Sugeriste de irnos a casa a escuchar m�sica cuando, a causa
de la lluvia, aquel acto al que fuimos qued� suspendido. Tal sugerencia,
viniendo de ti era una met�fora de tu anhelo de follar, como si dijeras: "Vamos
que quiero me folles, querido." Y la chupada que me hiciste en la boca confirm�
aquella met�fora, devor�ndome la lengua.
Al llegar, apenas cruzar la puerta, me pediste silencio,
silencio total. Al comedor, tu amiga, que dejamos en tu casa sin ganas de salir,
aprovechaba el tiempo. Con los ojos engrandecidos me hiciste avanzar hasta tu
lado. Por entre la puerta vimos (ver foto de arriba) en tal guisa que solo nos
dejaba la opci�n de salir y dejarla terminarse o, la que escogiste, de espiarla.
No parec�a tener prisa tu amiga. De hecho dijimos que
volver�amos tarde, bastante tarde. Lentamente su iba introduciendo el dedo en su
vagina. Miraba su dedo penetr�ndola, se relam�a los labios. Y tu Adriana, te
excitaste al momento, m�s de lo que ya venias.
Estabas sorprendida de ver en tu casa, en tu comedor, tu
amiga, su co�o y su dedo foll�ndola. Yo tambi�n, la verdad. Me puse detr�s de ti
y, palpando tus pechos, no perd�a detalle de la actuaci�n improvisada y gratuita
que nos hac�a tu amiga. Te abriste los jeans y metiste mi mano dentro de las
bragas. De mojada como andabas parec�a que te hab�as meado encima.
Tu amiga se tumb� por completo al suelo. Jugaba con sus
pechos, estaba ardiente, cachonda como en celo, tu tambi�n. Con tu mano mov�as
la m�a, deseabas m�s ritmo, m�s fuerza en el frotar de tu co�o. A mi me dol�a la
polla que restregaba en tu trasero.
Alz� las piernas, tu amiga, y limpiamente, sin apenas
esfuerzo alguno, dos de sus dedos tomaron posesi�n de su ano. Gem�a sin
cortarse. Estaba sola, solo que no sab�a que est�bamos. Gozabas mirando y
tocada, y baje el jean un poco. Tu segu�as frotando tu co�o mientras yo busqu�
tu culo. Como tu amiga, met� dos de mis dedos aunque tuve que ir haciendo
camino, apretando un poco. Te mord�as el labio por no gemir, por no hacer ruido,
y te gustaba.
"Ll�name el culo, cabr�n", escuchamos gritar a tu amiga.
Hab�a tomado prestado tu consolador y ese era quien deb�a llenarle el culo
cuando se tumb� boca abajo. Estabas hecha un charco y aun segu�as. Te
estremeciste, lo not�, cuando puse un dedo m�s en tu ano. Arqueaste tu espalda,
y seguidamente diste acomodo a mi nuevo dedo.
Se agitaba por el suelo. Tu te corriste por dos veces y mi
polla derram� dentro del slip. No te perd�as nada de aquel ins�lito espect�culo.
Tu amiga rendida en el suelo. Salimos sin hacer ruido. Hab�amos escuchado
m�sica, la m�sica del orgasmo de tu amiga. Estabas sorprendida de lo caliente
que estaba tu amiga. Fuimos a un bar cercano y baj� a por un par de cervezas.
Estaba tan empapado tu jean que no te atreviste a bajar.
Aparcamos en un descampado. Te hab�as corrido, cierto, pero
recordar a tu amiga, en tu casa, en tu comedor follando con tu consolador te
pon�a de nuevo. Te agrad� saberla tan ardiente como tu, enviciada y hambrienta
como vos en mi ausencia. De sobras sab�as que ella follaba, que se masturbaba
como todas, te hab�a contado algunas de sus preferencias, pero jam�s imaginaste
verla en acci�n, trabaj�ndose con tes�n.
Beb�as y mientras te explicabas con tu peculiar elocuencia,
palpabas mi polla en medio de la eyaculaci�n que mojaba mis ropas. "La
escuchaste como ped�a que la llenaran por el culo?", te impact� la voracidad de
tu amiga. Pod�as haberme comido la polla, pero segu�as toc�ndola, y me gustaba,
charlar con tus caricias me encanta, que vayas toc�ndome con naturalidad.
Regresamos. Hicimos ruido al entrar. Mucho ruido. Ah� estaba,
en bragas sentada al sof�. Aunque r�pida en taparse, pude verle sus tetas, claro
que antes se lo hab�a visto todo y en funcionamiento. Sonri�. Nos saludamos. No
me ahorr� un cumplido a sus tetas que parece no te gust� demasiado. Ella te
pregunt� por tus jeans aun marcando el h�medo circulo de tu desmesurado reguero
de fluidos. Os dej� solas.
Cuando regres� ella estaba vestida, sal�a a dar una vuelta.
Estaba yo a tu lado, manoseando tu pecho cuando desde la puerta se volvi� tu
amiga:
Eh!! � nos llamaba la atenci�n.
S�, dime �respondiste tu.
Os gust� la paja que me visteis hacer? Me agrad�
saber que ten�a p�blico.
Entonces�
S�, Adriana. Ah por cierto, tu consolador es
delicioso. Te deja el culo muy bien satisfecho.
Se cerr� la puerta. Nos miramos. Te saqu� sin pre�mbulos la
blusa, los jeans rodaron por tus piernas. Llev� tu boca a mi polla con fuerza,
nerviosamente excitado. Te llamaba puta, come pollas, estaba salido. Te puse
como la perra que eres y te foll� al co�o metiendo mi dedo en tu culo. Me
acerqu� a tu o�do. Te murmur� mi intuici�n de que tu amiga nos estaba viendo.
"FOLLAME!!!, PARTEME el culo con tu polla de carne",
enloqueciste. Te frotabas al co�o mientras te daba lo que ped�as. Te corriste.
Te gir�. Escup� mi leche sobre tus tetas. Escuchamos unos aplausos. Y de nuevo
la puerta. Tu amiga nos espi�. Se lo deb�amos.