Una sobrina pol�tica m�a reci�n cumpli� los 13 a�os y empez� desde hace un mes a acercarse a m� de manera muy coqueta, cuando en ocasiones estuvimos solos. Alejados de la vista de su padre (mi cu�ado). Ella es de tez morena y muy delgadita. Sus labios son carnosos y sus ojos negros me matan, como su pelo negro lacio azulado que le llega a los hombros.
Hace una semana, mientras llov�a, era poco antes de la noche, cuando pas� por donde mi cu�ado. Mi sobrina estaba sola y estudiaba matem�ticas del tercer a�o secundario que estudia en un colegio religioso. Cuando abri� la puerta me dedic� la mejor de sus sonrisas. Sus labios, me matan, ya te lo dije y hab�a tenido fantas�as nocturnas con ellos, pero en la realidad nunca intent� nada por mi iniciativa.
"Pase. T�o, y me ayuda con los estudios mientras viene papi, que est� retrasado y llegar� en una hora", me dijo y me tom� de la mano apret�ndola. Se sent�a en ella un sudor helado de nerviosismo.
Me llev� directo a su cuarto adornado con fotos de cantantes de modas y me sent� a su lado en su propia cama para ense�arme sus libros. Su falda a cuadros de uniforme del colegio estaba arriba de las rodillas para mayor comodidad y su blusa ten�a los botones superiores abiertos y se ve�an sin sost�n sus pechitos morenitos de punta negruzca evidentemente erectos. Me sent� mareado, pero no dije nada. Vi los libros y quise leerlos, pero su mano se pos� sobre mi pierna izquierda, por donde se estira mi pinga que es muy grande, debo decirlo y eso me ha provocado muchos problemas en mi vida. Su dedo me�ique sudando toc� la enorme punta de mi pinga que estaba por explotar y ya no hubo necesidad de iniciativas. Le tom� la mano y la puse sobre la parte de en medio de mi glande y ella empez� a acariciar y cerr� los ojos negros. La bes� en la boca y le introduje la lengua mientras ella aceleraba la caricia en mi pene.
El suceso me turb� tanto que he olvidado partes. Recuerdo que ya est�bamos desnudos y yo la besaba mientras me le echaba encima a su cuerpecito, muy delgadito, morenito p�lido, apenas con vello en su pubis, pero bien delineado, como de modelo, aunque sus caderas bastante estrechas a�n por la edad.
Hubo juego de manos y le mam� su cosa por 5 minutos hasta que vibr� y se tens� en un largo orgasmo. Llor� abiertamente y pens� que todo terminaba, pero ella misma me tom� del brazo cuando quise abandonar la cama y me dijo "h�game mujer, tiito".
Me volv� una bestia, la tom� del pelo y la jal� con rabia sexual, le golpe� con el pu�o un muslo y le dej� un pedazo morado. Ella segu�a llorando, pero pidiendo m�s, entonces decid� penetrarla. Busqu� una crema de manos que estaba cerca y le unt� en sus labios vaginales. Luego le empec� a introducir mi enorme verga. Es muy grande y cabezona y cre� que no entrar�a. Ella grit� alto y sin tapujos y se le ba�� de l�grimas el rostro, pero eso me dio m�s ganas y le dej� ir todo el bate adentro de su hueco, adonde algo son� como tela de pl�stico reventada y sent� un l�quido caliente sobre mi pene. Era sangre, bastante sangre. Creo que la punta de mi pene le estaba entrando hasta en el �tero, porque era lloraba de dolor de verdad y se retorc�a, mientras yo la trataba de mantenerla inm�vil hal�ndose el pelo con furia como si se lo fuese a arrancar. Cuando quiso sacar mi pene de su vagina, la golpe� la cara con la mano abierta y sigui� llorando.. Entr� y sal� como 30 veces, cada vez m�s profundo hasta que ya no pod�a m�s y tem� terminar en su interior, lo que podr�a acarrear un embarazo que podr�a destruir las vidas de ambos. Entonces saqu� mi glande y le di vuelta a punta de golpes con los pu�os en los costados y la puso boca abajo. La sangre manchaba la sobrecama blanca, pero de nuevo unt� crema, esta vez en el huequito blanquecino de su ano. Ella es morenita, pero el culito lo tiene blanquecino, no se porqu�. Puse la punta de mi verga en su hueco mientras halaba hacia atr�s su cabellera. Empez� a entrar con dificultad, le di dos pu�etazos en la parte anterior de los muslos y se abri� m�s con el trasero respingado. Sus nalgas son delgaditas y apenas protegen el hoyito en el centro. Entonces le abri� las nalguitas con una mano y le dej� ir todo mi sable dentro del culo. No s� c�mo entr�, sent� que le desgarraba cosas adentro y escuch� el sonido cl�sico de un pedito apretadito. Logr� meter todo mi tubo en ella y estuve yendo y viniendo con furia hasta que cre�a que se hab�a desmayado del dolor, porque dej� de gritar y de morder la almohada y se qued� toda floja. Mi verga estaba toda adentro de su ano y un hilito de sangre resbalaba por uno de sus gl�teos tan flaquitos. As� estuve descansando hasta que ella se reanim� un poco pero no se mov�a mucho porque dec�a que le ard�a "como si fuera aji".
Mi sobrina Sof�a dio un suspiro hondo cuando por fin saqu� mi enorme verga de su culo y estaba m�s grande y roja que de costumbre. A�n no hab�a echado mi leche que ten�a rezagada por ciento de tres semanas sin sexo. Sofiita la vio y me dijo "T�o, ahora ni sentarme voy a poder. Me dej� toda abierta".
"As� te hago mujer", le dije con cierta brutalidad y le apret� el pez�n izquierdo con tal fuerza que volvi� a llorar. Entonces la jal� sin soltarle el pez�n y le puse la cara sobre mi pene, mientras la obligaba a arrodillarse en la cama y a lamer. Empez� como con mordiscos y le fui diciendo c�mo era, Cuando le tocaba con los dientes le daba un golpe en la cabeza. Aprendi� r�pido "como una paleta", le dije, y empez� a darme la mamada de mi vida. Cuando estaba a punto de reventar, la jal� del pelo sin miramientos y la tend� sobre la cama boca arriba. Me sent� sobre su pecho sin dejarle ir mi peso (soy recio aunque no alto) y le met� la cabeza de mi verga en su boca. Ella intent� tomar el pene con las manos para evitar que entrara todo en su boca, pero le di una cachetada y entendi� f�cil. Rode� con mis manos mis nalgas y la gu�e para que introdujera el dedo �ndice derecho en mi ano, mientras empec� a mover mi verga en su boca, primero hacia los lados y luego de frente hasta que sent� claro que toqu� su campanilla porque dio un brinquito y pareci� tener una arcada, pero le golpee la cabeza y dej� de molestar, aunque volvi� a llorar. Me segu� metiendo -ya ahora dos dedos_ en mi culo, mientras empec� a entrar y salir en su boca con todo mi pene hasta que ya no pude m�s y explot�. La primera descarga se le debe haber ido hondo porque intent� safarse y tembl� como en una arcadita, pero volv� a los golpes y le pellizqu� salvaje el otro pez�n. Entre gritos y gemidos apagados fue recibiendo toda mi descarga de semen, creo que era como medio litro y supe que pretend�a retenerlo en la boca sin tragarlo, pero era tal la cantidad y tal la fuerza que ejerc�a yo dentro de su boca, que le fue imposible, Empez� a dar tragos a�n antes de que terminara yo de dispararle leche dentro de la boca. Se lo trag� todo y s�lo le quedaron hilitos que parec�a de almid�n en las comisuras de los labios cuando al fin saqu� mi pene y le di un beso largo y le mord� los labios con mis dientes hasta hacerlos sangrar un poquit�n.
Ten�a su carita morena de colegiala asustada llena de l�grimas, pero se abraz� desesperada a m� y me pidi� que me quedara toda la tarde. Sin embargo el timbre sonaba en la puerta y se oy� la voz de mi cu�ado diciendo que hab�a perdido su llave.
"Qu�dese aqu�, tiito lindo, mientras vuelvo", me implor�, mientras se limpiaba con la s�bana los hilos de sangre que le corr�an hasta las piernas. Se visti� r�pido sin ropa interior, con su falda de colegio y se fue caminando un poco dificultosamente para ir a abrir a su padre. Yo la escuch� decirle que hab�a tenido una ri�a con una compa�era de estudios y que de los golpes recibidos estaba un poco enferma y que prefer�a volver a su cuarto a dormir, pero �l la entretuvo examinando los golpecitos en la cara y luego pidi�ndole que le hiciera un caf�.
Cuando eso sucedi�, abr� la ventana del cuarto de Sofiita que da a la calle y hu� como un amante perdido.
Esa noche no pude dormir de felicidad. La verga me ard�a y vi lesiones de dientes infantiles en la punta y desgarraduras que me hice al desgarrarla a ella, pero me sent� realizado.
En la ma�anita del d�a siguiente recib� su llamada. "No me deje as�, tiito, venga, que me qued� en casa sola con el pretexto que estoy enferma y no pude ir al colegio".
Volv� y desde entonces estoy viviendo una aventura muy seria que me conmueve y me angustia. Si me descubren pienso que muero o me matan y Sofiita es cada vez menos discreta y m�s exigente en cuanto a los experimentos sexuales. Ayer apenas me insinu� que le llevara otro hombre de confianza para que se la cogieran dos a la vez. Me sent� celoso y agobiado y ahora estoy con este problema. Me llamada por lo menos cuatro veces a mi oficina y mi secretario -de quien fui amante hace dos a�os- empieza a sospechar y sonr�e maliciosa cuando me dice "lo llama su ni�a, se�or".