Hola, si, si, se que siempre me presento igual: soy el autor
de Chica incre�ble con su padre, Mi madre que mujer, Mi hermana mi primo y yo, y
de Embarazada por su Hermano.
El otro d�a recib� un mail de un amigo (Ra�l) que no veo hace
tiempo, quien se enter� de los relatos, y me cont� su historia para que yo la
publicara:
Soy Ra�l, conozco a Pablo de toda la vida y me contenta poder
compartir con ustedes mi historia a trav�s de mi amigo.
Tengo 19 a�os, soy delgado, alto, moreno. Tengo una hermana
de 16 a�os (Patricia) que es un poco mas baja que yo, tambi�n morena, de lindas
y redonditas tetas y un culito duro y paradito.
El a�o pasado viv� algo que cambi� la historia de mi familia
para siempre. Fue al principio del verano, mis padres se acababan de divorciar
y, contrario a lo que siempre sucede, fue mi madre quien decidi� irse de casa
(mas tarde nos enterar�amos que se fue a vivir con su amante). De esta manera,
s�lo quedamos en casa mi padre mi hermana y yo.
Recuerdo sentirme triste al principio, pero la verdad era que
mam� se hab�a puesto algo pesada, creo que desde que enga�aba a pap�, y su
presencia no era muy aceptada en casa, todos est�bamos un poco cansados de ella
y de su car�cter de mierda. As� que cuando se fue hubo una sensaci�n de alivio
en toda la casa, como si respir�ramos.
A los pocos d�as de haber sucedido esto, recuerdo que llegu�
a casa un medio d�a y estaba Patricia (que entonces ten�a 15 a�os) pasando la
aspiradora en la sala. Estaba vestidita con el uniforme escolar, pues reci�n
llegaba de clases (eran los �ltimos d�as de estudios). Verla en esa actitud me
llam� mucho la atenci�n, as� que le dije:
- Pato, �que hac�s limpiando vos? Nunca te vi hacerlo.-
Ella me mira sonriente y me dice:
Ac� las cosas van a cambiar. Ahora yo tengo que asumir el
papel de mami.
Y si que lo asumi�. Pues desde entonces comenz� a hacer la
comida ella, a lavarnos la ropa a pap� y a m�, a tender las camas, en fin,
muchas tareas de hogar.
Pero con el paso de los d�as y con la llegada del calor,
Patricia comenz� a tomarse nuevas libertades, como la de limpiar la casa en ropa
interior, tomar sol en el jard�n (nunca antes lo hab�a hecho, pues supuestamente
no era mas que una inocente ni�ita), y una serie de cosas que tanto a mi como a
pap� nos calentaba much�simo.
Por las noches, luego de cenar y de ver todos juntos un rato
de tele, sol�a levantarse y decir con su voz dulce de ni�a: "bueno� me voy a dar
una duchita calentita y despu�s me voy solita solita a mi cama".
Dicho eso por una nena de quince a�os, sea o no de la
familia, nos pon�a a pap� y a m� como locos, puesto a que ambos llev�bamos un
buen tiempo si coger (yo desde que me hab�a dejado mi �ltima novia 5 meses atr�s
y pap� desde que se fue mam�, y desde antes tambi�n) y eso mi hermana lo sab�a
muy bien.
Una noche de tormenta, pero muy calurosa, recuerdo haberme
desvelado y llevaba horas sin poder dormir. Ten�a la puerta de mi habitaci�n
abierta por el calor, as� que ve�a desde mi cama el pasillo que una las tras
habitaciones, de Patricia, de pap� y m�a.
Entonces siento el ruido de la puerta de la habitaci�n de
patricia abrirse. Enseguida la vi pasar ligeramente por el pasillo con su
camisoncito de noche con rumbo a la rec�mara de pap�. Entones la o� claramente
entrar y cerrar la puerta de pap�. Invadido por la curiosidad, me levant�
deprisa para escuchar por detr�s de la puerta para as� intentar descubrir el
motivo por el cu�l Patricia hab�a decidido ir a molestar a su padre. Y as� lo
hice. De entre el ruido de algunos truenos y de la lluvia de afuera, logr�
escuchar la voz de mi hermana despertar a pap� dici�ndole:
Papi� papito. �Puedo dormir con vos? Es que tengo miedo
de dormir sola.
Escuch� a mi viejo decir:
Pero mi cielo, si hace much�simo que dorm�s solita sin
tener miedo de nada �qu� te pas�?
Si, papi, pero hoy es distinto, por la tormenta. Dale,
dejame dormir con vos �si?
Si bebita, ven�, ven� con papito.
Luego escuch� el ruido que hizo la cama de pap� al acostarse
Patricia� silencio� y luego sent� casi imperceptiblemente que hablaban muy
suavemente. O� un par de veces a Patricia re�r, tambi�n ri� pap� una vez. Luego
siguieron hablando, pero no s� que dec�an, las palabras se perd�an entre los
sonidos de la tormenta. Entonces dejaron de hablar y s�lo se o�an los ruidos de
las tablas de la cama de pap�, como si se movieran sobre ellas. Ah� mismo me di
cuenta que estaba yo completamente sudado y con una erecci�n gigantesca. Por
miedo a ser descubierto volv� a mi cama a imaginar qu� estaba sucediendo en la
habitaci�n de al lado. Obviamente, con masturbaci�n incluida.
Al d�a siguiente me levant� por la ma�ana y vi a mi hermana
en la sala en bikinis pasando la aspiradora y fumando un cigarrillo .Parec�a muy
risue�a, se mov�a en�rgicamente y cantaba en voz alta.
Disimuladamente, como si no hubiese pasado nada, me siento en
uno de los sillones a leer una revista y a mirar de reojo el culito de Patricia.
Pero no pude evitarlo, ten�a que decir algo, as� que dej� la revista y dije:
Qu� tormenta la de anoche� �no?
Si, fuertecita.- dijo ella con toda naturalidad.
Si...- continu� yo � la verdad que daba miedo �no?
Patricia apag� deprisa la aspiradora, se detuvo y me mir�
casi sonriente.
�Qu� quer�s decir, Ra�l?- dijo.
Te vi yendo a la habitaci�n de pap�. �Qu� pas�? �qu�
quer�as?
Para mi sorpresa mi hermana no dejaba de sonre�r. Se me
acerc� hasta dejarme su vientre desnudo a unos pocos cent�metros de mi cara, y
mir�ndome desde arriba me dice:
Ten�a miedo. No quer�a estar sola. �Cu�l es el problema?
Ahora quien sonr�e soy yo y le digo:
�Miedo de estar sola? �Desde cuando? No me hagas re�r�
�Qu� te pasa? �Est�s Celoso?
�Celoso?
Ella sonre�a cada vez m�s, como si estuviera disfrutando de
la conversaci�n. En cambio yo me pon�a cada vez m�s nervioso. Trat� de demostrar
fortaleza cuando dije:
�Celosos de qu�?
De que fui a dormir con pap� en vez de ir con vos.
�Qu�? Por favor, no me hagas re�r.
A esa altura ya sent�a mi frente sudada, y obviamente,
excitad�simo. Entonces mi hermana se agacha para dejar su cara a la altura de la
m�a, pues yo a�n segu�a sentado. Me mira y me dice:
- Bueno, esta noche voy a ir a dormir con vos �te parece?
Ese comentario no me los esperaba. Me hab�a puesto muy
nervioso. Trat� de disimular diciendo:
�Vos sos loca? Con el calor que hace� ni hablar.
Bueno hermanito, vos te lo perd�s.
A esa altura yo ya no pude m�s. Esa conversaci�n me superaba.
Me levant� y me fui a tratar de no pensar en el tema. Cosa que resultar�a
imposible.
Me fui a trabajar y volv� por la tarde, unas seis horas
despu�s de la charla con Patricia.
Aparentemente no hab�a nadie dentro de la casa. Sub� a mi
habitaci�n y vi la puerta de la rec�mara de pap� abierta. Me asomo y veo que
pap� estaba en el balc�n mirando hacia abajo.
Me acerqu� para descubrir qu� miraba tan atentamente y al
asomarme por el balc�n observ� a mi hermana abajo en el jard�n recostada en el
suelo sobre una toalla. Estaba boca abajo bronce�ndose. Desde arriba se pod�a
ver sus curvitas excelentes, y su culo joven y perfecto.
Pap� repara en mi presencia y advierte de que le hab�a
descubierto mirando detenidamente a su hija semidesnuda.
Hola hijo.
Hola pap�. Qu� paisaje �no?
Sin dejar de posicisionar sus ojos sobre el cuerpo de
patricia sonr�e y me dice:
Mierda, que fuerte que se ha puesto la pendeja.
Estaba muy en lo cierto. Como iba yo a contradecirle.
La verdad que si pap�, esta hermosa.
Ra�l, tengo algo que decirte � volte� para verme a los
ojos. No esperaba eso, me sorprendi�. � algo que no me ha dejado tranquilo
en todo el d�a.
Claro viejo, contame qu� te pasa.
Baj� su cabeza dej�ndola casi gacha, como si ya estuviera
avergonzado acerca de lo que me iba a contar. Entonces comenz� a describirme la
cuesti�n que lo ten�a tan inquieto:
No pude evitarlo. Anoche, en plena tormenta, tu hermana
vino a mi habitaci�n a decirme de que quer�a dormir conmigo porque ten�a
miedo por la tormenta. Le cre� y la dej� que se acueste en mi cama junto a
m�. Hasta ah� todo bien, como buen padre y buena hija. Ella comenz� a jugar
haci�ndose la nenita, y yo le hice cosquillas como cuando era chiquitita. Se
re�a inocentemente, le gustaba. Pero el juego cambi�. Ella se subi� encima
de m�, me agarr� de las mu�ecas y me abri� fuertemente los brazos para luego
acercar su boca y entonces me bes�.
�Qu�? �En la boca?
Si. Yo no la detuve porque al principio no entend�a.
Pens� que a�n segu�a jugando. Pero cada vez me met�a m�s la lengua. Y empez�
a moverse de forma muy sensual. Yo comenc� a excitarme, y ella sent�a nacer
mi erecci�n, pues estaba sentada justo sobre mi verga. Luego se puso mi
verga en su boca y me la empez� a chupar como nunca me la hab�an chupado. Yo
te juro, Ra�l, que pens� en detenerla, pens� en decirle "no Patricita, esto
no est� bien, sos mi hijita y yo tu padre, vos ten�s 15 a�os y yo cuarenta".
Pero para entonces yo estaba muy excitado, vos sab�s que hace mucho que no
cojo, y tu hermana la chupa muy bien.
Claro, te entiendo. �Y que pas�?
Despu�s de mam�rmela se sac� las bragas y volvi� a
sentarse sobre m�. Le met� la verga hasta el fondo. Tiene la concha enorme
tu hermana, y yo que a�n cre�a que ella era virgen. Ya se la han metido y
varias veces a la hija de puta. La ten�a muy mojada. Le chup� las tetas que
las tiene muy lindas y muy duritas. Le agarr� el culo mientas la cog�a. Fue
incre�ble. No tard� mucho en eyacular. Le acab� dentro como lo hac�a con tu
madre, la diferencia es que mi esposa se enfadaba y Patricia me lo
agradeci�.
As� que a eso fue a tu habitaci�n.- yo pretend�a
demostrar que no sab�a nada al respecto. Cuando pareci� que la historia
terminaba pap� dijo.
Despu�s de acabar, ella encendi� un cigarrillo. �Vos
sabias que fumaba? Yo no lo sab�a.
Yo la vi hoy, pero no le prest� atenci�n.- en realidad si
lo hab�a hecho.
Bueno, pero eso a m� en las mujeres me gusta, me gustaba
que lo hiciera tu mam� y me gust� que lo haya hecho anoche Patricia.
La cuesti�n es que continu� seduci�ndome. Frotaba su culo
sobre mi verga, me besaba, etc. As� que lo volvimos a hacer. En total lo
hicimos tres veces en toda la noche. Y aunque no estoy arrepentido, ahora
estoy intranquilo. Decime algo Ra�l, aconsejame.
As� que eso era lo que mi hermana hab�a ido a buscar a la
habitaci�n de pap�. Todo lo que yo me hab�a imaginado mientras me masturbaba
estaba pasando realmente en la rec�mara de mi viejo. La hija de puta hab�a ido a
seducirlo y a cogerlo, con m�todos irresistibles y con excelentes resultados.
Pap� no ten�a la culpa, si Patricia estaba hermosa y �l cay� en la debilidad de
todo hombre.
- Tranquilo pap�,- le dije � no fue tu culpa. Y la verdad
es que pocos se hubieran resistido a semejante mujercita en una situaci�n
as�.
- Si, pero�
- No te preocupes. Voy a hablar con ella �quer�s?
- Gracias hijo. Sab�a que me ayudar�as.
Mir� a mi hermana que continuaba asole�ndose all� abajo, y
que ahora fumaba un cigarrillo, como le gusta a pap�.
Estuve el resto del d�a pensando qu� decirle. Pero era
dif�cil. Cada vez que imaginaba lo que hab�an hecho mi padre y mi hermana la
noche anterior me sent�a excitado y me desconcentraba.
Esa misma noche, tarde, mi viejo ya dorm�a, ella estaba en su
cuarto escuchando m�sica, y yo dando vueltas en el m�o a�n sin poder
concentrarme en nada.
Entonces no aguant� m�s y me fui prepotente hacia donde
estaba ella. Abr� bruscamente su puerta para luego cerrarla de un golpe detr�s
de m�. Patricia estaba recostada en su cama, semidesnuda, con una camisetita sin
mangas y con unas braguitas, y estaba� si, adivinaron, fumando un cigarrillo,
como le gusta a pap�.
�Vos! � grit�- �Vos sos una puta!
Gracias. �Y eso a qu� viene?
No te hagas la inocente. Anoche te cogiste a pap�. Me
cont� todo.
Ella no parec�a molestarse mucho por lo que yo le dec�a.
�Y qu�? � me dijo.- �no te dije que iba a asumir el papel
de mam�? Bueno, por algo ten�a que empezar �no?
�Pero c�mo pudiste coger con tu padre! �Pens� un poco! �
a pesar de mi
supuesta alteraci�n nerviosa, yo ten�a la verga dur�sima, y
me marcaba el paquete de forma muy evidente.
Mira Ra�l, yo ten�a ganas y �l tambi�n. Y a �l le hac�a
falta. No hicimos nada malo, s�lo nos sacamos las ganas.
Si pero�
No entiendo por qu� te molestas tanto.
En realidad yo tampoco lo entend�a, salvo que lo que ella
hab�a dicho ese d�a era cierto: yo estaba celoso.
Estoy molesto porque� por que�
Uy, pobrecito. Tranquilo hermanito, que a vos tambi�n te
quiero.
Se acerc� con el cigarrillo en la mano, se puso en cuclillas,
y me baj� el pantal�n meti�ndose mi falo dur�simo en su boca.
Es verdad, se la come muy bien. Como lo hace, c�mo disfruta
uno. Es imposible resistirse.
�Te gusta hermanito? �O prefer�s que me detenga?
Yo� yo� No, segu� putita, as�, as�.
Mmmm, que rica verga, sabrosa como la de pap�. D�melo
todo mi hermanito, hasta el fondo.
Sent� c�mo me sub�a la leche. Casi cuando estaba por arrojar
las primeras gotas, agarro a mi hermana la giro dej�ndola a espaldas a m�, le
bajo las bragas y le introduzco mi ca��n hasta el fondo de su concha (y si, est�
bien abierta, ya se la han cogido varios).
Cogerla as� de atr�s era estupendo. Su concha estaba muy
mojada. Yo la ten�a agarrada de la cintura, ella con una mano se apoyaba en la
cama y con la otra (la que sosten�a el cigarrillo entre dos dedos) se apretaba
las tetas. Sent�a su culo chocar en mi pelvis, era una experiencia �nica.
Entonces, de repente se abre la puerta de la habitaci�n.
Entra nuestro padre muy serio, con mirada desconcertada y con el se�o fruncido.
Yo me detuve, pero patricia comenz� a re�rse ense�ando esa
sonrisita de ni�a inocente (si, ni�a, pero tremendamente puta).
Yo estaba algo asustado e intrigado por c�mo iba a reaccionar
pap�. �l se quedo all� parado sin cambiar de gesto y sin decir nada, s�lo hab�a
silencio.
Entonces Patricia dice:
Qu� papi, �no ven�s a jugar con tus hijos?
Yo cre� que pap� nos rega�ar�a o que actuar�a de una manera
distinta a como lo hizo. Despu�s de escuchar las palabras de Patricia, y pasados
un par de segundos, pap� comenz� a desvestirse r�pidamente hasta quedar desnudo
por completo. Su miembro ya estaba endurecido.
Se acerc� y dej� su verga a la altura de la boca de su hija,
quien no dud� en met�rsela en la boca para ofrecerle a su pap� una nueva mamada
infartante.
A todo esto, yo segu�a de piedra, pues aun no acababa de
reaccionar ante la presente situaci�n. Pero volviendo al cabo de unos segundos
en mis cabales, no hice m�s que retomar mi ritmo de sacar y meter. Y all�
est�bamos los tres, yo meti�ndosela por detr�s a mi hermana mientras ellas
chupaba fren�ticamente la verga de nuestro pap�.
Ella dijo: "�Viste papa? Estoy fumando, como a vos te gusta"
Pap� y yo continu�bamos serios, aunque con gestos de placer.
Despu�s de o�r a su hijita, pap� me mira y muestra una sonrisita picarona (como
la de pat�n).
Y si - me dice- est� crecida la nenita. Habr� que
disfrutarla�
Cuando pap� dijo eso yo me re� y cobr� mas confianza, as� que
aument� el ritmo de la cogida hasta no poder m�s y entonces� aaaayyy, llen� de
leche la cuevita de mi hermana al tiempo que ella emit�a un gemidito de placer.
Cuando se la saqu� le toc� el turno a nuestro padre, quien
tumb� a mi hermana boca arriba sobre la cama y se la meti� humedeciendo su verga
con la mezcla de la saliva de su hija y el flujo de �sta y con mi esperma que
inundaba la conchita de mi hermanita.
Yo aprovech� y le met� la pija en la boca a Patricia para que
saboree las �ltimas gotitas que colgaban en la puntita de mi glande.
Segundos despu�s, gritando de placer (y escuchando a su hija
decir: si, si, cogedme, soy vuestra puta, cogedme.) pap� eyacul� donde a �l m�s
le gusta: bien adentro de la concha, como hac�a con mam�.
Despu�s los tres nos re�mos mucho, est�bamos muy contentos,
sobre todo pap� y yo, agradecidos por lo que Patricia, la nena de 15 a�os, nos
hab�a regalado. Desde entonces, todo el verano fue as�. Lo hac�amos cada vez que
pod�amos. Los tres juntos o a veces ella s�lo con pap� o s�lo conmigo. Pero
desenfrenadamente.
Hace algunos meses que nos sentamos a hablar y decidimos no
hacerlo m�s. Establecimos esto con ley familiar: no cogernos entre nosotros. Ley
que, en un m�nimo descuido de cualquiera de nosotros, acabar� por romperse.