Me llamo Daniel. Soy profesionista, hijo �nico de madre
soltera. Actualmente tengo 26 a�os. Recientemente le� algunos relatos muy
interesantes en internet que me animaron a escribir el siguiente, que es el
inicio de mi vida sexual gay, desde hace 14 a�os:
Quiz� debido a lo peque�o de mi familia, mi madre y yo
siempre solos, crec� como un ni�o t�mido e introvertido. Mi ni�ez transcurri�
entre mi casa y la escuela, que por cierto no quedaba muy lejos de mi domicilio.
Raras veces sal�a a jugar con mis vecinos. La mayor�a eran un
poco mayores que yo y en ocasiones platicaban "cosas" para mi un poco
desconocidas aunque no inadvertidas que por morbo natural me gustaba
escucharlos: "que de qu� tama�o la ten�a uno", "que si el otro ya ten�a pelos",
"que se la jalaban juntos", etc.
En cierta forma estas pl�ticas a mi me daban cierta
verg�enza. ya que cuando las empec� a escuchar yo solo ten�a 10 a�os y por lo
tanto a�n era un ni�o: ni se�as de pelos, ni de pene grande, ni de
masturbaciones, etc.
Debo decir que cuando ellos hablaban de qu� les gustaba
alguna ni�a yo me extra�aba un poco, ya que a mi las ni�as no me atra�an. Es
m�s, me gustaban m�s los ni�os, especialmente uno, Ram�n, que era 4 a�os mayor
que yo.
Ram�n era el l�der de los adolescentes de mi barrio. Alto,
delgado, fuerte, moreno, de pelo quebrado, de ojos negros y mirada penetrante,
ya ten�a su voz ronca, y por lo que yo hab�a o�do en las pl�ticas de la esquina,
era el que ten�a el pene m�s grande.
Conocer el pene de Ram�n se me hab�a convertido en una
obsesi�n y durante muchos meses, poco m�s de dos a�os, so�� que yo era ni�a y
Ram�n mi novio que me raptaba y robaba mi virginidad.
As� pasaron esos meses haciendo un total de poco m�s de dos
a�os. Llegu� a los 12 de edad y con cierta alegr�a not� que me empezaban a
brotar pelitos arriba de mi pene.
En una de esas noches empez� mi sue�o a hacerse realidad:
jug�bamos a escondernos y yo prefer�a esconderme junto con Ram�n, que por lo
tanto, ya ten�a 16 a�os.
Seguramente que Ram�n not� algo en mi ya que cuando nos
escond�amos se me pegaba un poco (lo cual yo no rehu�a, sino por el contrario,
trataba de rozarlo "accidentalmente" con mis manos, especialmente en el
"paquete" que ten�a entre las piernas) por la espalda.
Esa noche, el grupo de amiguitos del barrio que jug�bamos a
escondernos (los m�s grandes de los m�s chicos que nos buscaban hasta
encontrarnos, y al ocurrir el hallazgo los m�s grandes llevaban cargando a los
m�s chicos hasta un determinado lugar que llam�bamos la base), Ram�n y yo, sin
ponernos de acuerdo, sino solo llevados por la intuici�n, "jugando a
escondernos" nos fuimos un poco m�s lejos hasta un solitario terreno lleno de
�rboles y ramas.
Daniel, vamos m�s all�, al terreno solo, porque me estoy
orinando.
Vamos, Ram�n, yo tambi�n quiero orinar (lo cual no era
cierto).
Era mi primer desliz gay. Nos fuimos juntos al centro del
solitario terreno, y Ram�n sac� su pene como disponi�ndose a orinar (yo tambi�n
me lo saqu�, aunque no orinaba porque no ten�a ganas), y en la penumbra pude ver
que Ram�n lo ten�a erecto y que era de un buen tama�o.
Est�bamos muy cerca uno del otro. Ram�n me dice:
�No vas a orinar, Daniel?
Tengo ganas, pero no puedo - (era una mentira).
�De qu� tama�o la tienes, Daniel?
Peque�a, comparada con la tuya, veo que la tienes grande y
gorda.
Si quieres, la puedes tocar.
No me dijo dos veces. La tom� con mis manos y pude palpar un
buen trozo de carne dura y caliente, recta y cabezona y con muchos pelos en la
ra�z.
Ram�n me empez� a tocar las nalgas deslizando su mano por
debajo de mi pantal�n corto hasta llegar con sus dedos a mi ano, pocito que
estaba viviendo sus �ltimas horas c�mo virgen e inexplorado.
Me abraz� con sus brazos fuertes y yo correspond� con gusto
con mi brazo izquierdo, ya que mi mano derecha se as�a fuertemente en su pene
duro y caliente.
Ram�n busc� mis labios y como si yo fuera su novia me bes�
como lo hacen los actores en el cine y en las telenovelas.
Sin dejar de tocar mis nalgas y mi culito, como un experto
desliz� sus labios por mi cuello haci�ndome exhalar suspiros de placer que
llegaron a su m�ximo esplendor cuando succion� mis pezones que estaban erectos.
No me percat� cuando baj� mi short y mis calzones que cayeron
hasta mis tobillos. Muy delicadamente me dio la vuelta d�ndole la espalda y
dejando mis nalgas y mi culo a su disposici�n.
Me puso saliva en la entrada de mi a�o y acomod� su gorda
cabeza empujando sin lograr introducirla, quiz� a que est�bamos en la inc�moda
posici�n de pi�.
En eso est�bamos cuando escuch� que los dem�s ni�os nos
buscaban. Para que �stos no sospecharan nada, salimos de nuestro escondite por
otro lado y cuando volvieron a la base ubicada en la esquina, nosotros ya
hab�amos llegado. En el trayecto de nuestro escondite a la esquina, Ram�n y yo
nos pusimos de acuerdo para nuestra primera cita de amor que ser�a al d�a
siguiente por la ma�ana.
Ram�n, si deseas, nos vemos ma�ana. Te espero en mi casa.
Me fingir� enfermo para no ir a la escuela y como mam� trabaja todo el d�a me
quedar� solo.
Bien, Daniel, yo tampoco ir� a la escuela.
�A que horas puedo ir a tu casa?
A partir de las nueve de la ma�ana.
Ah� estar� puntual. Pero no le digas nada a nadie.
�C�mo crees que dir� algo?
Fue una noche un tanto intranquila. Al d�a siguiente mam� me
habl� a la hora de costumbre, pero le dije que no ir�a a la escuela ya que me
sent�a mal. Mam� estuvo de acuerdo. Ella se ba��, se cambi� y dejando dispuesto
mi desayuno y comida se despidi� con el cl�sico "nos vemos por la noche".
A las nueve en punto son� el timbre. Abr� la puerta, era
Ram�n que ven�a a la cita y lo encontr� m�s atractivo que nunca.
Como yo a�n permanec�a en cama me levant� en calzones y le
flanque� la entrada. En cuanto pas� me abraz� y me empez� a besar como lo hab�a
hecho esa noche, hac�a unas cuantas horas.
No batall� mucho para desnudarme: yo solo tra�a calzones. Le
quit� su playera y desabroch� su cinto abriendo y bajando su pantal�n que cay�
hasta sus pies dejando su pene solo cubierto por sus trusas que amenazaban
romperse con su pene totalmente erecto.
Baj� sus calzones y pude ver que sin ropa su pene era m�s
grande a como lo hab�a visto en la noche anterior: era gordo y cabez�n, de
aproximadamente 16 cms. de largo, ten�a los test�culos muy gordos y sus pelos le
llegaban en un "caminito" hasta el ombligo.
A mis 12 a�os, como una novia en el lecho nupcial, yo
temblaba de emoci�n y excitaci�n.
Ram�n, mientras me besaba en el cuello y en la boca y me
succionaba los pezones, me estrujaba las nalgas y tocaba mi culito virgen
introduciendo sus dedos con delicadeza. Yo me apretaba a su cuerpo deseando que
estuviera todo dentro de mi, no me importaba que me doliera y me hiciera lo que
�l quisiera.
Me tom� en los brazos y cargando me llev� a mi rec�mara
deposit�ndome con suavidad entre mis s�banas destendidas. Ram�n para entonces ya
estaba totalmente desnudo, igual que yo.
Frente a frente se recost� sobre de mi y sigui� bes�ndome.
Como si yo fuera una mujer, abri� mis piernas y acomod� su pene tocando con su
glande los pliegues de mis nalgas. Mov�a su pelvis c�mo que ya est�bamos
haciendo el sexo lo cual me hac�a que lo deseara m�s a cada momento.
�Te lo meto, Daniel?
���Sssssiiiiiii!!!!!, pero por favor, despacito, que no me
duela mucho. Soy virgen.
�Eres virgen, Daniel?
Si, Ram�n, soy virgen para ti solo.
Lo har� con cuidado. Si te duele me dices, pero no vayas a
gritar, por favor.
Volt�andome le ofrec� mis nalgas. Delicadamente las abri�
apuntando la punta de su lanza a mi hoyito previamente ensalivado y mojado con
sus l�quidos preseminales.
Despu�s de varias embestidas sin �xito para �l y con un poco
de dolor para mi, presion� con mayor seguridad logrando abrir camino un poco,
introduciendo su cabeza, lo cual me hizo morder mi almohada de dolor.
�Detente, Ram�n, por favor!, �me duele mucho!
Sin sacarla, Ram�n detuvo su embestida: hab�a logrado
introducir su cabeza que ya amenazaba romper mi esf�nter y desflorar mi
virginidad.
Afloja un poco el cuerpo, Daniel. Est�s muy tenso.
�C�mo, Ram�n?. No s�.
No te aprietes. Estas duro de todo el cuerpo.
Es que me duele mucho.....
Te duele porque no est�s cooperando. Coopera un poco. Te
voy a decir c�mo.
�C�mo....?
No muerdas la almohada. (Dej� de apretar mis quijadas en la
almohada).
Suelta las manos y los brazos, como si te quisieras quedar
dormido.... (lo hice poco a poco y as� segu� las instrucciones que me daba mi
primer hombre).
Suelta tambi�n las piernas.... afloja las nalgas...
Cuando me relaj� un poco Ram�n embisti� de nuevo, rompiendo,
ahora si, lo que ten�a que romper para dar paso a sus 16 cms. de carne caliente.
Mord� de nuevo la almohada y llor� de dolor y de placer: A
mis doce a�os reci�n cumplidos hab�a logrado mi sue�o de ser desflorado por el
adolescente que yo deseaba.
Empez� primero un delicado "mete y saca" que poco a poco
aument� de velocidad hasta que el dolor desapareci� por completo para dar paso,
a partir de esa ma�ana. a muchas horas de placer que Ram�n y yo repetimos
durante algunos a�os.
�Oh, Ram�n, me has introducido todo tu pene!
Si, Daniel, te ha entrado todo.... �Oooohhhhh!
�Aaaahhhh...!, �Aaaahhhh...!, �Aaaahhhh...!, �Aaaahhhh...!
Casi toda afuera y toda hasta el fondo, Casi toda afuera y
toda hasta el fondo, Casi toda afuera y toda hasta el fondo, Casi toda afuera y
toda hasta el fondo... Era un placer indescriptible. El dolor hab�a cedido por
completo... ahora era gozo y placer. A mis apenas 12 a�os recientemente
cumplidos era penetrado por mi primer pene, de un buen tama�o para mi edad.
Repentinamente y sin yo desearlo, Ram�n extrajo todo su
miembro de mi interior. �Que enorme vac�o sent�...!. No supe por qu� lo hacia,
hasta que me dijo que cambiar�amos de posici�n.
Me puso al borde de mi cama y acomodando mis pies sobre sus
hombros Ram�n se arrodill� en el piso. Apunt� la punta de su lanza a su objetivo
que sin ning�n impedimento se perdi� totalmente en mi ano sangrante.
Es la posici�n que siempre me ha gustado m�s para hacer el
amor, ya que mientras soy penetrado, podemos besarnos y me siento mujer.
�Oooohhhhh, Ram�n, d�melo todo, Ram�n!
Todo... es tuyo...., Daniel... Todo... es tuyo....,
Daniel... Todo... es tuyo....,
�Aaaahhhh...!, �Aaaahhhh...!, �Aaaahhhh...!, �Aaaahhhh...!
En tanto era penetrado hasta el fondo Ram�n me besaba en la
boca, en el cuello, o succionaba mis pezones haciendo surgir la mujer que desde
ni�o llevo dentro de mi mismo, aunque debo decir que mi apariencia no es para
nada la de un homosexual.
En eso Ram�n se agit� de forma especial diciendo:
�Me corrooooo....!, �Me corrooooo....!, �Me corrooooo....!,
�Dame toda tu leche, Ram�n!, �d�mela toda!
�Oooohhh!, �Oooohhh!, �Oooohhh!, �Oooohhh!, �Oooohhh!
Cada gemido de Ram�n era un chorro de su semen caliente que
inundaba mis interiores y se me derramaba hacia el exterior. Dej� mi ano
totalmente h�medo y chorreando leche y sangre. Fue una posesi�n �nica, jam�s la
he podido olvidar. Un poco de dolor al principio pero despu�s fue placer y m�s
placer.
Ese placer lo experimentamos Ram�n y yo muy seguido durante
los a�os que siguieron y que pudimos hacerlo. Puedo decir que nuestras
relaciones hicieron que su pene creciera. Cuando dejamos de vernos que �l ten�a
casi 19 a�os, su pene era inmensamente gordo y med�a 21 cms. a regla.
Este fue el inicio de mi vida gay. Ram�n y yo fuimos amantes
durante aproximadamente 4 a�os hasta que sus padres emigraron a otra ciudad y
por lo tanto, �l tuvo que irse con ellos: a�n era un jovencito todav�a
dependiente de sus padres.
Si tienes relatos gay, de incesto, de zoofilia, etc., env�ame
y yo te mando m�s. Mi e. mail es el siguiente:
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