sturm y kitiara.
La noche que concebimos a nuestro hijo Steel nunca podr�
olvidarla. Sturm y yo hab�amos salido de Solace hac�a un par de meses. Al
principio me divirtieron sus modales estrictos, su man�a de no querer entrar en
las tabernas como si esos lugares fueran nidos de depravaci�n... luego me cans�.
No me gustaba ni me gusta que me den �rdenes y sus normas empezaban a tomar un
cariz que no me agradaba. Decid� jugar con �l y humillarle. Pens� en una pelea
pero eso no ser�a tan humillante para �l como caer seducido por m� y que luego
yo le despreciara. Bueno he de decir en su favor que jam�s nadie me ha follado
como �l lo hizo... Humillarle, s� quiz� en la ma�ana lo hice pero durante la
noche no mostr� ni el m�s m�nimo pudor a la hora de demostrarme que adem�s de un
caballero de Solamia era un hombre tremendamente dotado.
A�n me estremezco al recordar su verga metida en mi, al
recordar el sabor de su leche en mi boca. Al rememorar sus gru�idos de placer y
todav�a puedo notar como si estuviera en aquella noche sus u�as clav�ndose en mi
piel, sus dedos en mi ano...
Todo empez� cuando �l vino a visitarme despu�s de que en ese
extra�o viaje que estabamos haciendo por Lunitari yo resultara ligeramente
herida. Quise que esa noche no se me escapara y le ped� que se quedara conmigo y
que... me abrazara. Sus ojos reflejaron extra�eza. Nunca he sido una mujer que
mostrara sus sentimientos, algunos incluso dudan que los tenga... bueno... los
sentimientos no sirven de mucho... salvo quiz� para hacerte d�bil. Esa noche en
mi no primaban los sentimientos... quer�a poseerle sexualmente y luego echarle
de mi lado de un puntapi�. Sin embargo acab� aceptando y le hice un hueco en mi
cama, �l dudando todav�a se tumb� y yo me acurruqu� entre sus brazos. Si he de
ser sincera lo cierto es que me agrad� el contacto con su cota de mallas, me
agrad� su c�lido aliento y me agradaron sus fuertes brazos entorno a m�. Una no
puede controlar a veces los deseos del cuerpo y lo cierto es que mi sexo se
humedeci� al pensar en su pene, en sus manos recorriendo mi cuerpo... No sab�a
a�n sin conseguir�a que lo hiciera pero mi cuerpo lo estaba deseando.
Casi como si fuera un accidente mi mano izquierda se pos� en
su pierna de ese lado. Poco a poco la fui subiendo por debajo de la camisa que
llevaba bajo la cota. Pod�a notar como �l se tensaba pero en ning�n momento hizo
adem�n de querer irse. Segu� ascendiendo hasta que estuve a escasos cent�metros
de su entrepierna. �l susurr� mi nombre en tono quejumbroso... me pidi� que no
siguiera pero incorpor�ndome sobre un brazo me sent� a horcajadas sobre �l. De
un s�lo movimiento me quit� la camisola que llevaba mostr�ndole mi cuerpo
desnudo... Ese cuerpo desnudo por el que tantos hombres han muerto y suplicado.
Vi el deseo en sus nobles ojos... y quiz� s�lo quiz� tuve un momento de duda...
duda que se evapor� cuando �l alarg� su mano y acarici� uno de mis senos. Yo
gem� levemente sinti�ndome terriblemente excitada. Realmente aunque yo hab�a
iniciado el juego no puedo decir que no me sorprendiera mi propia reacci�n. Todo
mi cuerpo temblaba como una hoja, me estremec� con el solo roce de sus dedos en
mis pezones. Jam�s he estado tan encendida como esa noche... Lo que le di a
Sturm de m� esa noche no se lo he dado a ning�n otro hombre... ni tan siquiera a
Tanis. Creo que esa fue la raz�n m�s importante, quiero decir, que Steel naci�
de esa pasi�n. Tanto fuego, tanto amor, si se le puede llamar as�, tiene que dar
un fruto. Y ese fruto fue nuestro hijo.
Le ayud� a quitarse la cota de mallas y luego la camisa. Me
mord� los labios al ver su torso desnudo. Los m�sculos lo surcaban, el pelo, no
muy abundante, era oscuro como sus cabellos casta�os y su t�rax se mov�a agitado
por la excitaci�n. Puse una mano a la altura de su coraz�n y pude percibir como
�ste lat�a aceleradamente. Me inclin� sobre �l y le bes� en los labios. Fue un
beso dulce... Hab�a planeado que esa noche fuera una noche sin tregua pero
aunque en cierto modo sali� as� tambi�n hubo mucha paciencia y ternura en todo
lo que hicimos. Fue como si en vez de estar con alguien a quien deseaba hacer
da�o estuviera con el hombre que m�s amara en el mundo. Mi mente quer�a una cosa
y ni por un momento desee retroceder en mis planes pero mi cuerpo y mi coraz�n
lo amaron como s�lo a �l lo he amado. Est�s donde est�s, Sturm, s� que me odias
por esa noche y por otras muchas cosas... pero quiero que sepas una cosa, en
aquellos momentos fuiste el �nico hombre de la tierra al que am� con todo mi
ser... quiz� no fuera cosa m�a pero es lo que sent� y lo que sucedi�. Y ya no
puedo ni quiero seguir neg�ndolo porque fuiste, has sido y ser�s la mejor noche
de sexo de mi vida. Y he tenido muchas.
�l correspondi� a mi beso. Sus brazos me estrecharon contra
s�. Tan solo unos segundos despu�s se hab�a deshecho de sus pantalones y calzas
y yo de mis bragas. Ambos est�bamos desnudos el uno sobre el otro y me qued�
muda de sorpresa al ver aquel miembro que se alzaba entre sus piernas.
Calculando a ojo deb�a medir unos 22 o 23 cent�metros. Era adem�s grueso y
estaba tan duro como la espada de su padre que a�os despu�s portara.
Me levant� entre sus brazos y me deposit� en la cama. Luego
se arrodill� entre mis piernas y vi como en un sue�o como inclinaba su cabeza
sobre mi sexo. Instantes despu�s su lengua se encontraba en el mismo. Jam�s
nadie me hab�a comido el co�o, era mi primera vez... �y fue todo un caballero de
la Orden qui�n lo hizo! No parec�a muy experto en lo que hacia as� que asum� que
tambi�n era la primera vez para �l pero Sturm siempre ha aprendido r�pido y
enseguida sus caricias me acercaron al primer orgasmo de esa noche. Cerr� mis
pu�os agarrando los bordes del colch�n y mi cuerpo se convulsion� en espasmos de
placer al tiempo que gritaba su nombre. Ni siquiera me di cuenta de que se hab�a
incorporado y que descend�a sobre mi boca. Esta vez fue �l quien me bes� y pude
degustar el sabor de mis propios jugos. Sus ojos brillaban de lujuria... �eras
realmente t�, Sturm o algo te hab�a pose�do? Me cogiste la cabeza y me llevaste
hasta tu miembro, vi en tus ojos lo que quer�as que hiciera y acept� sin
protestar porque quer�a sentir tu dureza en mi boca... quer�a que te corrieras
en mi boca y tragarme tu semen. Quer�a que formaras parte de m�
No eras al primero al que se la chupaba pero si fuiste el
primero con quien lo disfrut�. Mi lengua recorri� tu m�stil, mis dientes lo
mordieron levemente, te chup� los huevos, y te o�a gemir y pedirme que no
parara. De repente me apartaste y con un ligero y sutil movimiento me volviste a
tumbar sobre el lecho. Sin un momento de tregua me encontr� con aquellos 23
cent�metros dentro de mi co�o, la sent�a tan profunda que con solo esa sensaci�n
me volv� a correr. Yo gritaba, me hab�a incorporado y me abrazaba a tu cuerpo
buscando un ancla en la que sostenerme. Mi cuerpo temblaba de tal manera que
tem�a que las fuerzas no me sostuvieran. T� te diste cuenta y pasaste un brazo
por mi cintura. Me sostuviste y me dijiste que la noche acababa de empezar y que
yo tendr�a que aguantar. Eso no era propio de ti y me asust�. Aunque quer�a
parar no pude hacerlo porque pese a que estaba cansado mi cuerpo ped�a m�s sexo,
mucho m�s sexo. No s� que pas� esa madrugada, no s� si t� eras t� y ni tan
siquiera si yo era yo... Quiz� fuera cosa de los mismos dioses... quiz� ellos
planearon que nos uni�ramos y que traj�ramos al mundo a Steel. No lo s�.
T� seguiste metiendo y sacando esa poderosa verga tuya hasta
que todo tu cuerpo se tenso y not� como tu caliente esperma inundaba mi
interior. Y de nuevo me corr�... Pero ah� no acab� la cosa. Me soltaste y ca�
rendida en la cama. Me miraste a los ojos y me susurraste que quer�as seguir.
Ahogu� un gemido... Tem� que lo que hab�a empezado como una venganza m�a se
volviera en mi contra y que acabaras conmigo a base de polvos. Pero sonre�ste y
suavemente empezaste a estimular de nuevo mi cuerpo... con paciencia, con
tranquilidad. Y mi cuerpo respondi� abri�ndose de nuevo ante ti como una flor
recibiendo su semilla. Yo, quiz� inconscientemente, tambi�n empec� a recorrer
con mis manos tu cuerpo, notando tu musculatura, la sorprendente suavidad de tu
piel, oliendo la mezcla de sudor y olor a sexo. Metiste primero un dedo en mi
sexo, luego dos, y poco a poco toda tu mano estuvo all� dentro. Y me mor�a de
placer. Gem�a, te ped�a que no pararas. Pero lo hiciste... sacaste suavemente tu
mano para no hacerme da�o y me susurraste al o�do que quer�as met�rmela por el
culo... �y por los dioses, acept�! Me mor�a con s�lo imaginarme tu polla
perforando mi ano, tus manos acariciando mi cl�toris para amortiguar el dolor...
Nunca me hab�an sodomizado... �en qu� estaba pensando! Bueno si lo s�... estaba
pensando en que en ese momento deseaba que la polla del hombre que ���amaba!!!
estuviera dentro de mi, y que entrara por donde quisiera pero que entrara. Esa
noche te am� como nunca he amado a nadie. No s� si te sentir�s honrado al
saberlo pero yo sin me siento orgullosa de haberte querido de semejante manera.
Aunque luego no me gustara reconocerlo y tan s�lo t� y yo supi�ramos lo que
sucedi� realmente. Ni tan siquiera te dije que de ese amor naci� un hijo... me
dol�a saber que hab�a amado y que lo hab�a rechazado. Me sent�a est�pida... y
odiaba sentirme est�pida... por supuesto, te acab� echando la culpa de lo
sucedido... por no haber sabido contenerte cuando ten�as que haberlo hecho. �Soy
una necia, lo s�! En cuesti�n de met�rsela a una mujer no eres distinto de los
dem�s hombres... pens�is con la polla y yo s� que mi cuerpo, o la visi�n de �l,
solo aumenta el grosor de la misma. S�lo s� que tu manera de hacer el amor ha
sido la m�s excitante que haya conocido y ni siquiera puedes llegara a imaginar
la de veces que despu�s de aquello me he masturbado pensando en lo que hicimos
t� y yo al enlazar nuestros sudorosos talles. Te am�. Lo siento.
Me puse a cuatro patas encima del lecho y tu me abriste el
culo. Luego escupiste sobre �l y tambi�n en la palma de tu mano para restregar
luego la saliva por tu falo que de nuevo hab�a recobrado su forma y dureza tras
haberte corrido dentro de m�. Not� la cabeza de tu pene en la entrada de mi ano
y me prepar� para que me doliera. �Y dioses c�mo lo hizo! Pero aguant�, Kitiara
Uth Matar siempre ha soportado con estoicismo el dolor, sobretodo si luego poco
a poco, con tus dedos jugando en mi cl�toris y en mis pezones, el dolor fue
siendo sustituido por una fuego abrasador de placer y deseo. Empec� a mover mi
trasero queriendo que entraras m�s dentro, hasta el centro de mi ser... Cre� que
me corr� dos o tres veces m�s y segu�a pidiendo que no pararas. �No lo hiciste!
Estuviste cerca de diez minutos con tu enorme polla en mi culo taladr�ndolo.
Rugiste como un animal cuando derramaste tu semilla en mi estrecho pasadizo.
Sacaste entonces tu polla de mi agujero y me tumbaste en la cama, me abriste las
piernas y te lanzaste sobre mi co�o como un loco. Empezaste a com�rtelo con la
mezcla de tu esperma y mis jugos y conseguiste que me corriera de nuevo. Luego
una vez pas� la tormenta de pasi�n nos quedamos dormidos abrazados el uno al
otro.
A la ma�ana siguiente volviste a ser el tonto que yo cre�a
que eras. Me pediste que me casara contigo. Estabas avergonzado de lo que hab�a
sucedido. Me sent� dolida porque si no hubieras mostrado esos sentimientos te
habr�a dicho que s�. En vez de eso me re� en tu cara y te abandon�. �Me
arrepiento de haber rechazado tu oferta? No lo s�... Creo que si te am� esa
noche, y te amaba esa ma�ana es posible que hubiera conseguido amarte durante el
resto de mi vida. Pero no soy una persona que viva en el pasado. Afront� mi
decisi�n y continu� con lo que cre�a que deb�a ser mi vida. Y mi vida estaba al
lado de la Reina de la Oscuridad, siendo tu enemiga. Mi destino era matarte y lo
hice. �C�mo puede nadie no sufrir cuando se mata al hombre al que se ama? Todos
pensabais que amaba a Tanis... en el pasado... durante mi juventud... lo hice.
Lo quise... Siendo ya adulta te am� a ti, Sturm Brightblade. Y te mat�. Y
contigo muri� el poco coraz�n que a�n me quedaba. Y te odie por haberme hecho
conocer el amor pero tambi�n el odio. A veces cuando se ama con tanta
intensidad, el odio tambi�n est� muy cerca. Yo te am� y te odie con la misma
violencia.