En el anterior relato se narraba el incesto que comet� con mi
prima Ainoa cada noche en su cama. Esta es la continuaci�n de ese relato en el
que cuento el desenlace de la historia.
Al d�a siguiente me despert� tarde, pero todav�a Ainoa segu�a
durmiendo con la camisa abierta y con manchas de semen seco esparcido por sus
pechos, su cuello y su est�mago. Me qued� tumbado en la cama mientras me la
meneaba mirando las tetas desnudas de mi prima. De pronto not� que se estaba
despertando as� que par� y me hice el dormido.
Mientras miraba de reojo, vi como ella se levantaba y se
miraba toda llena de semen, se abroch� la camisa y me mir� cari�osamente, luego
cogi� unas bragas limpias y una camiseta y se fue al ba�o para asearse. Yo me
levant� en cuanto ella cerr� la puerta del ba�o, mir� por toda la casa y v� que
todo el mundo se hab�a ido a trabajar o a hacer sus obligaciones matutinas.
Encend� el ordenador del cuarto de mi prima y me puse a navegar por internet por
p�ginas de sexo para poder acabar de pajearme. Todav�a no me hab�a corrido
cuando ella sali� del cuarto de ba�o, recien duchada, con el pelo mojado y
chorreante y una toalla atada a su torso. No me dio tiempo a reaccionar y me vi�
con la polla en la mano haciendome una paja. Ella se sorprendi� y yo me qued�
quieto, paralizado. Ella muy naturalmente dijo:
-Que� cascandotela, eh! Espero que no me manches el cuarto.
Y mientras se secaba el pelo mirando a la pantalla del
ordenador.
-Por mi no te cortes. Sigue, sigue, que no me importa.
-Esque me da un poco de corte. �contest� yo, a�n con la polla
en la mano.
-Si quieres puedo ayudar a motivarte� -me dijo muy
picaronamente
Me dio la vuelta a la silla encarandome hacia ella y empez�
un sensual baile mientras aflojaba la toalla, hasta dejarla caer y quedar
desnuda. Yo continu� con la paja mientras la obsevaba y en pocos segundos
eyacul� tres chorros de semen que alcanzaron a mi prima en piernas y pies.
-Ahora tendr� que volver a ducharme. �me dijo sonriendo- �Me
acompa�as, primito?
-Bueno, si quieres�
Entramos en el ba�o, cerramos la puerta y ella fue abriendo
el agua caliente. Yo me desvest�. Ella estaba un poco inclinada hacia delante y
me mostraba su culo resping�n. Primero lo toqu� con los dedos timidamente y al
ver que ella no dec�a nada pas� a acariciarselo con las dos manos. Lo manoseaba
suavemente sintiendo su piel es las yemas de los dedos. Mi falo volvi� a
erguirse con ganas de pelea. Mientras tanto mi prima ni se inmutaba.
-Voy a hacer pis.
Levant� la tapa y se sent� en la taza. Yo me puse en
cuclillas enfrente suyo y le acarici� las piernas, luego llegu� al est�mago,
luego a su pubis y lo recorr� hasta alcanzar con el dedo el chorrito dorado que
brotaba de entre sus labios.
-Para tontorr�n, que si no, no puedo mear.
Acab� de mear y se meti� a la ducha, y con un gesto me invit�
a meterme yo tambi�n. El espacio que hab�a no era muy grande por lo que mi duro
pene chocaba y rozaba continuamente su vientre y sus nalgas lo cual me aceleraba
las pulsaciones.
Ainoa cogi� mi miembro, lo baj� hasta sus piernas y se abraz�
a mi quedando �ste prisionero de sus muslos. Sent�a sus pezones endurecidos y el
calor de su entrepierna tras ese largo abrazo, me dijo ella:
-Primito, �te importar�a limpiarme? esque hoy me siento muy
sucia y muy cochina�
-No claro que no me importa.
Acto seguido cog� un poco de jab�n y le frot� los hombros,
los brazos, y sus grandes senos con los que me par� a jugar. Los agarraba en las
manos, los juntaba, los amasaba, con los pulgares mov�a los pezones, se los
pellizcaba y retorc�a con suavidad y mientras, ella me miraba y se dejaba tocar
por mi.
Tan deliciosa situacion me estaba provocando un fuerte
orgasmo, que culmino con una escasa eyaculaci�n muy en desconcordancia con el
inmenso climax que me hizo flojear las piernas.
Estando yo todav�a ausente de la realidad, mi prima vio la
erupci�n y llev� sus manos a mi polla. La recorri� con los dedos de arriba
abajo, luego se agacho, le dio dos leng�etazos y la engull� de un golpe. Yo
notaba la presi�n y humedad de sus labios alrededor del cuerpo de mi verga. La
jalaba dandome lametones y besitos en el glande, y de vez en cuando succionaba
provocando en mi una indescriptible sensaci�n de intenso placer. La increible
operaci�n que se llavaba a cabo en mi entrepierna me daba temblores en las
piernas y pensaba que me caer�a, as� que con sumo cuidado de no interrumpir a mi
prima, me sent� en el borde de la ba�era.
Ella cada vez chupaba m�s r�pido yo gem�a mientras intentaba
contenerme la eyaculaci�n, pero en pocos minutos sent� un calambrazo que me
recorri� la espina dorsal desde abajo hasta llegarme a la nuca. Sent� como los
testiculos se me apretaban contra el culo fuertemente soltando la escasa carga
que les quedaba.
Yo derrumbado por los espasmos me qued� contemplando como
Ainoa se esmeraba chupandome la verga un par de minutos m�s dejandomela limpia
como una patena.
-Bueno primito, �qu� te ha parecido?
-Muy, muy bien. Ha sido maravilloso
-Pues ya sabes, ahora en vez de violarme por las noches,
despiertame, que ser� mas facil y mejor.