Esta no es una historia�.., es un relato que sucedi� en el
momento menos esperado�. en un momento inoportuno, ya que como muchos de los
adoradores de la masculinidad lo han vivido, los estigmas de la sociedad no te
permiten comportarte y expresar lo que verdaderamente sientes.
Sucedi� en un viaje de trabajo, que cuya finalidad era
revisar las caracter�sticas f�sicas de un lugar en los Estados Unidos para la
realizaci�n de un pr�ximo congreso.
Despu�s de un d�a que hab�a tenido matices varios, mis
compa�eros de viaje decidieron que nos merec�amos un momento de diversi�n, por
lo que acudimos al conserje del hotel que nos sugiri� la asistencia a alguno de
los espect�culos que se presentan en ese complejo.
Optamos por la asistencia a un espect�culo musical que
presentaba una algarab�a brasile�a.
Hasta ahora no les he platicado de mi�. cosa que no pienso
hacer. Baste decirles que concentrare mis esfuerzos en describirles la
experiencia motivadora que he vivido en este viaje, al ser una adorador del
f�sico masculino y los elementos que contiene la atracci�n hacia la sexualidad
de los hombres, por un hombre.
Retomo la historia. Ah� estaba�..perfecto ����� casi sin
ninguna imperfecci�n. Como esculpido por los mismismos Dioses�.. era un elemento
del Ballet. Sin cuestionar su sexualidad, puedo asegurar que era el sue�o de
modelo para cualquier escultor.
De una estatura de 1.75 mts. aproximadamente, aparentaba una
edad de 23 o 24 a�os. Su composici�n f�sica estaba compuesta por m�sculos bien
formados , desarrollados en su experiencia profesional.
El vestuario, por dem�s sugestivo, fue complementado su
presentaci�n al pasar los cuadros del musical. De un elegante atuendo de
etiqueta, a la diminuta tanga preparada con elementos de carnaval que hac�an mas
excitante el deleite visual.
Su paquete demostraba perfectamente la extensi�n f�lica. As�
que el deseo de poder tenerlo incitaba la imaginaci�n para poder lograrlo.
Al tener un buen lugar cerca de la pista, realmente el
trabajo fue no presentar mis deseos ante mis acompa�antes, por lo que la forma
de comportarme solo me permiti� realizar la atracci�n con la vista, a lo que fui
respondido por el adonis.
Excusando cansancio, me retire del sal�n al terminar el
espect�culo. Mis compa�eros se dirigieron al Casino del hotel. Me ubique a la
salida de los actores, esperando tener siquiera la posibilidad de verlo al
salir.
Y ah� estaba, con una camiseta sin mangas, pantalones
ajustados que al no traer trusa presentaban la extensi�n de un trasero
espectacular. El complemento ideal unas sandalias de piel caf� que contrastaban
perfecto con el moreno c�lido de su piel.
Me vio�. Primer problema�.. Como comunicarnos?�.. no hablaba
ingl�s ni espa�ol�. el era Italiano. Como despu�s me entere, varios a�os de su
vida vivi� en Brasil, por lo que al entender algunas palabras en portugu�s logre
abordarlo.
Al grano� Sabes que tu f�sico es perfecto?.... Te diste
cuenta que te ve�a.?... Te invito una copa?....
Sorpresa: No a la copa�.. yo te invito a mi cuarto�. me gusta
la gente directa.
Y ah� est�bamos�� la experiencia con este tipo de contactos
r�pidos cuando viajas seguido es que hay que tener cuidado�. primero con la
seguridad f�sica y luego con la calentura sexual.
En su habitaci�n, sin mayor pre�mbulo, su cuerpo al desnudo,
perfecto. El contorno de las nalgas obscuras contrasta con el anillo que sujeta
la fuerza de los test�culos y erecta el pene de unos 19 cms. de largo y grueso,
muy grueso, haciendo que las venas resalten.
Le pido que no se descalce�� son fetichista�. as� que las
sandalias me excitan.
Mi condici�n de activo me lleva a toma la iniciativa.
Permanezco erguido frente a el. Beso su orejas, de la cual pende en el l�bulo
derecho un discreto arete, recorro la tez con la lengua, no toco sus labios,
paso por el cuello y hago una pausa por esos pezones coronados por bello prieto.
De ah� a descubrir los secretos que enredan gruesos pelos
bajo el vientre.
Que encuentro. Sin grasa aparente, con los m�sculos bien
definidos en la pelvis, un falo totalmente erecto. Recorro el glande que cubre
una cabeza tambi�n oscura, con la delicadeza que me inspira tener un sue�o.
As� comienzo la excitaci�n bocal / genital, que para mi
hombre se vuelve cadenciosamente el motivo para segregar lubricaci�n, misma que
saboreo.
La masturbaci�n bucal, me excita. Comienzo a tocarme el
miembro, y esta listo para recibir las extremidades de mi amante. Los busco. Un
ano lleno de m�sculos. Totalmente liso. Da miedo penetrarlo.
Procuro tomar la imagen y archivarla para mis memorias. No
puedo. Me excita la presi�n de sentir la fuerza con que ser� recibida la
embestida. Me piden calma. No es mucho lo que tendr�n que recibir. Sin embargo
esta muy bien cuidado el receptor, por lo que me pide lubrique la base y coloque
en el preservativo un medio que volver� m�s suave el intento.
Ah� estamos, en medio del sal�n del cuarto dos hombres, uno
perfecto, bello, y el otro incitado por tanta belleza.
No tardo mucho. Lleno el dep�sito del preservativo y procuro
mantener el miembro dentro de mi seductor. El consigue que mi mano continu� su
masturbaci�n. Tarda. Es precioso. El contacto con la nuca me excita. Sigo firme.
Dice algo como lo bien que se siente. Me calienta.
Siento como su aliento se agita. Nos volvemos a acomodar sin
que mi miembro salga. Ahora lo tengo de frente. Me lastimo, pero el dolor no
significa nada al ver la eminente venida. Me quito el pl�stico. Combinado con el
sudor que ha provocado tanto esfuerzo f�sico, los espermas lanzados por los dos
quedan plasmados entre la uni�n de dos vientres.
Como poder retener para siempre estas im�genes, y utilizarlas
cuando uno cree que existe lo imposible.
Descansamos, me invita a ba�arme�. acepto� no hay tiempo para
otro encuentro. Solo me despido.
Nunca supo como me llamo. Yo si. Su nombre se exhibe en la
marquesina del Cabaret.
Al d�a siguiente, un regalo en la recepci�n. Hoy escribo este
relato con las sandalias puestas.