Hola a todos. Despu�s de mucho hablar del tema, mi hija
M�nica me ha convencido para que publicara en internet una de las experiencias
m�s excitantes de mi vida. No puedo decir que sea la m�s excitante, pero a�n as�
quiero compartirla con vosotros. Quiero que sep�is que es la primera vez que se
la cuento a alguien, ya que ni siquiera mi hija sabe toda la historia. S� que lo
que estoy a punto de contar probablemente escandalizara a alguno de vosotros,
por que as� es como me sent� yo al principio de todo esto, pero hoy nada es
igual, soy una mujer rejuvenecida y de nuevos pensamientos.

Todo comenz� hace poco m�s de diez meses cuando cumpl� 50
a�os. Me qued� viuda hace 12 a�os por culpa de un tr�gico accidente en el que
falleci� mi marido y desde entonces mis hijos se han esforzado siempre en
hacerme sentir lo mejor posible. El d�a de mi cumplea�os siempre se convierte en
una fiesta tremenda en la que todos mis seres queridos me hacen sentir la mujer
m�s afortunada del mundo.

En concreto, a este �ltimo cumplea�os vinieron mis cinco
hijos, los tres mayores con sus mujeres e hijos, mientras que mi �nica hija y mi
peque�o, como todav�a le llamo, lo hicieron solos pues ambos son todav�a
solteros. Mi hijo mayor de 33 a�os es precisamente la causa de que est�
escribiendo estas l�neas. Vive en Benidorm y es due�o de un famoso hotel de esa
bella ciudad. Tras la fiesta todos intentaron convencerme de que ser�a una
maravillosa idea celebrar mi 50 cumplea�os pasando unos d�as en la playa con mi
hijo y su familia. Me negu� rotundamente, no quer�a dejar solos a mi peque�o y a
su hermana en casa, porque nunca me hab�a separado de ellos y no cre�a que
pudiesen valerse por s� mismos. De nada me sirvi� ya que, antes de darme cuenta,
me encontraba de camino hacia Benidorm.

Llegamos a la enorme y preciosa casa de mi hijo la cual por
cierto est� ubicada en una zona magn�fica y tiene su propia piscina privada.
Cenamos y tras indicarme cu�l iba a ser mi habitaci�n durante mi estancia all�,
nos acostamos para descansar de tan largo viaje. Me cost� dormirme, pero a eso
de las dos de la ma�ana me despert� acalorada. Me hab�an dicho c�mo se encend�a
el aire acondicionado, pero tras un par de in�tiles intentos me hab�a dado por
vencida y me hab�a acostado con �l apagado. Estaba sedienta as� que me levant�
para tomar un vaso de agua y dirig� mis pasos hacia la cocina. Al pasar junto al
dormitorio de mi hijo y su mujer, escuch� saliendo de su interior los cl�sicos
sonidos de una pareja am�ndose. Todav�a no s� por qu�, pero me acerqu� con
cuidado y mir� por la puerta entreabierta. Lo que vi me dej� paralizada, mi
nuera estaba desnuda y a cuatro patas sobre la cama, mientras mi hijo la pose�a
desde atr�s como hacen los animales.

Me qued� asombrada, la media luz que proven�a de una peque�a
l�mpara y los l�quidos que emanaban de la vagina de mi nuera hac�an brillar el
pene de mi hijo que entraba y sal�a a gran velocidad de su mujer. La verdad es
que nunca hab�a imaginado que pudiera hacerse el amor en esa posici�n y
disfrutar de tanto placer como ellos estaban teniendo. Pero lo que m�s me
impresion� fue el gran tama�o del pene de mi hijo, largo y grueso. Me qued�
observando desde la puerta, hasta que sus gemidos de placer me empezaron a
excitar de una manera como no hab�a yo sentido antes o por lo menos que yo
recordara, pues desde la muerte de mi marido hasta ese momento jam�s hab�a
vuelto a pasar un solo hombre por mi cama.

Se notaba que ella estaba gozando como una loca pues sus
movimientos se aceleraban y le ped�a a mi hijo que continuara cada vez m�s
r�pido. De pronto, cuando alcanz� el orgasmo, mi nuera solt� un peque�o aunque
fuerte grito de placer. Luego �l le dio la vuelta dej�ndola boca arriba, y
coloc�ndose las piernas de ella por encima de sus hombros volvi� a meterle su
enorme miembro. Ella no par� de gemir de pura excitaci�n hasta que los gestos de
�l y sus gemidos le hicieron entender que estaba a punto de correrse.

Los dos se corrieron casi al mismo tiempo, mezclando sus
gemidos y gritos de placer en una org�a de excitantes sonidos. Llegados a ese
punto, me di media vuelta y corr� hacia mi habitaci�n. Esa noche no pude pegar
ojo, las im�genes de mi hijo y su mujer haciendo el amor de una forma tan
maravillosa envolv�an mis pensamientos, mi excitaci�n crec�a y crec�a a cada
instante. Por fin t�midamente y por primera vez desde que me cas�, coloqu� mis
dedos sobre mi vagina y empec� a moverlos para luego introducirlos en ella,
mientras con la otra mano me pellizcaba los erectos pezones, masturb�ndome hasta
que alcanc� un maravilloso orgasmo.

Me despert� la luz del sol sobre mi cara, me levant� y sal�
de la habitaci�n para encontrar a mis nietos jugando junto con mi nuera. Mi hijo
ya se hab�a ido a trabajar al hotel. Pas� todo el d�a y aunque salimos a dar una
vuelta por la playa, no pude apartar ni un solo instante de mi mente las escenas
de la noche anterior. Por fin lleg� la noche y la hora de irnos a dormir.

Ya estaba sobre la cama pero no pod�a conciliar el sue�o, mis
pensamientos segu�an atorment�ndome y todav�a pod�a sentir una profunda
excitaci�n mezclada con algo de verg�enza por haber espiado a mi propio hijo.
Volv� a masturbarme recordando el espect�culo de la noche anterior y cuando
acab� decid� levantarme y poner en orden mis pensamientos de una vez. Sal� del
dormitorio y volv� a escuchar nuevamente gemidos de placer, pero esta vez no
proven�an del dormitorio de mi hijo, sino del sal�n de la casa. Imagin� lo que
estaba sucediendo y volv� silenciosamente sobre mis pasos, entr� a mi habitaci�n
cerrando la puerta tras de m� y me apoy� contra ella. Mi coraz�n lat�a
acelerado, en mi mente giraban nuevamente las escenas de la noche anterior
mezcladas ahora con los gemidos que acababa de escuchar.

En pocos segundos, mi excitaci�n creci� de tal manera que ya
no pude controlarme por m�s tiempo y sal� del dormitorio para acercarme
sigilosamente al origen de los gemidos. Baj� poco a poco las escaleras y me
detuve a la mitad para sentarme en un lugar desde el que pod�a observar
perfectamente lo que estaba sucediendo. De nuevo, la escena me asombr�
enormemente, pero no por eso mi excitaci�n baj�, al contrario, subi�
enormemente. Mi hijo estaba sobre el sill�n, desnudo y con las piernas abiertas,
mientras mi nuera arrodillada frente a �l, ten�a toda su polla dentro de la
boca. La sacaba y la volv�a a meter, luego la repasaba con la lengua desde su
nacimiento hasta la roja cabeza para introduc�rsela nuevamente. La expresi�n de
su cara y sus gestos demostraban que el placer que sent�a era muy grande. De
pronto, mi hijo anunci� que estaba a punto de correrse y ella aceler� los
movimientos de su boca. Segundos despu�s, mi hijo solt� un rugido y de su
miembro empezaron a salir chorros de caliente semen en la boca de su mujer. A
ella se le escap� algo por la comisura de los labios pero lo recogi� con sus
dedos y se lo meti� nuevamente en la boca. Luego se sent� en el sill�n y
separando las piernas le invit� a �l a hacerle lo mismo.

Mi hijo se arrodill� obediente y empez� a meter su lengua
dentro del co�o de ella. Lo acarici� y lo masaje� hasta que la hizo correrse
gritando de placer. �l ten�a una nueva erecci�n por lo que, levant�ndose y
aprovechando la posici�n de su mujer, le meti� el pene hasta dentro tom�ndola
por sorpresa. Movi�ndose velozmente alcanzaron un nuevo orgasmo, mientras yo
segu�a sentada en las escaleras observando. Mis manos recorrieron mi cuerpo
lentamente, me levant� el camis�n que llevaba puesto y metiendo los dedos entre
mi ropa �ntima, alcanc� mi co�o para masajearlo y recorrer mi cl�toris. Luego me
los met� en la vagina y empec� a moverlos circularmente y de adentro hacia
fuera. Con la otra mano recorr�a mis tetas, erguidas como hac�a tiempo que no
las ve�a gracias a la enorme erecci�n de mis pezones. Pellizc�ndomelos alcanc�
un delicioso y prolongado orgasmo que disfrut� mientras mi hijo y su mujer
segu�an haciendo el amor a pocos metros de m�. Temerosa de ser descubierta me
retir� a mi habitaci�n en donde me masturb� nuevamente.

Al d�a siguiente, durante el desayuno mi hijo me pidi�
consejo sobre la decoraci�n de un nuevo restaurante que pensaba inaugurar en
breve frente al hotel, as� que nos pidi� a mi nuera y a m� que le acompa��ramos
all�. Llegamos al hotel y mi hijo mand� a su mujer a cuidar a los ni�os a la
piscina, mientras que a m� me hizo pasar a su oficina. Por el interfono le pidi�
a su secretaria una jarra de pi�a colada con preparaci�n especial, cosa que a m�
me extra�� bastante. A continuaci�n se levant� de su silla para dirigirse al
control del aire acondicionado, poni�ndolo en caliente sin que yo me diera
cuenta. A los pocos minutos entr� la secretaria con la jarra y �l, sirvi�ndome
un vaso grande, me dijo que la probara. Antes de que saliese de nuevo su
secretaria le dijo que no quer�a que nadie le molestara, aunque me percat� de
que al hacerlo le hab�a gui�ado un ojo.

Tom� el tel�fono y habl� con un par de clientes, mientras yo
sent�a m�s y m�s calor. En cuesti�n de cinco minutos me acab� el contenido de la
jarra dej�ndola vac�a. Al poco empec� a sentirme mareada y acalorada, no sab�a
la raz�n pero tambi�n empec� a sentir un calor intenso que me recorr�a todo el
cuerpo. Mi hijo, sentado frente a m�, me dijo que �l tambi�n sent�a demasiado
calor y se quit� la camisa invit�ndome a hacer lo mismo. Yo no sab�a qu� hacer,
por un lado no llevaba nada debajo y sent�a verg�enza de desnudarme delante de
mi hijo, pero por otro el calor que sent�a era tan intenso que estaba empezando
a hacerme olvidar mi verg�enza. Por fin, mareada como estaba dej� que mi hijo se
me acercara y �l mismo me desaboton� la blusa que ten�a puesta dej�ndola caer al
suelo. Mis pechos quedaron expuestos a su vista y muy cerca de sus manos.

No dijo nada, solo se limit� a acariciarlos. De inmediato,
mis pezones se pusieron r�gidos, �l los toc�, los acarici� y luego puso sus
labios encima de ellos. Sent� como un escalofr�o de excitaci�n recorriendo mi
cuerpo, por mi mente pas� la idea de que lo que estaba sucediendo no era
correcto. La excitaci�n crec�a dentro de m� incontrolablemente y en cuesti�n de
segundos mis iniciales esfuerzos por apartarme de mi hijo fueron sustituidos por
el recuerdo de las noches anteriores en que le hab�a visto follando con mi
nuera. Me levant� de la silla en la que estaba sentada y me coloc� en un amplio
sill�n que ten�a en un extremo de la oficina, me desabroch� la falda y baj� mi
ropa intima hasta quit�rmela. Estaba ya toda desnuda y �l separ�ndose de m� se
desvisti� totalmente. Luego se acerc� y recost�ndome en el sill�n se coloc� a mi
lado y empez� a recorrer mi cuerpo, primero con sus manos, luego con sus labios.
Lleg� hasta mi entrepierna e insert� su lengua en mi co�o cosa que jam�s nadie
hab�a hecho conmigo. Sent� un placer como nunca antes lo hab�a sentido. Me urg�a
sentirme penetrada por lo que busqu� con mis manos su erecto miembro y lo empuj�
hasta que qued� frente a mi sexo. Abrac� a mi hijo y en un susurro le ped� que
la empujara, que me la metiera hasta dentro porque no pod�a esperar m�s. �l as�
lo hizo y luego apret� mis labios contra los suyos, met� mi lengua dentro de su
boca y no par� de besarlo hasta que me arranc� los primeros gemidos que no
tardaron en convertirse en gritos de placer. Llegu� a un orgasmo lleno de
intensidad y luego a otro y a otro y a otro m�s, perd� la cuenta. Solo supe que
aquella fue la mejor experiencia sexual que hab�a sentido en toda mi vida.

Una vez que derram� su caliente semen dentro de m�, se
incorpor� ayud�ndome a m� a hacer lo mismo, luego me bes� en los labios y me
dijo que yo hab�a sido la mejor mujer que hab�a tenido entre sus brazos. Me
confes� que la noche anterior �l y su mujer se hab�an dado cuenta de que yo
estaba sentada en las escaleras observ�ndolos y masturb�ndome y que eso los
hab�a excitado enormemente. En ese momento, sent� una gran culpabilidad por
haberles espiado y por haber permitido que mi propio hijo me hiciera el amor.

Me separ� de �l, cog� mi ropa y tras vestirme a toda
velocidad sal� corriendo de su oficina y del hotel. Camin� sin rumbo por las
calles y luego por la playa, hundida en mis pensamientos. No me detuve hasta que
me di cuenta de que ya se hab�a hecho de noche, pero para entonces ya hab�a
tomado una decisi�n. Par� un taxi y le di la direcci�n de la casa de mi hijo
para ir a recoger mis cosas y volver de nuevo a mi casa. Despu�s de lo que hab�a
pasado no pod�a seguir mir�ndole a la cara.

Al llegar a mi destino, baj� del taxi d�ndole instrucciones
al conductor de que me esperara. Entr� a la casa y de inmediato me recibi� mi
nuera dici�ndome que hab�an estado muy preocupados por mi ausencia. Le dije que
solo ven�a a recoger mis cosas y que un taxi me estaba esperando fuera, que
regresaba a mi casa pues sent�a nostalgia. Ella sali� y despidi� al taxi
dici�ndome que no iba a permitir que me fuera de esa forma, que si quer�a irme
ella me llevar�a a la estaci�n de autobuses al d�a siguiente pero que esa noche
era ya demasiado tarde y el �ltimo autob�s hab�a salido ya. Me dirig� a mi
habitaci�n y entr� cerrando la puerta tras de m�. A los pocos minutos entr� mi
nuera con una bandeja con comida en las manos, se sent� en la cama y me invit� a
sentarme junto a ella. Me pidi� que comiera algo, as� que cog� la manzana y el
vaso de zumo que me hab�a tra�do en la bandeja y lo tom� con desgana. Empezamos
a charlar y poco a poco mis nervios se fueron calmando. Su mano sujetaba la m�a
y la acariciaba lentamente, mientras me hablaba con su dulce voz.

De nuevo empec� a sentir un calor parecido al que hab�a
sentido por la tarde y nuestra conversaci�n cambio de rumbo. De pronto, me dijo
que mi hijo le hab�a contado con todo lujo de detalles lo que hab�a sucedido en
la oficina. Me levant� de inmediato con la intenci�n de salir y darle una buena
paliza a aquel desvergonzado que al fin y al cabo segu�a siendo mi hijo, pero
ella se me acerc� y me dijo que en realidad lo que hab�a pasado le hab�a
parecido precioso. La idea de que despu�s de tantos a�os volviese a tener a mi
hijo entre los brazos le hab�a parecido maravilloso. Mientras me hablaba, me
llev� hacia la cama y me oblig� a sentarme. El calor interno que sent�a segu�a
creciendo. Ella cogi� de nuevo mi mano con la suya y continu� hablando sobre lo
bonito que le hab�a parecido el episodio de la tarde.

Tambi�n me dijo que sab�a que la noche anterior les hab�a
estado observando y que mientras lo hac�a me hab�a masturbado, cosa que en su
opini�n no ten�a nada de malo. As� sigui� hablando hasta que pensar tanto en lo
que hab�a sucedido en la oficina me excit� hasta l�mites que nunca antes hab�a
so�ado. Ella se dio cuenta y me dijo que me iba a ayudar a desvestirme para que
tomara una ducha. As� lo hizo y mientras yo dejaba que me quitara la ropa sent�a
con gran excitaci�n c�mo sus manos recorr�an mi cuerpo, acarici�ndolo todo. No
dejaba de hablar, diciendo que ten�a un cuerpo muy bonito y una piel tan suave
como la de un beb�.

Me recost� sobre la cama y peg� su boca sobre mis ya erectos
pezones pasando su lengua por toda su extensi�n. Sus manos empezaron a recorrer
mi cuerpo cada vez m�s excitado. Yo sab�a lo que estaba pasando pero mi
excitaci�n no dejaba que me negara a sus caricias. A los pocos minutos ella ya
estaba totalmente desnuda y ten�a completo dominio de mi cuerpo. Recorri� con su
lengua el camino desde mis mejillas hasta los dedos de mis pies y luego subi�
lentamente de nuevo hasta introducirla en mi co�o. Era una sensaci�n nueva y
maravillosa. De pronto vi que mi hijo estaba de pie a un par de metros de la
cama, observ�ndonos.

No le hab�a visto entrar ni desnudarse, pero all� estaba, tan
desnudo como nosotras. Le mir� y le ped� que se acercara, me obedeci� al
instante y al hacerlo tom� entre mis dedos su enorme y erecto pene y lo
acarici�. Luego me dispuse a hacer algo que nunca en mi vida hab�a hecho. Tir�
de �l hasta que qued� a unos mil�metros de mi boca y lo empec� a besar en toda
su longitud para luego meterlo dentro de mi boca. La lengua de mi nuera segu�a
recorriendo mi cl�toris y penetr�ndome el co�o. Estaba a punto de alcanzar el
orgasmo cuando de pronto mi nuera se apart� de m� y le dijo a mi hijo que era su
turno de penetrarme. �l sac� su polla de mi boca y lo meti� en mi co�o. Su mujer
se acomod� de manera que su boca segu�a besando mi erecto cl�toris y el pene de
su marido mientras �ste entraba y sal�a de mi sexo. Mi orgasmo no se hizo
esperar y explot� llenando mi cuerpo de deliciosas convulsiones.

Mi hijo segu�a con sus movimientos de mete y saca por lo que
a pesar de haber logrado un magn�fico orgasmo mi excitaci�n segu�a en aumento.
Acerqu� las piernas de mi nuera hac�a m� para poder alcanzar su co�o con mi boca
y lo recorr� con mi lengua. Supuse que la caricia le gust� bastante pues de
inmediato se acomod� para que pudiera maniobrar m�s f�cilmente. En pocos minutos
mi cuerpo se convulsion� nuevamente por una nueva e incontenible cadena de
orgasmos. Mi hijo derram� su semen dentro de m� mientras al mismo tiempo
saboreaba los dulces jugos vaginales que sal�an del sexo de mi nuera al alcanzar
ella su orgasmo. As�, en un abrazo m�ltiple y agotados nos quedamos dormidos.

Al d�a siguiente, fui la primera en despertarme, estaba en
medio de los dos y abrazada por ambos. Me mov� un poco y mi nuera abri� los
ojos. Me dio un dulce beso en mis labios y los buenos d�as, actuando como si
nada hubiera pasado. Yo iba a empezar a recriminarle pero mi mente aun
confundida y llena de deseo no me dej� hacerlo. Ella por su parte se percat� de
mi perplejidad y me pregunt� si no hab�a disfrutado, cosa que no pude negar pues
as� hab�a sido. Mi hijo abri� los ojos al escuchar nuestra conversaci�n y
desperez�ndose, me dijo que para �l hab�a sido maravilloso haberse refugiado en
mis brazos nuevamente. Se acerc� a m� para besarme e introdujo su lengua dentro
de mi boca y jug� con ella. Una cosa llev� a otra y los tres abrazados volvimos
a hacer el amor nueva y maravillosamente.

Hoy queridos amigos hace una semana que he vuelto a mi casa.
Me qued� en Benidorm siete meses al lado de mi hijo, mi nuera y mis nietos.
Fueron siete meses de inmensa felicidad sexual, pues pr�cticamente hicimos el
amor los tres juntos casi todas las noches, compartiendo la misma cama. Ahora
soy una mujer diferente, una mujer que tiene abierto el apetito sexual de una
manera extraordinaria y eso me ha creado una duda que espero que vosotros me
ayud�is a resolver. Como ya he dicho hace tan solo una semana que he vuelto y
por consiguiente hace una semana que no hago el amor, as� que estoy
inconteniblemente excitada. Desde hace tres d�as vengo espiando a mi hijo
peque�o cuando se ba�a, cuando se desnuda por las noches y en otros momentos del
d�a. Justo ayer por la noche le sorprend� por tercera vez sin que �l se diera
cuenta. Ten�a semiabierta la puerta de su habitaci�n, estaba desnudo y ten�a
puesta una pel�cula pornogr�fica en su televisi�n con la que se estaba
masturbando. Estuve a punto de entrar y masturbarlo yo misma para luego hacerle
el amor, pero me detuve pensando que la idea podr�a no gustarle a mi hijo y
crearle un trauma posterior. As� que, queridos amigos, mi duda es, �intento
seducir a mi hijo menor para poder tener un amante fijo todas las noches o salgo
a buscar en la calle a alg�n amante ocasional?.

Ese es mi dilema, s� que publicar esta historia en internet
permitir� que pod�is escribirme a:
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