Mi profesora de gimnasia: pagando la deuda
Cap I
Las 19:10, estoy frente a la puerta de Niki, mi profesora de
gimnasia. No iba a venir, pensaba que lo de las pruebas de la violaci�n era un
farol, que las hab�a falsificado para ver si picaba, pero me arriesgaba a que
fuera verdad y, entonces, si que tendr�a problemas.
Llamo varias veces pero no me abre nadie� bien, no est�. Me
largo, encima no voy a estar esperando a esa�. �Mierda, por ah� viene! Joder, no
pod�a ser de otra forma: la t�a viene de hacer jogging, para variar.
"Hombre, pero si es mi alumno preferido" � Me dice mientras
afloja el ritmo y abre la verja de la puerta exterior de su casa. Apaga el
reproductor de MP3 y se quita los auriculares. Para qu� negarlo, est� imponente,
como siempre: Lleva el pelo recogido en una coleta, una camiseta de tirantes
arrapada al cuerpo, con unos shorts grises que tambi�n le marcan totalmente sus
curvas m�s sensuales. Unos calcetines blancos y unas zapatillas deportivas
completan su vestimenta. Est� sudando mucho, estamos en pleno mes de agosto. La
ropa tiene marcas de sudor por todas partes.
Se acerca a mi con cara de mala leche, cuando de pronto sale
la vecina de la casa de al lado a pasear al perro. Entonces le cambia la cara
radicalmente y me da dos besos como si fuera un amigo que viene a visitarla.
Evidentemente, aprovecha para restregarme la cara sudada por la m�a� �Joder, que
asco!
Abre la puerta y me invita a pasar muy amablemente. Una vez
dentro, mientras admiro la casa que tiene, cierra de golpe la puerta y pasa la
llave y el cerrojo.
"Tranquila, no me voy a escapar, no. Solamente quiero que
hablemos del tema, lleguemos a un acuerdo y nos olvidemos del asunto de una vez.
Tengo un dinero en la cuenta que guardaba para un coche nuevo y�."
"�C�llate, imb�cil! �Te crees que con eso lo voy a olvidar
todo? Pobre infeliz. "
Me quedo super cortado y aprovecho para ir hacia el comedor.
"Quieto, chaval, no te muevas del recibidor, no quiero que una basura como tu me
manche el suelo de casa. Te voy a contar un par de normas". Me quedo alucinado,
pero al mismo tiempo paralizado y esperando saber lo que quiere decirme. Mejor
no digo nada y la escucho. Parece muy mosqueada y no es cuesti�n que la t�a se
vuelva loca y me denuncie.
"Vamos a ver, la cosa es muy sencilla: Vas a hacer todo lo
que te mande, sin rechistar. Si te niegas a colaborar, llamar� a la comisar�a y
les pedir� que abran el sobre que deposit� esta ma�ana en el buz�n de denuncias.
Ah� est� tu nombre, las pruebas y dem�s datos interesantes. No creo que tarden
ni 20 minutos en venir a buscarte. �Alguna pregunta, gusano de mierda?" Le digo
que no con la cabeza. Tras una pausa sigue: "Por cierto, si no llamo en 24
horas, se abrir� el sobre igualmente, por lo que si intentas algo contra mi, vas
a estar jodido de todas formas, as� que si me obedeces quiz� quiz� tengas una
oportunidad".
Cogido por los huevos es poco para describir la situaci�n. Me
quedo parado mir�ndola, esperando sus �rdenes. Espero que esto acabe r�pido.
Dejando su reproductor MP3 sobre el recibidor, abre una puerta que hay justo al
lado. Parece la puerta de una habitaci�n aislada del resto de la casa. "Pasa" �
Me dice en�rgicamente. Entro y lo que encuentro no deber�a sorprenderme: es un
jodido gimnasio completamente equipado, con todos los aparatos necesarios para
realizar todo tipo de ejercicios f�sicos. Vamos, muchos de los gimnasios
privados de la ciudad les gustar�a tener estas instalaciones.
"Vete al vestuario y c�mbiate. Tienes la ropa que necesitas"
� Sin decir nada, voy para all�. Entro en el compartimiento y veo unas
zapatillas de deporte, unos calcetines y unos pantalones muy cortos, como de
atletismo. No hay nada m�s. Miro hacia arriba y veo una peque�a ventana de donde
entra luz de d�a, aunque queda poco para que el sol empiece a perder fuerza.
Unos barrotes impiden cualquier intento de escape. La jodida lo tiene muy bien
pensado. Me desnudo y me pongo la ropa que me ha dejado.
Salgo del vestuario y entro en la sala de fitness. Niki est�
haciendo ejercicios de estiramientos, frente a un espejo. Me quedo en medio de
la sala, con los brazos cruzados, en se�al de desaf�o, esperando su castigo.
Est� claro que me har� una clase particular de gimnasia muy dura, pero bueno,
pensaba que ser�a peor. Lo pasar� mal un rato, la t�a quedar� satisfecha y para
casa� a veces, creo que las mujeres son limitadas, se contentan con poco,
jejejeje.
"A la cinta de correr, vamos" � Me dice de golpe. Me dirijo
all�, subo encima de la cinta y espero �rdenes. De una bolsa saca un par de
esposas. Empiezo a preocuparme, porque esto no creo yo que sea un utensilio de
gimnasia. Se me acerca y me pone una esposa en cada mu�eca. Luego me esposa a
las dos barras laterales de la cinta, de forma que me obliga a sujetarme a la
barra quiera o no. No puedo manipular los mandos del aparato.
La media sonrisa que dibuja en su cara no me gusta nada. La
zorra est� disfrutando, supongo que pensando en lo que vendr�. Bueno, si quiere
jugar jugaremos, me cansar� corriendo en la cinta. Tampoco es tan grave.
Muy despacio, con movimientos suaves y contone�ndose de forma
provocativa, se dirige a la m�quina para trabajar los abductores. Est� justo
delante de la cinta de correr, como si las dos m�quinas estuvieran enfrentadas
en una lucha tit�nica, una frente a la otra. Se sienta en la m�quina. Su cuerpo
vuelve a estar ligeramente sudado, ya que en la sala no hay refrigeraci�n y sus
estiramientos han sido muy intensos.
Pone las piernas en posici�n, ajusta el peso de su aparato
(m�s a menos a la mitad de la m�xima capacidad) y se dispone a trabajar los
m�sculos de las piernas� joder, que piernas: los gemelos son perfectos, redondos
y fibrados; los muslos incre�bles, marcando la musculatura pero sin exagerar, lo
justo; los abdominales como una tableta de chocolate, bien marcados.
Antes, pero, coge del suelo una especie de mando a distancia,
como el del televisor. Clic, y la cinta de correr empieza a moverse. El cuadro
marca 2 km/h, empiezo a andar lentamente, mientras ella me mira fijamente a los
ojos. Mientras me hipnotiza con su mirada oigo m�s clics y la m�quina acelera.
Ahora ya voy al trote, un trote m�s que suave. Ella suelta el mando y empieza a
hacer oberturas de piernas. Yo la miro y mi cuerpo empieza a reaccionar. Su
pecho se hincha y deshincha al mismo ritmo que separa y junta las piernas. Se
agarra a los salientes laterales para hacer m�s fuerza. Su pecho de gran volumen
se mueve en cada esfuerzo de sus piernas. Su entrepierna se ve espl�ndida cada
vez que se separan las piernas. Sus m�sculos se tensan ante mi mirada. Yo estoy
sudando, no se si por el esfuerzo o por la panor�mica que me est� ofreciendo.
Empiezo a entender sus intenciones� me va a cansar f�sicamente mientras me pone
chachondo y yo no puedo hacer nada para evitarlo� es m�s lista de lo que
pensaba.
Cuando termina su serie de 20 repeticiones, respira
profundamente y coge de nuevo el mando, subiendo la velocidad un poco m�s. Ahora
ya voy a un ritmo bastante alto, no al sprint pero el ritmo de carrera empieza a
ser dif�cil de mantener. Me voy desplazando hacia atr�s de la cinta, pero las
esposas no me permiten separarme de ella, por lo que acelero el ritmo para
recuperar la verticalidad. Una ca�da ser�a fatal.
De nuevo hace otra serie de 20, pero aumentando el peso. As�
sucesivamente hasta que casi voy al sprint, ahora si, ya que m�s peso implica
m�s velocidad para mi. Niki se levanta y hace algunos estiramientos justo
delante de mi. Mi polla est� bien dura, y os juro que correr con una tremenda
erecci�n no es f�cil. Respiro con dificultad, el sudor me cae a chorros, pero no
puedo apartar la mirada de ella.
Sabedora de su control, se quita la camiseta completamente
empapada en sudor, quedando con un sujetador t�pico de chicas deportistas.
Seguidamente se baja el short y mi coraz�n casi me sale por la boca cuando veo
un tanga negro, con la parte delantera semitransparente, mostrando los pelos de
su co�o completamente empapados� �De sudor? Vuelve a sentarse en el aparato de
gimnasia y coloca las piernas en posici�n, pero ahora parece que se dispone a
hacer otro ejercicio. Su mano derecha se acerca a la boca con su dedo �ndice
extendido y lo empieza a chupar, provocativamente. Casi me atraganto porque se
me est� secando la boca, las piernas se me quedan atr�s pero no dejo de mirar.
Cuando lo tiene bien mojado empieza a tocarse el pez�n derecho lentamente,
haciendo que �ste crezca un poco m�s si cabe, ya que al tener el sujetador
empapado en sudor, las aureolas de sus pezones son claramente visibles.
Embobado con lo que veo, no me fijo que con la mano izquierda
vuelve a coger el mando a distancia y ahora empieza a elevar la cinta,
aumentando la pendiente y dificultando todav�a m�s la carrera. Mis piernas
empiezan a agarrotarse, pero no puedo parar, si no quiero irme a tomar por culo
y romperme las mu�ecas. Su dedo cambia de ubicaci�n y ahora juego con el tanga,
acarici�ndose la parte delantera justo a la altura del cl�toris. Por primera vez
cierra los ojos y un gemido se escapa de su boca, aunque no lo consigo o�r
porque mis propias zancadas sobre la m�quina hacen tanto ruido que es imposible
enterarse de nada.
Mientras se acaricia, el ritmo de la respiraci�n aumenta, su
cabeza cae hacia atr�s� pero la muy puta sigue d�ndole a la inclinaci�n de la
cinta y a la velocidad� va al mismo ritmo de su orgasmo.
"�No, no� Arf, arf!.... �No sigas�. Subiendo� arf, arf,!
�La�. Puta�� cinta� arf, arf! � Le digo como puedo, pero no me sale ni una frase
seguida, ya que el problema es m�o para mantener la vertical. Ella aumenta el
ritmo, su dedo ya est� dentro de sus bragas y se mueve cada vez con mayor ritmo.
Justo cuando est� a punto de llegar al orgasmo, levanta la cabeza y me mira, con
la boca abierta, sonriendo, mir�ndome fijamente a los ojos, que casi no se ven
por la inclinaci�n de la m�quina�. Quiere mirarme cuando llegue al orgasmo, es
como cuando yo me la casco mirando una peli porno, pues la t�a se pone cachonda
vi�ndome sufrir mientras corro como puedo y mi polla no me cabe en los
pantalones.
Finalmente se corre soltando un grito que, a pesar de la
cinta, oigo perfectamente, pero la muy guarra le da la m�xima potencia (incluso
creo que sin darse cuenta) a la m�quina y yo caigo totalmente desmayado sobre la
cinta, con las piernas estiradas mientras me va rozando por todo el cuerpo�
especialmente por la parte m�s sensible e hinchada, que va rozando con la goma a
una velocidad incre�ble y el da�o se hace insoportable. Grito y pido clemencia
pero no me oye, o no me quiere o�r. Sin disminuir la inclinaci�n la cinta va
perdiendo velocidad hasta que se para. Mirando hacia el lado (mi cabeza est� a
una altura considerable del suelo, debido a la inclinaci�n de la cinta) veo en
primer plano el tanga completamente empapado, unas piernas que marcan unos
b�ceps incre�bles, brillantes por el sudor, unas abdominales envidiables,
cuadradas, y unos pechos que todav�a se hinchan y deshinchan recuperando el
aliento. Fuerzo la mirada un poco m�s arriba y la veo a ella, sudada, ri�ndose
en mi cara, disfrutando de su victoria. Mis brazos colgando de las esposas que
est�n en las barras, mi cuerpo totalmente extenuado, respirando como puedo, con
ese pito que sale de la garganta cuando tragas aire y casi te ahogas� Para m�s
cachondeo, acerca el dedo con el que se ha masturbado y me lo pasa por la cara,
especialmente por debajo de la nariz, de forma que la mezcla de sudor y de flujo
vaginal de su co�o queda impregnado en mis fosas nasales y lo respiro sin poder
hacer nada para evitarlo.
"Me voy a duchar, cerdo. No pienses que esto a terminado, no
ha hecho m�s que empezar. Voy a ducharme para relajarme de este entrem�s del que
he disfrutado, pero tranquilo que lo que viene ser� m�s divertido".
Alcanzo a ver como se desabrocha las zapatillas, se las quita
y se despoja tambi�n de sus calcetines, todo esto de espaldas a mi. Tambi�n se
quita el sujetador y el tanga. Coge toda la ropa y la amontona sobre un banco de
deporte� no parece que tenga intenci�n de dejarla en el cubo de la ropa sucia.
Moviendo las caderas de forma escandalosa, sabiendo que a pesar de mi estado
f�sico completamente derrotado la estoy mirando, se dirige al vestuario para
ducharse. Cuando la pierdo de vista dejo caer mi cabeza rendido, estoy muy
mareado por el esfuerzo y empiezo a perder la conciencia, mientras respiro sus
m�s profundos e �ntimos olores. Por primera vez en toda la tarde, tengo miedo,
mucho miedo de esta loca. Todo se oscurece� me duermo� quiz� cuando despierte,
todo habr� sido un sue�o... pero mi constante erecci�n me recuerda que quiz� sea
un mal sue�o.