo que te hace? Deber�a estar preso por obligarte a someterte a su
violencia." Dije enfurecido. "Lo que no entiendo es c�mo una persona tan
inteligente como t� no se da cuenta de lo que te est� haciendo ese hijo de mil
putas?"
"No. No es �l quien quiere hacerme esto." Dijo de pronto, y
ante mi asombro, continu�. "Soy yo el que le pide cada vez m�s castigos y m�s
fuertes."
"Pero... est�s completamente loco?" Mi cara de sorpresa era
de no creer.
"Es que por m�s que me dejo chupar la pija por Javier y lo
culeo, a m� el que me gusta es su padre." Explic�. "Me excita hacer todo lo que
hago con �l, y cada vez lo aliento a que me haga a�n m�s cosas. Creo que no
tengo ning�n tipo de l�mites cuando estoy con �l."
"Todo esto es una verdadera locura. Sigo sin entender el
motivo. Por qu�?" Insist�.
"Porque me calienta como la puta madre. C�mo puede ser que no entiendas que yo
prefiero los hombres mayores como �l..." Y cuando pens� que hab�a terminado,
agreg� "... o como t�, aunque bastante m�s gorditos. Me he percatado que me
gustan los obesos, Zesna. Siento una atracci�n impresionante por las personas
muy gordas y mayores y me encanta que ellos me humillen y me maltraten."
Su confesi�n me cay� como un bomba inesperada.
"Qu� est�s diciendo, Junior?" No pod�a recuperarme de una
sorpresa cuando a continuaci�n otra a�n mayor ocupaba su lugar.
"Te estoy diciendo la verdad. Como antes. Como siempre."
Confes�. "Te juro que nunca te voy a decir una mentira a ti, Zesna, porque yo te
quiero mucho. Ser� posible que a�n no lo sepas? Me siento muy bien cuando estoy
contigo, me excitas mucho, pero sexualmente prefiero a hombres gordos, aunque no
descarto alg�n tipo de juegos contigo. Creo que hasta en eso somos parecidos. T�
te rodeas de gente gorda. Mi padre, Pedro, Gerardo, Juan y hasta yo mismo. De
pronto, es por eso que siento alguna atracci�n hacia ti, ya que me siento con
mucha seguridad cuando estoy contigo."
Sus ojos parec�an sinceros.
Pero yo a�n continuaba dudando.
Me estaba diciendo la verdad, o eran todas mentiras?
Estaba ante un �ngel o un demonio?
"Zesna, te quiero tanto que yo s� te perdonar�a una mentira
que t� me dijiste una vez." Su comentario me dej� perplejo.
"Que yo te ment� a ti?" Dije con sorpresa. "Est�s equivocado... A qu� te
refieres?"
"Me vas a seguir negando ahora, que el d�a de mi cumplea�os
te estabas culeando a mi padre?" De repente cambi� el aspecto de su rostro.
Ahora me estaba desafiando.
"Eso s� que no es verdad!" Dije volviendo a montar en c�lera.
"Insistes con esa mentira? Zesna, yo ya no soy un ni�o! Nunca
me dijiste qu� estaban haciendo juntos encerrados con llave en su dormitorio y
encima de la cama. De acuerdo al estado en que �sta se hallaba, no me puedes
seguir mintiendo, diciendo que estaban sentados sobre el borde de ella y
conversando de lo mucho que se quieren."
"No seas impertinente, Junior!." Le orden�. "No hables as� de
tu padre!"
"Le estabas haciendo el culo, s� o no?" Pregunt�
inquiri�ndome.
No contest�.
"No respondes. Por qu� no respondes? Hubiera sido mucho m�s
f�cil decir que no. Ni�galo si lo que te digo no es verdad, pero no me contestes
con silencios que lamentablemente eso me hace suponer que te callas en lugar de
admitirlo. Te das cuenta? Todos somos putos. Javier, mi mejor amigo es puto;
Ernesto, su padre es igualmente puto; t� eres puto y yo tambi�n soy puto. Pero
mi propio padre? Que mi propio pap� tambi�n sea puto? Que se deje garchar, que
se deje romper el orto, que se deje llenar de leche? Eso es algo que no lo puedo
entender. El que puso su leche dentro de mi madre para que yo naciera. Ese
hombre tambi�n es puto? Esto es incre�ble!" El volumen de su voz hab�a comenzado
a elevarse mientras su rostro lo mostraba como terriblemente enfurecido. "Adem�s
estoy seguro que �l tuvo que estar de acuerdo con dejarse romper el culo. T� no
podr�as violarlo porque �l se hubiera defendido. Eso quiere decir que �l se
dej�. Tambi�n te chup� la pija? T� se la chupaste a �l?"
"Basta, Junior." Dije irritado. "No le faltes el respeto a tu
padre de esa forma."
"Yo faltarle el respeto a mi pap�? Y �l, qu�? Que tu propio
padre se deje coger por un hombre no es faltarle el respeto a su propio hijo?"
Sus gritos ahora desesperados me quebraba el coraz�n. De pronto se calm�, me
volvi� a ver directamente a los ojos y continu� nuevamente con su voz
controlada. "Pero de todos modos, no te preocupes. Est� todo bien contigo. Si
hay alguna persona a la que le permitir�a que se coja a mi padre, ese eres t�."
Mi sorpresa me imped�a soltar palabra.
"Si hubiera sido otro, le hubiera roto todos los huesos."
Dijo muy seriamente.
Mir� fijamente a sus pupilas buscando alg�n indicio que me
indicara que ese �ltimo comentario hab�a sido una broma.
No vislumbr� ninguno.
Era in�til que negara la atracci�n sexual que hab�a entre su
padre y yo. Este muchacho era terriblemente inteligente y no deb�a subestimarlo
intentando que cambiara su opini�n acerca de algo que evidentemente parec�a no
tener la menor duda al respecto, aunque en realidad no era cierto que me estaba
culeando a su padre en su cumplea�os.
Al menos no en ese d�a espec�fico.
Le rode� el cuello con mis brazos lo m�s fuerte que pude para
que no siguiera hablando de ese modo, sin saber si realmente me lo permitir�a.
Para ser sincero me sorprendi� por completo, ya que sus brazos terminaron
rode�ndome y apret�ndome contra su propio cuerpo fuertemente.
Estoy seguro que si yo estuviera en su lugar, sinceramente me
habr�a negado terminantemente a aceptar ese abrazo del modo como �l estaba
aceptando el m�o.
"Zesna, perd�name. No tengo nada contra ti." Dijo presionando
sus tent�culos a�n m�s fuerte.
"Qu� quieres decir con eso? Me est�s diciendo que tienes algo
contra tu padre?" Pregunt� apart�ndome de �l, porque no quer�a que me quedara
esa duda.
"Ahora no... Pero s�, no voy a negar que estuve muy molesto
con �l. Me pregunt� por qu� una y mil veces; por qu� mi propio padre se dejaba
manosear por otro hombre? Que se dejara llenar de leche. Por m�s que intento, no
me puedo imaginar a mi pap� chupando una pija. Qu� hijo se podr�a imaginar eso
de su propio padre? Pero no me puedo siquiera enojar con �l. Ya te dije que es
la persona que m�s quiero en el mundo. Es todo lo que tengo. Cuando lo vi
rodando por las escaleras casi me muero. Si se hubiera lastimado..." Se
interrumpi�. "En verdad me asust� mucho cuando lo vi ca�do."
"Si se hubiera lastimado, qu�? Qu� quisiste decir con eso?"
Pregunt�.
"Zesna, yo dar�a la vida por mi pap�." Confes�.
Su comentario me hizo emocionar sin poder evitarlo, y casi
hizo evaporar la duda que ten�a respecto a ese accidente.
"Junior, qu� sucedi� en ese momento? C�mo fueron los hechos
que finalizaron con la ca�da de tu padre?" Pregunt� tan s�lo para corroborar lo
que ya sab�a.
"Hab�amos estado hablando en su dormitorio, y nos llamaron
para comer, entonces nos dispusimos a bajar hacia la planta baja y de repente se
resbal�, se tropez� con mi pie, intent� agarrarlo, pero no pude y comenz� a
rodar escaleras abajo." Dijo. "Por qu�?"
Su expresi�n me pareci� totalmente sincera, pero nuevamente
no podr�a estar 100 por ciento seguro, aunque todo coincid�a con lo que me hab�a
dicho Eduardo.
"Quieres contarme acerca de lo que estaban hablando antes de
que sucediera el accidente?" Pregunt� dudando acerca de que realmente �l
quisiera compartirlo conmigo.
"Por supuesto que s�. Por m�s que te resistes a confiar en
mi, quiero demostrarte que lo puedes hacer sin ning�n tipo de problemas. Tan
s�lo ten�amos charlas referentes al sexo. Lo hacemos de tanto en tanto ya que se
preocupa mucho por m�." Dijo sin tener la intenci�n de ocultarme absolutamente
nada, dej�ndome nuevamente desconcertado por su amplia disposici�n. "�l ya me
hab�a dado suficiente educaci�n sexual... bueno, por lo menos la b�sica. Por lo
general lo m�s importante lo aprendes siempre en la pr�ctica. Ese d�a
espec�ficamente, me estaba alertando acerca del Sida. Me brind� toda la
informaci�n que necesitaba con respecto a esa enfermedad. C�mo no voy a querer a
un pap� as� que lo �nico que hace es preocuparse tanto por su hijo?"
Mir� para saber si su comentario era sincero, o tan s�lo lo
estaba diciendo con alguna iron�a.
A esta altura, ya me estaba odiando a mi mismo, por estar
desconfiando continuamente de �l. No estar�a siendo injusto en no creerle por lo
menos en algo?
El tema que me desconcertaba, era que su rostro siempre estaba imp�vido, sin
emoci�n alguna. No pod�a saber con exactitud si sus palabras eran producto de
una excusa para justificar su inocencia, o bien el sentimiento real de un hijo
hacia su amado padre.
"Junior, �l sabe lo mucho que lo quieres?" Obviamente no le
iba a decir al chico acerca de la sospecha de su padre.
"No lo s�. A veces yo tambi�n me lo pregunto." Confes�
suspirando.
"Es que nunca se lo dijiste?" Pregunt�.
"No."
"Y por qu� no?" Quise averiguar.
"Y qu� s� yo? Siempre uno supone que tu pap� ya sabe eso."
Contest� en forma por dem�s coherente.
"Debes saber que a veces ese alguien a quien queremos,
necesita saber que realmente lo hacemos. Muchas veces no alcanza solo con
quererlo, hay que dec�rselo. Las palabras a menudo surten m�s efecto que las
acciones." Aconsej�.
"Pero mi pap� es muy inteligente. Ya se tendr�a que haber
dado cuenta de que lo quiero hace bastante tiempo." Hizo una pausa. Pens� unos
segundos y pregunt�. "Te parece que �l necesita que se lo diga?" Su pregunta me
hizo hacer un gesto de �bingo!... es lo que te estoy diciendo exactamente.�
Volvi� a meditar por unos momentos y ech� un vistazo a su
reloj pulsera.
"Puedo llamarlo por tel�fono ahora mismo?" Pregunt�, ahora
demostrando algo de entusiasmo en su tez.
"A esta hora? Est�s loco? En la madrugada de domingo?" Dije sorprendido mirando
que al reloj a�n le faltaban unos minutos para marcar las 3 de la ma�ana.
"S�. Estoy seguro que a�n no se ha dormido ya que acostumbra
a leer acostado en su cama hasta altas horas. Me gustar�a dec�rselo en este
momento. No creo poder soportar un minuto m�s si no lo hago cuanto antes y �l
siga ignor�ndolo."
"Claro, por supuesto. Mientras lo haces voy a orinar." Dije y
me levant� para ir hacia el cuarto de ba�o y no invadir su privacidad en un
momento semejante.
"Zesna!" Me grit� antes de que yo saliera del dormitorio.
"Qu�?"
"Gracias!" Esa �nica palabra suele tener unos efectos muy
extra�os en m�, por lo menos las pocas veces en que la escucho, y en ese momento
hizo que me emocionara otra vez.
"A m�? Por qu�? No tienes nada por qu� agradecerme. Qu� es lo que estoy haciendo
yo por ti?" Su mirada me derriti�.
"Me est�s sirviendo de desahogo. Necesitaba hablar con
alguien y no sab�a con qui�n. Me hace muy bien poder confiar en alguien como
t�." Confes�.
Me sonri�, y mientras sal�a de la habitaci�n, vi c�mo tomaba
el tubo del tel�fono y comenzaba a marcar un n�mero.
Entr� al ba�o, orin�, me lav� las manos y puse la cabeza por
debajo de la canilla dej�ndome correr el chorro de agua fr�a durante varios
minutos.
Luego me mir� al espejo y sonre�.
En ese momento, ten�a un fuerte sentimiento hacia Junior,
pero segu�a consciente de que ese sentimiento variaba de un momento a otro,
oscilando intermitentemente entre lo bueno y lo malo, entre el amor y el odio,
entre el afecto y la furia, entre el fr�o y el calor...
"Zesna!" Grit� Junior. "Mi pap� quiere hablar contigo."
Sal� deprisa del ba�o llev�ndome la toalla conmigo para ir
sec�ndome el cabello en el camino y fui a tomar el tubo del tel�fono.
"Voy al ba�o, ahora tengo que orinar yo." Dijo el muchacho y sali� del
dormitorio, descalzo y en su ropa interior.
Cada vez que lo ve�a as�, me ven�an ganas de abalanzarme
sobre �l y chuparlo todo.
"Hola!" Dije una vez que Junior cerr� la puerta del ba�o tras
de s�.
"Hola, mi ni�o! Despu�s me cuentan qu� diablos est�n haciendo
a�n despiertos a esta hora... pero me gustar�a saber primero qu� es lo que has
hecho con mi muchacho?" Dijo Eduardo del otro lado del aparato.
"Nada. Yo..."
"C�mo que nada? Me acaba de llamar para decirme lo mucho que
me quiere. Nunca jam�s en su vida se le escaparon esas palabras de los labios."
Dijo visiblemente emocionado y eso hizo que mi lagrimal se pusiera en
funcionamiento.
"No fue nada, abuelo. Si hay alg�n m�rito de alguien, tenga
por seguro que es de �l mismo."
"Yo no pienso igual." Insisti�. "Tengo la plena certeza de que t� tienes mucho
que ver con esto."
"Bueno, le agradezco, pero en realidad no fue nada... " Dije
enjug�ndome los ojos con el dorso de la mano. "Sin embargo, me gustar�a
preguntarle algo. Necesito saber si Junior acostumbra mentir? Me refiero a que
si �l es adicto a inventar cosas... me refiero a historias o algo por el
estilo."
"Mira, �ltimamente ha estado mintiendo un poco, aunque en
nada trascendente. Por ejemplo me dice que los domingos a la tarde se va a casa
de la abuela y eso no es cierto, ya que he llamado para confirmarlo en alguna
oportunidad y en ninguna se hab�a aparecido por all�. No creo que sea tan
importante. Supongo que debe tener alguna novia por ah� y al menos por ahora, le
debe dar verg�enza comunic�rmelo,." Dijo y me dej� algo m�s aliviado ya que eso
podr�a corroborar parte de su historia. "Por qu� lo preguntas, hijo?"
"No, por nada en especial. Es que me est� contando algunas
cosas �ntimas que le suceden y tengo algunas dudas acerca de su veracidad." Le
coment� sin entrar en detalles.
"Dices que �l te ha contado cosas que le suceden?" Pregunt�
completamente sorprendido. "Te refieres a Eduardo? Junior? Mi hijo?... Zesna,
debes saber que jam�s de los jamases le escuch� a mi muchacho decir algo acerca
de lo que le pudiera pasar. No le gusta hablar de sus cosas privadas. Por
ejemplo, cada vez que hablamos de sexo, �l tan s�lo escucha sin abrir la boca.
�l mantiene todas sus cosas en forma celosamente reservada, me refiero a todo lo
relacionado con su intimidad. Supongo que si lo ha hecho contigo, ten la plena
certeza de que es porque conf�a realmente en ti. Puedes quedarte tranquilo en
eso."
"S�." Dije, aunque a�n me quedaban dudas. "Suponiendo que
todo fuera cierto, me sentir�a realmente halagado y muy satisfecho." Opin�.
"Qu� quieres decir? Piensas que mi muchacho te podr�a estar
mintiendo?" Pregunt� preocupado. "Por qu� lo har�a?"
Escuch� correr el agua del inodoro.
"No lo s�, abuelo. Quisiera realmente creer que todo lo que
me est� diciendo es la verdad. Pero sinceramente no lo s�." Dije honestamente.
"A qu� te refieres?" Pregunt� con algo de preocupaci�n.
"Bueno, no me pregunte porque le hice una promesa de que todo
quedar�a entre nosotros. De todas formas, no se olvide que sigue confiando en
m�. Verdad?" Dije y escuch� una carcajada.
"S�, es cierto. De ninguna manera pretendo que rompas tu
promesa. S� que eres muy leal en ese sentido. Adem�s, claro que conf�o
plenamente en ti, mi ni�o. Conf�o sobretodo en tu criterio para hacer lo que
creas debido. Ya me has dado claras demostraciones de que nos amas a ambos...
Sabes c�mo te quiero, verdad?" La pregunta hizo que algunas l�grimas m�s se
despidieran de mis ojos buscando un futuro mejor, pero no contaban con que mi
mano les impidiera seguir viendo la luz.
"Claro, abuelito. Por supuesto que s�. No lo dude ni por un
segundo. Es una pena que no est� ah� ahora mismo, as� lo lleno de los mimos que
tanto me gusta darle." Dije y escuch� que ahora Junior cerraba el grifo del agua
de la pileta.
"S�, esos que a mi me gusta tanto recibir de ti... Hace tanto
fr�o que en realidad me gustar�a que nos estuvi�ramos dando calor mutuamente
dentro de la cama." Coment�.
"C�mo me gustar�a eso. Debo colgar ahora, pero quisiera que
dejara de pensar siquiera en la posibilidad de que Junior fue el culpable de su
ca�da. Estoy convencido de que �l ser�a incapaz de hacer algo as�. Me ha dicho
que hasta dar�a la vida por usted."
"...."
"Hola?" Pregunt� porque pens� que se hab�a cortado la
comunicaci�n.
"Me has dejado muy emocionado, Zesna." Dijo y su voz quebrada
enfatizaba ese sentimiento.
"Tan s�lo quer�a que lo supiera... Bueno... Tengo que
colgar." Dije al mismo tiempo que el muchacho abr�a la puerta del cuarto de
ba�o.
"Bueno. Te mando un beso." Su voz continuaba demostrando la
emoci�n que lo embargaba. "Sigue cuidando a mi muchacho, s�?"
"Por supuesto... Ni lo dude." Dije y le envi� otro beso antes
de cortar la comunicaci�n.
Junior esper� a que colgara el tubo para entrar al
dormitorio, lo que me indic� que era educado y que no quer�a pecar de indiscreto
y se dispuso a entrar nuevamente dentro de la cama.
"Qu� es eso de tanto beso con mi padre?" Pregunt� con una
sonrisa. "Me voy a poner celoso si no me los das a m� tambi�n."
La mierda!
La sola presencia de Junior me estaba excitando en forma inusitada. Cuando me
dispon�a a responder su comentario, apoy� su culo en el colch�n y puso una cara
de que algo le caus� una molestia bastante grande.
"Espera un momento. Mu�strame nuevamente la nalga." Le ped�.
Lo hizo sin reparos.
"Dios m�o! Esto se ve realmente feo." Dije tocando suavemente
sobre su gl�teo y sin querer alarmarlo, pero deb�a ser honesto. "No te duele?"
"S�lo un poco cuando me apoyo en determinada posici�n. Al
principio fue duro, pero ahora me acostumbr�." Dijo resignado.
"Est�s seguro que el padre de Javier no te obliga a hacer
esto?" Pregunt� para que me diera m�s informaci�n.
"No. En realidad Ernesto me propuso un d�a acerca de peque�os
castigos. Me explic� que le gustaba fantasear con que yo fuera su hijo, y me
alentaba a que me portara mal con �l para que me pudiera dar algunas palmadas
cada vez que lo hac�a; y al principio comenz� a darme algunas leves en la cola
que me excitaban bastante. Luego comenc� a pedirle yo mismo que lo hiciera cada
vez m�s fuerte y finalmente las nalgas me quedaban coloradas. Eso me excitaba
much�simo, ya que me recordaba a mi madre que sol�a pegarme cuando era chico."
"Desconoc�a eso totalmente." Le confes�.
"S�. Ella me pegaba continuamente y una vez lo quiso hacer ya
siendo yo m�s grande y le agarr� el brazo y casi se lo parto en dos. Le dije que
no iba a permitir que me volviera a poner una mano encima otra vez y se asust�
tanto que ni siquiera lo volvi� a intentar otra vez. Por supuesto que mi pap�
nunca lo supo sino se hubiera divorciado de ella mucho antes de cuando lo hizo.
Mi madre nunca me quiso, pero con Ernesto es diferente. Siempre se preocupa por
m�. El hecho con �l es que me sedujo la idea de ser castigado por un hombre
mayor estando ambos completamente desnudos. Eso me pone muy excitado. Las
fuertes palmadas en las nalgas me obligaron a pedirle m�s y m�s, entonces dieron
lugar a bofetadas en las mejillas y luego a puntapi�s en el trasero que cada vez
son m�s violentos."
"Oh, Junior. Me descompongo con solo escucharlo." Confes�.
"Por qu� te dejas golpear as� de esa manera tan salvaje?"
"No, Zesna. No entiendes lo que te digo? Soy yo el que le
pide cada vez m�s. Es que no lo puedo resistir." Dijo demostrando excitaci�n.
"Eso me pone recaliente, Zesna. Adem�s me gusta que me apriete los test�culos y
me los golpee con fuerza. Que me humille. No lo puedo resistir, eso me pone la
pija mucho m�s dura y luego me la chupa y eso me hace revolcar de placer en el
piso, y posteriormente, adem�s de acabar m�s cantidad de leche, el goce cuando
lo hago es considerablemente m�s intenso." Dijo como para justificarse.
Sin embargo no me gustaba la idea de que a mi amigo lo
estuviera usando un degenerado de esta forma.
Cu�l ser�a la perversi�n de aquel tipo?
Supongo que aprovecharse del muchacho como seguramente le
gustar�a hacerlo con su propio hijo y no se animaba a concretarlo. Besarlo,
mimarlo, sentir su cuerpo pegado al suyo, manosearlo, y luego maltratarlo a m�s
no poder, castig�ndolo cada vez en forma m�s violenta para despu�s dejarse
culear por �l, tragarse su semen y cometer alg�n que otro tipo de acto
degenerado m�s. Qu� mejor entonces, que buscar y encontrar a alguien hasta con
un f�sico parecido a Javier, y dejarse seducir por la vor�gine de su excitaci�n
desmedida para cometer absolutamente todas sus perversidades, sin ning�n temor a
poder verse descubierto por su esposa.
Lo que se dice "un enfermo", en el total sentido de la
palabra.
"D�jame ahora verte nuevamente las tetas." Le ped�.
Lo hizo.
Tambi�n se ve�an de una manera atroz.
"Qu� te hace all�?" Pregunt� toc�ndole los pezones que
parec�an literalmente masacrados.
El sentir esas inmensas tetillas entre mis dedos, me excit�
terriblemente y retir� la mano inmediatamente de all� sin poder evitar prestar
atenci�n tambi�n a todo el conjunto de su tremendo pecho. Era totalmente lampi�o
como el resto de su cuerpo..
"Me los muerde bien fuerte. A veces me los mastica." Dijo sin
inmutarse, mientras se volv�a a bajar la camisilla para volver a ocultar sus
hermosos pechos otra vez.
Por m�s que yo estaba sumamente excitado, aunque sin
hab�rmelo propuesto, no pod�a dejar de compadecerme por lo que ve�a.
"Tengo mucho fr�o, Zesna." Dijo de pronto tiritando y como
para cambiar la conversaci�n. "Ven a darme calor." Me pidi�.
"A qu� te refieres?" Pregunt� sin estar totalmente seguro.
"Ven, m�tete dentro de la cama a mi lado." Pidi�.
"No, est�s loco?" Pregunt�.
"Qu� tiene de malo? Un contacto corporal entre amigos. S�lo eso." Su voz era m�s
una s�plica que un pedido. "Ven aqu� dentro y seguimos conversando."
Cuidado, Zesna. Esto estaba entrando en terreno peligroso.
Levant� las s�banas que lo estaban cubriendo nuevamente como
invit�ndome a acompa�arlo all�, dej�ndome admirar toda su humanidad dentro de la
cama y pudiendo ver �nicamente sus calzoncillos y camisilla como �nicas prendas
que ocultaban todo el resto de su voluminoso cuerpo. Ahora estaba de perfil
apoyado sobre su costado derecho, y sus piernotas descansaban una sobre otra.
Sus muslos, rodillas y tobillos gruesos se ve�an a�n m�s grandes estando
apoyados contra sus mellizos.
Oh, Dios!
Debo reconocer que me estaba tornando muy d�bil.
Como un son�mbulo, o mejor dicho como v�ctima de alg�n tipo
de embrujo, acept� su invitaci�n.
All� dentro parec�a el mismo infierno por el calor que hac�a.
Ser�a eso una premonici�n?
Estar�a cayendo en manos del mismo demonio?
"Nada de sexo." Le advert� para que le quedara lo m�s claro
posible.
"Ni un beso siquiera?" Pregunt�.
"No!" Dije en forma terminante.
"Pero no me puedes negar un abrazo, verdad?" Dijo e
instintivamente se acerc� a mi con el fin de atraparme entre sus potentes
brazos.
Yo no ofrec� resistencia.
Luego de que su brazo derecho rode� mi cuello y pas� su
izquierdo por debajo de m� para tomarme por la cintura, me atrajo suavemente
hacia �l y termin� juntando su pecho contra el m�o.
Mi cuerpo experiment� exactamente lo mismo que hubiera
sentido de haber tomado a un cable pelado conectado a la electricidad. El calor
corporal de ambos pechos pegados entre s�, no s�lo hizo desaparecer como por
arte de magia el fr�o que hasta hace unos momentos me hac�a tiritar, sino que
comenc� a transpirar como si literalmente estuviera dentro de un horno
encendido.
Su pie se apoy� encima de los m�os.
Mi erecci�n no se hizo esperar nuevamente.
Su aliento me daba de lleno en el rostro, y me ten�a como
hipnotizado.
"Junior. Est�s hirviendo." Le dije luego de percatarme de la
temperatura de su cuerpo. "Tienes fiebre?"
"No, Zesna, es que estoy muy caliente." Confes� y casi al instante agreg�. "Pero
no te preocupes que te voy a respetar. No voy a intentar violarte.
Jajajajajajajajajaja."
Su carcajada fue larga, como disfrutando de su chanza, pero cuando �sta se
esfum�, hizo otro comentario que me perturb�.
"Aunque no te puedo jurar que siempre voy a poder mantener mi
palabra." Y ahora no ri� como esper� que lo hiciera nuevamente.
Inmediatamente me apart� de �l. Estuve a punto de salir de la
cama, pero prefer� no hacerlo para que no se percatara de la dureza en mi
entrepierna; tan s�lo me mantuve all� dentro, pero alejado de su cuerpo.
El calor entre las s�banas, continuaba en aumento.
Nos miramos a los ojos sin emitir palabras.
Hubo una nueva pausa bastante prolongada.
"Zesna." Dijo de pronto quebrando el silencio que se hab�a
formado. "Por qu� no me haces todo lo que me dijiste que me har�as por tel�fono
ahora que estamos solos? Yo tampoco me resistir� al igual que mi padre."
"Por Dios, no!" Dije horrorizado. "Est�s loco? Adem�s no
quiero que vuelvas a hablar de tu padre de ese modo."
"Pero t� dijiste por tel�fono que me har�as cosas cuando
estuvi�ramos solos en la misma cama." Record�.
"Es que nunca me imagin� que fueras t� el que hac�a esos llamados." Confes�.
"Adem�s... no me dijiste que te gustan los obesos?"
"Eso no tiene nada que ver. No descarto jugar contigo de vez
en cuando. Entre amigos...Anda, aunque sea obs�quiame una mamada..." Me suplic�.
"O mejor a�n, ch�pame el culito como me prometiste."
"Junior, est�s loco?" Tuve un segundo de espanto. "Esc�chame
bien. Me encantar�a ayudarte con lo que t� quieras, con todo lo que te pasa,
pero nosotros nunca vamos a tener sexo de ning�n tipo, entiendes?"
"Y por qu� conmigo no, y con mi padre, si?" Pregunt�
nuevamente en forma de desaf�o.
Me dej� mudo, pero no dej� de enfadarme lo que dijo.
"As� que �l te puede disfrutar y yo no?" Agreg� alzando la
voz.
Lo mir� como para darle una bofetada que seguramente se
merec�a, pero no lo hice. Ni siquiera levant� la mano para hacerlo.
"Quieres pegarme? Anda, hazlo." Dijo como si hubiera le�do mi
pensamiento. "No te detendr�; ya te dije que me gustan los castigos."
Decid� retomar la tranquilidad ya que de lo contrario no
lograr�amos arribar a buen puerto.
"Por qu� me hablas as�, Junior?" Pregunt�. "No sabes que yo
te quiero mucho?"
"S�, lo s�, pero me gustar�a que me quisieras de otro modo." Dijo volvi�ndose a
calmar. "Zesna, t� est�s de novio, o tienes a alguien en este momento?" Me
sorprendi�, porque estaba fuera de contexto con la conversaci�n que est�bamos
llevando en ese momento.
"No." Dije expectante a su siguiente pregunta.
"Y por qu� no?" Estaba siendo enf�tico con su forma de
cuestionar.
"Porque a�n no conozco a nadie que est� disponible y se
merezca mi compa��a."
Esboz� una sonrisa por mi comentario.
"Y qu� deber�a tener ese alguien para merecer estar contigo?"
Ahora estaba siendo muy incisivo y no me estaba sintiendo demasiado c�modo con
sus preguntas.
"En primer lugar, me tendr�a que gustar la persona. Ah�
comienza todo. Luego tendr�a que sentir ganas de estar con ella. Me tendr�a que
sentir confortable estando juntos, preciso sentir la necesidad de estar cerca,
de ver a esa persona y estar seguro de que ese alguien necesita lo mismo de mi;
y algo que ya deber�as saber y que no me canso de repetirte es que no me gustan
las mentiras."
"Zesna, tu eres bisexual?" Pregunt� a bocajarro.
"Supongo que s�." Dije sin tener la m�s m�nima intenci�n de
ocult�rselo. "Siento atracci�n sexual por algunos hombres y tambi�n por algunas
mujeres."
"Entonces todo lo que me acabas de decir, se refiere tanto a
ellos como a ellas, verdad?" Quiso saber.
"S�, para el caso, eso no tiene relevancia. Los ejemplos son
v�lidos para ambos." Contest�.
"Y c�mo tendr�a que ser el hombre exactamente, para que lo
quieras?" Ahora me estaba poniendo en una situaci�n harto comprometida porque no
sab�a si su pregunta ten�a algo que ver con mi relaci�n con su padre.
"Exactamente igual. Mira, primero debes sentir atracci�n por
la persona, pero no siempre debes pensar en la parte sexual cuando quieres a
alguien. Lo segundo que debes tener en cuenta es la persona en s�. C�mo es, si
te corresponde en todo y te quiere de verdad, o s�lo pretende jugar contigo. Yo
tengo bien en claro que es mejor estar solo que mal acompa�ado." Dije siendo
fiel a mis principios. "Debes pensar que si quitas toda la parte sexual, a�n te
deben seguir gustando muchas cosas de esa persona."
Se tom� su tiempo para asimilar y pensar acerca de lo que le
acaba de decir.
"Yo te resulto apetecible?" Me dijo de repente y dando un
vuelco inesperado a mis pensamientos.
"Qu� est�s diciendo?" Dije sin dejar de ocultar mi asombro.
"S� que no vamos a tener nada serio t� y yo, pero como te
dije hace un rato, me gustar�a por ejemplo que jug�ramos juntos de vez en
cuando. Sabes que a pesar de que no eres obeso, est�s terriblemente er�tico?" Su
mirada fija y punzante me exploraba el alma. "Me refiero que eres as� mismo
estando vestido."
"T� est�s loco, Junior?" Dije horrorizado por el giro que
estaba tomando la conversaci�n. "Sientes deseos por m�?"
"S�, es que no te has dado cuenta todav�a de lo mucho que me
gusta estar contigo? Mira... Soy consciente de que siento una fuerte atracci�n
hacia ti, aunque a�n no logro determinar de qu� �ndole es. Sabes que a causa de
ello, no dejo de pensar en ti en ning�n momento, y que cada vez que te veo con
alguien, hasta me pongo un poco celoso?" Ahora su confesi�n era casi total, y
antes de continuar hizo nuevamente a un lado las s�banas que lo continuaban
cubriendo, y con una de sus manos comenz� a refregarse una de sus tremendas
tetas por sobre la camisilla. "Estoy seguro que t� tambi�n sientes deseos por
m�, Zesna. S� que a ti te gustan los gorditos, pues siempre te veo rodeado por
ellos. Pero tan s�lo me gustar�a que me dijeras si yo te gusto, si soy lo
suficientemente gordo para ti"
Su comentario me descoloc�, ya que me hab�a dejado
completamente desnudo con respecto a mis gustos, pero la visi�n de su pose
terriblemente er�tica mientras se manoseaba los pechos, me dieron unas ganas
terribles de lanzarme hacia ellos con la boca abierta y que sucediera lo que
Dios quisiera.
"Mira, Junior. Yo te quiero mucho, pero jam�s va a haber nada sexual entre
nosotros. Quisiera que lo entendieras de una buena vez." Dije sin embargo y para
que se olvidara finalmente de ese tema.
"Tan s�lo dime si yo te apetezco." Pidi� en forma notoriamente inofensiva.
No contest�, pero tuve el impulso casi irrefrenable de
confesarle finalmente mis sentimientos hacia �l; pero aunque ninguna palabra se
escap� de entre mis labios, estoy seguro que mis ojos se encargaron de todo el
trabajo para hac�rselo adivinar. Es que me lo estaba comiendo con la mirada.
"Dame un beso!" Me solicit�.
Me ten�a como hipnotizado, ya que sin pensarlo siquiera, fui
al encuentro de su mejilla para d�rselo, pero puso la boca en su lugar.
"No, Junior. En la boca no." Dije.
"Pero qu� tiene de malo?" Suplic�. "Estoy seguro que hasta te
mueres por besarme."
"No!" Repet�.
"Por qu� no?" Pregunt� en forma por dem�s incisiva. "Yo me
besaba con Javier en la boca antes de comenzar con los juegos sexuales. S�lo por
el hecho de ser dos amigos verdaderos."
"No puedo hacerlo porque eres menor de edad." Dije finalmente
como para sac�rmelo de encima definitivamente.
"Ah... Era por eso?..." Dijo ahora sonriendo maliciosamente.
"Si es as� voy a hacer un esfuerzo muy grande para esperarte 3 a�os m�s." Hizo
una pausa y agreg�. "Aunque no te puedo prometer que podr� lograr hacerlo."
Lo mir� a los ojos, y �stos se encendieron.
No tuve ninguna duda que apenas cumpliera los 18 a�os, me iba
a recordar esta conversaci�n.
"Zesna, hace un buen rato que yo ya dej� de ser un ni�o." Me
advirti�.
"Creo que ya es suficiente por ahora. Intentemos descansar
aunque sea por un rato antes de que se haga de d�a." Dije y mir� el reloj. Ya
hab�an pasado las 3 y media de la madrugada y a�n no hab�amos logrado pegar los
ojos ni un segundo.
"Te puedo pedir un �ltimo favor?" Pregunt�.
"S�, aunque no s� si te lo podr� cumplir." Dije para no
despertarle falsas expectativas.
"Qu�date a dormir a mi lado el resto de la noche, por favor?"
Suplic�.
"Ni lo pienses. Ya te dije que no." Le record�.
"No, no. No estaba hablando de nada sexual. S�lo quisiera que
compartieras la cama conmigo. S�lo eso te pido." Me estaba rogando mientras me
se�alaba que la cama era lo suficientemente grande para compartirla juntos.
Recordando lo que hab�a sucedido hac�a unos momentos, volv� a mi cama, quit� las
s�banas y las frazadas que hab�a estado usando antes en ella y las llev� a la
habitaci�n donde estaba Junior. Las puse al lado del muchacho y me met� all�
dentro. Est�bamos en la misma cama pero ambos envueltos en s�banas completamente
separadas.
"Ah, no era lo que estaba pensando..." Dijo un tanto
frustrado. "Mira que aqu� dentro est� bastante m�s �calientito� por si quieres
meterte conmigo." Insisti�.
"S�, ya lo he notado. Est� demasiado calentito para mi gusto.
Pero, no, gracias." Repet� una vez m�s.
Apagu� la luz.
"Zesna, no me vas a negar que yo te gusto aunque sea un
poquito, verdad?" Pregunt� rompiendo el silencio en la oscuridad.
No contest�.
"Anda, cont�stame. Qu� te cuesta? Soy tan gordito como a ti
te gusta?" Reformul� la pregunta.
Tampoco contest�.
"Dime de una vez. Soy lo suficiente gordo para ti?" Insisti�.
"Ufa, Junior! Tu s� que sabes ponerte denso, eh?" Dije
enojado.
"Pero no me contestas." Advirti�.
"No tiene nada que ver con tu tama�o." Contest�.
"Pero tendr�a alguna posibilidad? Yo te excito?" Volvi� a
preguntar.
"No seas pesado, Junior. S�, me excitas y mucho. Pero eres
menor de edad, por lo que olv�date de tener algo sexual conmigo." Le confes�
finalmente, aunque sin dejar de demostrarle fastidio por su insistencia.
Prest� atenci�n a su respiraci�n y la encontr� normal; no
podr�a asegurar lo mismo de su pulso y ni podr�a pensar siquiera en el estado de
su entrepierna ya que la m�a estaba ca�tica.
Mi erecci�n amenazaba romper mis calzoncillos y el l�quido
que desped�a ya dejaban de ser unas simples gotitas.
"T� tambi�n la tienes parada, verdad?" Me pregunt� de pronto
rompiendo nuevamente el silencio que se hab�a vuelto a formar.
Ser�a posible que este muchacho me estuviera leyendo la
mente?
Cada vez que pensaba en algo, �l hac�a un comentario que me
daba esa impresi�n.
No respond�.
"Anda, Zesna." Insisti�. "S�lo d�melo as� me puedo dormir de
una vez. La tienes dura igual que yo?"
Tampoco le contest�.
"Tan s�lo eso, Zesna. Dime si la tienes parada." Volvi� a
insistir.
La mierda que en verdad le gustaba fastidiar al muchacho. Si
no le contestaba seguir�a as� por el resto de la noche.
"Anda, por favor. Est� tu pija parada igual que la m�a?
"S�!" Le contest� para satisfacerlo.
"Qu� tiempo precioso que estamos perdiendo t� y yo." Coment�
resignado y sin siquiera tener la intenci�n de recibir respuesta por ello.
"Esperar 3 a�os m�s... qu� rid�culo... si podr�amos empezar desde ahora mismo."
El comentario me hizo sonre�r por su ocurrencia, sin embargo
no le contest�.
No volvi� a emitir palabra alguna.
Tampoco se movi�.
Yo segu�a muy excitado, duro y mojado.
En ese estado, logr� finalmente quedarme dormido a causa del
cansancio.
Un temblor fuerte y varios gritos me raptaron abruptamente de
mi sue�o.
"Zesna, Zesna!" Escuch� mientras me sacud�an unas potentes
manos.
"Qu� sucede?" Pregunt� sobresaltado, pero a�n sin estar
completamente despierto.
"Disc�lpame, Zesna!" Dijo Junior desesperado. "Te juro que
fue sin querer."
Abr� los ojos y no entend� a qu� se refer�a hasta que vi
destapado el sector de la cama que �l hab�a estado ocupando hasta unos segundos
antes.
Las s�banas estaban descubiertas dejando ver un tremendo
charco de l�quido blancuzco en el interior. Tambi�n pude notar que la parte
delantera de sus calzoncillos estaba igualmente mojada y apenas tres hilitos del
mismo l�quido blanco continuaban rodando con destino hacia su rodilla derecha
dejando sendas estelas por todo el trayecto desde su muslo.
Su respiraci�n estaba muy agitada y su aspecto lo denunciaba
estar muy asustado, por lo que finalmente me convenci� que efectivamente hab�a
sido un accidente nocturno lo que le hab�a sucedido.
"Ni siquiera me toqu�, Zesna." Dec�a para demostrarme que no se hab�a
masturbado. "Te lo juro, por favor, cr�eme."
"Est� bien, Junior. Te creo. Aunque no fue una buena idea que
yo estuviera compartiendo la cama contigo."
Fui a traer papel higi�nico para secar la cama mientras �l
tom� otros calzoncillos de su bolso y se encerr� en el ba�o para higienizarse y
cambiarse la prenda.
El charco de esperma era impresionante. Hab�a partes bastante
espesas, y tambi�n mucho l�quido. En vez de tomar el semen de las s�banas con el
papel, lo hice con mis dedos �ndice y medio, y los llev� mojados hasta mi nariz
y olfate�. Mi miembro se dispar� nuevamente. El aroma era bastante fuerte.
Me vi tentado a probarlo con la lengua, pero finalmente no lo
hice; en su lugar agregu� el pulgar para acariciar repetidamente el l�quido y
dejarlo escurrir entre mis dedos. Una parte espesa qued� firme entre ellos e
intent� desmenuzarlo, lo que me excit� a�n m�s.
Dios!
Definitivamente, Junior me perturbaba como el mejor.
Sent�a deseos por �l.
Era grande, divino, hermoso y estaba seguro que ser�a muy
cari�oso en la cama.
Adem�s, gordo como los que a mi me gustan.
Estaba seguro que ser�a muy sabroso en caso de lamerlo y
chuparlo. Ten�a la certeza que su culo ser�a muy gustoso. Hubiera jurado que su
esperma estar�a igualmente delicioso.
Ten�a el equilibrio perfecto entre juventud, inocencia,
experiencia y morbosidad.
Pero sin embargo, me lo ten�a prohibido.
No s�lo por ser menor de edad, aunque eso me frenaba
totalmente, sino por ser qui�n era.
Realmente lo consideraba como un miembro m�s de mi familia,
al igual que a Eduardo. Mi amor era fraternal, pero no dejaba de excitarme
terriblemente. Pero de ah� a tener sexo con �l?
Nunca!
Jam�s!
Aunque ten�a muy en claro que nunca deber�a decir nunca,
jam�s.
No pod�a aprovecharme de este inofensivo y indefenso
adolescente.
Dije inofensivo y indefenso?
Luego de ese fin de semana, deber�a ir corriendo al
diccionario para tener la certeza de que la definici�n de "inofensivo" e
"indefenso" eran apropiadas para Junior.
El muchacho era dulce, educado, hasta cari�oso. Me resultaba
terriblemente er�tico y posiblemente pasional. Era extremadamente inteligente y
pose�a una memoria prodigiosa. El contacto con su piel, me hac�a hervir la
sangre. Era simp�tico y amable. Pero inofensivo e indefenso?
No.
Definitivamente no!
Consejo: No te cruces con �l si est� en uno de sus d�as
malos.
Volv� a concentrarme en lo que estaba realizando.
Quit� parcialmente el l�quido que yac�a sobre las s�banas,
ahora con el papel higi�nico.
La mierda... cu�nto esperma hab�a a�n por all�! No recuerdo
yo mismo haber eyaculado jam�s, ni la mitad de ese l�quido; ni siquiera a�n en
mis mayores vaciadas.
Junior sali� del ba�o y me ayud� a cambiar las s�banas.
Su cara de verg�enza, me terminaron de convencer que ese hecho espec�fico no
hab�a sido un acto deliberado.
Eso me revitaliz�, ya que continuaba siendo paranoico con
todo lo que acontec�a. Sospechaba hasta de mi propia sombra.
Volv� a pensar en todo lo que me hab�a contado acerca de lo
que hab�a hecho con Javier y su padre.
Lamentablemente se me hac�a muy dif�cil no seguir poniendo en
duda absolutamente todo acerca de la veracidad de ese relato.
Todo parec�a muy coherente, pero demasiado complicado y
exagerado.
Pero por primera vez me pregunt� si ten�a realmente
fundamentos como para seguir dudando, y si todo no ser�a realmente cierto,
palabra por palabra.
Mientras me ayudaba con las s�banas prest� atenci�n a su
cuerpo sin que me viera. Mis ojos disimularon las ganas que ten�a de com�rmelo a
besos en ese momento. Es que estaba �nicamente en ropa interior y descalzo, y
por m�s que no era su intenci�n, ahora su andar me resultaba terriblemente m�s
er�tico que antes.
"Zesna, por qu� no me das un beso en la boca?" Pidi� de
repente.
"Otra vez! Te dije que no, Junior." Dije enojado. "Qu� es lo que te sucede que
insistes con eso?"
.
"Tan s�lo un beso inofensivo!" Dijo y sus ojos estaban como
rog�ndome.
"Ni lo pienses, Junior." Dije ahora aterrado, volvi�ndome
fuertemente la sensaci�n de que posiblemente estaba siendo v�ctima de algo que
tal vez hubiera sido tramado casi como un artefacto de relojer�a. Todo muy
minucioso, pieza por pieza, cada cosa en su lugar y para mi pesar, yo le estaba
facilitando absolutamente todo.
Ya hasta me ten�a en su cama!
De pronto y sin previo aviso, se abalanz� sobre m� buscando
mi boca con la suya.
"No, Junior." Dije y forceje� con �l por un instante.
"Un piquito aunque sea." Dijo y nuevamente arremeti� contra
mi boca como si estuviera desesperado.
"No! Te dije que no!" Vocifer� enojado. "Est�s perdiendo la
raz�n?"
"Uno s�lo y no te molesto m�s." Insisti� y otra vez se lanz�
con sus labios en busca de los m�os.
"Pero, qu� haces? Est�s loco? Te est�s comportando como
un..." Y me interrump�.
"S�, dilo. Como un puto. Como un gordo puto. S� que lo soy,
pero no tienes por que record�rmelo. La reconcha de mi madre! La puta madre que
me pari�!" Dijo perdiendo por primera vez totalmente el control y poni�ndose
como loco mientras se apartaba de m�, dando puntapi�s a todo lo que ten�a a su
alcance. Se puso a gritar como si ya no estuviera en sus cabales y se dispuso a
abandonar la habitaci�n. Estaba como loco.
Me abalanc� sobre �l para intentar calmarlo y evitar que se pudiera hace alg�n
da�o, ya que los golpes que daba a las paredes y muebles eran muy fuertes.
"Junior. No te pongas as�." Dije desesperado.
"D�jame! Me voy a la mierda!" Grit�.
"Qu� vas a hacer? A donde vas?" Dije mientras intentaba
in�tilmente sostener esa humanidad con mis brazos.
"Su�ltame!" Volvi� a gritar y se sacudi� sin mucho esfuerzo, pero eso tan
sencillo provoc� una reacci�n similar a un tremendo latigazo que me lanz� hacia
su derecha con mucha fuerza y me hizo volar literalmente por los aires unos
metros hacia el piso.
Mi labio inferior se dio de lleno contra el borde de una
silla.
Qued� casi noqueado, alc� la vista apenas para lograr ver a Junior salir
corriendo del dormitorio y ca� irremediablemente rendido de cara contra el suelo
y totalmente resignado.
Sent� algo h�medo en los labios y mi lengua se encarg� de
llevar el sabor de mi propia sangre al paladar.
Estaba totalmente aturdido por el golpe, pero mi orgullo
estaba mucho m�s dolido todav�a por todo lo que estaba sucediendo. Era rid�culo,
pero no pod�a manejar la situaci�n con este muchacho. Peor a�n, no ten�a ni la
m�s m�nima idea de qu� hacer para dominarlo.
Silencio absoluto.
De pronto sent� pasos de pies descalzos que se acercaban.
"Zesna?" Pregunt� con voz temblorosa.
Levant� la cabeza sin poder distinguir m�s que una mole
gigante atravesando la puerta de ingreso hacia el dormitorio.
"Zesna. Te has lastimado?" Pregunt� y not� temor en su voz.
"Tienes sangre!!! Zesna, por favor, no te mueras. Fue sin querer! No quise
empujarte."
Sent� c�mo me alzaban dos potentes brazos y me llevaban con
desesperaci�n hacia el ba�o.
Revis� mi cabeza para ver d�nde hab�a sido el golpe y cuando
not� que la sangre sal�a tan s�lo de mi labio, me sostuvo con su brazo izquierdo
mientras con su mano derecha abri� el botiqu�n y busc� algo con qu� curarme. Me
llev� hacia la ducha, se sent� debajo de ella con las piernas cruzadas y apoy�
mi cabeza sobre su regazo.
Vi c�mo parte de sus calzoncillos se te��an de rojo.
"Est�s consciente, Zesna?" Pregunt� lament�ndose. "Por favor, cont�stame.
"S�." Le dije. "Estoy bien, s�lo que un poco aturdido."
"Fue sin querer, Zesna." Dijo sin disimular su miedo. "No
quise lastimarte."
"Lo s�, Junior. No te preocupes, fue un accidente." Le
asegur� para darle �nimos. Al fin y al cabo debo admitir que �l no fue realmente
el culpable de lo que sucedi�. "Mira c�mo te estoy dejando la ropa!." Exclam�
viendo que la mancha roja segu�a tomando m�s volumen.
"A qui�n le importa eso ahora." Dijo rest�ndole importancia.
Abri� el grifo de la canilla y me lav� el rostro
ensangrentado; tras cerrarlo, me aplic� un trozo de algod�n humedecido con agua
oxigenada.
"Esto te va a cortar la hemorragia." Me asegur�.
"C�mo sabes tanto, Junior?" Pregunt� sorprendido. Aunque mi
pregunta no se refer�a concretamente a este hecho espec�fico.
"Es que fui jefe de boy scouts durante varios a�os y tuve
entrenamiento casi militar." Dijo y le mir� el rostro para vislumbrar algo que
me indicara que me estaba tomando el pelo.
Su expresi�n no me daba esa impresi�n.
"Y qu� aprendiste en esos cursos?" Pregunt� ahora intrigado
mientras �l sosten�a el algod�n sobre mi labio herido.
"De todo un poco. Algo de supervivencia, lucha y defensa personal, que era lo
que m�s me gustaba, y por supuesto primeros auxilios." Hablaba mientras ahora
cambiaba el algod�n totalmente embebido en mi propia sangre por uno nuevo, y me
tranquilic� al percatarme finalmente que �l sab�a lo que estaba haciendo.
Me qued� mir�ndolo como atontado. Deb�a rever la impresi�n
que ten�a de �l. Para ser sincero, estaba comenzando a admirarlo.
Me demostr� ser muy seguro de s� mismo, obrando sin dudar en
ning�n momento, cosa que habitualmente no logran hacer la mayor�a de las
personas ante una emergencia de este tipo.
Una vez que quit� todo rastro de sangre de mi rostro abri� la
ducha y nos quedamos bajo la lluvia caliente mientras ahora me sosten�a la
cabeza apoyada contra uno de sus muslos. Me vi sumamente necesitado de
estamparle un beso all� mismo, pero me contuve, porque si lo hubiera hecho, nada
ni nadie hubiera sido capaz de aventurar lo que podr�a haber sucedido a
continuaci�n.
La lluvia nos empap� completamente toda la ropa interior, y
�l comenz� a acariciarme el rostro con su mano.
El labio me palpitaba y me lo toqu� con un dedo.
"Uy! C�mo se te ha hinchado, Zesna." Dijo vi�ndome poner cara
de dolor. "Yo tengo un m�todo para curarte lo m�s r�pido posible." Dijo.
"Qu�? Tambi�n lo aprendiste con los boy scouts?" Pregunt�.
"No!" Dijo simplemente y ubic� ambas piernas y brazos
alrededor m�o y ejerci� una leve presi�n que le alcanz� para mantenerme inm�vil;
pr�cticamente hizo el trabajo de una serpiente enroscando gran parte de mi
cuerpo con sus miembros.
Algo me hizo sospechar que a �l le constaba que yo no iba a
aprobar en lo m�s m�nimo lo que estaba a punto de hacer a continuaci�n.
Es m�s a�n, adivin� exactamente lo que pretend�a.
"No, Junior." Le rogu�.
"No te preocupes, estar� todo bien, Zesna..." Susurr� en
forma casi inaudible.
"No, no." Le dije suplicando. "No lo hagas."
Me sent�a casi como un mu�eco de peluche apresado fuertemente contra sus
poderosos tent�culos que evitaban que pudiera zafarme, o simplemente moverme.
Acerc� sus labios a mi boca.
No me estaba resistiendo a su beso concretamente.
Sinceramente hasta lo deseaba con toda mi alma, pero tem�a que el muchacho se
terminara enamorando de m� y que yo no tuviera las agallas para mantener una
relaci�n seria con �l.
Junt� sus labios cerrados contra los m�os y los roz�
repetidamente.
"Zesna, no temas! Te prometo que siempre estar� todo bien
entre nosotros." Continu� susurrando como para s� mismo, y nuevamente tuve esa
extra�a sensaci�n de que tal vez este muchacho tuviera verdaderamente la
facultad de leerme la mente.
"Por lo que m�s quieras, Junior." Dije desesperado y consciente de estar
totalmente a su merced. "No lo hagas, por favor."
Sent� sus gordos labios abrirse apenas entraron nuevamente en
contacto con los m�os.
"Por favor..." Insist� a sabiendas que esa ser�a la �ltima
vez de intentar hacerlo desistir de su prop�sito.
"Lo siento, Zesna. Si en verdad t� no lo deseas tanto como
yo, tan s�lo d�melo." Dijo y sin esperar una respuesta que en ning�n momento
tuve la intenci�n de emitir, su boca se engull� literalmente la m�a mientras la
ducha fue la �nica testigo de ese beso entregado con tanto sentimiento, a pesar
de que mis labios apretados, obraban por cuenta propia y a�n se resist�an a
recibirlo.
CONTINUAR�.
Sus comentarios ser�n agradecidos.