LECHE Y CHOCOLATE
Por: Horny con la colaboraci�n de Vudu Blanco
Querido lector, este relato es la continuaci�n de "EXPLORANDO
MIS ORIFICIOS" y "DOBLE PLACER" pero tambi�n puede leerse como un relato
independiente.
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Esta es la tercera prueba que llevo a cabo como la sumisa de
Vudu Blanco. En la vida real nunca he desempe�ado el rol de sumisa con ninguna
de mis parejas pero mi "yo virtual" es otra cosa, como una persona ajena a mi.
Este relato es la prueba que a veces hay cosas que se salen de la pantalla, que
alguien con buena imaginaci�n puede proponerte algo y t�, simplemente dejarte
llevar por el reto y disfrutar.
En esta ocasi�n recib� el correo de Vudu un jueves en la
ma�ana. Tuve que esperar semanas enteras el momento adecuado y ese momento
lleg�. Estaba sola en casa para variar, un s�bado en la ma�ana y mi esposo llam�
para decirme que no llegar�a a dormir, que pasar�a la noche en la finca. Ten�a
la casa para mi sola�
Esta es la primera parte de la prueba:
Leche y chocolate, comida de campeones
"Esta es una prueba m�s simple pero es experimental, no se
como funcionar�: Compra un litro de leche y unos bombones baratos, de los que se
derriten muy f�cilmente."
Esta primera parte no era problema, leche de sobra hab�a en
casa al igual que chocolates pues son mi debilidad, el problema era no saber si
se derret�an f�cilmente o no. Ya lo averiguar�a�
Llev� la leche en una jarra y una caja de chocolates de
diversas formas, rellenos algunos. Los coloqu� junto a la ba�era, justo al
alcance de mi mano, para cuando llegara el momento. Me desnud� por completo y
puse m�sica suave para entrar en ambiente.
"En la ba�era, comienza a derramar lentamente la leche por tu
cuerpo, mientras que con la otra mano la extiendes y te acaricias de forma
er�tica. Dejando que la leche fr�a erice tu piel y endurezca los pezones."
Reconozco que hice una peque�a trampa: la leche no estaba del
todo fr�a, m�s bien a temperatura ambiente, el solo hecho de pensar en un
l�quido fr�o recorriendo mi cuerpo me hac�a estremecer. Para el caso daba igual,
lo importante era el morbo que implicaba emplear por primera vez en mi vida
comida para masturbarme.
Me tumb� en la ba�era, ni sentada, ni acostada del todo,
apoyada en mi nuca y en mis nalgas. Antes de comenzar a derramar la leche me
acarici� un poco, siguiendo el ritmo variable de la m�sica. Escuchaba en ese
momento Claro de luna de Beethoven. Cuanta correlaci�n encontraba entre la
m�sica y la posible manera de tocarme, me dej� llevar por la melod�a� el primer
movimiento, adagio sostenuto, seis minutos de caricias suaves en forma circular
alrededor de mi cl�toris, sin tocarlo del todo, alrededor de mis labios
vaginales, de una forma tan delicada que las sensaciones se incrementaban� segu�
as�, solo la parte externa, sin intromisiones (ll�mese dedos en mi vagina). De
all� a mis pezones, no estaban erectos del todo (a�n), as� que los dej�, segu�
el mismo procedimiento de m�s abajo, acariciando el contorno, con sumo cuidado,
como tocando terciopelo, palpando seda�
Hablando de temperatura, para ese momento estaba tibia, era
la hora de la leche. Justo en ese momento escuchaba el segundo movimiento de la
melod�a: allegretto, justos dos minutos para derramar lentamente la leche desde
mi cuello, pasando por mi pecho y abdomen hasta llegar a mi cueva. Lo hice tal y
como Vudu me hab�a pedido, la mano izquierda derramando lentamente mientras la
derecha esparc�a el l�quido incluso hasta las orejas, brazos y nuca.
La leche no estaba helada pero si fr�a y me estremec�, sin
embargo el contacto me gust�, la viscosidad distinta sin duda a la del agua, el
�nico l�quido que hasta el momento hab�a conocido mi cuerpo. Hasta el �ltimo de
mis vellos corporales se eriz�, fue una sensaci�n indescriptible, no
desagradable, me sent�a rara.
Las caricias en mis orejas eran importantes, una de las
partes mas er�ticas y er�genas de mi cuerpo, pero no me detuve mucho all�,
quer�a llevar a cabo toda la prueba. Mis manos se deslizaron por el canal de mis
tetas y de all� a mi co�o. Sent�a en el fondo de la ba�era un peque�o charco,
pr�cticamente estaba sentada sobre �l. Hab�a vaciado el contenido de la jarra,
los pelos de mi conchita estaban impregnados de gotitas de leche, parec�an
peque�as perlas en un campo rizado o una galleta con chispitas� en todo caso
algo delicioso, provocativo. Desee poder besar mi propia concha en ese momento,
aunque era imposible.
"Hazlo pensando que alguien te mira, como si quisieras
excitar a ese observador imaginario. Acar�ciate cada vez de forma m�s sensual y
excitante hasta que llegues a masturbarte descaradamente."
Las frases de Vudu resonaban en mi cabeza. �Qui�n sino �l
pod�a ser ese observador imaginario? Casi lo ve�a de pie junto a la ba�era, o
no, mejor un poco m�s lejos, mas distante pero mir�ndome con curiosidad, a la
expectativa, pendiente de cada una de mis caricias, �l con una idea fija: yo no
podr�a provocarlo. Yo, deseando todo lo contrario, excitarlo con todo lo que
estaba haciendo, acarici�ndome de manera descarada como �l me hab�a pedido,
sinti�ndome perversa y lujuriosa. Cada vez estaba mas encendida�
"Cuando est�s excitada de verdad y tu co�o este h�medo y
caliente mete un bomb�n en la vagina y contin�a masturb�ndote. Al poco el calor
de tu excitaci�n derretir� chocolate y comenzar� a salir mezcl�ndose con tus
fluidos y manch�ndote los dedos. As� podr�s lamerlos a medida que te masturbas.
Piensa que es el observador imaginario el que recoge el chocolate con la lengua
directamente de tu co�o o el que lo recoge con los dedos para llevarlo a tu boca
y luego besarte."
Ahora escuchaba el tercer movimiento en estilo presto
agitato, como su nombre lo dice, r�pido y agitado, tal y como quer�a acariciarme
en ese momento. Uno a uno fui tomando los chocolates de la caja (uno para mi
boca y el otro ya sabes para que). El primero uno grande completamente redondo y
adornado con trocitos de nuez. Separ� mis labios vaginales con una mano mientras
con la otra introduc�a el chocolate. Lo agit� un poco en mi interior sintiendo
el roce y la fricci�n de la superficie irregular. Lo dej� all� y apret� las
piernas a la vez que acariciaba mi cl�toris a grandes velocidades.
Ten�a una sensaci�n extra�a en mi interior, como de estar
invadida �nicamente por un duro glande, pero esa sensaci�n cedi� poco a poco a
medida que el chocolate se derret�a. Comenc� a sentirme menos agredida por
decirlo de alguna manera, fue cuando me atrev� a introducir t�midamente un dedo
para saber en qu� estado se encontraba el chocolate. Empezaba a derretirse, as�
que esparc� un poco por mis labios vaginales, sub� de nuevo hasta mi cl�toris y
as� segu� toc�ndome de la misma manera, el interior de mi cueva, mi raja, mi
cl�toris y viceversa.
Mir� a la pared, all� segu�a de pie mi observador imaginario,
impasible� cerr� mis ojos e imagin� que se acercaba, que mis dedos eran sus
dedos, hice suyas mis caricias, sent� que mi mano me era ajena y eso me excit�
m�s, porque mi mano adquiri� vida propia, no era m�a, era suya y me acariciaba
all� donde el chocolate ya sal�a mezcl�ndose con mis flujos.
Siempre me he humedecido tanto al excitarme� y mas ahora que
ten�a un flujo dulce entre mis piernas. Llev� golosa los dedos a mi boca donde
los lam� y relam� una y otra vez como si estuviera hambrienta, gozando de cada
sensaci�n. En ese momento el sabor a chocolate adquiri� otra dimensi�n para mi;
deber�a existir chocolates con sabor a flujo vaginal� pens� sin dejar de probar
mis dedos hasta casi agotar la raci�n.
Cuando llegues al orgasmo, date una ducha relajante que te
deje lista para la segunda parte."
Pens� que iba a tomarme mas de un chocolate llegar al orgasmo
pero no fue as�. Un solo chocolate en mi vagina y las caricias en mis puntos m�s
candentes fueron suficientes para hacerme enloquecer de placer. Gimiendo y
temblando me corr� como nunca, con parte de mi cuerpo nadando en una especie de
leche achocolatada, con la vagina, las manos y la boca completamente untados de
chocolate pero con una sensaci�n de bienestar total.
A medida que mi cuerpo se iba relajando me dio fr�o. Tom� una
corta ducha tibia y decid� pasar de inmediato a la segunda parte de mi deliciosa
prueba.
Pasta mentolada�
"Esta parte es realmente experimental, y puedes elegir si te
arriesgas o no: Despu�s de comer golosinas hay que lavarse los dientes �no? pues
consigue pasta de dientes mentolada. Ponte un poco sobre el cl�toris y
mast�rbate. La pasta mentolada te provocara un contraste de sensaciones. Te
picara y te refrescara a la vez.
Claro que quise arriesgarme, sonaba absolutamente inocente,
pero divertido. Ya estando limpia, libre de todo vestigio de leche y chocolate
sal� de la ba�era y fui a buscar la pasta dental. Tom� solo un poco en la yema
de mi dedo coraz�n; pensar en frotarme el cl�toris con el �ndice estando �ste
tan sensible habr�a sido contraproducente.
Esta vez me tumb� en la cama, me instal� c�modamente para que
mi cuerpo se fuera secando con las s�banas y para entrar en calor. A medida que
iba calent�ndome comenc� a aplicar la pasta en mi cl�toris. Vudu ten�a raz�n, se
sent�a extra�o, escoc�a un poco pero no era una sensaci�n del todo desagradable,
era extra�a, como si me apretaran el cl�toris levemente, como microsensaciones
alrededor y en el cl�toris. Parec�a como si Vudu supiera casi con exactitud lo
que iba yo a sentir, �ser� que �l hab�a probado algo as�? lo imagin� en una
situaci�n similar y me sonre�, luego me concentr� en mi propia situaci�n�
Era una sensaci�n tan diferente a cualquiera que hubiera
sentido� no era molesta pero� �era seguro usar pasta dental en mis zonas
�ntimas? igual ya no estaba para cuestionamientos de ese tipo, ya no hab�a
marcha atr�s, mis dedos se mov�an como pose�dos de nuevo por mi zona de calor,
dedos ya fuera entrando y saliendo en mi cueva o apretando mi cl�toris hasta
ponerme al borde del orgasmo para luego regresar, estar casi ah�.
Estaba rendida a mis propias caricias, con la boca
entreabierta y los ojos completamente cerrados. Una de mis manos navegando de
pez�n a pez�n, la otra ocupada en sus quehaceres, uno de mis dedos haciendo las
veces de cepillo, no de dientes l�gicamente, podr�a decir que de suave cepillo
de cl�toris.
Disfrut� lo mas que pude la fase de pre-orgasmo, mi favorita,
�nico momento en el cual siento que mi mente est� verdaderamente en blanco, en
que solo puedo sentir placer y nada m�s en el mundo me importa, solo ese placer,
solo esa extra�a sensaci�n de paz y bienestar, de estar como girando,
embriagada.
Minutos despu�s no resist�a m�s, ya no pod�a detener lo
inevitable as� que simplemente me dej� llevar por el segundo orgasmo de la tarde
el cual me dej� completamente exhausta tumbada sobre la cama donde dorm� un par
de horas.
Al despertar rele� el mensaje de Vudu para comprobar que
hab�a cumplido a cabalidad la prueba que �l me hab�a sugerido.
"La pr�xima prueba ser� el collar de cuentas."
Un escalofr�o de ardiente excitaci�n recorri� mi cuerpo.
Horny