Os voy a contar lo que me sucedi� hace dos a�os con una
mujer.
Yo tengo ahora 25 a�os, soy casta�a de pelo largo, 1�68 m de
estatura y delgada.
Hac�a bastantes meses que me hab�a fijado en una vecina de mi
barrio que era doctora y ten�a un consultorio cerca de casa. Se dedicaba a la
medicina general y el consultorio era b�sicamente de sanidad privada. Ella era
alta, morena de pelo y ojos negros, una mujer bastante atractiva de unos 35
a�os.
Una tarde de s�bado en invierno, me encontraba sola en mi
casa. Y me sent� un poco mal: dolor de cabeza, n�useas..Mis padres estaban fuera
y no quise llamarles para no darles preocupaci�n. Decid� entonces bajar al
consultorio de la doctora, aunque al principio me daba un poco de verg�enza
pero, mi dolor de cabeza segu�a y tom� camino para all�.
Me abri� la puerta una enfermera bajita de estatura, de unos
40 a�os, rubia-casta�a de pelo corto. Me sorprendi� porque no la conoc�a de
vista. Me tom� los datos: nombre, direcci�n,� y los s�ntomas de mi estado
febril, y me hizo pasar a la sala de espera.
Afortunadamente encontr� la sala de espera vac�a, lo cual
supon�a que no iba a esperar mucho tiempo.
Al rato, mientras le�a una revista o� c�mo la doctora
desped�a a su paciente, y en un minuto entr� la enfermera para decirme que pod�a
pasar a la consulta.
Entr� en la sala y la enfermera se fue y cerr� la puerta.
All� estaba ella, la doctora, que me recibi� con una sonrisa, iba con la t�pica
bata blanca.
Hola!, mi nombre es Ana, - dijo mientras me daba un
apretuj�n de manos- es la primera vez que vienes �no?. Te llamas�-mirando la
ficha que le hab�a dado la enfermera- �Elena.
S� �respond� un poco aturdida y avergonzada- me llamo
Elena, yo es que tengo otro m�dico pero al ser fin de semana y adem�s vivir
cerca, pues he venido aqu�.
Bien, no te preocupes Elena, aqu� estamos para eso.
Si�ntate y hablamos. �qu� te ocurre?
Bueno, me duele bastante la cabeza desde hace unas horas,
he vomitado y tengo n�useas, es como si estuviera bastante mareada. Adem�s
llevo arrastrando un poco de catarro desde hace unos d�as.
Bien, -leyendo la ficha- tienes 25 a�os �verdad?. �Tienes
alg�n antecedente familiar con dolor de cabeza cr�nico?
�mmmm�.creo que no �respond�-.
�Has comido algo en mal estado?
Bueno, ayer cen� mucho y quiz� me cay� pesado en el
est�mago. S�lo he vomitado esta ma�ana y desde entonces no tengo nada de
hambre y me da vueltas el est�mago.
Bien, eso es normal, no debes comer nada mientras no
tengas hambre, el est�mago te dir� cu�ndo necesita comer. �.Ahora si te
parece pasa a la camilla y afl�jate un poquito la ropa.
La habitaci�n era peque�a y alargada. Al lado de la mesa del
despacho hab�a una peque�a camilla con una s�bana blanca pegada a una pared y un
flexo de luz que sal�a de la misma pared.
Me levant� de la silla y me desabroch� el pantal�n vaquero, a
la vez que tambi�n me desabroch� la blusa.
Ana, la doctora, se levant� de la silla cuando acab� de hacer
unas anotaciones, y se dirigi� hacia m�. Me empec� a poner un poco nerviosa y no
quer�a que ella lo notara.
A ver�-dijo mientras acercaba una mesita con instrumentos
m�dicos a la camilla- qu�tate la blusa y si�ntate en la camilla.
Me sent� en la camilla con el pantal�n desabrochado y la
cremallera bajada, y sin la blusa, s�lo llevaba el sujetador de algod�n blanco
no muy escotado.
Ana, de pie, cogi� una barrita de metal: "abre la boquita",
me dijo y procedi� a mirarme la boca.
Despu�s con una linterna peque�a me mir� los ojos mientras
con las dos yemas de los dedos me abr�a cada ojo muy suavemente. Yo estaba un
poco excitada, ahora que la ten�a tan cerca me parec�a a�n m�s atractiva y
dulce, todo un diez de mujer. Me alegr� de llevar la ropa puesta (pantal�n y
braguitas) porque as� ella no notaba que me estaba poniendo un poco h�meda.
Acto seguido cogi� un aparatito y me mir� los oidos
cogi�ndome cada oreja con mucha suavidad e introduci�ndome en ellas un aparatito
que produc�a un peque�o cosquilleo. Esto me acab� de poner ya casi a cien ,
pod�a sentir un poco su aliento mientras me miraba los oidos. Por un momento me
arrepent� de esa situaci�n, pero en el fondo, me gustaba.
Despu�s tom� el fonendoscopio que llevaba colgando del cuello
y se lo puso en las orejas, empez� a auscultarme en la espalda.
Respira profundo Elena -me dijo mientras conectaba el
fonendoscopio en un punto de mi espalda, y se pon�a bastante concentrada en
mi respiraci�n-.
Sent� el fonendoscopio muy fr�o y eso me puso un poco la
carne de gallina y mis pechos lo notaron. Ana se paraba en cada punto de mi
espalda al ritmo de una respiraci�n que intentaba hacer lo m�s profunda posible
y que me pon�a a cien.
Seguidamente, me puso el fonendoscopio en un pecho, en la
parte superior que no estaba tapada por el sujetador. Poco a poco , acompasado
con mi respiraci�n (que ya no era profunda), fue introduciendo el fonendoscopio
en el sujetador hasta colocarlo encima del pez�n (que estaba bastante duro).
�Te importa quitarte el sost�n? �me dijo- ser� m�s c�modo
para auscultar el coraz�n.
(el coraz�n!, pens�, ya lo ten�a a mil revoluciones latiendo)
No, que va �dije con la voz un poco entrecortada del
�xtasis-
Ella quit� por un momento el fonendoscopio y yo me
desabroch� el sujetador y me lo quit�. Ella lo cogi� y lo puso justo en la
silla del pie de la camilla en donde ten�a yo la blusa. Mis pechos ya
revelaron un poco mi excitaci�n, mis pezones parec�an botones turgentes
mirando al techo, s�lo esperaba que ella no notara nada aunque creo que s�
not� algo pero no dijo nada.
Ana continu� auscultando mis pechos por espacio de unos cinco
minutos,. All� estaba yo, excitada, y ella concentrada en mi respiraci�n. Ya no
sent�a el fonendoscopio fr�o sino que sent�a una calor de excitaci�n�.
Seguidamente, se quit� el fonendoscopio.
Bueno, Elena, tu respiraci�n es normal, s�lo noto algunas
arritmias en el coraz�n que te conviene controlar regularmente mir�ndote la
tensi�n arterial. Vamos a ver esa mala digesti�n que tuviste, t�mbate en la
camilla.
Me recost� boca arriba y sent� en mi espalda el fr�o de la
s�bana que cubr�a la camilla.
Ana me acab� de abrir el pantal�n y lo baj� a la altura de
los muslos, baj� tambi�n un poco mis braguitas. Me tom� los brazos y me los puso
hacia atr�s indic�ndome que pod�a poner las manos en mi nuca si as� me era m�s
c�modo.
Desde esa posici�n pod�a adivinar un poco sus pechos de los
cuales se le ve�a un poco el escote por la abertura de la bata. Eso me excit�
a�n m�s.
Seguidamente coloc� sus manos en mi vientre y me apret� el
est�mago suavemente d�ndome peque�os pellizcos.
Tranquila, -dijo- es un masaje abdominal para notar
alguna irregularidad instestinal.
�tranquila?, yo pod�a estar de todas las maneras posibles
menos tranquila. Tumbada en la camilla con los pechos descubiertos, y Ana con
sus manos largas y suaves masaje�ndome el vientre �qui�n puede estar tranquila?,
not� c�mo me iba humedeciendo.
Con las manos lleg� hasta mis axilas y les dio dos peque�os
pellizcos. Seguidamente, con los dedos �ndice y coraz�n de cada una de sus manos
me explor� los pechos para ver si notaba alg�n peque�o bulto. No pensaba yo que
una mujer toc�ndome los pechos me pod�a poner tan a cien..
Despu�s del �xtasis de la camilla pensaba que ya me mandar�a
vestir, pero la cosa no acab� as�.
Bien Elena, creo que tienes una gastroenteritis leve.
Ahora lev�ntate y qu�tate el pantal�n para que te pese y te tome la medida.
Me quit� el pantal�n y me qued� s�lo en braguitas.
Me pes� en la balanza que ten�a cerca de la camilla y
seguidamente me puso de espaldas pegada a la pared en una barra de metal para
tomar la estatura.
As�, ponte recta � dijo mientras colocaba mis brazos
pegados al cuerpo y rozaba mis muslos.
Tom� mi peso y mi estatura y los apunt� en la ficha que ten�a
justo al lado en la mesa del despacho.
Muy bien, ahora ponte as�, de espaldas a m�, recta.
Pas� los dedos �ndice y coraz�n de su mano derecha por mi
columna vertebral mientras apoyaba su mano izquierda extendida justo debajo de
mi cuello y encima de mis pechos.
En esta ola de excitaci�n me acab� de mojar. Y m�s cuando al
acabar baj� un poco mis braguitas dejando ver un poquito hasta casi la mitad de
mi culo.
Bien Elena, ahora incl�nate hacia abajo como si quisieras
tocarte los pies con las puntas de los dedos de las manos.
Pas� de nuevo los dedos por mi columna y esta vez se paraba
lentamente en cada v�rtebra mientras punzaba un poco en cada una.
Cuando lleg� al final de la columna, su dedo t�midamente se
introdujo un poco al comienzo de la rajita del culo, cosa que me estremeci�.
Vale, ahora lev�ntate de nuevo,� muy bien coraz�n� ya
acabamos,, t�mbate en la camilla que te tomo la tensi�n.
Vaya!, pens� , ahora tumbada seguro q me ve las braguitas
mojadas, pero,� bueno., no me puedo negar.
Me tumb� en la camilla boca arriba y Ana me puso el brazalete
de la tensi�n mientras tomaba la frecuencia card�aca puso el fonendoscopio justo
encima del pez�n del pecho del coraz�n.
Despu�s de quitarme el brazalete, me tom� las dos piernas y
me las subi� formando un �ngulo recto, despu�s las abri� en tijera y yo temblaba
q no me viera la parte de la vagina mojada. Mientras me sosten�a las piernas en
tijera iba bajando con las manos por las piernas punzando en cada m�sculo de las
mismas.
Adivin� con su mirada entonces, la parte mojada de mis
braguitas. Entonces dijo siempre en broma y dulcemente.
Vaya!, �qu� ha pasado ah� abajo? No me digas que te has
puesto nerviosa en el reconocimiento, si han sido cosas rutinarias que se
hacen con todos los pacientes mujer. (un poco sorprendida pero riendo a la
vez)
Lo siento Ana,,, - dije un poco nerviosa por la pillada-
es que no he podido evitarlo, me he excitado un poquito.
Bueno, tranquila , no pasa nada, te he visto un poco
nerviosilla. Esto a veces viene un poco bien para descargarte de tensiones.
�sabes? Voy a acabar de rellenar tu ficha de reconocimento para si tienes
que volver de nuevo y te miro la parte ginecol�gica.
Bueno,(dije sorprendida, asustada pero con ganas a la
vez), pero no s� si eso me va a poner peor de nerviosa.
No te preocupes , eso te acaba de descargar.
Acto seguido me baj� las braguitas y me las quit�. Pens� que
lo mejor era dejarme llevar. Me abri� las piernas y con dos dedos de cada mano
me abri� los labios de la vagina y me introdujo un metal peque�ito que tomaba la
temperatura.
Yo estaba tumbada y creo que emanaba l�quido de excitaci�n
por litros..
Despu�s me volte� y despu�s de un r�pido masaje en el culito
me abri� las nalgas dulcemente y me introdujo tambi�n un peque�o term�metro fr�o
para tomar la temperatura anal.
Finalmente, despu�s del chequeo me puso de pie en el suelo y
de perfil a ella, me puso una mano en la espalda y con la otra plana en la
vagina me introdujo un dedito en el co�o, cosa q me puso a mil por hora, y me
dio un beso debajo de la oreja.
Muy bien, mi amor, ya puedes vestirte. Ahora te doy una
receta para tomar estos d�as unas gotitas y vuelves a visitarme la semana
pr�xima si te parece.
Lo dijo todo muy tranquila, yo pens� que era lesbiana, pero
tan guapa!.
Desde ese d�a s�lo pens� el d�a de la vuelta que fue
estupendo.