Ya hab�a logrado dominar completamente a mi hermana menor, no
solamente me complac�a sexualmente, sino que tambi�n hac�a todo cuanto le ped�a.
Ya hab�a pensado que ella me ayudar�a en futuros planes, as� que le encomend� la
tarea de "reclutarme" nuevas inquilinas para mi satisfacci�n. Le encargu� que,
de preferencia, sean chicas que no hayan tenido experiencia sexual aun (se
siente fenomenal desvirginar a una mujer).
Me dio los datos de alguna de sus amigas, le d� instrucciones
de que aproveche cualquier circunstancia para traerlas a m� sin dar a conocer
mis planes.. Luego de meditar un poco, le indiqu� que le hable a Mari, una chica
de 20 a�os, recatada y de figura regular que yo conoc�a de antes. Ella era un
poco orgullosa y algo altanera, normalmente rechazaba a sus pretendientes o
jugaba con ellos alg�n corto tiempo, eso me daba la seguridad de que su
virginidad estaba intacta, lo que me hac�a m�s interesante el proyecto. Me hab�a
gustado tanto despojarle la virginidad a mi hermana que deseaba hacer lo propio
con otra chica.
Un Domingo que me encontraba solo en casa llegaron las dos
algo agitadas, ven�an de practicar el Voleybol a dos cuadras de mi casa. Mi
hermana se meti� a la ducha, le encargu�, sin que se diera cuenta Mari, que se
demore y me puse a charlar con Mari sobre cosas simples. Ella empez� a quejarse
de la demora de mi hermana y del cansancio; como nos ten�amos algo de confianza,
me acerqu� a ella un poco, como jugando le toqu� los hombros, ella pens� que la
cosa ser�a hasta ah� no m�s, pero los empec� a masajear suavemente, ella hizo un
gesto de incomodidad.
-Tranquil�zate, Mari, no me digas que nunca has o�do hablar
de los masajes para bajar las tensiones producidas por el esfuerzo f�sico.
-S�, pero, porqu� tu hermana tarda tanto.
No sospechaba lo que quer�a hacer, que quer�a hipnotizarla.
Le di un peque�o rodeo, como quien quiere salir de la sala, pero al estar tras
de ella, le volv� a masajearle muy suavemente los hombros, a la vez que le ped�
se calmara.
-Anda, tranquil�zate, est�s agitada, respira hondo, respira
muy hondo, muy profundo, eso te har� sentir algo mejor.
As� lo hizo ella, respir� profundamente dos veces diciendo.
-Bueno, s�, se siente un ligero alivio.
-Ves que se siente mejor, sigue respirando profundamente,
pausadamente, eso te reconfortar�, su�ltate, rel�jate, deja que las tensiones se
vayan alejando.
Mi voz era casi mon�tona, pausada, tranquilizadora.
-Deja que tus pensamientos se extingan poco a poco, eso te
har� olvidar del cansancio.
-S� olvidar el cansancio, no pensar. Murmur� ella, ya estaba
cayendo.
-Eso es, Mari, deja morir tus pensamientos, d�jate llevar por
la relajaci�n, deja que te haga sentir bien, en paz.
-S�, en paz. Dec�a ella como un susurro de voz.
Segu�a habl�ndoles con las mismas frases hasta que not� que
ella ya casi estaba en estado hipn�tico.
-Ya est�s bien relajada, Mari, tanto que te sientes en paz y
segura, conf�as en m�, quieres confiar en m�, deseas entregarte a este estado
por completo, d�jate llevar, lo deseas, Mari, deseas entrar en lo m�s profundo
del relajamiento.
-S�, lo deseo, me dejo llevar.
-Cuando toque tus mejillas caer�s en completo estado
hipn�tico, Mari, s�lo pondr�s atenci�n a lo que yo te diga y nada m�s, porque lo
deseas as�, entendido.
-S�, entiendo.
Acto seguido, le toqu� las mejillas, ella qued� tiesa, llam�
a mi hermana, le agradec� haberla tra�do bes�ndole con pasi�n pidi�ndole que nos
deje solos y sali� de casa. Mari no se movi� para nada, s�lo se sent�a su
respiraci�n pausada, nada m�s.
-�Me escuchas, Mari?
-S�, te escucho.
-�Escuchaste a mi hermana?
-No.
Estaba ya sumergida en la hipnosis.
-Escucha bien, Mari, despertar�s cuando te palmotee la nuca,
s�lo tendr�s el recuerdo de haberme venido a visitar y nada m�s, pero te dejar�s
hipnotizar por m� cuando te lo diga, entendido.
-S�, entiendo.
Le palmote� la nuca, ella parpade� un poco, la not�
confundida, pero me le habl� r�pido.
-�Qu� tal te va en tu nuevo trabajo?
-Es un poco tedioso, no me acostumbro y me es dificultoso
adaptarme.
-Eso tiene soluci�n, Mari. �Has escuchado hablar de la
Hipnoterapia?
-En verdad, desconozco del tema, no entiendo bien.
-Mira es una t�cnica de superaci�n mediante hipnosis. Es
segura. Si deseas, te pudiera dar una sesi�n yo. Lo hice con mi hermana y ha
mejorado su canto y su aprovechamiento en su instituto. An�mate.
-No s� si funcione, pero, dejar� que lo hagas conmigo.
-Bien, Mari, s�lo su�ltate, recl�nate en el sill�n, rel�jate,
m�rame a los ojos, escucha mi voz, rel�jate, conc�ntrate en mi mirada, d�jate
absorber por mis ojos, d�jate envolver por mi voz y mi mirada. Su mirada estaba
fija en la m�a y su rostro denotaba paz infinita.
-Te sientes bien, entregada a este estado hipn�tico, te
sientes bien entregada a m�.
Ella solamente atino a asentir con un gesto inexpresivo,
mientras que yo segu�a repitiendo las mismas frases mon�tonas repet�a una y otra
vez. Ella se sumerg�a en lo m�s profundo de la hipnosis guiada de mis palabras,
estaba totalmente entregada a m�.
-Ahora, Mari, cuando chasquee los dedos, estar�s totalmente
hipnotizada y seguir�s fielmente mis instrucciones, entiendes, verdad.
-S�, entiendo.
Chasque� los dedos, ella reclin� su cabeza hacia atr�s y
qued� completamente a mi merced.
-Ahora est�s completamente hipnotizada, Mari, y te gusta
estar as�, deseas seguir as�, lo deseas con toda el alma, tanto que har�s todo
cuanto te diga para continuar en este estado hipn�tico, verdad que s�.
-S�, lo deseo y har� cuanto me digas.
-Dame lo que traigas de dinero.
Busc� en sus bolsillos, sac� tres billetes de S/. 10.00 y me
los entreg� sin dudar.
-Bien, Mari, en adelante, cada vez que me veas, sentir�s una
atracci�n por m� que ir� creciendo con el tiempo m�s y m�s. Desear�s mis besos y
mis caricias. Aceptar�s estar conmigo de la forma que yo quiera y dejar�s que yo
tome la iniciativa siempre.
-S�.
-En adelante, cada vez que te masajee los hombros, entrar�s
en este estado hipn�tico. Ahora despertar�s cuando chasquee mis dedos, s�lo
recordar�s que estuvimos conversando, tendr�s ganas de irte por la hora, pero me
atender�s, entiendes bien, verdad.
-S�, entiendo bien.
Chasque� los dedos, ella parpade� un poco, mir� el reloj.
-Uy!, se me hizo tarde, debo irme.
-Espera, Mari, no te vayas todav�a.
-Qu� quieres, dime r�pido.
Me acerqu� lentamente mir�ndole a los ojos, ella se puso
nerviosa y suspir�.
-Te gustar�a ser mi enamorada.
Sonr�o temblorosamente, suspir�, cerr� los ojos como si se le
hubiese realizado un sue�o.
-S�, s� quiero, lo deseo.
La abrac�, pas� mis manos por su espalda hasta la cintura y
la bes�, ella correspondi� a ese beso, fue tierno y apasionado a la vez. Despu�s
de casi 4 horas de sesiones hipn�ticas, hab�a logrado avanzar algo en mi
prop�sito. Luego de ese beso la dej� ir, pensaba que era suficiente por ese d�a.
S�lo restaba continuar con mi plan para hacerla m�a.