UNAS VACACIONES INOLVIDABLES
Este relato es algo que le pas� a una amiga m�a, a la que
llamaremos Silvia (aunque no es su nombre verdadero), durante sus �ltimas
vacaciones. Le encanta el sexo, pero nunca hab�a hecho un tr�o. Os dejo con sus
palabras:
Me llamo Silvia. El verano pasado fui de vacaciones a Ibiza
con dos amigas. Ir a un sitio donde no te conoce nadie te da libertad para
desinhibirte, y debo decir que �ltimamente estoy muy desatada sexualmente, como
si estuviese en celo. Tal vez todo esto influy� en que pasar� lo que pas�.
Enfrente del apartamento donde est�bamos mis amigas y yo
hab�a unos chicos, cuatro amigos de Huelva que tambi�n estaban de vacaciones. La
verdad es que me gusta de vez en cuando ser un poco calientapollas, as� que
todas las ma�anas al levantarme me paseaba por el apartamento completamente
desnuda y con las ventanas abiertas, porque sab�a que esos cuatro t�os estaban
mirando a escondidas desde su apartamento y poni�ndose a cien. A los pocos d�as
mis amigas me imitaron y las tres nos despelot�bamos siempre que ve�amos que los
chicos estaban en su apartamento, para que pudiesen mirar nuestras tetas, culos
y co�os, deseando tocarlos y chuparlos, pero sin poder hacerlo. Ja ja, es que
somos unas putas de mucho cuidado, �a qu� s�? Lo bueno es que ellos pensaban que
nosotras no ten�amos ni idea que ellos nos miraban. �Qu� tontos son a veces los
t�os!
En fin, pues una tarde que mis amigas hab�an salido a comprar
y yo estaba leyendo tranquilamente tumbada en el sof�, con un tanga verde oscuro
y una camiseta blanca ce�ida, sin sujetador, llamaron a la puerta. Me asom� a la
mirilla y eran dos de los chicos que viv�an enfrente. Al principio me qued�
sorprendida y algo nerviosa, porque pens� que nunca se atrever�an a venir a
nuestro apartamento, pero enseguida me puse un pareo para tapar mi tanga y abr�
la puerta.
Me saludaron y me dijeron que viv�an enfrente de nuestro
apartamento, que se hab�an fijado en nosotras dado que �ramos las �nicas
personas de su edad que viv�an por all� cerca y que si quer�amos ir con ellos a
tomar algo esa noche. Yo les dije que a m� me parec�a bien, pero que tendr�a que
consultarlo con mis amigas. Les invit� a pasar para que juntos esper�semos a que
ellas llegaran.
Empezamos a hablar de cosas triviales, pero yo ve�a como los
dos me lanzaban constantemente miradas lascivas, intentando adivinar bajo mi
ropa los pechos y el co�o que tantas veces hab�an visto de lejos a trav�s de las
ventanas, y que ahora ten�an a unos palmos de distancia. Adem�s, al no llevar yo
sujetador y ser la camiseta blanca bien ajustada se me marcaban una barbaridad
los pezones.
[Esta es una foto de Silvia en un concierto]
Les invit� a unos whiskis mientras esper�bamos y pusimos
m�sica para bailar, salsa, que me gusta mucho. Al principio s�lo bailaba yo, los
chicos parec�an un poco cortados. Bail� al ritmo de la salsa contone�ndome como
una zorra, moviendo el culo frente a sus ojos, y haciendo botar mis tetas de vez
en cuando bajo la camiseta blanca. Ellos miraban casi babeando. En ese momento
no ten�a pensado que la cosa llegara a m�s porque hacerlo con dos t�os a la vez
no es algo que me atraiga especialmente. Pero en la vida nunca sabe una c�mo van
a acabar las cosas.
Yo cada vez estaba m�s caliente, bailando al ritmo de la
salsa. Movi�ndome sensualmente, contone�ndome como una zorrita que busca guerra,
mene�ndome sin parar lasciva y provocativamente: mi culo, mis suaves muslos, mis
tetas redonditas y jugosas...
Yo estaba cada vez m�s cachonda, pero ellos tambi�n porque,
como llevaban ba�adores, notaba perfectamente bajo sus ropas c�mo sus vergas
estaban empalmadas, duras como un palo. Y eso me pon�a m�s caliente a�n.
De repente, uno de ellos perdi� la timidez, se levant� del
sof� y se puso a bailar conmigo. �Y bien que se rozaba conmigo el muy cabr�n! En
un momento del baile desliz� por un momento su mano en mi culo, t�midamente,
como esperando ver cual ser�a mi reacci�n, si me enfadaba o no. Como vio que no
le dec�a nada, que no me molestaba que me sobara, me volvi� a agarrar por el
culo, pero esta vez con m�s fuerza. Me apret� hac�a el m�s a�n, y empez� a
refregar su polla con mi pubis al ritmo de la m�sica, todav�a con la ropa
puesta. Despu�s se puso detr�s de m� y sigui� rozando su polla dura en mi culo,
mientras segu�amos bailando, cada vez m�s lascivamente. Entre el alcohol, la
m�sica, el baile y aquella polla en mi culo me estaba poniendo cada vez m�s
encendida, ten�a unas ganas tremendas de coger esa verga entre mis manos y
hacerle una buena mamada... Pero eso llegar�a despu�s.
Yo empec� a menear el culo con m�s fuerza, como una aut�ntica
zorra, estruj�ndome bien fuerte contra su verga. Con tanto rozamiento el pareo
acab� por caerse y me qued� con el peque�o tanguita y la camisetita blanca. Pero
yo no par�, segu� meneando mi culito contra aquel poll�n que estaba a punto de
estallar. Enseguida mi compa�ero de baile comenz� a sobarme el culo con una
mano, mientras met�a la otra bajo la camiseta y me agarraba las tetas. Segu�a
detr�s de m�, ambos bailando. Al ritmo de la salsa, me sac� la camiseta y un
segundo despu�s me dio un tir�n en el tanga y me lo rompi�, quedando yo
completamente desnuda ante aquellos dos cabrones que ni en sus mejores sue�os
habr�an esperado encontrarse a una t�a tan guarra como yo.
El hecho de que me arrancara el tanga de un tir�n me hab�a
puesto m�s cachonda a�n, estaba como una perra en celo, dispuesta a todo.
Entonces le dije que me follara, que me metiese su polla por el co�o y me
reventase de placer. El chaval se qued� un poco sorprendido de que le dijese
esas cosas, pero enseguida reaccion�, se qued� desnudo en un momento y luego me
inclin� sobre el sof�, quedando mi culo en pompa.
Despu�s de manosearme un rato los muslos, el co�ito y el
culo, me meti� su verga entera de un golpe y empez� a bombear como un poseso. �l
gritaba "que guarra eres, Silvia". Yo le dije que me encantaba que me dijese
esas obscenidades, que yo era su puta particular y que pod�a hacerme lo que
quisiera, y que me dijese m�s guarrer�as. Entonces me meti� un dedo en el culo y
empez� a decirme cosas como "mueve para m� ese culito de puta que tienes", "eres
la t�a m�s zorra que me he follado", "voy a partirte en dos con mi polla, voy a
hacer que te salga por la boca, zorrita", "te voy a joder bien jodida, como
nadie te ha jodido antes, como la puta guarra que eres", y cosas as�. Entre lo
que me dec�a, aquella polla entrando y saliendo una y otra vez de mi rajita, su
dedo hurgando en mi culo y la otra mano estimulando mis pezones me estaba
muriendo de placer y no pod�a dejar de gemir, gritar y moverme como una loca; mi
co�o estaba tan h�medo que parec�a l�quido y todo mi cuerpo estaba empapado de
sudor: corr�an gotas calientes de sudor por mis tetas, mi espalda, mi culo, los
pelitos de mi pubis...
El otro chaval segu�a sentado en el sof�, babeando. Estaba
alucinado con lo que pasaba y no sab�a qu� hacer. Cuando su amigo acab� de
follarme el co�o por detr�s y correrse sobre mi espalda, me incorpor� y me sub�
al sof�, plant�ndole mi almejita delante de su cara. Entonces s� supo que hacer:
me cogi� con sus dos manos por el culo, me acerc� hasta su cara, me meti� la
lengua bien dentro del co�o y luego me lami� el cl�toris, primero suavemente y
luego cada vez m�s r�pido y salvajemente. Seguro que no era la primera vez que
lo hac�a, porque el muy cabr�n lo hac�a fenomenal, creo que es la mejor comida
de co�o que me han hecho nunca. Empec� a convulsionarme del placer que sent�a,
en ese momento hubiesen podido hacer de m� lo que hubiesen querido con tal de no
dejar de sentir ese placer. Yo gem�a como una guarra y le gritaba de vez en
cuando "no pares cabr�n, sigue hijo de puta", y �l chupaba y lam�a con m�s
fuerza.
En ese momento sent�a un gusto indescriptible. Desnuda como
una puta, cachonda como una perra en celo, comport�ndome como una aut�ntica
guarra con dos t�os que no conoc�a de nada y que pod�an hacer de m� lo que les
viniese en ganas. �Qu� gusto! Casi me corro ahora de recordarlo. Cada vez que lo
recuerdo me entran ganas de masturbarme.
En ese estado de excitaci�n en que me encontraba me tendieron
boca arriba en una mesita baja que hab�a frente al sof�, y mientras uno segu�a
comi�ndome mi almeja de aquella forma tan maravillosa, el otro (que ya se hab�a
recuperado de la follada anterior) aprovech� para meterme la verga en mi boca.
Al principio era yo quien dirig�a la mamada, lami�ndole despacito el glande que
a�n sab�a a semen y succionando con fuerza de vez en cuando, pero era dif�cil
concentrarme en la mamada con lo que su amigo me estaba haciendo con su lengua
en mi co�ito. As� que enseguida el t�o empez� a follarme la boca como si fuera
el co�o, metiendo y sacando su polla una y otra vez, mientras yo apretaba los
labios lo m�s posible contra ese m�s m�stil duro y sabroso que me estaba
comiendo. A veces me la met�a tan fuerte que me daban arcadas, pero con lo
excitada que estaba me daba igual.
De repente, el que estaba en la parte baja de mi cuerpo se
levant�, se sac� la verga y me la meti�. As�, me encontr� con que me estaban
follando por la boca y por el co�o, dos pollas saliendo y entrando de mi cuerpo
a la vez. �Qu� gusto! No s� si es normal esto de ser tan guarra o es que tengo
un problema.
A parte del placer f�sico que sent�a, lo que m�s me excitaba
era imaginarme a mi misma, como si pudiese verme desde un lado de la habitaci�n.
Y mientras sent�a sus pollas entrando y saliendo y sus manos sob�ndome las
tetas, el culo y todo mi cuerpo, me ve�a mentalmente all� tendida sobre esa
mesita, desnuda como una zorra cualquiera, indefensa, con mis tetas movi�ndose
arriba y abajo una y otra vez a cada golpe de polla, con dos t�os que no conoc�a
hasta hac�a unas horas meti�ndome mano por todas partes, penetr�ndome por la
boca y el co�o y dici�ndome todas esas guarradas que tanto me excitan: "te vamos
a follar como la puta que eres", "�te gusta comer pollas? pues te vas a hartar
de polla, guarra", "voy a estrujarte estas tetitas de puta tan bonitas que
tienes muy fuerte, como les gusta a las cerdas como t�". �Umm! �Qu� gusto
sent�a!
Despu�s de estar un rato en esa posici�n, uno se corri� en mi
co�o y el otro en mi boca; aunque no me tragu� el semen, que se fue resbalando
por mi cuello y mis tetas.
Uno de los chicos (el que acababa de follarme por la boca) me
pregunt� si pod�a darme por culo. Yo le dije que s� y le envi� a buscar un
botecito de vaselina que estaba en mi habitaci�n. Luego, sobre la misma mesita,
me puse a cuatro patas como una buena perra, subiendo bien el culo para que
entrase mejor la polla. Parec�a que el chaval no ten�a mucha experiencia en eso
de meterla por el culo, pero yo le instru� enseguida y al cabo de unos intentos
ya me estaba enculando. Mientras, el amigo se puso debajo de m� y se dedic� a
sobarme el co�o y chuparme las tetas. Como manejaba la lengua el muy cabr�n, me
lam�a los pezones de tal forma que me llev� al �xtasis; hubo un momento que sus
lamidas me excitaban tanto que ni siquiera sent�a la verga del otro entrando y
saliendo por el ojete de mi culo. �Fue incre�ble!�Me estoy mojando tan s�lo de
recordar la sensaci�n!
Luego sali� de debajo de m�, agarr� mi cabeza y la llev�
hasta su polla. Le chup� los huevos lentamente, me los met�a en la boca
alternativamente, primero uno y luego otro... despu�s le mam�, lam� y succion�
la polla una y otra vez, cada vez m�s fuerte. Sent�a el dolor placentero de una
verga penetrando con fuerza mi culito, y al mismo tiempo ten�a otra polla en la
boca. �Qu� sensaci�n! En ese momento pens� que lo que m�s me gustaba era follar
con dos t�os a la vez, me sent� m�s a�n como una puta, como una guarra, y eso me
excit� a�n m�s.
Despu�s de esta salvaje sesi�n sexual los tres est�bamos
exhaustos. Les dije que se fuesen porque mis amigas pod�an llegar en cualquier
momento y no quer�a que nos encontrasen as�.
Cuando se fueron me qued� un rato tumbada sobre la mesa,
desnuda, con el sudor, la saliva de los dos amigos y sus fluidos y los m�os a�n
calientes en mi cuerpo. Me puse a acariciarme, a pellizcarme los pezones y a
masturbarme. All�, sola y desnuda sobre la mesita volv� a correrme por �ltima
vez.
Silvia...
Dadate