ROMELIA II
Soy ROMELIA. Tengo 18 a�os.
En mi relato anterior les mencion� que nac� en una ciudad del
Norte de M�xico dentro de una buena familia que estaba formada solo por mis
padres y yo. Mi madre muri� en un accidente automovil�stico cuando yo ten�a
cuatro a�os y qued� sola con mi pap�, quien no quiso separarse de m�.
Tambi�n dec�a que mi pap� es del norte del pa�s y casi no
tiene familia, nunca la mencionamos y no se frecuentan, y, despu�s de que mi
madre falt�, mis t�os y mis abuelos se desligaron totalmente de nosotros y todos
emigraron al extranjero. Desconocemos su paradero y ellos el nuestro.
En mi relato anterior dec�a de c�mo empez� a darse nuestra
relaci�n cuando yo ten�a 8 a�os, por lo tanto, mis amigos lectores, pueden
ustedes pensar que soy muy precoz en los aspectos del sexo.
Desde aquella noche en que por primera vez tom� la iniciativa
de tocar a Joaqu�n (mi pap�), se inici� para nosotros una relaci�n mucho m�s
estrecha e �ntima de lo que ya era.
Pasaron 4 a�os desde esa noche hasta el d�a de mi cumplea�os
n�mero 12. Cuatro a�os de reprimir nuestro deseo de sostener una relaci�n m�s
�ntima y profunda.
As�, al llegar a los 12 a�os, fueron los d�as en que tambi�n
me empezaron a crecer mis senos.
Precisamente ese d�a dej� mi virginidad en el pene de
JOAQU�N. Desde entonces no hemos dejado de hacer el amor. JOAQU�N me ama y es el
amante perfecto, y yo, ROMELIA, su hija, soy su mujer que lo ama con locura. En
nuestro barrio todos creen que soy su esposa con una ligera diferencia de
edades, ya que JOAQU�N aparenta 10 a�os menos que sus actuales 39 de edad.....
Recuerdo que el d�a de mi cumplea�os era un s�bado, por
tanto, Joaqu�n no ir�a a desempe�ar su trabajo de Gerente en una prestigiada
empresa, y podr�amos quedarnos solos en nuestro departamento.
Antes del ba�o, Joaqu�n depil� los escasos vellos que
pretend�an salir en mi pubis, por lo cual qued� como aquella ni�a que a los 8
a�os hab�a tomado la iniciativa de acariciar las partes nobles de su padre.
Despu�s del ba�o nocturno que nos d�bamos juntos, como
siempre, nos trasladamos desnudos a nuestra diaria sesi�n de caricias frente al
televisor. Joaqu�n me dice entonces:
�De qui�n es cumplea�os ma�ana�?
Es mi cumple� �qu� le regalar�s a tu amorcito�?
�Qu� quiere, mi ni�a, que le regale�?
Quiero que est�s siempre conmigo, queri�ndome, as� como
estamos en este momento.
Siempre te querr�, ni�a m�a, pero especialmente �qu� te
gustar�a que te regalara?
Reg�lame siempre tu amor y tu compa��a.
�Qu� te parece si hacemos una fiesta e invitas a tus
amigos de la secundaria�?
Ser�a estupendo, pero �sabes que prefiero?
�Qu� es lo que mi ni�a prefiere�? d�game y se har� como
ni ni�a dice.
Quiero que la pasemos solos los dos.
Muy bien. Se har� como mi ni�a lo desee.
Y acarici�ndonos nos quedamos dormidos.
Al d�a siguiente que despert�, Joaqu�n no estaba a mi lado.
No me di cuenta cuanto �l se despert�, levant� y se fue.
Me levant� presurosa a buscarlo, pero no estaba en el
departamento. Me encontr� una nota que dec�a: "mi ni�a, no te preocupes,
regresar� en dos horas� te amo� Joaqu�n"
Me recost� nuevamente y mientras pasaban los minutos en
espera de Joaqu�n, vi diversos programas en la TV. La espera se me hac�a
interminable.
Al fin escuch� que alguien introduc�a la llave en el
picaporte. Era Joaqu�n que regresaba. As�, desnuda como estaba, corr� a
abrazarlo. �l ven�a con un gran pastel de cumplea�os en sus manos y unas bolsas
del supermercado. Hab�a ido a hacer las compras para mi fiesta.
Dej� las compras sobre la mesa y nos fundimos en un abrazo y
un beso prolongado.
Desayunamos cualquier cosa y nos metimos a la regadera a
media ma�ana. Algo inusual en nosotros, ya que nuestro ba�o era siempre
nocturno, despu�s de que Joaqu�n regresaba del trabajo, pero, claro, este era un
d�a especial.
Despu�s del ba�o, Joaqu�n (que tambi�n estaba desnudo), me
carg� en sus brazos y nos fuimos a nuestra cama que a�n estaba destendida.
Empezamos a abrazarnos y a besarnos.
Me sub� sobre Joaqu�n, como tantas veces lo hab�a hecho,
dejando mi vulva al alcance de sus labios y de su lengua, en tanto yo succionaba
su pene, que como nunca, estaba mas duro, largo y gordo.
Al lamerme Joaqu�n mi cl�toris sent�a largos estremecimientos
en todo mi cuerpo y fuertes orgasmos me hac�an trasladarme de placer, y ya
deseaba ardientemente ser penetrada. No se c�mo ambos hab�amos soportado 4 a�os
sin haber consumado nuestra �ntima relaci�n iniciada a mis 8 a�os.
No aguant� m�s y dije a Joaqu�n:
Amor, hazme tuya�. Destroza ya mis entra�as�
Mi vida, no me atrevo� soy tu pap� ser� algo muy
doloroso.
En este momento no eres mi pap�, eres Joaqu�n, mi amor,
mi amante.
Ser� un poco doloroso, hijita.
Mira como palpita mi cosita, papi, deseo que me poseas,
que me hagas totalmente tuya, que me hagas sentir m�s mujer.
Joaqu�n me tom� con gran ternura entre sus brazos, me atrajo
hacia s� y sell� mis labios con un beso.
Me recost� y abri� mis piernas acomod�ndose entre ellas y
pasando la punta de su lanza a lo largo de mi rajita totalmente desnuda, sin
vello alguno.
Hazme tuya, amorcito, hazme tuya.
Si amor, ser� como tu digas.
Que este sea mi regalo de cumplea�os, dame toda tu cosota
dura y larga� quiero sentirte dentro de mi.
Si mi amor, te dar� tu regalo de cumplea�os.
Con sus dedos abri� deliciosamente mis labios vaginales y
dej� al descubierto mi chocho tierno, delicado y virgen.
Puso la punta de su lanza en la estrecha abertura y empuj�
suavemente.
Aquel poderoso m�stil empez� a abrirse paso en mis entra�as.
Sent�, por primera vez, como aquella cabezona roja y dura, de la que tantas
veces hab�a bebido sus chorros de potente n�ctar blanco, estaba entrando en m�.
Un escalofri� recorr�a mi cuerpo.
Sentimos que algo obstru�a el paso de aquella lanza: �mi
himen a punto de ser destruido!
�Pos�eme, papi, pos�eme�!
Ser� doloroso, mi vida�
Hazme tuya, papi, dame mi regalo de cumplea�os.
Joaqu�n, apoyando fuertemente sus rodillas empuj� con
firmeza.
Mi himen cedi�.
�Ooooogggggghhhhh�..!
Te duele, mi amor�
No puedo negar que el dolor era horrible. Me dol�a
fuertemente. Sent�a que mi cuerpo estaba siendo partido en sus dos mitades. Sin
embargo el placer tantas veces esperado me hac�a superar ese momento
trascendental en toda mujer.
No, papi, no me duele� d�mela toda.
Joaqu�n continu� empujando hasta que sent� que sus pelos
tocaban mi cl�toris, parte sensible de mi cuerpo que tantas veces hab�a sentido
las caricias de su lengua.
Estaba totalmente traspasada por aquella tranca larga y
gruesa.
En medio del dolor abr� los ojos y pude ver a Joaqu�n, mi
pap�, que lloraba: gruesas l�grimas corr�an por sus mejillas.
Joaqu�n, acomodando mejor su cuerpo entre mis piernas, empez�
un sabroso mete y saca que me hizo superar el dolor y empec� a experimentar un
placer indescriptible.
Un "mete-saca", primero lento y conforme se humedec�a m�s mi
vagina, pap� fue imprimiendo un ritmo m�s r�pido.
En ese instante sent� un orgasmo como nunca lo hab�a
experimentado.
�Oooooogggghhhh�.! �Joaqu�n, me corro..!
C�rrete, mi vida, es tu regalo de cumplea�os, c�rrete!
�Oooooogggghhhh�.! �Me estoy corriendo, pap�, me estoy
corriendo�!
C�rrete, mi vida, es tu regalo de cumplea�os, c�rrete
todo lo que quieras�!
Toda al fondo, casi toda afuera�. Toda al fondo, casi toda
afuera�. Toda al fondo, casi toda afuera�. Toda al fondo, casi toda afuera�.
Toda al fondo, casi toda afuera�. Toda al fondo, casi toda afuera�.
�C�rrete, pap�, dame toda tu leche en mi panocha�. Dame
toda tu leche�!
�Oooooogggghhhh�.! �Me estoy corriendo, mi vida, me estoy
corriendo�!
�Si, papi, siento tus chorros que me inundan� in�ndame
toda, in�ndame toda�.! �aaaaahhhhhhh�.!
�Oooogggghhhh�.! �Me estoy corriendo�! �Oooooogggghhhh�.!
�Me estoy corriendo�!.
�Dame toda tu leche, papi, dame toda tu leche�.!
Abrazando a pap�, y sudando los dos copiosamente, dej� de
moverse.
Sent� que los dos nos quedamos vac�os y sin fuerzas.
Con su tranca aun introducida en mi, pap� cerro largamente
sus ojos.
Poco a poco la extrajo. Que gran vac�o experiment� en mi
interior. Adem�s me ard�a bastante y me sent�a muy dolorida.
Al sacarla totalmente y al separar nuestros cuerpos, pude ver
que entre el semen que me escurr�a hacia el exterior de mi vagina, tambi�n
escurr�a sangre. Era sangre de mi desfloraci�n: �hab�a perdido mi virginidad�
pap� me la hab�a cortado�!.
Nos quedamos un rato sin movernos. Pap� sin saber qu� hacer,
quiz� con remordimientos de conciencia; y yo, porque el m�s m�nimo movimiento me
ocasionaba un gran dolor.
As� permanecimos como una hora.
Poco a poco me acurruque entre el pecho y un brazo de mi
hombre.
Mi vida, -dije- vamos a comer nuestro pastel.
Vamos, mi ni�a, vamos.
Pero t� me llevar�s en tus brazos porque no puedo
moverme.
Si amor, como tu quieras.
Joaqu�n me tom� en sus brazos, frente a si mismo, y me llev�
al comedor.
Mientras camin�bamos de la cama a la mesa, lo aprision� con
mis brazos a su cuello, y con mis piernas adoloridas rode� su cintura.
Joaqu�n, no me sueltes, porque no podr� pararme, mis
piernas no me responden. T� te sientas y yo me sentar� sobre de ti. T�,
papi, quedar�s frente a la mesa y yo quedar� frente a ti, haciendo
"caballito".
Ser� como t� digas, mi ni�a.
As� llegamos hasta la mesa.
Joaqu�n jal� una silla y se sent� lentamente conmigo en
brazos; yo abriendo mis piernas poniendo muy cerca de su lanza mi adolorida
panocha reci�n desvirgada.
Jal� el pastel. Como yo daba la espalda a la mesa, �l lo
parti� y me lo daba en la boca.
Empec� a estimularlo moviendo mi bajo vientre. De repente su
pene, que hab�a estado fl�cido, reaccion� y volvi� a ponerse tan duro como hacia
un momento.
Me mov� un poco para aprisionar esa lanza con nuestros
abd�menes.
Yo, horquetada entre sus piernas, pude ver que su m�stil, en
mi exterior me pasaba arriba de mi ombligo.
Su pene y sus pelos estaban manchados con mi sangre y su
semen.
Lentamente, pues me era un poco doloroso, me par� apoy�ndome
en mis pies y con mis piernas abiertas, sin meter las manos, con mi hoyito
adolorido busqu� la punta del pene de Joaqu�n.
El pene de Joaqu�n, erecto, es muy recto.
Cuando sent� que la punta de la lanza tocaba de nuevo mi
abertura me sent� poco a poco.
Hacia poco m�s de una hora de mi desvirgaci�n.
Aguantando el dolor de la segunda penetrada me fui sentando
lentamente hasta que sent� de nuevo los pelos de Joaqu�n tocando la uvita de mi
cl�toris, y sus huevos tocando mi culito.
Empec� yo misma un lento vaiv�n. El dolor no me permit�a dar
m�s.
Es indescriptible sentirte pose�da por el hombre que amas, y
que al mismo tiempo �ste te est� besando en los labios, en el cuello, en mis
senos aun no desarrollados.
Es indescriptible sentir que los brazos poderosos de tu
hombre te aprieten mientras su lengua se introduce en tu boca y su "cosota" te
destroza las entra�as.
Yo sub�a y bajaba�. Sub�a y bajaba�. Sub�a y bajaba�. Sub�a y
bajaba�. Sub�a y bajaba�.
Volv� a sentir que un r�o de placer me inundaba mi interior y
que fuertes descargas el�ctricas recorr�an todo mi cuerpo.
�Oooooogggghhhh�.! �Joaqu�n, me corro..!
C�rrete, mi vida, esto es para ti un doble regalo de
cumplea�os, c�rrete!
�Oooooogggghhhh�.! �Me estoy corriendo, pap�, me estoy
corriendo�! �Es fabuloso, Joaqu�n�!
C�rrete, mi vida, es tu cumplea�os, c�rrete todo lo que
quieras�!
Toda al fondo, casi toda afuera�. Toda al fondo, casi toda
afuera�. Toda al fondo, casi toda afuera�. Toda al fondo, casi toda afuera�.
Toda al fondo, casi toda afuera�. Toda al fondo, casi toda afuera�.
�C�rrete, pap�, dame de nuevo toda tu leche en mi
panocha�. Dame toda tu leche de nuevo�!
�Oooooogggghhhh�.! �Me estoy corriendo, mi vida, me estoy
corriendo�!
�Si, papi, siento tus chorros que me inundan otra vez�
in�ndame toda, in�ndame toda�.! �aaaaahhhhhhh�.!
�Oooogggghhhh�.! �Me estoy corriendo�! �Oooooogggghhhh�.!
�Me estoy corriendo�!.
�Dame toda tu leche, papi, dame toda tu leche�.!
Sin sacarla, pap� me traslad� de nuevo a la cama. Con mucha
delicadeza y a�n sintiendo el palpitar de su pene en mis entra�as, me recost�
quedando �l sobre de mi.
Poco a poco lo extrajo y pap� solt� el llanto.
�Hija�!, mi vida, �qu� he hecho�?
Has hecho lo que yo he querido� te amo�. No llores�
Yo, acostada en la cama, ten�a aun mis piernas abiertas. Pap�
ve�a mi vagina y se daba cuenta que me hab�a destrozado.
Te he hecho mucho da�o, mi amor. Debes haber sufrido
mucho. Tienes tu cosita destrozada.
Si t� no me lo hubieras hecho, otro lo hubiera hecho� Me
ha dolido, es cierto, pero he vivido m�s el placer se sentirte dentro de mi.
Es que tienes tu chochito destrozado� �lo quieres ver�?
No puedo verme, papi�. Tengo esa parte adolorida y no me
puedo mover.
Traer� un espejo y lo pondr� de tal forma que te ver�s lo
que te he da�ado. Por eso lloro, mi amor� por eso lloro.
Pap� trajo el espejo del ba�o, lo coloc� entre mis piernas y,
efectivamente pude ver que el hoyito que yo hab�a tenido hasta esa ma�ana, hab�a
desaparecido para dar paso a un agujero sangrante, ancho y profundo.
Pasaron los d�as. Lo sangrante desapareci�. El dolor fue
parte de la historia.
El peque�o hoyito jam�s volvi� a ser.
Para evitar un embarazo no deseado, Joaqu�n recurri� a la
vasectom�a.
Y desde entonces, hace 6 a�os, Joaqu�n y yo nos damos amor
diariamente. Somos amantes perfectos.
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