-�Tienes caf�?- pregunt� mientras sacaba un coletero del
bolsillo de su pantal�n y con el se hacia una coleta.
Yo no pude reprimir una sonrisa de satisfacci�n.
Fuimos a la cocina y preparamos unos caf�s, me pidi� unos
euros y baj� a comprar a la tienda de abajo un bote de "Cola Cao", luego mezcl�
unas cucharadas con su caf�. Yo no pod�a evitar mirarla embobado. Nos sentamos
en la peque�a mesa de mi cocina donde com�a habitualmente, uno enfrente del
otro. Y se qued� mir�ndome fijamente.
-�De qu� te conozco?- pregunt� impaciente.
Yo pens� unos largos segundos qu� responderle, si hacerle
sufrir con adivinanzas o decirle la pura verdad.
-�Aun te siguen llamando la Vampira?- dije decidido a darle
pistas.
Ella entorn� aun m�s sus ojos.
-Mmm, �Tu ibas a mi colegio?- dedujo.
Sigui� mir�ndome, casi sent� que su mirada me quemaba la
cara, luego baj� sus ojos hacia mi cuerpo, pens� en levantarme para que me
observara bien, pero su ardiente mirada me hab�a hecho sonrojar, sent�a el sudor
en mi camiseta y apenas pod�a aguantar sin temblar.
-Mulato- un brillo de sorpresa surgi� en sus ojos �tu eres
aquel al que llamaban el Mulato, ibas a mi clase.
Mi cara de asombro debi� ser inmensa porque me miraba
divertida, "�Jam�s cre� que se hubiera fijado en m�!" pens�.
-S�, ese era yo- no supe que m�s decir.
-Sigues igual� hasta un poco mejor, me parecen muy atractivos
los negros.
-No soy negro, le aclar�, sino mulato. Mi madre era negra.
-Que pena, siempre he deseado hacerlo con un negro.
PLAS, menuda bomba. Me qued� petrificado, y ella sigui�
mir�ndome fijamente sin parpadear y con una enorme sonrisa ir�nica en la boca.
-En el instituto seguro que tuviste muchas oportunidades, tu
grupo siempre fue muy numeroso. Erais los m�s g�ticos y liberales, bonita
mezcla.
-S�, l�stima que en ese momento me dio por ser lesbiana.
"�Dios! �Habla en serio?, debe estar tratando de tomarme el
pelo ahora que sabe de que la conozco" pens� boquiabierto.
-As� que sabes mi nombre- dijo tante�ndome �es extra�o,
siempre fuiste un antisocial, no cre� que miraras m�s all� de la suela de tus
zapatos- hizo una pausa �Gabriel.
Llegado ese punto no supe si descojonarme de risa o lanzarme
sobre ella. Sus pies rozaron los m�os debajo de la mesa. Me estaba volviendo
loco. Sab�a mi nombre, la chica de la que hab�a estado enamorado en mi ni�ez, en
la que hab�a pensado mientras aprend�a a masturbarme estaba sentada delante de
m�, demostr�ndome que aquello que hab�a imaginado�pod�a ocurrir. �O solo jugaba
conmigo?
-No cre� que alguien como tu se fijara en alguien como yo.
Hab�a demasiada gente a tu alrededor, prefer�a la tranquilidad.
-Quiz� eso era lo que te hac�a m�s atractivo y misterioso.
Siempre me excit� lo desconocido.
-�Por eso te emborrachas y te dejas caer en brazos de
cualquiera?
-Jam�s me emborracho- todo su cuerpo se tens�, su mand�bula
se apret� y se puso completamente seria �anoche fue diferente.
Tem� haber invadido su intimidad y verla marchar enfadada.
Pero sigui� sentada, dudando entre contarme su secreto o no.
-Digamos que ya no tengo ninguna raz�n para vivir- hizo una
parada en su confesi�n y sigui� �y actualmente creo que nunca tuve una raz�n
para vivir.
Su rostro se ve�a triste, muy triste, su piel estaba tan
p�lida que parec�a gris. No pude resistir verla as�, me levant� y me acerqu� a
ella. La levant� y la abrac�. Ella se dej� hacer. La llev� hasta el sof�
sent�ndola a mi lado. Al mirarla a los ojos vi una peque�a l�grima debati�ndose
entre salir de uno de sus hermosos ojos negros, en un impulso de locura acerqu�
mis labios a este ojo, que ella cerr�, y absorb� su l�grima. Ella empez� a
acariciarme la espalda por debajo de la camiseta interior sin mangas que
llevaba, esta marcaba mis pectorales, notando en el abrazo los pechos de
Vamelia.
-�Quieres hablar? �pregunt� confuso por como se hab�an
precipitado las cosas �si quieres�
No me dej� acabar, lanz� su boca sobre la m�a y comenz� a
devorarme con sus finos labios hasta que yo reaccion� y gracias a la grosura de
mis labios fui yo quien la devor�.
Pronto entend� que le volv�a loca el roce de mis labios,
mordisquear y ser succionada, la lengua la utilizaba para sorprender. Hab�a
conseguido excitarme con solo sus labios y las caricias de sus manos en mi
cuerpo. Par� un instante de besarme para quitarme la camiseta.
-Siempre desee verte sin camiseta, est�s mucho mejor de lo
que cre�a- y comenz� a besar mis pezones mientras me acariciaba, sigui� lamiendo
mi t�rax, y llen�ndome de besos. Mi piel se hab�a erizado completamente y mi
pene volv�a a estar m�s duro que el pan de hac�a tres d�as. Lleg� a mi ombligo
con un poco de vello negro, no soy muy peludo, y lo bes�.
-Uff,- no pude reprimir ese suspiro.
Fue demasiado para m�, solo quer�a que nuestros cuerpos se
unieran. Pareci� que ella me hubiese le�do la mente, porque al instante se
levant� y me condujo hasta el dormitorio. Me tumb� y se dej� caer encima de m�
bes�ndome. Yo segu� acariciando su cuerpo muy lentamente y con temor.
-No muerdo, �sabes?- dijo con una sonrisa en los labios e
incorpor�ndose de forma que qued� sentada encima de m� �t�came- exigi�.
Yo tambi�n me incorpor� quedando sentado con ella rodeando mi
cintura con sus piernas y sus pies cruzados en mi espalda.
Empec� acariciando su trasero suavemente hasta que cog�
confianza, luego sub� lentamente por su cintura sin atreverme a rozar su
ombligo, segu� hasta su pecho por encima de la camiseta.
-Por debajo, Mulato- exigi� entornando los ojos- �poca
experiencia, eh?
Eso me hizo enfadar, supongo que eso es lo que buscaba, y le
quit� la camiseta, luego saqu� sus pechos por encima del sujetador y comenc� a
acariciarlos y apretarlos con las manos mientras besaba y succionaba un pez�n
rosado, ella empez� a gemir.
-Mmm- ten�a la cabeza echada hacia atr�s, la boca entre
abierta de placer y los ojos cerrados. Estaba preciosa, a la vez se bamboleaba
para rozar su sexo contra el m�o.
Entonces par�, y baj� las manos otra vez hasta su trasero,
ella me mir� y al sentir que met�a las manos por dentro de su pantal�n me par�.
-Espera, poco a poco-
-Fuiste tu quien me pidi� m�s�- no pude seguir porque se
hab�a puesto a chupar y besar mi pene por encima del pantal�n.
De repente par� y se qued� mirando mi despertador.
-Debo irme, entro a trabajar dentro de media hora.
-Pero, �trabajas en verano?- pregunt� aun excitad�simo.
-S�, te prometo que volver�.
-Dijiste que ya nada te importaba, �Por qu� vas a trabajar?-
pregunt� enfadado aun por no haber podido acabar.
-Y no me importa, pero aun estoy viva, y debo ir- se hab�a
acabado de vestir mientras habl�bamos y ahora nos dirig�amos hacia la puerta de
salida- y si te pones pesado igual no vuelvo.
-�"Aun"? �No estar�s pensando en hacer una tonter�a�?- dije
preocupado.
Me sonri� desde la puerta y se march�.
Despu�s de que se fuera me tumb� en la cama y me di cuenta de
lo est�pido que hab�a sido al no besarla antes de irse. �Volver�a a verla?