Relato: El gordo de navidad





Relato: El gordo de navidad


EL GORDO DE NAVIDAD




24 DE DICIEMBRE.


Siempre tuve una fantas�a.


C�mo ser�a estar abrazado a ese gordote que s�lo aparece una
vez al a�o pasada la Nochebuena. Ese personaje que lleva alegr�a a todos los
ni�os del mundo y que cambia de nombre dependiendo del lugar del planeta. Pap�
Noel, San Nicol�s o Santa Klaus? No importa, es �l. �l mismo.


Nunca hab�a le mandado una carta desde que dej� de ser ni�o.
Por qu�? Nosotros los adultos no tenemos fantas�as?


S� yo la tengo, y una muy grande. Soy consciente que nunca se
ma va a cumplir.


Me arm� de valor y le envi� un email al obeso vestido de
rojo, ignorando realmente donde iba a parar. La gran pregunta es: qu� adulto en
su sano juicio puede a�n creer en �l. S�lo la inocencia de un ni�o podr�a. Pero
todos tenemos algo de ese ni�o en alg�n rinc�n del coraz�n. Y yo quer�a combinar
ese lado infantil con mi cuerpo de adulto.


Quer�a fantasear con la parte sexual, teniendo en cuenta que
iba a ser imposible recibir una respuesta por parte de �l.



"Querido Pap� Noel.


Siendo ni�o, siempre he recibido toda clase de obsequios de
tu parte. Juguetes de todo tipo, colores y tama�os. Cuando dej� de serlo, ya
pens� que no cre�a m�s en ti.


Es que la ilusi�n no deber�a seguir latente? Es que s�lo te
pude disfrutar cuando era un ni�o? Es que nunca te diste cuenta realmente que
siempre te quise? Jam�s te percataste que desde que era un cr�o ya ten�a una
predilecci�n especial por la gente gorda como t�? Ser� posible que ni t� te
diste cuenta que en mis sue�os te abrazaba y me dejaba ser abrazado por ti,
sinti�ndome seguro en tu regazo? Hall�ndome protegido entre tus fuertes brazos?
Imaginando que t� me quer�as lo mismo que yo a ti? Aspirando tu aroma y
permitiendo a tu larga y blanca barba servirme de almohada mientras me cobijaba
entre tus brazos sinti�ndome el ni�o m�s feliz del mundo?


Y ahora, qu� pasa? Ya he perdido la inocencia. Ahora soy todo
un hombre. Estoy en mi plenitud sexual. Tengo la suficiente experiencia como
para saber c�mo responder a mis necesidades. Ahora, por fin me percato que toda
esa atracci�n que ten�a hacia ti cuando era apenas un infante, era producto de
una homosexualidad latente pero oculta, atracci�n que ten�a �nicamente a
cualquier persona obesa como v�ctima, pero que se reflejaba mucho m�s en ti por
ser publicitado cada 25 de diciembre con bombos y platillos. Una atracci�n que
escapa a mis controles. Es algo que est� en m� desde el d�a en que nac�.


Y todo este pre�mbulo es simplemente para pedirte un �ltimo
deseo. Quisiera que me cumplas el m�s grande de mis sue�os. La fantas�a que
ser�a la madre de todas las fantas�as. Quiero con todo mi coraz�n pasar una sola
noche contigo. Para lo que est�s dispuesto. Para darme lo que quieras, o recibir
lo que necesites. Pero solos, t� y yo en el mismo dormitorio sin testigos, en la
misma cama sin ropas. T� s�lo dime qu� debo hacer para concretar mi fantas�a, mi
m�s anhelado deseo, y dalo por descontado que estoy dispuesto a todo por
conseguirlo.


Con mucho afecto,


Zesna."



May�scula fue mi sorpresa cuando recib� casi al instante la
contestaci�n a mi email.



"Querido Zesna.


Suelo cumplir con los deseos de todos los que me env�an
correspondencia. Y para serte sincero, t� eres la �nica persona adulta que lo ha
hecho en toda mi larga existencia. Te contestar� a ti lo mismo que respondo a
los millones de ni�os que me han hecho llegar sus demandas: S� feliz, p�rtate
bien durante todo el a�o, y no s�lo unos pocos d�as de diciembre. Obedece a tus
padres y haz una buena acci�n diaria, y obtendr�s el pedido que me haces.


Sinceramente.


Pap� Noel"



Oh, santo Dios.


Pap� Noel existe finalmente.


Decididamente, no me considero mala gente, pero ser� una
mejor persona a�n por el resto de mi vida, si eso hace realidad mi anhelado
sue�o.






24 DE DICIEMBRE.


UN A�O DESPU�S.




"Querido Pap� Noel.


He cumplido con creces y con mucha felicidad tus
requerimientos durante los �ltimos 365 d�as. S� que durante la Nochebuena t�
tienes mucho trabajo repartiendo los juguetes a todos los ni�os que se han
portado bien por todo el mundo. Supongo que ya sabr�s del enorme sacrificio que
he hecho durante todo el a�o, y todo porque me muero de ganas de tenerte en mi
cama aunque m�s no sea por unas horas.


Te mando un beso.


Zesna."



"Querido Zesna.


Teniendo en cuenta la diferencia horaria que hay en todo el
planeta, suelo estar ocupado hasta entrada la madrugada. Pero como siempre me
gusta cumplir con los deseos de los que me escriben, tambi�n lo har� con el
tuyo. ya que no hay ning�n impedimento para ello, porque t� has hecho la parte
que te corresponde con creces durante todo el a�o.


Deja abierta la ventana de tu dormitorio a las 3:00 AM.


Otro beso para ti.


Pap� Noel."




Toda esa noche me pas� visitando los shoppings y grandes
tiendas para ver a todos los falsos Pap� Noel que muchas veces ni siquiera se
tomaban la molestia de contratar a alguien gordo para representarlo. No pude ni
siquiera hacerme la idea de tener a ninguno de ellos entre mis s�banas, porque
ninguno me gustaba. Nadie logr� hacerme fluir siquiera una sola gota de
adrenalina en mi cuerpo. Igualmente yo no estaba enfadado para nada. Total, en
unas horas m�s yo tendr�a al verdadero obeso en mi habitaci�n





Retorn� a mi casa, y simplemente esper� impacientemente la
hora se�alada.





Mir� por la ventana, y no vi a nadie.


No iba a venir, pens�, puesto que ya eran las 3 de la
madrugada.


Bueno, casi.


Resignado, me sent� sobre la cama y observ� el reloj digital.


02:59:57


02:59:58


02:59:59


03:00:00


Volv� a mirar la ventana, y all� estaba �l, sentado en el
marco.


"Fui puntual?" Pregunt� con una sonrisa matadora.


Por todos los cielos, qu� hermoso que era!


Carita regordeta y mucha papada. Labios escondidos entre
bigote y barba de un color blanco oxigenado. Nariz prominente y un par de ojos
invisibles, al menos mientras durara su sonrisa. Cuerpo gigante y tremendo
vientre. Pechos abultados y cadera inmensa que hac�an adivinar un trasero de
antolog�a. Brazos y muslos fuertes que se disimulaban dentro de su holgado y
cl�sico atuendo rojo. Un cinto negro con gran hebilla divid�a en dos esa
gigantesca panza que regocijaba mis ojos. Su copete rojo con el pomp�n blanco no
falt� a la cita ocult�ndole parte de esa abundante cabellera igualmente canosa y
brillante.


"Puedo darle un abrazo?" Pregunt� t�midamente.


"Hoy es tu noche de ilusi�n. Puedes hacer lo que te venga en
gana."


No fui realmente consciente de sus palabras en ese momento,
porque su presencia realmente me cohib�a. Mi �dolo de la infancia, que a�n lo
segu�a siendo y siempre lo ser�, estaba ante mis ojos y en mi habitaci�n. El
pulso y la respiraci�n comenz� a aceler�rseme a un ritmo vertiginoso cuando ca�
en la cuenta que �l iba a pasar el resto de esa noche a mi entera disposici�n.



Me acerqu� a �l e intent� abrazarlo, y como siempre sucede en
estos casos, fui yo el que termin� siendo apresado por esos inmensos brazos que
me sostuvieron bien fuerte, y ese fue el �nico motivo por el cual me pude
mantener en pie, ya que me temblaban las piernas en forma nerviosa.


Apoy� mi cabeza contra su pecho y me sent� como en las nubes.


Una de sus manos me acarici� el rostro, y juguete� con mi
cabello. La yema de uno de sus dedos, gruesa y �spera, me recorri� muy
suavemente todo el trayecto entre el hombro y mi oreja.


Qu� sensaci�n m�s placentera!


Me apart� de su pecho, y lo mir� a los ojos. Su expresi�n era
de un afecto extremo. A�n continuaba esa sonrisa dibujada en sus labios y su
respiraci�n se manten�a calma.


Le acarici� la barba, y segu� con el resto de su rostro. Le
explor� cada mil�metro de su cara con los dedos.


Lo bes� en la mejilla.


Le busqu� la abertura de su boca por entre bigote y barba, y
tuve una visi�n m�s clara cuando finalmente separ� sus labios carnosos. Sus
dientes blancos se dibujaron por entre la mara�a de pelo, y una gruesa lengua se
adivin� por detr�s de ese ej�rcito de soldados de marfil.


Le pas� el dedo �ndice por sobre el labio inferior, y me lo
bes�.


Su sonrisa persist�a inalterable.


Le pas� los brazos alrededor el cuello, y permit� a mi
sentido del olfato sumarse a la emocionante experiencia tantas veces a�orada. El
aroma sobre su oreja era sumamente agradable. Apenas le roc� el l�bulo izquierdo
con la lengua, fui yo mismo el que se volvi� loco de excitaci�n.


Ahora not� su aliento m�s fuerte sobre mi cuello, mientras
segu�a hurgando con mi �rgano gustativo alrededor y por dentro de su oreja.


Un repentino gemido me hizo detener.


Su respiraci�n se hab�a acelerado a�n m�s y los jadeos ya se
ve�an vislumbrar.


Oprim� mi rodilla contra su vientre, y la levant� para llegar
a su entrepierna. S�lo la apoy� all� sintiendo un bulto gelatinoso y algo que
comenz� a endurecerse r�pidamente a partir de ese preciso instante. Hice presi�n
para sentir completamente su erecci�n, y �l me devolvi� la cortes�a haci�ndolo
latir reiteradamente y d�ndome a conocer que �l tambi�n lo estaba disfrutando.


Mi lengua en esos momentos recorr�a el lado izquierdo de su
cuello, oblig�ndolo a retorcerse de placer.


Me tom� la mano, y me condujo a la cama.


Me quit� la camisa y el short que llevaba, y pidi� que me
metiera entre las s�banas.


Apag� la luz, y todo qued� hundido en las penumbras.


Escuch� un rechinar de hebillas por lo que adivin� que se
estaba sacando el cinto. Movimientos de ropa de seda se escuch� por toda la
habitaci�n intercalada por su ahora fuerte y apresurada respiraci�n. Mi cama
cruji� en uno de sus costados y sent� como se hundi� el colch�n en ese sector.
Adivin� que se hab�a sentado all� y cuando escuch� dos golpes contra el piso de
mi dormitorio tuve la certeza que se hab�a quitado las botas. Nuevamente cruji�
la cama y se sinti� aliviada del peso de su trasero. Otra vez el roce de seda
contra seda me hizo vaticinar que finalmente sus pantalones hab�an conocido el
piso de mi cuarto.


Se levant� la s�bana que me estaba cubriendo dej�ndome sentir
el aire ambiental de la habitaci�n y nuevamente volvi� a chillar la cama cuando
algo muy pesado se instal� a mi lado. La s�bana me volvi� a cubrir, pero not�
que ahora estaba muy por encima del nivel de donde se encontraba hac�a apenas un
momento.


Los latidos de mi coraz�n se asemejaban al galope de un
corcel por el sonido y la velocidad. Otra vez se hac�a presente la adrenalina, y
sensaciones cercanas al orgasmo me ven�an al cuerpo. Era la incertidumbre, el
reto a lo desconocido, que me provocaban toda clase de gratos des�rdenes en mi
interior.


Sent� c�mo una mano gigante me tomaba la m�a, y la conduc�a
hacia su boca, bes�ndola suavemente.


Siempre guiado por �l mismo, esa mano recorri� su amplio
pecho que reconoci� como extremadamente gordo y descans� en uno de sus pezones
endurecidos. Ya no necesit� m�s anfitri�n para conocer cada paso a seguir.


Me incorpor� y me puse de costado, apoyado sobre mi brazo
derecho directamente enfrentado a �l, que tambi�n se hallaba en la misma
posici�n, pero inversa. Mi mano frotaba su pez�n derecho y lo apretaba de vez en
cuando reconociendo que su grosor era bastante similar a la yema de uno de mis
dedos.


Acerqu� mi boca a la suya, pudiendo sentir su agitado aliento
que me rebotaba directamente en la nariz. La oscuridad de la habitaci�n era casi
total y s�lo se vislumbraban apenas unas siluetas adivinando el lugar de las
cosas que no pod�a distinguir.


Cada vez que intentaba darle un beso en la boca, su barba me
delataba y �l se apartaba girando su cabeza. Una y otra vez. Fue cuando escuch�
su carcajada cuando comprend� que estaba jugueteando conmigo.


Bast� que le pidiera "por favor", para abandonar el juego y
permitirme al fin conocer el sabor de sus labios. Fue el beso m�s dulce que di y
recib� en mi vida. Apenas fue unos instantes que me bastaron para reconocer todo
el amor y calidez que desped�a esta persona. Un beso no demasiado largo, pero
cargado de sabor y electricidad, que me hicieron erizar todos los vellos del
cuerpo. H�medo sin exagerar la segregaci�n, inofensivo en el sentido que nada
m�s que los labios fueron los que protagonizaron el evento. Pero suficiente para
desear en un sentido ut�pico, el tener a este gordo por el resto de mis d�as
junto a mi.


Mi boca busc� a tientas su pecho y lami� un enjambre de pelos
que tambi�n adivinaba eran canosos como toda su cabellera, barba y bigotes.
Cuando ubiqu� mi br�jula fui por el chupete que ten�a incrustado en una de sus
aureolas.

Succion� con frenes�, escuchando ahora como aumentaba el volumen de sus jadeos,
retorci�ndose lentamente por sobre mi cama.


Mordisque� su gorda teta, lam� y chup� a voluntad, y yo mismo
estaba entrando en un descontrol que me era familiar en estos casos.


Fui descendiendo lentamente por su panza mientras iba
acariciando todo el recorrido con mis dedos, hasta que ubiqu� su ombligo. Hund�
la lengua en ese agujero que lam� infructuosamente.


Prosegu� el trayecto hacia sus zonas pudendas, tratando de
ser gentil con mi proceder, ya que �l se mostraba cooperativo y jam�s ofreci�
resistencia alguna a mis impulsos.


�l ten�a a�n puestos sus calzoncillos y mi lengua no se
detuvo en su viaje a lo desconocido. Mi mano le abr�a camino para que la lamida
no dejara ni un mil�metro sin conocer.


Tirone� la prenda y �l se acomod� para permitir que se
moviera m�s hacia abajo. Ahora la peludez por encima del aparato genital fue la
que choc� contra mi boca. Bes� y lam� esos pendejos, que de igual modo que toda
su parte velluda, adivinaba tambi�n como blanquecinos.


Mientras mi lengua continuaba con ese trabajo, mi mano
explor� su abultada entrepierna, notando que su miembro segu�a con una dureza
considerable, y ya hab�a emitido una abundante cantidad de l�quido preseminal.


Mi mano frot� reiteradamente y en m�ltiples direcciones la
masa testicular y golpete� en varias oportunidades el min�sculo mont�culo
endurecido que se erig�a desde su abultado abdomen. Not� que con cada manotazo
que le proporcionaba, m�s h�meda quedaba toda la zona haciendo que el l�quido
traspasara la tela y mojara de ese modo toda mi mano.


Continu� lamiendo m�s hacia abajo. Baj� un poco m�s sus
calzoncillos y �l nuevamente se movi� para permitirme al fin quit�rselo
totalmente. Acompa�� con ambas manos el recorrido de la prenda hasta sus pies,
bes�ndole todo el trayecto desde sus gruesos muslos hasta los gordos dedos.
Nuevamente me imaginaba lo blancuzco de toda la suave vellosidad dispersada por
todo su cuerpo.


Los dedos de los pies eran muy cortos y gorditos. Me apeteci�
meterme su pulgar derecho en la boca, y lo chup� como un caramelo. Su sabor era
sabroso como el resto del cuerpo.


Volv� hacia donde hab�a estado su ropa interior antes de
quit�rsela, lamiendo y besando la otra pierna, y una vez que alcanc� mi destino,
proced� a jugar con su pene erecto. Primero con los dedos. Luego con la lengua.
Y posteriormente y tras dejarle el glande al descubierto, mi boca se la engull�
como si de una deliciosa golosina se tratase.


Los sobresaltos suyos producto del goce de sentir rozar un
par de labios y una lengua inquieta por sobre una de sus zonas m�s sensibles, me
llenaban de satisfacci�n y me excitaban sobremanera por el simple hecho de ser
el causante de ello.




Los jadeos ahora dieron paso a unos gemidos, que se fueron haciendo cada vez m�s
fuertes, avizorando que el cl�max podr�a llegar de un momento a otro.


Retorc� sus test�culos con una mano, y con la otra le sostuve
su miembro comenzando un vaiv�n de arriba abajo sin quit�rmelo de la boca.


Espasmos nerviosos lo atacaron de pronto, revolc�ndose en la
cama para todos lados. Tuve que hacer bastante esfuerzo para evitar que su pene
se me escapara de la boca en varias oportunidades.


El suceso siguiente ven�a siendo irreversible.


Apenas unos instantes previos de inundarme la boca con su
n�ctar caliente, sent� hincharse el peque�o tronco que ten�a dentro de mi pu�o y
nuevamente mis labios reconocieron correr el chorro de esperma dos segundos
antes que su uretra escupiera una cuantiosa cantidad del l�quido directamente en
mi garganta.


Tuve que tragar muy r�pido para evitar que se me desbordara
por la boca, ya que su lava ardiente segu�a emanando del volc�n en erupci�n. Los
espasmos lejos de apaciguarse, se incrementaron al igual que los alaridos
descontrolados.


Se redujo el nivel de semen que sal�a de su miembro, y segu�
chupando muy fuerte para no perderme la �ltima gota.


Finalmente la calma, y su pene comenz� a encogerse dentro de
mi boca, hasta que se zaf� de ella y se perdi� dentro de su vientre.


Ahora yo ya estaba totalmente satisfecho, pero muy lejos de
finalizar all�, �l estaba dispuesto a devolverme la misma cortes�a.




Sent� dos tremendas manos abiertas tom�ndome mi cuerpo, y
explor�ndomelo desde los hombros hasta los pies. Se detuvo en el derecho. Sent�
suaves caricias, y algo que me rozaba los dedos que me hac�a descontrolar en
forma inaudita. De pronto sent� un beso y continuaron los roces hacia arriba.
Otro beso. Algo me estaba volviendo loco y no pod�a identificar qu� era
exactamente.


Visibilidad cero.


El rozamiento ahora estaba en mi rodilla. Cuando me estamp�
el beso, tuve la leve idea de que su barba era la que me estaba excitando de esa
manera.


Oh, no quisiera ni pensar qu� me podr�a suceder si me hac�a
exactamente eso en otro lado.


Cuando lleg� a mi muslo, fue lo m�ximo.


Mi miembro ya estaba en el estado m�s duro disponible. Dureza
de esas que ante la menor presi�n o mal movimiento, puede resultar fatal.


R�pidamente salte� toda mi zona genital, y trabaj� desde mi
ombligo hacia arriba, pasando por mi pecho hombros y brazos. Cuando se detuvo
luego en mi cuello, ya no tuve dudas que barba y bigotes era lo que me causaba
tanto placer.


Fue en busca de mi slip, me lo tom� con ambas manos, y
comenz� a baj�rmelo, debiendo levantarme un poco para permitirle quit�rmelo
totalmente.


Comenz� de nuevo desde los muslos. Apoyaba suavemente la
barba en ellos y la mov�a de derecha a izquierda, y de arriba abajo. Siempre
estampaba un beso antes de cambiar de sector.


Lleg� finalmente a mis test�culos.




Barba, bigotes y beso, al que sum� su nariz. Aspir�, y respondi� con la �spera
lengua que me puso en estado de enloquecimiento.


Pero fue cuando comenz� a trabajar sobre mi miembro que pens�
que el placer indescriptible que estaba a punto de recibir, me alterar�a
gratamente el ritmo card�aco y la respiraci�n.


Juguete� con su vello facial encima de mi pene. Me lo tom�
con dos dedos, y me descubri� el glande, dej�ndolo al desnudo y a merced de tan
excitante experiencia.


Cre� morir cuando su barba frotaba la punta de mi miembro.
Nunca hab�a conocido un placer similar, y por otro lado, estaba rogando que
finalizara. Si existe el sentido literal de la frase "morir de placer"
seguramente yo estaba en camino de vivir la experiencia, si no deten�a este
tratamiento. El placer dej� su lugar a la desesperaci�n de querer eyacular en
ese mismo momento, pero el gordo ten�a otra idea en la mente.


Tuve espasmos nerviosos, pero no llegu� al cl�max, �l estaba
demorando mi placer. Llegu� a pedirle por favor que finalizara con todo esto, e
hizo o�dos sordos a mis demandas.


As� por casi una hora.


Placer de otro mundo.


Finalmente se decidi� a acabar con mi agon�a y hacerme llegar
al momento anhelado. Sent� c�mo una cavidad c�lida y h�meda se engull� mi pene
por completo y comenz� a golpetearme con latigazos suaves y reiterados. Su
lengua no dejaba de rozarme la punta y ya no aguant� un segundo m�s.


Los fuertes espasmos incontrolables me inundaron. La
excitaci�n dio paso a la locura cuando una interminable cantidad de esperma
sali� de mi pene camino a la boca del obeso.


Lejos de finalizar con el trabajo, ahora una succi�n
fort�sima fue la que sent�. Quer�a quedarse con hasta mi �ltima gota.


Cuando me hube calmado, se acost� nuevamente a mi lado, y
sent� otra vez su aliento en mi nariz y boca. Busqu� con mis labios los suyos y
cuando finalmente los encontr�, nos fundimos en un interminable beso.


En el camino comprob� que mi semen le hab�a salpicado sobre
parte de su platinada barba.


Tuve su lengua dentro de mi boca. La chup�, la sequ� e hice
lo mismo dentro de la suya , a lo que me respondi� de igual manera.



Me acost� teniendo su pecho como almohada, y dej�ndole
acariciar mi rostro. Me dorm�.


Cuando despert�, mir� el reloj que marcaba las 8:22:30 AM. La
claridad matinal entraba por la ventana abierta y ahora pod�a ver claramente que
estaba s�lo en la habitaci�n.


Qu� hermoso sue�o hab�a tenido.


Hab�a sido realmente un sue�o? Porque todo sucedi� de una
manera muy real.


A�n sent�a su barba rozando mis genitales y pod�a hasta oler
su perfume, sentir su sabor en mi boca.


A�n as�, me era dif�cil distinguir la fantas�a de la
realidad.


A qui�n le importa?


FELIZ NAVIDAD!



FIN.


.


.


Me gustar�a que si alg�n relato m�o tuviera que batir los
r�cords de comentarios en �l, fuera �ste. Por favor, apreciar� mucho sus
cr�ticas.


Por favor vota el relato. Su autor estara encantado de recibir tu voto .


Número de votos: 0
Media de votos: 0


Si te gusta la web pulsa +1 y me gusta






Relato: El gordo de navidad
Leida: 492veces
Tiempo de lectura: 15minuto/s





Participa en la web
Envia tu relato







Contacto
Categorias
- Amor filial
- Autosatisfacci�n
- Bisexuales
- Confesiones
- Control Mental
- Dominaci�n
- Entrevistas / Info
- Erotismo y Amor
- Fantas�as Er�ticas
- Fetichismo
- Gays
- Grandes Relatos
- Grandes Series
- Hetero: General
- Hetero: Infidelidad
- Hetero: Primera vez
- Intercambios
- Interracial
- L�sbicos
- MicroRelatos
- No Consentido
- Org�as
- Parodias
- Poes�a Er�tica
- Sadomaso
- Sexo Anal
- Sexo con maduras
- Sexo con maduros
- Sexo Oral
- Sexo Virtual
- Textos de risa
- Transexuales
- Trios
- Voyerismo
- Zoofilia


Encuestas

Afiliados



























relatos porno me desvirgo mi padrerelatos pornos violando a la fuerza a mi hermanita de 7 añitos y le gusto muchovajina de ,mamarelatospormo chinosu vestidito mostraba su tanga relatos de sexoporno masturbacion masculinaRelatos pornos embarazadas en el ginecologoCuando iva en la prepa me follo mi suegro relatoRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatoRelatos porno amor filial cathy y rosita bdlol.ruRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatoIncesto con la abuela relatadosRelatos eroticos cojiendo a mi hijaleer historia cuentos relatos confesiones sexuales porno xxx mobilAntes de la boda relatomonjas folladasRelatos de Panchondo (17/relato37208_En-la-iglesia-de-mi-rancho..htmlmisrelatosporno quede embarazada de todos mis compañerosfollando en la graduacionRelatos eroticos entrenamientos futbol gaycuentos eroticos en el metrorelatos jugando me coji ami primachicas follando con mascotasRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatoporno casero venezuelarelato porno pesosporno buenosMe follo a mi prima y tia por puta relatos erocticomi primera vez con un transrelatos eroticos no consentidoRelatos eroticos entre compadrestio sobrina anal relatosrelatosxxx violasion de abuelosRelatos eroticos gratis incesto sobrina de 13 añitos primera vezRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatorelatos incesto nietasxxx relato real nena sobrinita amigarelatos gays follando con el vecinitotrio con mi madre y mi hermana relatos xxxrelatos mama y vecinoIncesto con la abuela relatadosporno quiero que seas tuRelatos porno amor filial alquilando a mi hija parte 9 bdlol.rumi hijita de 9 añitos relatorelatos eroticos 11rlats papi chupa ricrelato porno madre e hijoSomo una familia liberal relatos pornorelatos de incesto t�o y sobrinaRelatos porno amor filial el abuelo (4) bdlol.ruRelato C.mi suegra hice el amorrelatos porno mi sobrina embarazadarelatos eroticos sumisacuentos relatos sexo dominacionRelatos eróticos hombres que han desvirgado culitos gaysrelatos del marquez/relato16969_Hijos-del-Diablo---Extra.html/relato37567_Vecinita-Aprendiendo-a-nadar..htmlrelato travesti me desvirgaIncesto con la abuela relatadosPORNO RELATOS LA MAMA DE MANUcuentos eróticos zoofilia preñada por mi perrofollando a mi hija de 8 relatoRelatos porno zoofiliaRelatos de jovencitas folladas por camionerossolo por complacer a mi marido relato pornome coji a mi comadre relatorelato sexRelatos xxx secuestradarelato erotico puerto vallartaIncesto con la abuela relatadosfolladas despedida