VIOLACI�N DE MADRE E HIJO
La historia que voy a contar me sucedi� a los 13 a�os. Yo era
un chaval bastante guapo, rubio, de ojos azules, pelo cortito, delgado, con un
culo que encantaba a todas las chicas de mi clase. Todo eso era normal ya que
hab�a heredado el buen f�sico de mi madre. A sus 38 a�os era una mujer que
volver�a loco a cualquiera, joven o adulto. Mis amigos y compa�eros de clase no
paraban de hacer bromas con lo buena que estaba mi madre, lo que le har�an si
tuvieran unos a�o mas, tambi�n la gente que se cruzaba por la calle se la
quedaba siempre mirando, y era la obsesi�n de los obreros de toda la ciudad. Mis
padres se separaron cuando yo era peque�o, as� que yo viv�a solo con mi madre.
Un d�a, volviendo a casa del colegio, not� que un grupo de 5
hombres de entre 25 y 40 a�os me segu�an. Apret� el pas� y consegu� llegar a
casa, pero no librarme de ellos, que me segu�an de cerca. Al llegar a la puerta,
mientras sacaba las llaves nervioso, uno de los 5 se acerc� a m� y me pregunt�
si estaba mi madre en casa. Yo le respond� que no, que seguramente estar�a
trabajando, lo cual era mentira, ya que mi madre solo trabajaba los fines de
semana. �l me dijo que me acompa�ar�an para comprobarlo, as� que yo ya me tem�
lo que iba a pasar a partir de ah�. Entr� a casa con los 5 sigui�ndome, y mi
madre sali� a recibirme, pero se qued� sorprendida cuando vio a los hombres que
me acompa�aban.
Uno de ellos sac� una navaja, y otro una pistola. Mi madre
les dijo que no nos hicieran nada, que les dar�a todo lo que ten�amos, pero
ellos me empujaron fuertemente y ca� encima del sof�. Le dijeron a mi madre que
no nos har�an da�o si ella colaboraba, y otro de ellos me dijo a m� que no se me
ocurriera moverme de ese sof� o me clavar�an la navaja. Yo estaba llorando, muy
asustado y nervioso, y mi madre tambi�n. Mientras segu�an apunt�ndonos con las
armas, el resto se acercaron a mi madre y empezaron a tocarle las tetas y el
culo. Uno de ellos la llev� hasta la mesa del sal�n, la tir� all�, le arranc� la
camiseta que llevaba de estar por casa y despu�s le arranc� el sujetador. Ella
grit�, pero enseguida se call� cuando le pegaron una bofetada que la dej� helada
de miedo, y a m� tambi�n.
Le pusieron la navaja en el cuello y la cogieron del pelo,
oblig�ndole a echar la cabeza hacia atr�s por el otro lado de la mesa mientras
uno de ellos, gordo y con pinta de sucio se bajaba los pantalones y le met�a la
polla a mi madre en la boca de un golpe. En la cara de mi madre pude ver las
arcadas que le provoc� aquello, aunque con ese pedazo de carne en la boca
presionando para entrar hasta la garganta no pudo gritar. Mientras, otros la
sujetaban por los brazos, y otros dos estaban raj�ndole la falda y quit�ndole
las bragas. Uno que no aparentaba m�s de 25 a�os se sac� la polla por el hueco
de la bragueta y se la meti� a mi madre por el co�o de un solo golpe y sin
lubricar, sus ojos vieron las estrellas, todo su cuerpo se estremeci�, y el
gordo le follaba la boca meti�ndole la polla hasta la garganta en cada nueva
embestida. Ella gem�a de dolor y miedo, y ellos jadeaban y se re�an,
felicit�ndose por estar foll�ndose a semejante t�a.
El gordo se corri�, su semen se escapaba por la comisura de
los labios de mi madre y ella, incapaz de tragar todo lo que aquel b�rbaro hab�a
soltado, en cuanto se la sacaron de la boca tosi� y escupi� todo aquello como
jam�s he o�do toser a nadie. Un hombre de unos 35 le dijo que era una puta, que
se lo ten�a que tragar todo y no tirar nada, y empez� a darle fuertes bofetadas
en se�al de castigo. Eran tantas y tan fuertes, que en una de ellas mi madre
perdi� el conocimiento. Yo me asust� mucho, pensando en que podr�an haberla
matado, pero enseguida el que le estaba follando el co�o le tom� el pulso
mientras un silencio sepulcral invad�a la casa y al comprobar que estaba bien le
empez� a gritar al otro dici�ndole por qu� hab�a tenido que pegarle tan fuerte.
Ahora ella se hab�a desmayado, y as� no ten�a ni la mitad de gracia.
El chico se la sac� a mi madre, pero otro de ellos ocup� su
puesto y se la meti� por el co�o, para empezar a foll�rsela. A los 2 o 3 minutos
la sac�, y dijo que as� no ten�a gracia, que no le excitaba follarse a una t�a
desmayada. Yo les miraba con los ojos llorosos, deseando que se largaran cuanto
antes ahora que ya no les hac�a gracia mi madre. Pero nada m�s lejos de la
realidad. Uno de ellos que todav�a no hab�a hecho m�s que sujetarla se la empez�
a follar diciendo que a �l le daba igual que estuviera desmayada, pero uno de
los otros se acerc� hacia m� con la navaja en las mano. Yo no pod�a apartar la
vista de aquella arma. Les dijo a los dem�s que yo no era mi madre, pero que
mientras se despertaba jugar�a un rato conmigo.
A mi se me cay� el mundo encima. Se sent� a mi lado en el
sof�, se sac� la polla, del pantal�n y me puso la navaja en el cuello. Me
pregunt� si alguna vez hab�a chupado una polla, a lo cual yo respond� que no. Me
pregunt� si hab�a visto alguna vez hacerlo en las pel�culas. Yo le respond� que
s� y el me baj� de un empuj�n fuerte la cabeza hasta su entrepierna, se cogi� la
polla con la mano y busc� mi boca. Yo la ten�a cerrada, pero me agarr� del pelo
haci�ndome tanto da�o que la abr� por miedo a lo pudiera pasarme y aprovech�
para met�rmela toda. Ten�a un sabor horrible, pero apenas me dio tiempo a
reparar en ello cuando empez� a mover mi cabeza arriba y abajo a una velocidad
tremenda estir�ndome del pelo.
Los dem�s hab�an empezado a re�rse de la escena,
pregunt�ndole si yo lo estaba haciendo bien. El t�o jadeaba y les dec�a a los
otros que yo la chupaba mejor que la zorra de mi madre, que se animaran a
probar. Otro de ellos se puso delante de m� y se baj� los pantalones, me agarr�
la cabeza y sac�ndome la polla del otro de la boca me oblig� a tragarme la suya,
enseguida al lado de �ste se puso otro con la polla fuera y llev� mi cabeza
hasta su miembro. Me pasaban de una polla a otra, ri�ndose de m�. Uno de ellos
me hizo levantarme del sof� y me empujaron hasta la mesa donde a�n quedaba uno
foll�ndose a mi madre. Me pusieron de espaldas y me obligaron a agacharme,
dejando mi culo a su disposici�n, mientras uno de ellos me manten�a con el
cuerpo pegado a la mesa, los otros miraban mi culo dec�an que era tan bueno como
el de mi madre. Yo ya sab�a lo que me esperaba, y solo me quedaba rezar por
desmayarme cuanto antes.
Mientras uno me sujetaba los brazos y otro manten�a mi cuerpo
en esa posici�n, los otros me bajaron los pantalones hasta abajo y me pegaron
unos cuantos cachetes en el culo mientras se re�an. Despu�s me bajaron los
calzoncillos. Me tuvieron un rato en esa postura solo mir�ndome y ri�ndose, me
sent� muy humillado, hasta que uno me puso la polla a la entrada del culo y les
dijo a los otros que era el momento de estrenar un culo. Empez� a met�rmela, su
intenci�n era meterla de un golpe, como siempre, pero fue completamente
imposible, porque mi culo estaba completamente cerrado, as� que en el primer
empuj�n se qued� a medias. Yo sent� que un rayo de dolor me atravesaba, que
aquella polla me part�a en dos, y grit� como un loco.
El segundo empuj�n fue a�n peor, me estremec� de tal forma
que los que me sujetaban tuvieron que emplearse para mantenerme ah�. La polla
a�n no hab�a entrado, y vino un tercer y largo empuj�n, acompa�ado de mis gritos
hist�ricos y sus risas. Sent� que sus test�culos peludos me golpeaban el culo, y
supe que la ten�a todo dentro. Sin darme tiempo a recuperarme empez� a follarme
y yo sent� que por fin me iba a desmayar, pero el que me follaba me cogi� del
pelo, levant�ndome la cabeza haci�ndome recuperar la fortaleza. Con la cabeza
as� de levantada, enseguida pensaron que podr�an meterme una polla en la boca
sin problemas, as� que uno me la meti� hasta la garganta y empez� a follarme la
boca. Estuvieron as� un rato, el de mi culo se corri� dentro de m�, sent� mi
cuerpo inundarse de un l�quido caliente. Me la sac�, mi culo ard�a de dolor y el
semen chorreaba por mi pierna. El gordo que antes se la met�a a mi madre por la
boca ocup� el puesto del otro y me la hinc� en el culo ahora s�, de un golpe. El
de mi boca se corri� poco despu�s, y al sac�rmela me oblig� a cerrar la boca y
trag�rmelo todo. Otro vino a ocupar su puesto.
Todos ellos pasaron por mi boca y por mi culo. El que estaba
con mi madre se corri� dentro de ella y cuando se recuper� me la meti� tambi�n a
m�. Me cambiaron varias veces de postura, boca arriba con las piernas abiertas,
montado encima de uno que estaba tumbado en el suelo mientras se la com�a a
otros que estaba de pi� al lado, todo lo que se les pas� por la imaginaci�n. Mi
madre se despert�, y ellos prefirieron seguir conmigo, le apuntaron con la
pistola y la obligaron a mirar lo que le hac�an a su hijo. Ella lloraba
desconsolada. Llegaron a intentar meterme dos pollas por el culo, pero no
pudieron, grit� tanto y tal cara deb� poner que uno de ellos les dijo a los que
lo intentaban que pararan o me desgarrar�an el culo. Se corrieron por todo mi
cuerpo, me sent�a pegajoso y ba�ado en semen. Cuando ya no pod�an m�s obligaron
a mi madre a chup�rmela hasta que yo me corriera. Yo estaba tumbado en el suelo,
con la leche saliendo a�n de mi culo, corriendo por mi pierna, con la cara y la
boca llenas a�n de semen.
Mi madre, con la pistola en la cabeza se agach� y empez� a
mam�rmela. Por primera vez aquel d�a sent� algo parecido a un poco de placer.
Finalmente me corr� en su boca, ella se lo trag� todo y ellos se largaron,
diciendo que lo hab�an pasado muy bien conmigo, que nos volver�amos a ver, y que
si denunci�bamos nos matar�an. Mi madre y yo, cuando nos quedamos solos nos
abrazamos y juramos no volver a hablar de aquello entre nosotros y tampoco jam�s
con nadie. Unos meses despu�s tuve otro encuentro con dos de ellos en una
fiesta. Me obligaron a mam�rsela y me follaron en los lavabos, pero ya no fue ni
doloroso ni traum�tico, de hecho hubo momentos de aquella segunda vez en los que
disfrut�. Nunca m�s los volv� a ver.
Hoy tengo 17 a�os, soy gay, pasivo y me encanta hacerlo con
varias personas, aunque aquella experiencia no fue nada buena.