MI MUJERCITA Y LOS NEGOCIOS (I).
Su esposa negocia con el jefe de ventas una maquina para la f�brica de su
marido.
La situaci�n que viene a continuaci�n es completamente real.
Quiz� esto suene a t�pico pero es verdad. El caso es que me cost� decidirme a
escribir esto, pues es una aventura que nos pas� a final del verano del 2001.
Hoy por fin me he decidido a contar mi experiencia. Lo he redactado desde mi
punto de vista y desde el de mi mujer.
Tony
Mi nombre es Juan Antonio y el de mi esposa Bel�n. Vivimos en una poblaci�n del
norte de Espa�a donde yo trabajo como dise�ador en una firma de ropa y ella
oficinista en la misma empresa. Estamos casados desde hace menos de un a�o. Ella
tiene 22 a�os y yo 27. Empezamos a salir juntos cuando ella ten�a 17 a�os y para
ella yo soy el �nico hombre con el que ha estado, cosa que me enorgullece pues
Bel�n es realmente guapa y con un cuerpo muy cuidado.
Cuando la situaci�n econ�mica nos lo permiti� nos casamos y as�, en julio de
2001 pasamos por la vicar�a. Nos fuimos de luna de miel al caribe y empezamos a
trabajar de nuevo en septiembre. Con motivo de una feria sobre equipamiento
comercial textil que se celebra en Madrid todos los a�os nuestro director
comercial nos envi� all� durante una semana con la finalidad de tantear el
mercado para renovar equipamiento industrial en la empresa textil.
La situaci�n nos vino de maravilla, y aunque no eran precisamente unas
vacaciones nos alegramos de poder trabajar juntos unos d�as. As� que all� nos
fuimos Bel�n y yo con todos los gastos pagados y en coche de la empresa.
En septiembre en Madrid hace mucho calor y nosotros acostumbrados al clima del
norte lo pasamos realmente peor que los oriundos. El primer d�a, nada mas llegar
al hotel nos instalamos y decidimos ira a tantear la feria sin prisas por que
a�n nos quedaba una larga semana por delante. Nos duchamos, deshicimos las
maletas, nos vestimos con ropa c�moda y nos fuimos a la feria. Bel�n estaba
realmente radiante. El moreno que hab�a cogido un mes antes en el caribe le
sentaba de maravilla. Llevaba el pelo suelto, con su media melena lisa y rubia,
y un vestido corto muy fino azul de tirantes con el cual no pod�a poner
sujetador, Complementando eso llevaba unas sandalias blancas de tac�n a juego
con el tanga blanco que se acababa de poner.
-Se me nota el tanga? Dijo d�ndose la vuelta y ense��ndome el culito resping�n
-No, cari�o, qu� se te va a notar?
-Lo que se me va notar es la erecci�n de mi polla como siga mir�ndote
-Qu� tonto eres, Tony. Anda vamos.
As� que de esta guisa salimos en direcci�n a la feria.
Una vez all� empezamos a recorrer los stands hasta que dimos con uno que nos
hab�a servido maquinaria el a�o pasado. El jefe comercial hab�a salido y yo le
dije a Bel�n que esperara hasta que llegase que yo me iba a ver otro stand que
me interesaba.
Estuve una hora en el otro stand y cuando llegu� no vi a Bel�n por ning�n lado.
Entonces me dijo una chica que estaba de azafata que mi esposa estaba en la
oficina con el jefe de ventas, que pasase.
Entr� y Marcelo, que as� se llamaba el tipo me salud� efusivamente. Yo lo
conoc�a de conversaciones telef�nicas pero nada mas. Marcelo era un tipo gordo,
de unos 60 a�os, bastante fond�n y con una barriga muy prominente, estaba casi
calvo y no era muy atractivo precisamente. Estaban sentados uno enfrente del
otro en una mesa de cristal transparente. Bel�n tenia las piernas cruzadas y el
vestido mas arriba de lo normal. Marcelo deb�a de estar alucinando con la vista.
Por si fuese poco el aire acondicionado de la oficina del stand estaba a todo
rendimiento y los pezones de mi esposa estaban que se sal�an del vestido. Me
sent� con ellos y estuvimos negociando una nueva m�quina para la fabrica. El
caso es que yo ten�a libertad para comprar, pero aquella m�quina se sal�a del
presupuesto de la empresa. Le dije que el precio nos parec�a excesivo y que tal
vez mas adelante. Marcelo no pod�a bajar mas le precio, pero aun as� quedamos
para que pasase por nuestra f�brica a hacer una demostraci�n.
-D�nde est�is alojados? Pregunt� .En un hotel en Barajas
-Bueno, pues esta noche os invito a cenar, y no valen excusas, eh? Mir� para
Bel�n y dijo - De acuerdo, por mi no hay problema, as� conocemos Madrid
-Perfecto, dijo Marcelo, - Paso a las 10 a buscaros
Le di la tarjeta del hotel y el n� de habitaci�n y nos fuimos. Estuvimos 2 horas
mas por la feria y luego nos fuimos pues el viaje nos hab�a dejado hechos polvo.
Llegamos al hotel y luego de comer dormimos una siesta de dos horas. Yo estuve
haciendo cosas en el port�til mientras Bel�n sal�a a comprar no se qu� que hab�a
visto en una tienda de al lado del hotel.
A las nueve nos fuimos preparando. Bel�n se puso un vestido rojo que llevaba una
falda con un poco de vuelo, y unos zapatos rojos. El vestido, de tirantes y el
sujetador brillaba por su ausencia.
-Qu� compraste?
-Una sorpresa, quieres verla?
-Por supuesto, le dije entonces se levanta el vestido y me ense�a la sorpresa.
Un tanga rojo de encaje que apenas si le tapaba el poco vello p�bico que ten�a.
- Joder , Bel�n , estas de miedo.
- Te gusta?
- Me encanta.
A las diez puntual estando en la cafeter�a del hotel vimos llegar a Marcelo a
recepci�n y fuimos a su encuentro.
Marcelo miraba a Bel�n casi sin disimulo, parec�a que los ojos se le iban a
salir de las �rbitas. Llegados al restaurante y despu�s de un viaje en el que
Marcelo miraba mas por el retrovisor para ver las piernas de Bel�n que para la
carretera, entramos y nos sentamos en la mesa reservada previamente por nuestro
anfitri�n. Cenamos de maravilla con un poco mas de vino de la cuenta. Entonces
Marcelo nos propuso ir a tomar una copa a un pub que conoc�a cerca de all�.
Bel�n que estaba algo contentilla por el vino le dijo que s�.
Al llegar aquello estaba bastante lleno, as� que nos pusimos a esperar que
dejaran libre alguna mesa y as� fue con lo que nos sentamos los tres.
Marcelo pidi� champa�a y nos sirvi� una copa. Al poco Bel�n se empe�� en ir a
bailar porque "no sab�amos nada mas que hablar de trabajo" textualmente.
El caso es que hab�amos estado hablando de la m�quina toda la cena porque a mi
me interesaba mucho aquella cortadora. Al final la discrepancia eran unas
100.000 pesetas. Decidimos cambiar de tema.
Marcelo me confes� que estaba soltero, que ten�a 62 a�os y que viv�a solo en
Madrid. No es que fuese de v�ctima, si no mas bien que asum�a su soledad y
solter�a. Pero a mi me dio mucha pena, porque era un gran tipo.
- No sabes la suerte que tienes , Tony
- Por?
- Eres joven, tienes un buen empleo, y estas casado con una mujer maravillosa.
Dijo mirando hacia la pista donde estaba Bel�n bailando mientras 3 tipos no le
quitaban ojo de encima.
- Bueno, le dije, no todo en la vida se tiene. Ahora estamos metidos en un piso
y la hipoteca tambi�n nos aprieta lo suyo.
Marcelo, que llevaba ya el solito una botella de cava, continu� sincer�ndose
conmigo. A mi pregunta de si ten�a novia me coment� que no, que su f�sico era un
lastre para �l. Me dijo que se aliviaba de otras formas. Yo inmediatamente pens�
en que el t�o se iba a putas, y as� se lo dije, pero me dijo que no, que ten�a
un problema irresoluble ya que le era imposible follar con cond�n. En cuanto se
lo pon�a la erecci�n le bajaba. Y claro, sin cond�n ir a putas no era posible.
El caso es que como a mi me pasaba lo mismo as� se lo coment�.
-No jodas, en serio?
-Como lo oyes, Marcelo
- Y como te arreglas tu?, porque a mi me bastan las pajas, dijo a carcajada
limpia
- Bueno, al principio practicaba la marcha atr�s, pero era un rollo. Ahora Bel�n
toma la p�ldora y no tengo problema.
- Al dec�rselo se qued� mirando para Bel�n que bailaba en la pista y sonri�.
Con botella y media de cava nos fuimos animando y las risas eran ya de infarto.
Marcelo era un tipo cojonudo. Segu�a cont�ndome cosas que yo no contar�a a
nadie. Me dijo que se hac�a mogoll�n de pajas, que le gustaban mucho las
jovencitas, sobre todo las colegialas, que a veces desde casa les sacaba fotos
con la digital y luego se pajeaba mir�ndolas, que hab�a descubierto un fil�n de
t�as buenas en internet y bla, bla, bla.
Al poco va y me dice:
- y tu? No cuentas nada, o que? Me sent� un poco traidor y me dije, qu� co�o,
voy a sincerarme con este t�o.
-Qu� quieres que te cuente? a ver
-No se , de tu vida sexual, por ejemplo
-Pues ya sabes, de casado hay que mantener la chispa , porque si no sales de la
rutina es matrimonio fracasado.
- hombre Tony, con una hembra como Bel�n, no me dir�s que vas a fracasar, eh?
- No, me refiero a que hay que innovar, porque sino todo se vuelve monoton�a
- A qu� te refieres, pon ejemplos
- Pues, no se, a hacer el amor en otros sitios a probar cosas nuevas, eso.
- Hab�is hecho anal?
- No, a Bel�n le duele, lo intentamos y le duele.
- Y lo mas morboso que hab�is hecho, anda cu�ntame. Me dec�a mientras miraba a
Bel�n a 10 metros de nosotros.
Al fin y al cabo, me dije, la conversaci�n me gusta y me estaba poniendo
cachondo hablar intimidades de mi esposa con otro.
-Mira, Marcelo a mi no hay cosa que mas me ponga que ella salga sin ropa
interior
-No jodas Tony, Bel�n lo hace?
-Lo hace a menudo, cuando estamos fuera, de viaje o de vacaciones. Me dice que
va mas c�moda, pero yo no puedo evitar pensar que va completamente desnuda bajo
la falda. Eso me pone a cien.
-Hoy lleva ropa interior?
-S�, hoy la lleva.
Entonces se me ocurri� una idea. Le dije a Marcelo que ven�a ahora, que me
esperara un momento. Fui a la pista y le dije a Bel�n que me acompa�ase a los
ba�os. Cuando llegamos a la puerta le dije al o�do mientras le tocaba el culo:
- Anda, cari�o, qu�tate el tanga por favor, ponme algo cachondo.
- Vaya, as� que el nene est� calentito, eh?
- Joder, est�s de muerte con ese vestido, cari�o.
- Pues mira, eso mismo me lo dijo un chico que est� en la pista. Espera, que voy
al ba�o. Me dijo tras tocarme de refil�n el paquete.
Al salir se me acerc� y me dijo:
- Toma anda, as� voy mas c�moda, tuviste una gran idea. Y me dio el tanga
enroscado en su mano.
Llegu� a la mesa donde estaba Marcelo medio mareado por la bebida, pero
cachond�simo pensando en lo que iba a hacer. As� que me arm� de valor y
estirando la mano met� el tanga de Bel�n en el bolso de la chaqueta de Marcelo,
que estaba estirada a su lado.
- Anda, Marcelo, mira el bolso de tu chaqueta que tienes un regalo por lo buen
anfitri�n que has sido con nosotros.
- No jodas? No tienes que darme nada , hombre, habr�se visto. Dijo mientras
estiraba la mano y buscaba en el bolso de la chaqueta.
De repente le cambia la cara y saca el tanga rojo de Belen y lo empieza a mirar
como si no se lo creyera. Se me qued� mirando como babeando y le dije:
-Lo siento , me habia equivocado, hoy no lleva bragas.
Empezamos a descojonarnos victima el alcohol y el nerviosismo de la situaci�n.
Marcelo me dio las gracias y se las guard� en el bolso de nuevo.
Al poco decidimos irnos a casa. Marcelo se fue a avisar a Bel�n y ella que lo
estaba pasando de miedo lo cogi� por el cuello y por la mano y le oblig� a
bailar una canci�n de salsa que estaban pinchando. As� estuvieron 5 minutos,
hasta que llegaron donde estaba yo, con Bel�n cogida del brazo de Marcelo y
peg�ndole la teta a su brazo inconscientemente. Salimos del pub por una
escalera. Bel�n iba delante y Marcelo y yo detr�s. �ste no le quitaba el ojo al
culo de mi mujer queriendo ver mas de lo que ofrec�a.
- Tienes raz�n, me dice Marcelo, saber que va sin bragas pone a uno a cien.
Y estallamos en una carcajada los dos.
Al llegar al coche me di cuenta que Marcelo no estaba para conducir. As� que le
ped� las llaves y lo llev� a su casa. �l se sent� atr�s y Bel�n delante.
Me guiaba mientras Bel�n dorm�a. Yo por el rabillo del ojo ve�a que Marcelo no
hac�a mas que mirar a Bel�n, a sus piernas y a sus pezones , que con el fresco
de la noche ya estaban dando guerra de nuevo. Al llegar a su bloque me dijo que
lo metiera en le garaje y que nos qued�ramos a dormir esta noche en su casa,
ten�a un piso grande y ma�ana ir�amos los 3 a la feria de nuevo, o nos dejar�a
en el hotel para cambiarnos de ropa. Bel�n estaba sopa perdida as� que yo decid�
por los dos y le dije que de acuerdo.
Aparcamos el coche y Bel�n no despertaba. Salimos y abrimos su puerta. La falda
del vestido se le hab�a subido al deslizarse ella hacia delante y mostraba mas
de medio muslo. Ten�as las piernas ligeramente separadas y estaba recostada
contra el centro del coche con la cabeza ladeada. Marcelo se acerc� a mi y me
dijo:
- Subo esa faldita un poco y renegociamos la m�quina?
- Adelante!, le dije, casi sin pensarlo.
Me retir� y el se acerco a Bel�n, le cogi� el borde del vestido y como la
faldita era de vuelo se lo subi�. Ante nosotros apareci� ese delicioso chochito
que se ve�a en todo su esplendor debido a la ligera abertura de piernas.
Afeitadito por los labios como a ella le gustaba y con un hilillo de pelo en el
pubis.
Nunca me imagin� que esa situaci�n me pusiera tan caliente. Ten�a la polla a
reventar mirando como Marcelo babeaba enfrente de mi mujercita. �l retorn� la
faldita a su sitio y yo despert� lentamente a Bel�n, que tras desperezarse sali�
del coche. Nos dirigimos los tres al piso de Marcelo en el ascensor. Una vez
all� nuestro anfitri�n nos mostr� la habitaci�n y Bel�n se disculp� diciendo que
ten�a sue�o y se fue para la cama. Marcelo me llam� desde el sal�n para tomar la
�ltima copa.
- Mira, Tony, voy a hablar contigo serio y sin tapujos. Yo tengo una m�quina que
negociar contigo y tu tienes algo que yo desear�a m�s que nada en este mundo.
Creo que si los dos actuamos en confianza sabiendo los l�mites de cada uno
podremos llegar a un acuerdo que nos beneficiar� a los dos.
Yo, que a�n estaba bajo los efectos del alcohol, ni me inmut� mientras me lo
contaba. Podr�a decir que mas bien la proposici�n volv�a a ponerme caliente.
Marcelo prosigui�.
- No se trata de follarme a Bel�n, si no m�s bien de que ella sea un poquito
condescendiente conmigo y con mis necesidades como hombre. Ya sabes que por mi
f�sico � edad tengo realmente dif�cil el tema de las mujeres.
- Te entiendo perfectamente, Marcelo, le contest�. Entiendo tu propuesta y estoy
de acuerdo en ella, pero me temo que Bel�n no entrar� en este trato.
La conozco lo suficiente como para casi asegurarte que ella no har�a nada de eso
ni a mis espaldas ni con mi consentimiento.
- Tony, yo creo que sinceramente toda mujer en la situaci�n adecuada puede
llegar a ser muy pero que muy puta. Te propongo lo siguiente. T� no le digas
nada a ella, yo le intentar� tirar los tejos a ver c�mo reacciona. Si lo toma
por el lado bueno, la negociaci�n estar� cerrada al precio que tu quer�as, y si
no acepta, tu lo arreglar�s para que ella no se lleve una mala imagen m�a
excus�ndome en el caso que ella te lo contara. Qu� te parece?
- Me parece correcto, le contest�.
Nos dimos la mano para zanjar el trato y nos fuimos cada uno a nuestra
habitaci�n.
Por la ma�ana yo me levant� temprano. Bel�n se despert� y yo le dije que se
quedase durmiendo un poco m�s, que luego Marcelo la llevar�a a la Feria. Que
cuando lo sintiese levantarse que se levantase ella tambi�n, para que la
llevara.
- Ah, y se amable, con �l, ya sabes...le dije
- A qu� te refieres?
- Bueno, mujer, ya sabes que el tema de la m�quina est� a�n pendiente y...
- Y?..... me dijo
- Solo es un pobre hombre, con que le alegres un poco la vista y seas algo
melosa con �l pues listo.
- T� est�s loco, me dijo, d�ndose la vuelta para el otro lado y pasando del tema
como si yo estuviese desvariando
Bel�n
Me dorm� dos horas mas y cuando sent� ruido me dispuse a levantarme. Seguro que
era Marcelo y le ten�a que avisar para que me llevara al hotel a pegarme una
ducha y cambiarme. As� que me vest� r�pidamente y me di cuenta de que Tony se
hab�a quedado con mi tanga la noche anterior y no me hab�a de acordado de
ped�rselo hoy.
En fin, sal� de la habitaci�n entr� en el ba�o y fui hasta la cocina donde
estaba Marcelo. Le coment� lo de pasar por el hotel y pareci� no importarle si
no mas bien todo lo contrario. Me di cuenta que me miraba de forma extra�a, m�s
intensamente a�n si cabe que el d�a anterior, pero en fin, yo iba a hacerle caso
un poco a mi marido y hacerme la despistada, a ver si consegu�amos ese contrato
que tanto ansiaba Tony.
Ya de camino al hotel al sentarme junto a Marcelo la falda del vestido me qued�
algo subida, pero la dej� all� para alegrarle la vista un poquito. La verdad es
que me hac�a gracia jugar con �l, pese a que era un tipo de aspecto m�s bien
desagradable, ya que estaba gordo, medio calvo y con barba.
Ser�a la �ltima persona en el mundo con quien yo me acostar�a. Adem�s
transpiraba much�simo, eran las 10 de la ma�ana y estaba sudando a mares el t�o.
Llegamos al hotel y le dije que me esperara tomando algo en el bar, que yo
terminaba en 15 minutos. Asinti� y sub� a la habitaci�n. No llevaba ni un minuto
en ella cuando picaron a la puerta. Era Marcelo.
-Perdona Bel�n, pero me dej� le m�vil en casa y no tengo suelto para llamar
desde del tel�fono p�blico, �podr�a llamar desde aqu�?
-S�, adelante, ning�n problema, le dije se�al�ndole la mesita donde estaba el
tel�fono.
-Por cierto, me dijo, creo que ayer olvidaste una cosa en mi casa, me dijo
sonriendo y llev�ndose la mano al bolso de la chaqueta.
Yo cre� morir cuando se sac� el tanga y me lo ofreci�.
-Gra..Gracias, dije mientras iba a recogerlo y �l retir� la mano qued�ndose con
el tanga y sonriendo
-Sabes? ,me encantan las chicas que no llevan braguitas, y ya que yo las
encontr� que menos que ponerlas en su sitio, no crees? Todos los negocios
pendientes se solucionar�an con ese detalle, me dijo.
Por un momento pens� en todas las consecuencias de dejarle ponerme el tanga, y
al final llegu� a la conclusi�n que era una tonter�a que podr�a solucionar un
negocio muy Serio.
-Bien, Marcelo, pero solo pon�rmelo y luego se va, de acuerdo?
-Ok, dijo arrodill�ndose ante mi Acto seguido las desenroll�, cogi� mi pie y las
meti� por �l, luego hizo lo mismo con el otro pie sin descalzarme. Luego empez�
a subirme el tanga muy despacio mientras la falda del vestido tambi�n sub�a. El
cerdo de �l me estaba viendo el chochito y no acababa de ponerme el tanga del
todo. Me lo subi� bien arriba toc�ndome las nalgas a gusto, y cuando le toc�
sub�rmelo por delante hizo una cosa que me dej� petrificada.
Meti� su mano por debajo de mis tanga con la palma hacia arriba y me empez� a
masajear la vagina sin contemplaciones y sin darme tiempo a reaccionar.
Yo intent� retirarme hacia atr�s pero me ten�a cogida por el culo con su otra
mano.
- Qu� hace, le grit�? Y sonriendo y babeando me dijo
- Prepararte este co�ito de puta que tienes, �es que no lo ves?, y m�s te vale
no gritar por que entonces adem�s de follarte te voy a dar de hostias hasta que
te rompa la cara.
Yo no daba cr�dito a lo que o�a. Aquel amable y gordito hombre que hab�a
conocido solo horas antes se hab�a transformado en un gordo y seboso viejo verde
que me estaba sobando mi intimidad sin ning�n reparo. Yo personalmente estaba
asustad�sima por si me pod�a hacer da�o.
- Desde que te v� por primera vez supe que eras muy puta, Bel�n, y me dije; �sta
tiene falta de una buena polla y yo se la voy a dar, me dijo Marcelo Me empec� a
poner muy nerviosa porque ve�a que el tipo estaba hablando muy en serio. Si no
cambiaba la cosa, y no ten�a pinta de cambiar, el cerdo de Marcelo me iba a
follar en la habitaci�n del hotel. Yo, que solo hab�a estado en toda mi vida con
Tony, me encontraba en una situaci�n muy delicada. Por un lado si rechazaba sus
planes me ve�a con una buena paliza y por otro lado si aceptaba sumisamente sus
intenciones pod�a quedar como una buena zorra delante de �l.
Y todo esto sin contar con el negocio de las m�quinas que a�n estaba en el aire.
Las variantes eran muchas y Marcelo segu�a a lo suyo. Su cara babeante estaba a
pocos cent�metros de mi chochito y sus dedos se introduc�an cada vez mas en mi
intimidad. Entonces tom� la decisi�n de fingir que lo pasaba bien para que el
terminase cuanto antes e irnos de Madrid lo m�s pronto posible. Y no contarle
nada a Tony, por supuesto.
El caso es que el chochito ya se me estaba empezando a mojar cuando de repente
Marcelo se levant� y toc�ndose el paquete por encima del pantal�n me dijo:
- A ver zorrita, ahora vas a ponerte de rodillas delante de m� y me vas a mamar
la polla hasta que me corra, vale? Decir esto y sacarse la polla del pantal�n
fue todo uno. La verdad es que lo que v� me dio bastante asco. Llevaba uno de
esos slips de hace 20 a�os y su amplia barriga apenas dejaba ver un miembro
peque�o pero muy grueso. Decid� que aquella era una buena oportunidad para
terminar con aquel tema pronto.
Le har�a una buena mamada como las que le gustan a Tony y cuando se corriese
todo acabar�a ya.
As� que me arrodill� delante de �l y le acarici� la polla con mis manos, y
mir�ndole a la cara sonri�ndole como una chica mala le dije:
- Prep�rese se�or, porque nunca le van a volver a hacer una mamadita como �sta.
- As� me gusta, puta. Sab�a que te iban las pollas pero no tanto. Me dijo
mientras me cog�a por el cabello.
As� que me met� su pene en la boca. Mis labios estaban pintados y poco a poco le
iba dejando manchas de carm�n en su aparato. Mov�a la cabeza arriba y abajo y
jugaba con mi lengua como le gustaba a Tony. Mientras hac�a todo esto le miraba
a la cara y le sonre�a. El tipo estaba que no aguantaba m�s.
- C�geme la polla con la mano derecha, Bel�n, que quiero ver como tu anillo de
casada me roza la polla.
Al poco tiempo empez� a jadear como una bestia mientras me insultaba y de
repente se sac� la polla de mi boca y empez� a eyacular por toda mi cara. El
torrente de leche que este hombre ech� sobre m� nunca lo pude imaginar.
Parec�a una fuente de semen. Yo cerraba los ojos y esperaba que todo terminase,
pero aquello no se acababa nunca.
Me llen� la cara de semen, el pelo, el vestido, mi cuello, mis manos....
El torrente de semen era alucinante. Aquel tipo deb�a llevar esperando este
momento toda su vida.
Cuando todo acab� me sent� una verdadera puta, pero el caso es que ten�a el
co�ito chorreando, luego pens�ndolo fr�amente, era la mejor de las opciones que
ten�a el hab�rsela chupado a Marcelo.
Juan Antonio
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Autor: Juan Antonio
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