En las dependencias de fulanas segu�a la tal Afrodita pero
ahora hab�a una m�s. Ten�a pinta de mulata caribe�a. Muy guapa y con una piel
perfecta. Bastante abundante de carnes. Me present� a ella y, al igual que
Afrodita, aunque me dijo su nombre, Luna, no me mir� con buena cara.

Me iba hacia los ba�os para adecentarme y recomponer mi
est�tica despu�s del encuentro con los dos conserjes cuando la tal Luna me
espet� con pocos modales:

- �Te acaban de examinar los conserjes?

- S... ssi. �Por qu�?

- El conserje que queda es mi marido. Como te lo tires te
rajo la cara y se te acab� la carrera.

- No te preocupes, no tengo intenci�n alguna. Estoy aqu� para
hacer dinero, no para complacer gratis a conserjes .... aunque con algunos sea
necesario. Ya me han advertido que con el que falta, nada de nada.

- Espero que as� sea. Anda con cuidado.

Tan pronto como acab� de lavarme y maquillarme recib� llamada
al m�vil. Era Pau para darme un aviso. En la habitaci�n 509. Una cubana y un
griego. No s� por qu� me lo dir�a, porque ya sab�a que yo cobrar�a por horas, no
por tipo de servicio. Pero me ven�a bien saber de antemano como me iban a usar,
as� que no dije nada.

Cuando termin� la breve conversaci�n me percat� de que las
dos putas me miraban con cara de pocos amigos. Era comprensible. Afrodita
llevaba all� bastante tiempo, no s� si entretanto hizo alg�n servicio, pero por
su mirada no lo parec�a. Y Luna tambi�n deb�a llevar un tiempo por el n�mero de
colillas acumulado en el cenicero a su lado. No era de extra�ar pues que odiasen
a la novata que de inmediato era llamada. Adem�s, aunque sea presunci�n, yo era
m�s atractiva y con estilo que ellas.

En la habitaci�n me encontr� un hombre de unos 35 a�os con
pinta elegante y ademanes educados. Me examin� con mirada aprobadora y me indic�
la necesidad de proseguir su examen m�s a fondo, as� que me desnud� por segunda
vez y r�pidamente aunque con estilo y seductoramente. Digo que r�pidamente
porque no llevaba ropa interior, as� que solamente tuve que desprenderme de la
chaqueta, la blusa y la falda. Qued� con las medias negras sin portaligas y los
zapatos de generoso tac�n que estilizaban mis piernas y elevaban mis nalgas.

La progresiva mirada aprobatoria termin� en lo siguiente:

- Me gustas. Me gustan enormemente los anillos de los pezones
y el co�o. Quiero empezar con una cubana.

- �Quieres que te desnude, cari�o?

- No. Quiero que me muestres m�s de ti mientras yo lo hago.

Contone�ndome con la debida sensualidad me acerqu� a mi bolso
y, de espaldas a �l, le mostr� bien mis agujeros entre mis repletas nalgas
mientras buscaba el lubricante anal de sabor a lim�n.

De frente a �l me sob� y amas� las tetas, tirone� de sus
anillos y por fin me quit� uno de ellos.

�Qu� haces? D�jate esos anillos como est�n. Me gustan.

- Espera, cari�o, y ver�s. Despu�s me los pongo como estaban.

Una vez que me quit� uno de ellos, me unt� de lubricante el
canalillo de las tetas como me ense�� Olalla.

El hombre contemplaba curioso la maniobra.

Desatornill� la bolita de cierre del anillo que me quedaba y,
juntando los pezones, lo pas� por la perforaci�n del pez�n desprovisto de
adorno. Cerr� el anillo y los dos pezones quedaron juntos aprisionados por el
mismo aro.

- Ahora, amor, mete tu hermoso pene entre mis tetas y yo
tendr� las manos libres para hacerte lo que quieras. �Quieres que con una
acaricie tus test�culos y con la otra te meta un dedo en el ano?.

- Mme ... parece bien ... bien.

El hombre comenz� a friccionar su polla entre mis tetas con
verdadera ansia que fue creciendo con mis caricias en sus test�culos y mi dedo
�ndice profundizando en su culo. No le hab�a puesto cond�n ya que no exist�a
penetraci�n. Pero me arrepent� cuando repentinamente ba�� la cara de abundante
esperma porque no estaba segura de si por los ojos se puede contagiar alguna
enfermedad sexual, ya que me ceg� totalmente.

Me fui a lavar bien la cara y el canalillo de las tetas. Me
coloqu� los aros de los pezones en su sitio y me lubriqu� el ojete del culo para
el anunciado griego. Cuando regres� del ba�o estaba hablando por tel�fono para
pedir unos caf�s al servicio de habitaciones.

- He pedido caf�. Pero si quieres otra cosa ...

- No, est� bien.

Charlamos un rato de cosas triviales como no pod�a ser de
otra manera hasta que lleg� el camarero. Se interes� por la alianza de mi anular
derecho y le confes� que estaba casada y que ten�a tres ni�os, el menor de
meses. No hubo tiempo para m�s di�logo ya que lleg� el camarero del servicio de
habitaciones con el pedido. Alejandro, mi cliente, se sorprendi� cuando yo
permanec� sentada en pelotas en el sof� mientras el camarero depositaba la
bandeja en la mesita.

- Eres una zorrita un poco imp�dica �no?.

- Lo que han de comerse los gusanos, que lo vean los humanos.
�te sirvo?

- Por favor.

- �Con leche?

- Si, por favor.

- Si lo quieres con leche de mis tetas .... tengo para ti la
que quieras.

- �Dios!. No jodas. �Es verdad?

- Mira.

- Me amas� suavemente el pecho derecho para excitar la subida
y despu�s, aproximando su taza de caf� al pez�n, me orde�� un buen chorro en
ella.

Alejandro se qued� extasiado y en el albornoz que se hab�a
puesto para recibir al servicio de habitaciones creci� la tienda de campa�a.

- Disculpa Beth, eer ... �me permitir�as mamar de tus tetas?.
Te pagar� lo que me pidas.

- Como no, encantada. Pero ya te habr�n informado de que
cobro por hora, independientemente del servicio que se quiera, as� que no
tendr�s que pagar nada adicional por beberte mi leche, cari�o.

- De todas formas te compensar� por ello. Anda, dame teta.

- �Las quieres con los pezones anillados o libres?

- De momento d�jalos adornaditos. Y mientras mamo hazme una
paja con tus hermosas manos.

El hombre se amorr� a mi pecho izquierdo y comenz� a
succionar mientras compon�amos un dif�cil, pero no inc�modo, escorzo para que le
pajease. Realmente no se diferenciaba demasiado de la postura del beb�
amamantado.

Alejandro mamaba alternado mis dos tetas. Yo notaba como se
vaciaban y miraba su cara que, con los ojos cerrados, parec�a decir que viv�a en
un para�so. De cuando en cuando parec�a dormitar pero pronto reanudaba la toma
de mi leche. En una de esas pausas, sent� c�mo mi vientre se ba�aba de algo
caliente. El hombre se hab�a corrido de nuevo. Qued� dormitando con la cabeza
sobre mis pechos y yo le acariciaba el cabello.

Cuando pas� un cuarto de hora sin que pareciese dar se�ales
de levantarse le dije suavemente:

- Alex, cari�o. Te recuerdo que cobro por tiempo. Son 200
euros por hora o fracci�n y estamos llegando al final de la primera hora.

- Beth, mami puta. Sigue as� conmigo. D�jame descansar en tu
seno.

Se pas� as� poco m�s de una hora, regresando de cuando en
cuando con sus labios a mis pezones para intentar sacar algo m�s de leche, pero
yo ya estaba casi seca.

Cuando regres� del para�so en que estaba, hab�a permanecido
con �l dos horas y cuarto y quer�a quedarse solo.

- Cielo, le dije mientras me aseaba, he estado contigo dos
horas y cuarto, siento que desperdicies tres cuartos de hora. Me tienes que
pagar 600 euros, pero dispones de tres cuartos de hora para darme por el culo
como pensabas ... o follarme el co�o ... o que te la mame ... o charlar si
quieres. Si estas vaguete te la puedo mamar, soy muy buena en eso.

- No. Quiero dormir, quiero so�ar con lo que me has dado.
Toma 700 euros. 100 son de propina por la leche. An�tame tu tel�fono. Vengo una
vez al mes a este hotel. Te llamar�. Me gustas un mont�n.

Gracias por la propina, cari�o, pero mi leche era gratis. Ah�
te anoto mi n�mero.

Regres� a casa henchida de satisfacci�n y haciendo las
cuentas de la lechera �pocas veces ven�a m�s a cuento ese dicho- . Si con un
cliente, tres horas en tarde hab�a ganado 700 euros, pongamos que con tres
clientes al d�a, dos en ma�ana y uno en tarde, a una media pesimista de una hora
por cada, ser�an 600 euros diarios. Al mes unos 12000 euros. �Qu� barbaridad!.
No pod�a ser. Aunque descontase las comisiones de los conserjes, era un dineral.
Me dije que hab�a tenido la suerte de la novata y que pasar�a horas compartiendo
espera con Afrodita, Luna y sabe dios qu� m�s competidoras.

Llegu� a casa a las ocho y media de la noche m�s o menos.
Solo se encontraba mi hijo Enric.

- Pap� est� volando hacia Par�s para no s� qu� negocio, y
Carles dormir� en casa de su amigo Luca. As� que, mami: Nos lo vamos a pasar de
miedo. Podemos dormir juntos en tu cama toda la noche.

- Veremos, estoy cansada. �c�mo est� Lluis?

- Durmiendo en su cuna, ya le ba�� y le di el biber�n a su
hora, lo juro. Adem�s tienes preparada la cena.

- Eres un cielo, cari�o. Puede que te deje dormir conmigo.
�Te ha dicho pap� cuando vuelve?.

- Que llamar�a. Anda cena, que quiero tu culo.

- Qu� empe�o con el culo. �No te gustan los co�os?.

- Tambi�n, pero contigo me gusta m�s darte por el culo
mientras agarro tus gloriosas tetas.

- � Y por qu� tan salido, nene?. �No tienes a Leche? Eeer ...
Gloria quiero decir, o a otras nenas?.

- Mami, el novio de Gloria, un tal Luc, le ha prohibido
follar con nadie que no sea �l, porque quiere hacerle un hijo.

- Qu� jod�o el negro. La proh�be follar contigo y tengo que
suplirla, pero el no deja de follarme a mi o a la que pille, y eso que tiene
otra novia: Caf�.

- Ya. ... Por lo que le he pillado a Gloria y por tus
despistes, .... deduzco que te traes un rollo muy raro con cierta gente con la
que vas a follar a cierto sitio. Quiero ser del grupo.

- De eso nada, hay que ser mayor de edad.

- Gloria, ... o como tu la has llamado alguna vez, Leche, a�n
no ha cumplido los 17 a�os. ... Y ahora que caigo ... Caf� .... Caf� y Leche ...
ya entiendo: Luc es negro, tiene dos novias. Una ser� negra: Caf� y ... Gloria
que tiene una piel blanca como la nieve es ... l�gicamente Leche.

- Bueno y qu�. Tu ni llegas a los 16. B�scate nenas de tu
edad.

- Mam�. S� realista. Las nenas de mi edad solo se dejan
sobar. Puede que alguna follase convencionalmente. Pero yo quiero hacer las
guarradas que me hab�is ense�ado Leche y tu. Y las que tienen edad para hacer
eso, que son pocas, no van a hacer caso de un chaval de 16. Quiero ser del grupo
ese de folladores.

- Mira ya lo pensar� y preguntar� si puedes. Ahora d�jame
cenar en paz.

Mientras cen�bamos Enric puso un DVD con una pel�cula porno
que trataba de mujeres maduras mont�ndoselo de los m�s guarro con casi
adolescentes. Teniendo en cuenta que mi cliente me hab�a dejado sin un polvo y
bien caliente, la pel�cula me puso a cien y decid� que le dejar�a a mi hijo
calmar mi excitaci�n al modo que lo hac�an aquellas zorras en la pel�cula.

- Elige una escena de la pel�cula y la imitamos.

- De primeras, Mami, quiero que me afeites el pubis como esos
que salen ah� y como tu. Me encanta tu chocho gordo, depilado, lechoso, suave y
brillante de jugos.

Le afeit� en el ba�o y nos fuimos a la cama de mi habitaci�n
a hacer alguna de las guardar�as de la pel�cula. Enric hab�a seleccionado una en
que uno de los chicos acababa meando sobre la golfa m�s vieja, que tendr�a no
menos de 50 a�os. Si ya estaba caliente, la idea de dejarme mear por Enric me
sobre elev� la temperatura.

Empezamos la batalla a las 10 de la noche. A las 12, mi chico
se hab�a corrido tres veces, una en cada uno de mis agujeros, y me hab�a
proporcionado dos maravillosos orgasmos. Despu�s me llev� al cuarto de ba�o y
entr� en la ba�era y me arrodill� dispuesta a recibir el dorado caldo del pito
de mi nene. �l se puso de pi� en el borde de la ba�era y abr� la boca dispuesta
a beberme su orina mientras me met�a cuatro dedos en el co�o para masturbarme de
lo enardecida que estaba.

Me beb� gran parte de la meada de Enric y alcanc� mi tercer
orgasmo cuando agotaba sus �ltimos pero copiosos chorros sobre mis pechos. Nos
duchamos juntos y el cabrito de �l a�n ten�a ganas de juego, porque se empe�� en
limpiarme bien el culo metiendo los dedos llenos de jab�n. Hasta que lleg� lo
inevitable. Inclinada sobre el borde de la ba�era, acab� con todo su pu�o dentro
de mis tripas. Me met� en el co�o el mango del cepillo de ducha y en mi estado
de enajenaci�n comenc� a soltar tales rugidos e imprecaciones que probablemente
se escuchar�an desde la calle.

- Hijo de puta depravado. �R�mpeme las tripas! �Cabr�n
demente me matar�s! �M�tame! �Destr�zame el culo!

- Calla ramera pervertida �qu� tino, y eso que no sab�a de mi
actividad- quien a los suyos parece honra merece.

Cuanto m�s enloquec�a de lujuria y m�s barbaridades dec�a,
m�s se acaloraba mi hijo y m�s fuerte y profundo bombeaba su pu�o dentro de mi
culo. Llegaba a sacarlo entero y lo volv�a a meter sin tan siquiera abrir la
mano para introducir primero los dedos.

Lleg� un momento en que empujaba los dedos desde dentro del
recto hacia mi vulva haciendo asomar por �sta la membrana que separaba las dos
cavidades.

- �Mamonazo! . Si me dejas inservible tu tambi�n pierdes.
�R�mpeme y veremos con quien follas!

- Tienes esa boca de golfa glotona donde la puedo meter hasta
el est�mago.

A mi ni�o se le estaba levantando nuevamente y yo,
despreciando el mango del cepillo aceler� la b�squeda de mi orgasmo frot�ndome
el chocho desesperadamente con la palma de la mano y cuatro dedos dentro que
doblaba hacia el v�rtice de mi raja para comprimir el cl�toris contra la palma.

�l, con la mano libre empez� a pegarme fuertes palmadas en
las nalgas y la ri�onada. El dolor, mezclado con el placer me calent� a�n m�s y
sobre todo la humillaci�n a que estaba sometida.

Levant� una pierna para apoyarla en el borde de la ba�era
facilitando as� la entrada del pu�o de Enric y apoyarme mejor y usar la mano que
no estaba en el co�o para trabajar la polla del chico. Pero �ste dejo de
trabajarme el culo con el pu�o y me ensart� su verga, cosa que me fastidi� pues
me sent�a vac�a.

Se corri� dentro de mi recto cuando yo alcanzaba el orgasmo a
fuerza de frotarme el chumino. Me aferr� las lacias tetas y me sujet� quedando
quieto con su verga en mis entra�as. Al cabo de un rato sent� calor en mis
tripas y comprend� que el pervertido estaba me�ndose dentro de mi.

Le insult� usando palabras que jam�s hab�a dicho, pero el se
part�a de la risa y a�n se cachonde� m�s mientras ve�a salir su orina de mi
culo. Se llen� de meada el cuenco de su mano y me unt� la espalda y las tetas.

Terminado el combate, nos duchamos otra vez y nos fuimos a
dormir agotados.

A la ma�ana siguiente, despu�s de darle la papilla a Lluis no
pude resistir la tentaci�n y le di de mamar un poco de mis pechos para postre.
Adem�s no ten�a ganas de usar la bomba sacaleche. Enric me sorprendi� y empez� a
hacer preguntas inc�modas.

Yo no entiendo mucho de cosas de mujeres. Pero ya hace
semanas que decidiste dejar de mamar a Lluis. Tengo entendido que si no le das
de mamar se te retira la leche �no?.

- Si. Pero tarda algo.

- �Y mientras?

- Tengo prisa. Te recuerdo que ahora trabajo.

- Ya. Pero ahora le estabas dando de mamar y anoche no ten�as
leche.

- T� que sabes.

- Cuando te estaba dando por el culo te agarr� fuerte las
tetas para sacarte leche y no sali� nada.

- Bueno, a veces no sale.

- No creo. �no estar�s dando de mamar a algunos de los tipos
que te tiras?.

- Por favor, d�jame en paz. �est�s loco?

- Ya, ya loco. Y tu una cerda l�brica.

Le arre� una bofetada, aunque anoche le hab�a dejado bien
patente que realmente lo era.

Se ech� a re�r y pas� a otra cosa.

- �Qu� haces para tener el recto siempre limpio y follable?

- Ponerme enemas, qu� va a ser si no.

- �Te vas a poner uno ahora?

- Si, pero a ti que te importa.

- Eso quiere decir que vas a follar con alguien.

- Eso no es asunto tuyo. Tengo que resarcirme del hambre que
tu padre me ha hecho pasar durante a�os.

- D�jame ponerte el enema.

- Est� bien. Si te parece morboso.

- Pues si. Cualquier cosa relacionada con tu culo me encanta.

- Voy al ba�o. Ya te llamar�.

- �Qu� vas a hacer antes?

- Voy a cagar. �Tengo que darte explicaciones de todo?

- D�jame verte cagar. Ya sabes, todo lo relacionado con tu
culo me apasiona.

- Qu� plasta de hijo.

- Dej� a Lluis en su parque y me fui al ba�o con Enric pegado
a mi.

Me sent� en la taza indiferente a su presencia y �l se puso
en cuclillas ante mi mirando interesado c�mo sal�an mis heces. En un momento
dado pretendi� meter la mano entre mis piernas pero le pegu� un manotazo. Se
sac� la pilila del calzoncillo, que era lo �nico que vest�a y comenz� a
masturbarse. No le hice caso alguno.

Cuando termin� me limpi� con el papel higi�nico, prepar� la
pera de irrigaci�n, me puse algo de lubricante y volvi�ndome de espaldas apoyada
sobre el lavabo le dije:

- Iny�ctamelo despacio.

Lo hizo y me volv� a sentar en la taza con �l delante sin
desviar la vista. Pero no ten�a buena visi�n, as� que fue por una linterna. Le
facilit� la cosa abriendo m�s las piernas y basculando m�s mi culo en el asiento
hacia delante. Sigui� pel�ndose la picha hasta que, cuando no pude retener m�s
solt� el chorro.

- Ahora otra vez.

Me volvi� a inyectar el l�quido y de pronto me sujet� y me
meti� la tranca en el culo f�cilmente por el lubricante. H�bilmente me at� las
manos al cuello con el cintur�n del albornoz que ten�a preparado. Reconozco que
si me hubiese empe�ado habr�a conseguido zafarme de su verga, pero le dej�
sodomizarme hasta que el l�quido empez� a hacer efecto. Le avis� pero no me hizo
caso. Cuando el dolor de tripa se me hizo inaguantable, de un giro de cadera me
libre del carnoso tap�n anal y sali� todo el l�quido a presi�n ba��ndole la
entrepierna.

Me met� en la ducha cerrando la mampara y sin dejarle entrar
pese a que se quejaba de que se hab�a quedado a medias.

- Hazte una paja, cerdo cabr�n.

- Joder, no me dejes as�.

No le hice caso. Me duch� y cuando sal� de la ducha �l ya no
estaba. Seguramente se la estar�a pelando viendo una pel�cula porno. Me pein� y
maquill� y sal� dispuesta a ir al hotel o a casa de Olalla a esperar alguna
llamada.

Esperando a la ni�era de Lluis comprob� que, efectivamente,
Enric se estaba masturbando viendo la peli porno de anoche. Al final de la polla
ten�a un vaso. Se corri� soltando abundante esperma en el vaso y en actitud de
reto se acerc� a mi mostr�ndomelo.

- �A que no te lo bebes zorra?

Sin inmutarme tom� el vaso y me beb� el semen de un trago. En
ese momento se abr�a la puerta y entraba la ni�era. Enric se fue escaleras
arriba ya que estaba solo en calzoncillos. Lav� el vaso, salud� a la ni�era, le
di instrucciones y sal� de casa con mi elegante traje chaqueta de ejecutiva. Por
fin decid� parar en casa de Olalla mientras me llamaban. Pero no me dio tiempo a
llegar. Ya ten�a un cliente. Un polvo normal.

De camino par� en una �ptica y me compre unas gafas sin
graduaci�n, ya que no la necesitaba. Las gafas eran para acentuar mi aspecto de
se�ora formal.

El cliente me dur� poco: cinco minutos de mamada para
prepararlo. Diez minutos de bombearme el co�o y llen� el cond�n. No quiso agotar
los tres cuartos de hora que le quedaban. Me pag� los 200 euros y me dijo que le
hab�a gustado mucho mi aspecto. Que resultaba muy er�tico contemplar como bajo
el formal traje aparec�a un cuerpazo tan atractivo y bien adornado.

Esa ma�ana pas� una hora en el cuarto de las putas afrontando
la cara de mala leche de Luna. Tuve otros dos clientes. Uno me dio por el culo y
otro, cuando vio mis manos, solamente quiso que le hiciera una paja con ellas
pero muy lentamente y con lubricante. Qued� muy satisfecho aunque el precio era
muy alto para una paja manual. Le anim� a hacer m�s cosas pero no quiso.

Otros dos clientes por la tarde. Algo de sexo oral y polvo
corriente.

Parece que sale rentable esto de cobrar por horas. Hasta
ahora no ten�a visos de que nadie agotara su tiempo.

Con mis 1.000 euros regres� a casa poco antes que mi marido y
mis hijos que, cuando llegaron ya ten�an preparada una suculenta cena. Mi esposo
me cont� sus viaje de negocios pero sab�a que ment�a y habr�a estado con alguna
zorra.

. . . . . .

Pas� as� mi primera semana de puta, sin nada destacable que
contar. A la semana siguiente un cliente nos contrat� a Luna y a mi al mismo
tiempo. La mujer iba rezongando. El cliente nos pidi� que, para hacerle entrar
en ambiente, le ofreci�ramos una tortilla. La cara de disgusto de Luna fue
patente, pero no objet� nada y las dos comenzamos a desnudarnos.

La dominicana estaba imponente. Su opulencia estaba muy bien
distribuida. Era grande de todo, de tetas, de culo, de jamones. Una piel de seda
cubr�a el conjunto. Ten�a el pubis pelado como yo pero no adornado. Tom� la
iniciativa y comenc� por abordar sus tetas mientras la besaba meti�ndole la
lengua. Tras alg�n reparo inicial, su boca acogi� mi lengua y la suya invadi�
pronto mi boca. Los soberbios pezones se le pusieron a�n m�s duros y gruesos que
los m�os y la ar�olas se le arrugaron como pasas. Yo le gustaba tambi�n a la
furcia. Ella fue la que me empuj� para que cay�ramos sobre la cama y forz� la
posici�n para comerme el co�o ofreci�ndome el suyo. Abord� el asunto y empezamos
un febril 69. Pero el cliente no quer�a eso, lo que quer�a es que nos sob�semos
y nos explor�semos la una a la otra mostr�ndole a �l cada una los encantos de la
contraria.

Como supondr�is ya, ese numerito me atra�a casi m�s que
comerme el co�o de la otra zorra. No hay cosa que m�s me guste que eso de
exhibirme, as� que me las apa�� para quedar de forma que lo que mejor viese el
cliente era como Luna abr�a mi vulva y mi ojete.

Pronto el hombre pidi� que se la mam�semos y nos pusimos ello
entre las dos. Luna le com�a los huevos y yo se la chupaba con toda mi maestr�a.
Le advert� que si lo prefer�a, en vez de mam�rsela, pod�a follarme la boca. Pero
eso dificultar�a el trabajo de Luna con los huevos as� que rechaz� la oferta de
momento.

Despu�s la dominicana pas� a ser la chupona y a mi me pidi�
que le lamiese el ano. Lo ten�a muy limpio y no ol�a.

Por �ltimo pas� a sodomizar a Luna poniendo mi cabeza bajo el
co�o de ella. Cada tres o cuatro embestidas en el culo de la golfa, sacaba su
bien dotado pene y embest�a otras tres o cuatro veces en mi boca superando su
glande mi garganta para llegar al es�fago. La mulata era tan limpia como yo, ya
que de su recto no sal�a ning�n excremento.

El cliente se corri� en su cond�n cuando le tocaba turno a mi
boca.

Nos pag�. A mi mis 200 y a Luna 110, que era su tarifa por
mamada y griego. Protest� porque no le pagaba el numerito l�sbico y le entreg�
otros 25 euros.

Cuando nos retiramos Luna se interes� por mi sistema de
precios tan simple y decidi� adoptarlo. Ya no era adusta conmigo. Una semana m�s
tarde �ramos amigas y declar� que le gustaba trabajar conmigo.

Con dinero en mi boyante cuenta corriente yo era una
despilfarradota. No aguant� la tentaci�n de meterme en un sex shop cercano al
hotel y gatarme all� algo de mis ingresos. Me compre un buen surtido de anillos
y barritas para mis piercings, un collar de acero con una argolla dise�ado para
juegos SM pero que igual pod�a lucirse hasta en sociedad. He visto que est� de
moda. Tambi�n me compr� una buena cantidad de pel�culas porno para aprender
mientras esperaba cliente en el cuarto de las putas. Entre ellas hab�a dos de
lactantes que me dar�an idea de que otras formas pod�a emplear la leche de mis
tetas.

Un buen d�a me llam� Olalla para preguntar como me iba, pero
realmente fue para decirme que los amigos se encontraban reacios a admitirme en
las org�as de su casa mientras ejerciese de ramera. Que les parec�a inseguro y
pod�a ponerles en peligro. Eso era ya, aparte de lo aburridos que son la mayor�a
de los polvos de profesional y el nulo contacto con el esperma que tanto me
gusta, una raz�n para dejar el juego de la prostituci�n.

Ese mismo d�a me encontr� con un servicio fuera de la rutina.
Me avis� Marcelo por el m�vil:

- Oye Beth, una cosa que no tengo clara. �Cu�l es tu tarifa
por dos clientes simult�neos?

- Pues ya te he dicho que sea lo que sea son 200 la hora.

- Pero eso es un poco tonto, porque se podr�an poner de
acuerdo cuatro tipos para echarte un polvo cada uno durante un cuarto de hora y
si se corre la voz de que una puta tan lerda, vas a acabar agotada todos los
d�as.

- Pues tienes toda la raz�n, diles que 400 euros.

- Vale, eso les hab�a dicho. Tendr�s un trabajo un tanto
divertido. Son un ga�an y su hijo de 15 a�os al que quiere, como el dice, "hacer
un hombre", as� que tendr�s que desvirgar a la criatura. Ten cuidado que eso con
menores es delito.

- No creo que el padre vaya a ir cont�ndolo a la poli.

- Bueno, anda y ven.

El hombre era un tiarr�n bruto y casi analfabeto. Por el
contrario, el chico era un poco apocado o bien inseguro en su primer contacto
con un co�o.

- Vamos a ver zorra. Aparte de que te folle yo, tienes que
"hacer un hombre de mi zagal". Ya tha cumplido los quince y es hora de que
conozca conejo. Ens��anos esa mercanc�a. Que no se ... no pareces una
profesional, tienes pinta de ejecutiva remilgada. Espero que sepas hac�rselo
bien al chico.

- El chaval se ira satisfecho, no lo dude �dije mientras me
desprend�a de la chaqueta, la blusa y la falda, ya que como no uso bragas casi
nunca o, si las uso carecen de entrepierna o son de hilo dental, me quedo
siempre en medias y zapatos.

- Joder Pere, est� buena la puta. No vas a olvidar nunca el
primer polvo. Vaya jaca �dijo mientras con una mano me amasaba una teta y con la
otra las nalgas.

- �Te gusto chaval?. Ven, anda, toca mis tetas.

El chico se acerc� t�midamente y hube de ser yo la que le
tomase de las manos y las pusiese sobre mis pechos.

- �Te gustan los aros de mis pezones? Puedes besarlos y
chuparlos si quieres. Y tambi�n mamar. Las tengo repletas de leche.

- La ostia �dijo el paleto- encima de rebuena hasta nos puede
dar de desayunar. A ver esa leche.

Me empec� a estrujar las tetas y al poco comenzaron a caer
los blancos chorros sobre la cara del chaval que inmediatamente los sabore� y se
atrevi� a amorrarse a mis pezones buscando directamente la fuente.

Me inclin� un poco para ofrecerle mejor alcance de las tetas
y abr� las piernas para facilitarle al padre el sobeteo de los bajos que me
estaba haciendo por detr�s metiendo y sacando los dedos en el chumino o el ano
indistintamente y apretando la vulva con su manaza.

- Me gustan las putas con el chocho pelado, y m�s si tienen
anillos. Lo vamos a pasar bien jaca. Me gustas, ya no me parece caro el dinero
que pides. Eres una ramera de verdadero lujo. �c�mo es que tienes leche?.

- He tenido un beb� hace poco.

- �Te pre�� alg�n cliente?. Hay que tener m�s cuidado.

- No. Me pre�� mi marido.

- �Estabas casada?

- Estoy casada a�n.

- �Y el cornudo es tu chulo?

- No. �l no sabe que soy puta. Tengo otro hombre que me
explota.

- Joder, si que eres golfa. La tengo empinada como nunca.

De repente not� que bruto de �l me la met�a en el co�o. Me
zaf� a tiempo.

- Eeeeh. En mis agujeros no entra polla sin cond�n. Ahora os
los pongo.

Saqu� los condones del bolso y se los puse con la boca tras
desnudar al t�mido chaval. Su padre ya lo hab�a hecho mientras me sobaba y
estaba en calcetines y zapatos, cosa que siempre me ha parecido rid�cula en un
hombre.

Me sent� sobre la mesita baja, me abr� de piernas ante el
chico y, jugando con mi co�o frotando y meti�ndome dos dedos, dije.

- Anda chavalote, mira bien mi co�ito y juega con �l para que
sepas como es el sitio donde vas a pasarlo enormemente bien. Y tu hombr�n, pon
la tranca en mi boca que te voy a sacar todos los jugos.

Como diez minutos estuvo el chico examinado mi co�o, jugando
con �l y metiendo los dedos. Incluso se atrevi� a besarlo y chuparlo hasta que
le cort� el padre.

- No chupes nunca el co�o de una zorra. Sabe Dios lo que ha
estado dentro y si tiene alguna enfermedad. Vamos, f�llatela ya.

El chaval no dud� en met�rmela y yo, prescindiendo de la
polla del padre, lo acog� entre mis brazos cari�osamente y apoy� mis piernas en
sus hombros para que penetrase bien profundo. Puse toda mi habilidad manejando
la presi�n de mi esf�nter para que el chico tuviese el mayor placer durante su
primer polvo.

Mientras el mozo me bombeaba, el padre se dedic� a jugar con
mis tetas y los anillos de los pezones, me las estrujaba y soltaba chorros de
leche sobre el pecho del chaval que se corri� relativamente pronto.

Cuando el chico sac� el miembro, le quit� el cond�n, lo tir�
a la papelera y le puse otro ya que su juvenil herramienta a�n segu�a enhiesta.
Su padre me agarr�, me inclin� sobre la mesa y me la enfund� en el culo.

- Mira, Pere, este agujero tambi�n se puede usar. Como es m�s
estrecho, con las hembras viejas y de co�o gastado, da m�s gusto el culo.

Estuvo un rato bombeando y yo invit� al mocito a que me
follase la boca, cosa que lo dej� gratamente sorprendido. M�s tarde, el
hombret�n me tomo de las piernas y sin sac�rmela del culo ense�� mi abierto co�o
al chico y le dijo:

- M�tesela en el co�o. Vamos a llenarla bien.

El chico la meti� y me hicieron un bonito sandwih mientras el
padre me sosten�a en vilo con pasmosa facilidad. Cuando el chaval se volvi� a
vaciar, el padre me volte� sin esfuerzo y dej�ndome con la cabeza hacia abajo a
la altura de su polla me pidi� una mamada que en poco tiempo le hizo rellenar el
cond�n.

Dispuesto a agotar el tiempo que hab�a pagado, el hombre me
hizo tumbar en la cama espatarrada y que le contase al chico como se llamaban
las diversas partes de un co�o.

Justo a tiempo sal� de la habitaci�n, porque si no les
hubiera cobrado otros 400 euros. En eso soy inflexible. Ese d�a a�n tuve otros
cinco clientes m�s. Mi prestigio comenzaba a extenderse.

En casa segu� con problemas para apartar a Enric, que
aprovechaba cualquier instante que estuvi�semos a solas para sobarme, pedir que
le hiciera una mamada o intentar met�rmela. Era un imprudente e iba a conseguir
un verdadero esc�ndalo con mi marido. Por otro lado me agobiaba a preguntas
sobre mi actividad.

Hab�a averiguado que la fundaci�n donde presuntamente
trabajaba yo no exist�a y estaba enormemente interesado por saber si yo pasaba
el tiempo en casa de Olalla foll�ndome a todo bicho viviente. No paraba de
insistir en que le llevase all�.

Hasta que lo averigu� todo. Descubri� el escondite del s�tano
donde yo guardaba los juguetes para sexo, los anillos, la pel�cula porno en la
que intervine, bastantes secuencias y fotos de org�as en casa de Olalla y, lo
peor, la agenda donde yo anotaba los servicios de puta para llevar las cuentas
de lo que deb�a pagar a mi chulo Juan y unas anotaciones sobre las
peculiaridades de cada cliente y el numerito que me hab�a pedido.

CONTINUAR�.