Despu�s de esto te desato la venda de los ojos y libero tus
brazos. Te incorporas.
Te doy un fuerte beso y como estas sudorosa y acalorada, te
pregunto si tienes sed.
Voy a la nevera y saco una botella de champ�n, fr�a,
burbujeante, deliciosa . . .
Tomamos una copa, lentamente, disfrutando de la sensaci�n de
la bebida alcoh�lica y el hielo en nuestras bocas, de la satisfacci�n de una
noche perfecta.
El solo verte me hace sentir caliente. . . me siento muy
sensual y quiero demostr�rtelo; as� que despu�s de abrir la botella y tomar unos
sorbos de una copa, voy hasta ti y ....
Eres mi putita y lo est�s pagando, si no quer�as mis caricias
no haber empezado a jugar conmigo, ahora ya es tarde y no tienes m�s remedio que
rendirte y "padecer el suplicio", estas bajo mi control y es in�til que intentes
escapar o moverte, voy a recrear contigo mis mas profundas perversiones., quiero
que revientes de placer, que supliques que pare, quiero que sientas que el
cuerpo se te rompe orgasmo tras orgasmo hasta que no puedas mas, hasta que te
sientas morir de placer en mis brazos.
As� que sin darte tregua te recuesto hacia atr�s, cojo la
botella de champ�n helado y tratas de imaginar lo que mi degenerado cerebro ha
ideado... y no tardas en comprenderlo.
Hago que te recuestes y entonces inclino la botella dejando
caer el champ�n en tu canalillo.
Dejo caer gotas sobre tu pecho, voy bajando por tu abdomen y
cuando llego a tu chochito me ganan las ganas de darle un beso, suave, como el
aleteo de una mariposa.
Conforme voy dejando caer las gotas voy sec�ndolas con la
lengua. Dejo caer un poco m�s en tus tetitas, las chupo suavemente primero y
despu�s comienzo a succionar. Veo como tu vientre se mueve con cada succi�n, as�
que me acerco a �l y lo beso de nuevo. Paso la punta de la lengua por �l, remojo
mis labios con la bebida y quedan fr�os, algo que sientes rico cuando los acerco
a ti. Quiero saborearte completamente, sentirte despidiendo el calor del deseo
mientras uso mi boca para recorrerte.
Como ya te has acostumbrado al frescor, ahora pasaremos al
siguiente nivel.
Te ense�o la botella y te insin�o que te voy a rociar con
ella.
Coges aire para poder aguantar el impacto del helado l�quido,
lo pasas mal durante unos instantes, hasta que tras unas profundas inspiraciones
te acostumbras.
Te vuelve loca la diferencia de temperatura y el propio
champ�n en s�.
Observo atentamente como el champ�n fluye a lo largo de tu
cuerpo. Empieza salpicando tus pechos, corre por el torrente natural de entre
tus pechos hasta llegar a las llanuras de tu barriguita y ah� comienza una
intensa ca�da sobre tu vientre hasta llegar al ca��n, donde una cascada lo
avocaba sobre mi boca.
Experimento la conjunci�n de dos grandes l�quidos: el turbio
champ�n que se desprende en peque�os oleajes y los intensos jugos que salen de
tu co�o.
Succiono todo lo que puedo, llev�ndome la mayor parte del
champ�n y efluvios sexuales.
A pesar de la temperatura del champ�n, el calor que sientes
en tu interior no hace m�s que aumentar, tu cuerpo entero es un escalofr�o,
excit�ndote hasta niveles insospechados.
No tarda en llegarte el primer orgasmo. Cuando lo detecto,
sorbo con m�s fuerza mientras trato de morder tu cl�toris.
Procedo a lamer toda tu barriga, los pechos y la zona p�bica,
llev�ndome con la lengua todo el champ�n que ha quedado impregnado en tu cuerpo.
Se nota que lo agradeces, ya que la intensidad con la que lo
hago te excita y adem�s te estoy dejando bastante limpia, aunque despu�s deber�s
ducharte igualmente.