Estaba hermosa all� en cuatro patas ofreci�ndome el
maravilloso espect�culo de su bajo vientre en flor delante de mis ojos.
Toqu� su ojete con la puntita de la lengua primero. Hizo un
peque�o movimiento de caderas pero acept� gustosa a ese nuevo visitante.
Lo escrut� suavemente en cada rinc�n, en cada pliegue. Muy
despacio, acariciador. Nada dijo, solo gemir.
Lamerlo fue el segundo paso, una y otra vez pasaba la lengua
por ese orificio anhelante, lubricando y disfrutando de esa sensaci�n hermosa de
degustar el ano de una chica calentona, sintiendo como poco a poco ese peque�o
cr�ter iba prepar�ndose para recibir el regalo esperado.
Le met� la lengua simulando cogerla, entrando y saliendo
despacito. Empez� a moverse marcando el ritmo de la cogida de manera que no me
moviera. Se qued� quieta y yo dentro de ella. Sent�a la presi�n de los m�sculos
de ese culito hermoso hacer presi�n sobre mi lengua abri�ndose y cerr�ndose,
haci�ndome de a poco lugar.
Sal� y me quede mir�ndola de esa manera, en cuatro patas,
moviendo las caderas levemente y con ese ojo volc�nico fijando su mirada muerta
en mi.
Lo escup�.
Eso la calent� mas todav�a porque me pidi� que lo hiciese
otra vez mientras empez� a acariciar su cl�toris con la mano derecha.
No una sino tres veces mas escup� resueltamente su ojote y
ves veces mis escupitajos cayeron certeros en el centro de su ausencia
haci�ndole calentar.
Ante tal panorama acerqu� el dedo mayor de mi mano derecha y
haciendo poca presi�n pero constante me fui haciendo lugar donde no lo hab�a.
Entr� y deje el dedo dentro, otra vez la presi�n que hab�a sentido en la lengua
antes, pero ahora en otro ritmo.
Me pidi� que le metiese tambi�n un dedo en la concha. Yo hice
caso dici�ndole lo putita que era (eso le encanta).
Previo escupitajo met� otro dedo situaci�n en la que la
mantuve un rato entretenida.
Me pidi� que la penetrara.
Me negu�.
Me pidi� por favor que la enculara, que lo �nico que quer�a
en ese momento era que le rompiera el culo, que se lo perforara y siguiera as�
toda la noche.
No me pude negar.
La zamarreaba a su gusto, primero despacio y mas tarde
violentamente seg�n me ped�a entre gemidos y peque�os aullidos de placer. Le
apretaba fuerte las tetas hasta marcarle los dedos, le dol�a pero gozaba de ese
dolor.
Y all� estaba yo, rompi�ndole el culito a esa chica hermosa,
sinti�ndome volar dentro de su cuevita estrecha.
Me derram� entero.
Sal�.
El cr�ter hab�a crecido y un peque�o hilillo de sangre, casi
imperceptible ca�a de su interior mezclado con semen.
Le dije que deb� limpiarme el miembro por estar en un sitio
tan sucio tanto tiempo. Me chup� mientras segu�a toc�ndose. Acab� con la pija en
la booca, mordi�ndome y con los ojos cerrados.
Le d� un beso en la frente. Ella sonri� con la respiraci�n
agitada y los ojos todav�a cerrados.