Relato: Volver a sentirme deseada (1) Volver a sentirme deseada 1
Bueno, me llamo Graciela y mi historia comienza cuando a los
52 a�os y luego de dos a�os de luchar por la salud de mi esposo, enviud�. Como
en Argentina no me quedaban familiares, s�lo buenos amigos, y dada la
insistencia de mi hermana de que me fuera a vivir con ella a Espa�a, aunque lo
dud� muchas veces, me decid� y le hice caso.
Cuando llegu�, la cordialidad de mi hermana de 40 a�os y su
familia me hicieron sentir como en casa, a pesar de mi dolor, que para ese
tiempo era muy intenso. Fue a los seis meses de vivir all�, cuando comenc� a
descubrir peque�os detalles que fueron motivando que la percepci�n que tenia de
las cosas cambiaran poco a poco. De comienzo me llamaba la atenci�n que mi
sobrino de 17 a�os, siempre tardara tanto en el ba�o, y que siempre que lo
hiciera, se duchara. Luego me incomod�, aunque �l no notara que lo observaba
pues cre�a que le�a, que pasara por el living con una erecci�n que a pesar de
usar jeans cortos no pod�a disimular.
Pero para serles sincera lo que mas turb� mi mente fue un d�a
que sentada en parque leyendo, pude darme cuenta que mi sobrino me esta
observando con unos ojos que denunciaban excitaci�n de su parte. As� fue pasando
el tiempo, en mi mente todo el tiempo rondaba la idea, y a pesar de no sentirlo
como un sobrino, pues no lo vi crecer, no pod�a sentirme molesta pues era el
hijo de mi hermana a la que tanto quer�a. Mi instinto de mujer hac�a que en el
fondo me gustara la situaci�n, que me gustara el sentirme nuevamente deseada
despu�s de m�s de tres a�os, me gustaba que un muchacho tan joven y tan bien
parecido fuera el que me deseara. Fue cuando comprend� y acept� esto, que decid�
cambiar radicalmente de actitud, quer�a saber cu�nto m�s pod�a provocarlo, y
hasta qu� punto podr�a crecer m�s la excitaci�n.
En ese momento decid� usar ropa mas ajustada, aprovechar toda
ocasi�n posible para estar en posturas sexis y hasta en algunas ocasiones
contestarle con miradas profundas a aquella miradas de la que era objeto.
Obviamente no tard� en hacerse notar el efecto en mi sobrino, el muchacho
comenz� a actuar de una manera que llegu� a creer salvaje, por la cantidad de
veces que iba para el ba�o Comenc� a usar perfumes con riqu�simas fragancias, en
otras ocasiones dej� de usar ropa interior, y luego comenc� a ducharme m�s
seguido en el mismo ba�o que mi sobrino lo hac�a, utilizando el mismo jab�n y
dejando en �l esas fragancias que tanto lo volv�an loco. Fue en ese momento,
despu�s de hacer todo eso, que me di cuenta que la situaci�n no iba sostenerse
mucho mas, que aquel muchacho en cualquier momento tomar�a la iniciativa y
tratar�a de hacer material todos esos deseos que lo estaban descontrolando
totalmente.
Pero el pobre, muy por el contrario hac�a esfuerzos
desmedidos para aguantarse de hacer algo que pudiera generarle un terrible
problema familiar, as� que aunque lo cre�, ese paso no se generaba. No conforme
con ello decid� redoblar mi apuesta. Le ped� a mi hermana si ten�a una
videoc�mara para prestarme, a lo que ella por supuesto me dijo que s�. Al rato
fui a la habitaci�n del muchacho y le ped� si me pod�a explicar como usarla, a
lo que �l con mucha amabilidad y paciencia (sobre todo eso) lo hizo. Mas tarde
despu�s de tan clara lecci�n, me fui a mi cuarto y encend� la c�mara, la puse
sobre un gabetero enfocando a mi cama y comenc� el show.
Me puse un porta ligas blanco, me acost� en la cama y comenc�
a acariciarme, primero fueron caricias muy suaves sobre la ropa interior, en mis
partes mas sensibles, luego muy despacio baj� mi sost�n y comenc� a lamer
suavemente uno de mis pechos, m�s tarde esa lamida pas� a ser una fuerte mamada,
y luego dicha mamada me hizo hacer a un lado mis panties y empezar a meterme con
furia dos dedos en mi co�ito. Qu� excitaci�n!!!!! Qu� paja que me estaba
haciendo!!!! Y el saber que me estaba grabando para mi sobrino, me hizo poner
tan caliente que nada me importaba. Despu�s como la frutilla de la torta y para
hacerme acabar con unos gemidos que dudo que no hayan escuchado, me puse en
cuatro mientras me tocaba (enfocando a la c�mara) y me met� la puntita de un
dedo por el culo, que al nunca haber sido tocado, inmediatamente me hizo acabar
de una manera incre�ble.
Al d�a siguiente y despu�s de semejante faena, volv� a la
habitaci�n de mi sobrino y le pregunt� qu� le pasaba a la videoc�mara que no
funcionaba? (Obviamente que yo sab�a que la bater�a se hab�a acabado) y �l me lo
confirm�. A lo que con un toque de inocencia (de esa que para esa altura ya
hac�a mucho tiempo que ya no ten�a) le dije: uyyy entonces ayer cuando me la
diste qued� encendida, no me conseguir�s otra cinta para darme? Y como broche de
oro volviendo a una actitud inocente y con la carita m�s seria que pude poner le
dije a el al d�rmela, toma guarda �sta que ya est� usada y vaya uno a saber qu�
fue lo que se grab�. Acto seguido y tal como hab�a dicho, me fui a pasear,
dej�ndole la duda de qu� fue lo que se grab� en dicha cinta. Ser�a muy f�cil de
imaginar que lo primero que el muchacho hizo al irme, fue ir a su cuarto y
chequear lo que se grab�. Me hubiera gustado del mismo modo haber tenido la
posibilidad de filmar su expresi�n cuando vio el contenido de la misma. Pero
igualmente no fue necesario, bast� con que al regresar ver la expresi�n que
ten�a en ese momento, para darme cuenta que no solo la vi�, sino que para esa
altura lo hab�a descontrolado totalmente. Pero por las dudas, no fuera cosa que
se enfriara, esa noche dos segundos antes de que �l entrara a ducharse (si es
que realmente se duchaba) entr� yo a ducharme y al salir, como toque de gracia,
lo hice delante de �l y con una batita blanca casi transparente que dejaba
adivinar con facilidad que debajo ten�a el mismo portaligas blanco y el mismo
conjunto de ropa interior que hab�a utilizado en mi debut cinematogr�fico.
Imaginen la cara de mi sobrinito querido cuando pas� delante
de �l vestida de esa manera, los colores le subieron de golpe al rostro y sus
manos hicieron un esfuerzo desmedido por evitar el manotazo que yo tanto
deseaba. En ese momento, cuando ingres� a mi cuarto pens� que hab�a perdido la
batalla, que todos mis esfuerzos por hacer cruzar a mi sobrino la l�nea que
separa lo bueno de lo malo (si es que en estas cosas existe el bien y el mal),
hab�an sido in�tiles, que su respeto hacia m� y a su familia hab�an vencido a
sus deseos. En ese instante alguien toc� mi puerta, inmediatamente imagin� que
era �l y mi esp�ritu de pelea volvi� a vivir en m�, y para redoblar el esfuerzo
me desabroch� la bata dejando ver completamente su contenido. Al abrir la puerta
y verlo sent� una alegr�a tan inmensa como mi excitaci�n, pero igualmente
tratando de sostener un poco mas la situaci�n y con mi mayor inocencia lo hice
ingresar a mi cuarto pregunt�ndole qu� le suced�a que lo notaba tan mal. El
pobre muchacho no pudo m�s, y mezcla de rabia y de deseo se puso a llorar
desconsoladamente y me dijo: " T�a perd�name por lo que te voy a decir pero no
puedo ocultarte m�s lo que siento por t�, estoy perdidamente loco por tenerte.
Ne gustar�a besar tu bello co�ito". Fue conmovedor verlo llorar en mis brazos,
fue conmovedor tambi�n descubrir que el momento hab�a llegado. Fue entonces que
con mi mirada mas provocativa le contest�: "Marquitos no te sientas apenado, que
yo siento el mismo deseo por t� y si me juras discreci�n �ste puede ser el
comienzo de relaci�n caliente", acto seguido trat� de confirmarle mis palabras
dando el primer paso, un beso apasionado del que fue destinatario y que como
respuesta obtuve un abrazo que primero se convirti� en caricia, mientras que
lentamente iba quit�ndose cada prenda. A lo que respond� de la misma forma,
hasta quedar los dos completamente desnudos.
Cuando llegamos a ese momento fue incre�ble descubrir que ese
muchacho delgado ten�a un cuerpo tan bien formado, marcado por los ejercicios
del gimnasio, y nuestras miradas apasionadas fueron el pre�mbulo de esa noche
m�gica que hab�a comenzado hac�a unos minutos. Inmediatamente comenz� a besarme
el cuello y como si de una lecci�n se hubiera tratado aquel v�deo, sigui� al
dedillo cada uno de sus pasos. Empez� acarici�ndome suavemente, luego comenz� a
mamar mis pezones, que ya para esa altura estaban super duros y muy sensibles, y
luego me abraz� fuertemente haci�ndome sentir sobre mi cuerpo la dureza de su
sexo.
De m�s est� decirles que su boca en mis pechos, su sexo
apretado sobre mi cuerpo y el sabor de lo prohibido me hizo mojarme de una
manera que nunca lo hab�a hecho. Luego acarici� mi concha, y al descubrir la
humedad no dud� en meterme un dedo, lo que hizo que un suspiro af�nico saliera
de m�. Se agach� y a ese dedo juguet�n lo acompa�� esta vez una lengua carnosa y
humeda que lam�a mis jugos mas �ntimos, luego ese dedo nos abandon� y abri� el
paso a una boca que chupaba con ganas mi cl�toris. Otra vez emit� otro sonido
pero esta vez en lugar de un suspiro fue un gemido. Uyyy que rico!!! Despu�s de
un tiempo de jugar as�, comenc� a suplicarle... Cog�me.. cogeme... cog�me!!!!!!.
En ese momento introdujo su dura pija y comenzamos juntos una cabalgata que al
�nico sitio que nos conduc�a era al de la lujuria y el placer. Que manera de
montarme!!!! era un muchacho, pero qu� bien que lo hac�a, nunca me preocup� por
preguntarle donde hab�a aprendido todo eso, pero si me ocup� de disfrutarlo.
As� seguimos por un rato largo hasta que el que gimi� fue �l,
y como no queriendo que nunca terminara, acto seguido sent� su leche caliente
dentro de m�, lo que hizo que inmediatamente mi cuerpo se convulsionara acabando
junto a �l. Que manera de gozar!!!! que rico!!!!... no lo dud� quer�a mas y el
tambi�n lo quer�a, as� que le dije: "te falto el dedito" a lo que el me
contest�: " no te preocupes t�a que no me olvid�" y as� como le ense�� (por que
yo se lo ense��) comenz� a meterme la puntita del dedo �ndice. Mentir�a si
dijera que al comienzo, cuando descubr� que sus dedos eran m�s grande, me
arrepent� de hab�rselo dicho, pero luego cuando el movimiento sigui� a ese dolor
inicial, se transform� en placer y excitaci�n desmedida, hasta llegar al punto
en que me meti� todo el dedo y yo gritaba de locura, tanta fue mi calentura que
le ped�: "POR FAVOR R�MPEMELO!!!!". Nunca lo hab�a hecho, ni siquiera con mi
difunto esposo, pero nada me import�, la lujuria y el deseo que viv�an en m� en
ese momento me impidieron ser racional. Y as� fue �l, con mucha paciencia y
mucha dulzura comenz� haci�ndome sentir su puntita en mi culo y a moverse
lentamente, poco a poco y al pasito, fue entonces que dicho movimiento me volv�a
loca y desesperada de la calentura. Le grit�: "M�TEMELO!!!!" . Y �l sin dudarlo,
de un empuj�n me hizo sentir como una puntita juguetona pas� a ser una pija que
me llenaba el culo.....ahhhhhhhh, suspir� y me pregunto: " te duele puta???"
como disfrut�ndolo, y yo le dije: NO!, ME GUSTA MUCHO. No tardamos mucho, la
estrechez de mi culito y la calentura que ten�amos ambos, hizo que �l acabara
r�pido y yo, nuevamente al sentir su leche en mi culo, mezcla de locura y
descontrol.
La noche no termin� ah�, pero s� termina ah� mi relato, pues
lo recuerdos me ponen nost�lgica. S� que muchos al leer todo esto dir�n que SOY
UNA PUTA PERDIDA, O QUE SOY UNA DEGENERADA. Eso a m� no me importa, s�lo alguien
que pas� por lo que yo viv�, sabe los motivos que me hicieron hacerlo y si vali�
la pena..
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Relato: Volver a sentirme deseada (1)
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