Relato: Una t�a muy caliente (2)
Una t�a muy caliente (2)
Como recordaran mi relato anterior, Laura la t�a de Germ�n se
hab�a subido a un tax�metro y se encontr� con que el conductor del mismo era un
antiguo compa�ero de aventuras, esto es lo que sucedi� a continuaci�n.
Mientras el tax�metro iba rumbo a la casa de la t�a
de Germ�n, el taxista que ya para esa altura de los
acontecimientos estaba bastante entusiasmado con el encuentro que acababa de
tener con la esposa de su amigo, retomo nuevamente la conversaci�n
dici�ndole:
�C�mo te va Laurita... hace mucho que vos y yo no
nos vemos no?
�Si la verdad es que hace bastante tiempo no?
�Como anda mi amigo Florencio?
Mi esposo bien trabajando como siempre.
La charla entre ambos continuo a lo largo de todo el
trayecto, la intenci�n del taxista era la de darle conversaci�n para que
Laura se distrajese y poder apoyarle su mano sobre la pierna,
repentinamente ella sintio la calides de la mano del amigo de su
esposo sobre su rodilla izquierda y su cuerpo se estremecio de pies a
cabeza. Poco a poco el taxista le fue deslizando su mano debajo de la
falda y mediante suaves movimientos fue levantandosela hasta dejar completamente
al desnudo su muslo, Laura no opuso la m�s minima resistencia ante
inesperado accionar del amigo de su esposo Florencio. El
taxista tomo su no oposici�n como un "podes continuar" y le acaricio
la la pierna mientras continuaba alzandole la falda, en un determinado momento
logro alcanzar a verle de reojo la seductora bombacha de encaje blanco que
vestia la esposa de su amigo. Rub�n noto como a Laura
se le introducia la braga dentro de la apetecible raja de su concha; entre ella
y el taxista hab�a existido tiempo atr�s un apasionado romance, Rub�n
se habia levantado a la esposa de su amigo (levantarse a una
mujer en mi pais argentina significa convencerla para tener relaciones sexuales
con ella) en la casa de su madre; lo hicieron durante varios meses el
taxista se encamo con Laura en cuanta oportunidad tuvo.
Rub�n continuaba manoseando a la esposa de su
amigo y ella se iba calentando cada vez m�s a medida que sus dedos se
aproximaban al area sensitiva de su sexo, repentinamente Laura giro la
cabeza en direccion a Rub�n y mirandolo fijamente a los ojos con una
sonrisa dibujada en su boca le dijo:
Mira de que forma nos venimos a reencontrar
nosotros dos.
�Viste las vueltas que tiene la vida Lauri?
Si justamente me hiciste pensar en ese detalle.
�Que andas haciendo s�lita en la calle a altas
horas de la noche?
�Acaso tu marido no te cuida como deberia?
Nooo... no es lo que esta pensando tu degenerada
mente.
Lo que pasa es que vine a visitar a mi madre y me
invito a cenar� me lo pidio con tanta insistencia que no tuve m�s
remedio que aceptar la invitaci�n, despu�s de comer nos pusimos a
charlar y cuando quise acordar... Ufff era recontra tarde y no me
quedo m�s remedio que llamar un taxi y aqu� me tenes, me vengo a
encontrar justo con vos.
As� es querida, llamaste un taxi para irte y el
destino quiso que justo te enganchara yo� �mira que suerte que tengo!
Ya lo creo que sos un tipo con suerte� la verdad no
pod�as haber elegido un d�a mejor para encontrarte conmigo.
�Por queme dec�s eso Laurita?
Mira hoy a la tarde me quede muy caliente caliente
con el mayor de mis sobrinos� resulta que entre a lo de mi vieja
(vieja se les dice cari�osamente a las madres) y me encuentro de
espaldas a mi sobrino Germ�n, con la verga colgando por la entrepierna
de su pantal�n corto.
En ese momento descubri que el pendejo (pendejos se
les dice a los adolescentes) tenia una verga hermosa... vos sabes muy
bien Rub�ncito que cuando yo me caliento no paro hasta poder sacarme
la calentura de encima.
Y por lo que veo no te la pudiste sacar durante
toda la noche y justo pedis un taxi y me venis a enganchar a m�.
Viste Rub�n pido un taxi para irme sola a mi casa
sumamente caliente y te vengo a encontrar a vos.
Bueno Laurita si todav�a te queres sacar la
calentura� yo estoy dispuesto a darte una manito.
Gracias Rub�ncito... sos un amor vos siempre tan
servicial.
�Bueno negrita para donde queres que nos
encaminemos?
Ll�vame a mi casa y una vez que estemos halla�
vemos si podemos inventar algo imaginativo, a lo mejor si entramos sin
hacer ruido nos podemos ir para la terraza como ya hemos hecho otras
veces y nos sacamos las ganas viendo las estrellas y la luna.
Como idea me parece genial Lauri... �Pero no te
parece que es un poquito peligroso ir a encamarnos en tu casa, mira si
esta tu esposo?
Bueno pero vos sabes� como a m� me excitan las
situaciones peligrosas Rub�n, me provocan unos orgasmos
espectaculares.
Si ya lo s� de sobra Laurita y sabes que eso me
encanta, siempre me gustaron las mujeres que hacen el amor como vos lo
haces.
Sos el tipo de hembra con la que sue�an todos los
hombres cuando piensan en como deberia sera la amante con la que se
quisieran acostar.
Al fin llegaron al departamento de Laura ubicado en
calle 58, estacionaron justo frente a la puerta de entrada, Rub�n apag�
las luces y detuvo el motor del veh�culo, luego comenz� a aproximarse lentamente
a donde se encontraba la esposa de su amigo. El taxista la
abras� y comenz� a besarla apasionadamente en los labios mientras sus manos
buscaban afanosamente tocarle sus hermosas tetas, luego de varios minutos de
intenso franeleo Laura alcanz� el punto justo
de excitaci�n y sin pensarlo un
instante le manoteo la pija a Rub�n, la esposa de Florencio
comenz� a masajearle el miembro a trav�s de la delgada tela de su pantal�n, el
taxista comenz� a excitarse viendo como accionaba la esposa de su
amigo. Ella estaba muy entretenida manoseando su miembro, y entonces �l
aprovecho para comenzar a desprenderse lentamente el cintur�n de los pantalones;
Laura le bajo entonces el cierre de la bragueta y danlole unos suaves
tirones hacia abajo, dejo sus pantalones a la altura de sus tobillos mientras
miraba fijamente la zona de su bajo vientre, en ese momento escucho la voz del
amigo de su esposo Florencio que le decia:
�Vamos Laurita, ahora bajame los calzoncillos y
mira lo que tengo guardado para que te diviertas!
Justamente estuve deseando algo as� durante todo el
d�a.
�Laura vos empeza que yo mientras reclino los
asientos para atr�s� despu�s cuando este todo listo te voy a coger
dentro del auto como en nuestras mejores epocas!
�Pero nos pueden ver Rub�n!
No negrita� no ves que tengo los vidrios
polarizados.
�Siendo asi hacemos lo que vos quieras Rub�ncito...
pero ap�rate con los asientos por que tengo una calentura que vuelo!
�Bueno Lauri tranquilizate un poquito, por que
estas muy alterada!
Ya te dije hace un rato... me quede caliente con
alguien Rub�n y necesito desquitarme.
Despues que la ansiosa Laura le dijese esto, Rub�n
reclino rapidamente los dos asientos hacia atr�s y el tax�metro quedo
convertido en una especie de coche cama, lentamente el taxista se coloco
junto a ella y entonces la ansiosa hembra se aproximo a donde �l se
encontraba y con sus manos comenz� despejar sus ropas; lentamente el grueso y
enorme pene del amigo de su esposo surgio desde el interior de sus
calzoncillos, Laura consigui� sacr afuera su miembro, suspir�
profundamente y mientras miraba la erecta verga del txista le dijo sin
pensarlo:
�Hay Rub�n ahora que veo tu verga me viene algo a
la memoria... sabes que a veces cuando estoy sola en mi habitaci�n y
me pongo a pensar en que tengo ganas de vuscarme un hombre por que
estoy aburrida, siempre me acuerdo de los buenos momentos que pasamos
juntos, de como me hacias gozar con una puta con esa hermosa pija que
vos tenes!
�No me digas Lauri!... �de verdad te acordabas de
m� y de mi verga?
S� vos sabes desde aquella tarde en que fui a tu
casa a hablar por telefono y vos te me viniste encima para tratar de
avanzarme, y yo me quede petrificada por que no me lo esperaba�
despu�s pens�ndolo bien me di cuenta que en sierta forma me sentia
atraida hacia vos.
Por eso fue que me quede quieta y te permiti que te
aprovecharas de mi ese d�a� te acordas?
Si algo me acuerdo.
Recordas que me levantaste la pollera y me metiste
tu verga por la entrepierna de la bombacha y luego de forcejear un
rato conseguiste meterme el miembro adentro de mi conchita... �te digo
que al principio no me gusto nada que me la metiras sin mi
consentimiento!
Pero despu�s que la tuve un ratito adentro y la
sentia como latia y aumentaba de tama�o, me empezo a gustar.
Pero ya sabemos muy bien los dos como termino todo
entre nosotro� �no?
Recordas ese d�a con lujo de detalles Laurita... me
encanto como te quedaste quieta mientras yo te levantaba la falda y te
la metia desde atr�s, le verdad que me sorprendio que una mina como
vos pudiera aguantarte mi verga; lo que lamento que en lo mejor del
polvo lleg� mi vieja y tuvimos que separarnos y eso nos dejo calientes
a los dos.
Si pero vos no dejaste pasar mucho tiempo para
sacarte las ganas que tenias de cogerme� �te acordas?
Si claro que me acuerdo fue unas semanas despu�s de
lo que paso en mi casa, que te fui a ver a la casa de tu suegra.
Si tubiste suerte que mi suegra fuese vecina de tu
madre y que me pidiera que le vijilara la casa cuando se fue de
vacaciones.
�Si no?... que suerte la mia.
Concluyo el taxista, mientras observo como su
pasajera, se reclinaba lentamente sobre su bien dotado pene, para tomarlo
con su suave y delicada mano; Laura corrio lentamente el pellejo del
glande hacia atr�s dejando completamente al descubierto el apetecible capullo de
Rub�n. La esposa del amigo de Rub�n sujeto
fuertemente el duro tronco de su erecto miembro y lentamente fue aproximando los
entre abiertos labios de su roja boca, poco a poco el falo fue desapareciendo
dentro de su cabidad bucal, el taxista observo como la cabeza de su
erecta verga desaparecia en el interior de la boca de ardiente esposa de
su amigo Florencio. Bastaron unos pocos segundos para que ella comenzara
a mamarle la pija con una pasi�n tan inflamada que el taxista recordo los
inolvidables momentos vividos en otros tiempos. La
boca de Laura aprisionaba fuertemente su verga, poco a poco con su lengua
comenz� a esparcir el flujo preseminal que fluia desde lo profundo de su uretra
por su gran cabeza, las manos de la esposa de su amigo sujetaban
fuertemente su miembro, mientras ella empezaba a subir y bajar muy despacio por
la vena que sobresalia de su miembro.
Rub�n estaba enloquecido, sus manos se clavaron sobre la
cabeza de Laura para empujarla, ella se metio sus bolas dentro de su
pecaminosa boca y se las lamio, despu�s se metio como pudo de su tranca,
ayudandose con sus manos, la boca de la esposa del amigo de
Rub�n no alcanza a tragarsela toda, la mamada era espectacular, los gemidos,
las respiraciones agitadas y el movimiento ayudaba a Laura a meterse cada
vez m�s de la verga del taxista dentro de su boca, los gemidos del
excitadisimo macho ivan aumentando:
�Ahhh, eso Laurita comete mi verga!... ��C�metela
toda vamos sigue, si!!
�Vamos sigue chupando, como la ternera mamona que
realmente eres!...
Eso as��� negrita� ahhh.
Esas frases, a Laura la excitaban cada vez mas, con lo
cual los movimientos de su boca y de sus manos aumentan de velocidad, la
esposa del amigo de Rub�n cerro sus ojos, y sintio los
espasmos en el miembro del taxista que le indicaron que estaba a punto de
correrse, ella abrio m�s su boca para tratar de abarcar lo que m�s pudiera de su
miembro, y as�, no perderse una sola gota de su leche. La corrida de Rub�n
fue bestial, Laura ten�a su boca llena de leche, y comenz� a tragarsela
r�pidamente para no dejar salir ni una sola gota, utilizando los dedos de su
mano Laura recogio las gotas que est�n escap�ndose, y luego, le limpio la
verga hasta que esta quedo completamente seca.
Los lascivos labios de la esposa del
amigo de Rub�n (Florencio era el nombre del cornudo esposo de
Laura) todav�a sub�an y bajaban recorriendo el apetitoso tronco, mientras
ella insatisfecha jugueteaba con su lengua sobre su balano. Rub�n
mientras tanto trataba de introducirle una de sus manos adentro de la bombacha,
luego de dos o tres intentos, logro separarle los labios de su concha con la
punta de sus dedos, ella excitada continuo toqueteandole la verga y comenz� a
masturbarlo fren�ticamente para volver a ponerlo en vereda.
La prostituida esposa del amigo de Rub�n
frotaba su escroto con la yema de su dedo pulgar para tratar de estimularlo
nuevamente, despu�s de varios minutos de practicar este jueguito Laurita
se aparto repentinamente de �l y se recojio las faldas de su entallada solera de
color rojo, luego se quito su bombacha de encaje, la dejo sobre el tablero del
coche y se acomodo sobre el asiento del auto. Lentamente Laura paso su
pierna sobre el yaciente cuerpo de Rub�n colocandose a caballito sobre la
zona su bajo vientre; la esposa de Florencio se coloc� de forma
tal que quedo d�ndole la espada a Rub�n que observaba atentamente los
movimientos de Laura que sostenia sus faldas para que �l pudiese mirarle
su bello trasero. La verga del taxista estaba nuevamente al palo,
accidentalmente la humeda cabeza del falo se apoyo sobre la raya del culo de la
esposa de su amigo Florencio, provocando que esta se encajase
entre sus nalgas. La flapu (apodo que tenia Laura y que queria decir
flaca puta) comenz� a hacer que su pelvis descendiese lentamente sobre el
erecto miembro del amigo de su esposo que estaba firme como un
mastil aguardando el momento de poder penetrarla; Rub�n estaba como loco
observando las pulsaciones del pardo ojete de la ardiente femina, ella de
reojo observo lo excitado que estaba el amigo de su esposo Florencio y
comenzo a desprenderse muy despacio los botones de su entallada solera con
intensiones de despojarsede ella y de esa forma comenzar a desnudarse, estaba a
punto de hacerlo cuando Rub�n la detuvo dici�ndole:
�Para Laurita, deja que sea yo quien te quite ese
hermoso vestido que tenes puesto!
Bueno papito yo s� que te excita much�simo eso de
desnudar a las mujeres y sentir que controlas la situaci�n.
Dale desn�dame... pero tene cuidado por que no
quiero que se manche con tu semen por que Florencio podria darse
cuenta.
Tanto te controla mi amigo.
���Sabes que es muy celoso!!!... imaginate que me
viera el vestido manchado, enganchado o roto.
El amigo de su esposo Florencio pos� una de sus
manos sobre la seductora prenda y comenz� a desprenderle los botones de n�car
balncos que aun mantenian cerrada parte de la solera, con la mano libre se
agarro el tronco de la verga y se lo apoyo sobre el palpitante aro de su
esfinter, Laura sinti� como el glande del amigo de Florencio
entraba en contacto con su humedo y c�lido ojete. El empapado capullo se deslizo
hasta alcanzar la entreabierta raja de la excitada hembra penetrandola
levemente, Laura al sentir la mitad de su capullo dentro de su cuevita se
estremeci� como una hoja, el miembro del taxista separo lentamente los
carnosos labios de su empapada conchita y penetro un poco m�s dentro de su
apetecible sexo; de la boca de la encendida f�mina comenzaron a brotaron
las siguientes palabras de satisfacci�n:
�Hay mi amor... termina de met�rmela bien adentro y
goza de mi cuerpo como en las viejas �pocas!
�Apurate Rub�n que quiero gozar nuevamente con tu
hermosa poronga dentro de mi conchita!
No sabes mi amor la falta que me hacia hoy tener
una verga dentro de mis entra�as.
Rub�n termino de despojarla de la solera y la arrojo
suavemente sobre la luneta trasera del tax�metro, ella sintio como la
gruesa verga de su amante penetraba profundamente dentro de su sexo y
empez� a cabalgar sobre el taxista como lo haria una experimentada
amazona, la flapu (flaca puta) gozaba plenamente de la
transgresora relacion que estaba llevando adelante frente a las puertas de su
hogar y adentro del taximetro de Rub�n uno de los mejores
amigos de su esposo Florencio. El taxista coloco su mano sobre
el cl�toris de Laura y noto que hab�a alcanzado el tama�o de un peque�o
pene, al tacto se notaba carnoso y h�medo, el taxista utilizando la mano
que tenia libre comenz� a masturbarla, provocando de esta forma que ella al
excitarse mucho m�s, aumentara la cadencia de su r�tmico sube y baja. Rub�n
aprovecho este ardoroso accionar de Laura para colocarle sus dos manos
debajo de los gl�teos y asi poder ayudarla en el sube y baja que ella estaba
ejecutando. Esto provocaba que la esposa de su amigo, al bajara
con un mayor impulso sobre su erecto miembro provocase que este se introdujese
cada vez m�s profundamente, la verga del taxista entraba y sal�a del
estrecho canal vaginal de su apasionada amante, provocando que ella
gimiera y se retorciera como una gata en celo cada vez que el miembro del
amigo de Florencio se encajaba tan profundamente en el interior de su
vagina que sus test�culos se aplataron contra sus gluteos.
La despreocupada pareja continuo haciendo el amor en el
interior del tax�metro por espacio de veinte minutos, por efecto del
intenso movimiento que hab�an alcanzado durante la ejecuci�n de la copula, los
senos de Laura se mov�an de un lado para el otro dentro del diminuto
contenedor que los aprisionaba (corpi�o de encaje de media copa que dejaba
ver la mitad superior de sus pardas aureolas), repentinamente los pechos de
la flapu saltaron afuera de su prisi�n. Instintivamente la esposa
de Florencio levanto sus brazos y se cubrio las tetas, poco a poco
comenz� a descubrirlas y acariciarselas seductoramente. Mientras la ardiente
morocha se tocaba sus erectos pezones, de sus labios comenzaron a brotar
m�ltiples expresiones de satisfacci�n.
Rub�n trat� de hacer que sus cuerpos girasen hacia la
izquierda del abitaculo, tratando que su verga no se saliera del interior de la
caliente concha de la esposa de su amigo Florencio, al conseguirlo
en un solo movimiento ella quedo debajo de �l y sujeto sus dos piernas
colocandolas sobre cada uno de sus hombros y de esta forma poder seguir
cogi�ndosela con mayor profundidad, Laura sintio entonces como la verga
del amigo de Florencio penetraba m�s profundamente en el interior
de su dillatada vagina, excitada por su continuo mete y saca miro a los ojos a
Rub�n y mientras acopa�aba sus movimientos con su pelvis le dijo:
Rub�n por que no nos vestimos y vamos a mi casa�
creo que vamos a estar m�s c�modos.
No Laurita seguamos ac� que estoy muy embalado y no
quiero que me cortes el polvo como lo hizo mi madre la primera vez.
Pero mi amor el taxi se esta moviendo mucho y
alguien puede venir a investigar que esta pasando aca adentro, mira si
viene la policia� �sabes el papelon que voy a pasar en el barrio?
No te hagas mala sangre Lauri... te dije que no nos
pueden ver por los vidrios polarizados y adem�s no creo que por que el
auto se mueva venga la cana (cana es uno de los sobrenombres que se le
da a la polic�a en mi pa�s) a golearnos el vidrio.
�Estas seguro mi amor?
Si Laurita qu�date tranquila y segu� gozando que me
parece hace mucho que no te com�as un pedazo como el m�o.
Le contesto Rub�n mientras continuaba bombeando
r�tmicamente dentro del estrecho canal vaginal de la esposa de su
amigo Florencio, mientras ella continuaba suspirando y gimiendo como una
pose�da; pocos minutos la ardiente morocha comenz� a emitir profundos
gemidos como si estuviese a punto de acabar, el taxista se la saco y la
hizo colocar en posici�n de cuatro sobre el asiento, rapidamente le arrimo el
pene y volvio a penetrarla por la vajina hasta que sus test�culos hicieron
contacto con sus gl�teos. Laura instintivamente separ� aun m�s sus
piernas y pasandose su mano entre las mismas comenz� a masturbarse su erecto
cl�toris, Rub�n continuo cogi�ndosela mientras que ella sacaba
insistentemente su cola hacia atr�s para clavarse lo m�s que pudiera su verga
dentro de sus entra�as; la esposa de Florencio, apoy� entonces sus
codos sobre el asiento del auto y empino aun m�s su trasero dejondolo que
continuara penetr�ndola, mientras ella aullaba de placer como una gata en celo.
Momentos despu�s el excitado taxista se dio cuenta que estaba nuevamente
a punto de acabar y que no se hab�a colocado preservativo alguno, rapidamente le
pidi� a Laura:
Laura colocate de espaldas sobre el asiento.
Hay mi amor� si paramos me voy a enfriar.
La esposa de Florencio a rega�adientes accedi�
a su pedido y cuando estuvo en la posici�n deseada, �l se arrodill� junto al
cuerpo de la flapu (flaca puta) y le coloco el extremo de su
poronga sobre los palpitantes labios de su entreabierta boca; la esposa
de Florencio suspir� profundamente al sentir el capullo de Rub�n
sobre sus labios y la abri� de par en par. El taxista le introdujo su
glande dentro de su cavidad bucal y comenz� a masturbarse, le bastaron cuatro o
cinco mu�ecazos al vecino de la suegra de Laura para
conseguir que su perseverancia rindiera sus frutos, de repente de la cabeza de
su verga comenzaron a brotar las primeras gotas de un liquido nacarado y espeso,
en ese momento el cuerpo de Rub�n comenz� a contraerse y a tener
espasmos, el taxista retiro un poco su miembro y dejandolo suspendido
sobre su entre abierta cabidad bucal observo como Laura trataba de
alcanzar las primeras gotas de esperma con la punta de su lengua.
La flapu (flaca puta) comenzo a pasarle la lengua
sobre el frenillo al excitado taxista provocando con esta estimulaci�n
adicional que un poderoso chorro de semen saliese del interior de su erecta
verga, una parte entro en la boca de la apasionada morocha y parte fue a
impactar sobre su rostro. La esposa de Florencio sinti� como esa
catarata incontenible de liquido blanquecino y gelatinoso, mojaba sus labios,
parte de su rostro y pechos, Rub�n comenzo entonces a realizar
movimientos circulares con sus caderas para provocar que su verga se encajase
comodamente entre las tetas de la esposa de su amigo Florencio, en
ese preciso instante un nuevo chorro de semen broto del interior de su verga e
impacto sobre sus senos y su cuello. Laura se reincorpor� un poco para
tratar de ver un poco mejor como �l se la pon�a entre las tetas para tratar de
practicarle una cubana, ella se sujeto los senos con ambas manos para evitar que
la verga escapase de su prisi�n; el taxista comenzo a mover sus caderas y
a ejecutar cadenciosamente su entra y sale, provocando con cada nuevo envi�n que
en un determinado momento la cabeza de su empapada verga golpeara contra el
menton de la excitada femina y en su retorno se lntrodujese en el
interior de su boca, excitado como un semental en �poca de celo. Rub�n
alcanz� un nuevo orgasmo y descargo el resto del semen que aun quedaba dentro de
sus pelotas, la esposa de su amigo Florencio, sintio como ba�aba
su rostro y sus pechos, en medio de una gran excitaci�n Laura le agarr�
la verga con una de sus manos y comenz� a lam�rsela como si fuera un chupet�n,
entre chupada y chupada la la amante del taxista encontro el
tiempo suficiente para sacarse la verga de la boca y decirle al amigo de
su esposo Florencio lo siguiente:
�Que hermosa acabada que me acabas de regalar m�
amor!
�Te gusto Laurita?
���S� me encanto!!!... sabes que s� hay algo que a
m� me enloquece es que un hombre me acabe sobre la cara y en los
pechos... �pero por que no me acabaste dentro de la chocha?
Por que no te quiero dejar embarazada.
�Pero mi amor no sabes que me coloque un
dispositivo intra uterino?
Que se yo mujer�
Te lo comente la ultima vez que estuvimos juntos�
�no te acordas?
No ni me acuerdo.
Bueno no importa papito� �si todav�a tiene restos y
queres eyacular nuevamente colocamela en la chochita y llenarme toda
con tu lechita que me vuelve loca!
Bueno putita mia s� estas tan enloquecida como
decis� habla menos y continuemos que todav�a tengo bastante leche para
regalarte.
Le respondio el taxista mientras ella sentia como la
enorme cabeza su miembro, se introducia lentamente dentro de su ardiente y
contraido canal vaginal, Rub�n disfruto a m�s y no poder de esta peculiar
situaci�n, hasta que al fin la astuta hembra logro hacerlo acabar un par
de veces m�s adentro de su concha. Laura quedo exhausta por la infernal
marat�n que acababa de protagonizar con uno de los mejores amigos de su
esposo y se dejo caer rendida sobre el asiento trasero del taximetro.
Rub�n al verla tan pasiva se reincorporo y luego de colocarse delante de
ella, apoyo una de sus manos sobre los carnosos labios de la empapada vulva de
la esposa de Florencio, con la punta de sus dedos comenzo a
separle el vello pubico cubierto por su nacarado semen hasta dejar al
descubierto los carnozos labios vaginales, luego de separar los labios externos
hizo lo propio con los internos, mientras con un dedo estimulaba el carnoso
cuerpo de su inflamado y erecto cl�toris. Rub�n logro que Laura se
excitase nuevamente y reclinandose sobre su cuerpo, le introdujo su larga y
gruesa lengua adentro de su ardiente concha.
Pero lo que sucedi� luego dentro del tax�metro del
amigo del esposo de Laura se los contare en otra oportunidad,
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Relato: Una t�a muy caliente (2)
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