Capitulo 1
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El comienzo de un sue�o
Eran las cuatro de la ma�ana y Ricardo se dirig�a a la nevera
para tomar un trago de agua, mientras se lamentaba de haberse quedado nuevamente
hasta altas horas de la noche hablando con sus amigos en Internet, pero bueno,
sab�a que ya que lo hab�a hecho, no lo pod�a cambiar, as� que dej� el vaso de
agua vac�o en el fregadero mientras caminaba hacia su cuarto para finalmente
dormir.
Pero al pasar por la ventana del jard�n vio claramente la
silueta de una mujer en su patio� R�pidamente gir� la cabeza para verla mejor,
pero al parpadear ya no estaba� sin embargo la imagen qued� grabada en su
cerebro cual tatuaje en un brazo.
Era una hermosa mujer que parec�a rodeada por una luz que
proven�a del suelo. Sus brazos se encontraban ligeramente abiertos y doblados
hacia delante, en forma incitante.
Sus piernas estaban muy juntas, de forma consistente pero
relajada, y sus pies en punta no parec�an tocar el suelo.
Su cara suave y brillante mostraba una gentil sonrisa,
mientras que su pelo, de un curioso color violeta jugaba con el viento como
mariposa en primavera.
Y toda esta maravillosa imagen estaba adornada por un simple
vestido corto que parec�a estar hecho de nubes de seda celeste, la cual apenas y
se mov�a con el viento.
Ricardo qued� tieso en su lugar, mir� a los lados del jard�n
para ver si encontraba algo o alguien, pero no vio nada, as� que decidi�
retrazar su hora de dormir y salir al jard�n para inspeccionar la zona donde
estuviese tan misteriosa imagen flotando. M�s aunque busc� exhaustivamente no
logr� encontrar nada.
Convencido de que solo fue una ilusi�n decidi� entrar de
nuevo a la casa, y en lo que emprendi� su marcha, algo se clav� en su pie,
apenas y lo sinti�, pero reaccion� y se revis� para quitarse la piedrecilla o lo
que fuere.
Pero lo que encontr� fue un peque�o cristal de amatista
morado, le gust� su brillo as� que lo guard� en su bolsillo y se fue a su
cuarto, ligeramente olvidando su visi�n.
Tan pronto se durmi�, su sue�o fue uno solo�
En el se encontraba parado junto a la puerta del jard�n y se
ve�a a si mismo caminando por el pasillo, tal cual hab�a hecho esa noche, y as�
mismo tambi�n vio la aparici�n de la mujer brillando y flotando sobre sus pies�
pero esta vez logr� ver desde el comienzo.
Vio que r�pidamente, casi en una fracci�n de segundo, la
tierra giraba sobre s� misma y la imagen de la mujer aparec�a y se iluminaba a
trav�s de un peque�o orificio en la tierra, entonces el Ricardo del pasillo la
volte� a ver y ella desapareci�.
Inmediatamente el Ricardo junto a la puerta del jard�n se
preguntaba a donde se habr�a ido, y en ese momento la mujer apareci� detr�s de
�l y cubriendo su pecho con su mano le dec�a "Si lo encuentras, por favor
devu�lvemelo" y desaparec�a como un eco en la distancia.
Ricardo tard� mucho en procesar el significado de estas
palabras ya que estaba distra�do por el majestuoso y angelical sonido de la voz
de esta mujer, y la suavidad de su piel. Pero al volver en s�, cosa que le tom�
como un minuto, comenz� a pensar profundamente en el significado de estas
palabras� pero tan r�pido como llegaron estos pensamientos los tuvo que
abandonar para ocultarse ya que record� que �l mismo saldr�a al patio a buscar a
la mujer, y no quer�a encontrarse consigo mismo, aunque no sab�a a ciencia
cierta que pasar�a si eso ocurriese, pero no lo quer�a averiguar.
Sali� corriendo por el espacio entre las paredes de su casa y
la cerca, rumbo al jard�n de adelante, pero en vez de salir al jard�n normal,
volvi� a entrar al jard�n trasero, quedando justo junto a la puerta desde donde
se volvi� a ver a s� mismo caminando por el pasillo hacia su cuarto, a la vez
que la misteriosa mujer volv�a a hacer su aparici�n tal como antes.
Esta vez no le estaba prestando atenci�n a las im�genes, ya
que estaba muy concentrado busc�ndole el significado a las palabras de la mujer
"Si lo encuentras, por favor devu�lvemelo" no sab�a que podr�a ser esto que
deber�a de buscar para devolverle. As� qu� sigui� pensando, y cuando se dio
cuenta de que otra vez el Ricardo del pasillo saldr�a al patio se volvi� a
esconder, y la escena se volvi� a repetir. Aparece la mujer, se va, le dice la
frase misteriosa, se va de nuevo, su otro yo va al jard�n mientras �l corr�a
hacia el jard�n de adelante, llegaba al jard�n de atr�s y volv� a comenzar todo.
El ciclo se repiti� unas 15 veces, y Ricardo ya se sent�a
cansado y frustrado, no sab�a que hacer para despertar y no quer�a pasar el
resto de la noche, o de su vida, viviendo la misma escena y tratando de
encontrar algo que no sab�a que era� hasta que de pronto, al prestar atenci�n de
cerca de la imagen de la mujer se dio cuenta de algo� hab�a algo especialmente
brillante entre su cabello, parec�a colgar de su oreja por lo que dedujo que era
una especie de pendiente� y al verlo m�s detenidamente vio que se trataba de la
misma piedra que recogi� al pisarla y de la cual se hab�a olvidado por completo,
pens� entonces que de eso se trataba y tan pronto pens� eso sinti� como que se
ca�a de un escal�n al piso, pero en realidad ca�a a su cama.
Se asom� por la ventana y todav�a estaba oscuro, vio su reloj
y descubri� que aunque en su sue�o transcurrieron unas dos horas, en el mundo
real solo pas� media hora.
Con una mezcla de sentimientos decidi� acostarse a dormir y
pensar bien en lo que pas� cuando despertase y con el estomago lleno de la
deliciosa comida de su mam�
Continuar�
Escr�banme sus comentarios a mi e-mail, escriban todo lo que
quieran :D
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