Relato: Calenturas con mi suegra (II) Soy Ricardo otra vez , vuelvo a contarles otra historia caliente de las
muchas que me han pasado. Despu�s de casado, al poco tiempo de habitar un
departamentito con mi mujer, los dos trabaj�bamos todo el d�a y cuando
lleg�bamos en la noche todo estaba desordenado y sucio, por lo que optamos por
contratar una persona que nos hiciera el aseo y ordenara, mi se�ora Fernanda se
consigui� con una amiga a Amanda una mujer de unos 35 a�os sin mayores atributos
f�sicos, pero muy simp�tica y agradable, hablaba hasta por los codos y muy
en�rgica y r�pida para hacer las tareas de la casa,
trabajar�a de lunes a s�bado hasta que se desocupara que pod�a ser medio d�a
o m�s seg�n lo que tuviera que hacer en el Dpto.
Los s�bados mi mujer sal�a muy temprano y me quedaba solo, a eso de las nueve
y media, llegaba Amanda y luego de tomar un t�, realizaba sus labores hasta mas
o menos las 2 de la tarde, luego de un par de semanas la comenc� a mirar con
ojos m�s cr�ticos para analizarla, primero le mir� el culo que es lo que m�s me
importa, se ve�a de lo m�s normal no muy pronunciado pero redondo y paradito
cuando se agachaba se le ve�a muy bien, pens� en mi suegra con su tremendo poto
y me puse caliente, pero segu� analiz�ndola, las tetas eran chicas no pude
imagin�rmelas bien pues siempre andaba con poleras o blusas muy amplias, su
aspecto general era de una mujer muy limpia y preocupada de su cuerpo, me cont�
que sal�a por las ma�anas a trotar para mantenerse en forma, se notaba
apretadita sin excesos de grasa, su cara no era de las m�s bonitas pero
aceptable. Bien, me pregunt� que podr�a hacer con ella, luego de pensar un rato
decid� que lo primero era que me viera en pelotas y con la pichula bien parada,
como es t�n acelerada para hacer las cosas me imaginaba que si me ve�a en esas
la iba a dejar paralizada y con los ojos abiertos. Un s�bado, que era el �nico
d�a que estaba en casa con ella, me levant� y fui a la cocina a buscar un caf�,
ella estaba lavando la losa de la noche anterior donde compartimos con amigos
hasta altas horas y estaba con una gran resaca por la gran cantidad de licor que
hab�amos tomado, me dol�a la cabeza, le ped� un caf� y aspirinas y que me lo
llevara a la pieza pues me iba a duchar, el ba�o est� frente a mi cama y decid�
que era el momento de que conociera al compa�ero que llevo colgando, me saqu� el
pijama y sin cerrar la puerta me puse frente al espejo, me lav� la cara y la
pichula para que despertara de la resaca, se me par� de inmediato pues sab�a que
se la mostrar�a a Amanda y eso me calent�, pas� un momento y entra al
dormitorio, Don Ricardo me dice, donde le dejo el caf�?, en el velador por favor
y pasa frente al ba�o y yo me hago como que me estoy peinando para disimular, al
instante me vi� en pelotas, y aqu� viene lo bueno sin inmutarse se para frente a
la puerta y me pregunta, quiere algo m�s, lo veo muy tenso, mir�ndome
descaradamente la pichula, si quiere le doy un masaje para relajarlo, con toda
naturalidad le acepto y me acuesto en la cama con el garrote a la vista, no me
dice primero tiene que darse vuelta, partimos por la espalda, me dio un
exquisito masaje pasando por el cuello, los cachetes del poto, las piernas y los
pies, ya me dijo ahora al otro lado y me doy vueltas con la verga a punto de
reventar, la mira detenidamente y comienza a masajearme primero los pies, las
pierna y sin acercarse a la pichula pasa al pecho, yo segu�a con el palo duro,
le puedo hacer el masaje tailandes tambien me dijo, cual es ese pregunt�
ignorante, espere un poco ya vuelvo, pasaron como cinco minutos, ya pensaba en
correrme una paja, cuando aparece en pelotas y con un mantel pl�stico que
ten�amos, venga al living me dijo, me par� como un resorte y la segu�, le v� su
cuerpo desnudo perfecto, su potito redondo, sus tetas chicas pero muy
apetecibles y lo que m�s me llam� la atenci�n era su concha depilada
completamente,
casi acabo en ese mismo instante, ella extiende el mantel en el suelo y al
agacharse le veo toda la concha pelada y el hoyo del culo, casi me caigo de la
impresi�n, venga me dice acu�stese, tra�a adem�s una jarra grande y me esparce
el l�quido por todo el cuerpo, luego ella se moja toda y se tira encima de m�,
comienza a frotarse por todo mi cuerpo, siento sus tetas y su zorra por todos
lados, el l�quido jabonoso permite que la frotaci�n sea muy agradable, en ese
momento mi verga ya no resist�a y la calentura era m�xima, estuvimos como media
hora frot�ndonos, la pichula entraba en su concha, en el culo y sal�a con la
misma rapidez, era tanta la facilidad que no me daba ni cuenta si estaba en
alguno de sus hoyos pelados, le corr� mano hasta que me cans� y ella experta en
la materia, cuando vio que no me quedaba aliento, tomo mi herramienta con las
manos muy suavemente lo movi� un poco y se lo meti� en la boca y me dio una
chupada mundial hasta que la llen� de semen, nunca en mi vida hab�a visto salir
tanto moco de la pichula, no terminaba de acabar, fue la mejor acabada en mucho
tiempo. Despu�s conversando, me cont� que trabaj� en un local de masajes y que
sab�a varios m�s que gustosa me los har�a cuando yo quisiera. Desde ese d�a cada
s�bado que ven�a lo esperaba con ansias, y me reservaba para poder darle la
mayor cantidad de semen que ella com�a fascinada. M�s adelante les contar� de
los masajes, pascuense, japones, turco y otros, cual m�s caliente,
Continuar�,
Si quieren escribirme, h�ganlo al email
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO, cuentenme si se saben alg�n masaje que no
conozco.
Por favor vota el relato. Su autor estara encantado de recibir tu voto .
Número de votos: 0
Media de votos: 0
Si te gusta la web pulsa +1 y me gusta
Relato: Calenturas con mi suegra (II)
Leida: 968veces
Tiempo de lectura: 3minuto/s
|