La historia de Dami�n (2)

La adolescencia, divina adolescencia�

El campamento era una diversi�n tras otra, as� como avanzaba
el d�a su estreches entre los amigos aumentaba en cada momento.

El grupo de Dami�n estaba compuesto por 8 personas Marcelo, a
quien ya les presente en el capitulo anterior era el gu�a del grupo, Dami�n el
protagonista de esta historia, era el subgu�a ambos eran los lideres no solo por
su rango obtenido con la suma de puntajes por obras sociales, sino tambi�n
indiscutiblemente eran lideres natos, esto le servir�a mucho en su vida a
Dami�n, el resto del grupo estaba conformado por Eduardo un chico rubio, de piel
blanca tan blanca que deb�a colocarse crema para el sol, era de esos chicos que
nunca iban a ser bueno en nada de lo que se refiere a actividades f�sicas, pero
si le dabas 3 minutos cualquier calculo matem�tico estaba resuelto, su cuerpo
era delgado pero no esquel�tico, tenia unas piernas delgadas pero fibrosas, era
un chico normal no era feo pero no era bonito tampoco.

Miguel, el morocho del grupo, era un chico tranquilo, le
encantaba hacer fuerza por lo que el tenia un f�sico mas formado que los dem�s
pero el era muy t�mido, si alguno de sus lideres no estaba cerca solo se sentaba
a ver pasar las horas, no le gustaba jugar con el resto del grupo. Fernando, "El
chino" del grupo, su facciones lo hac�an especial, Kike, el payaso del grupo,
Jos�, le dec�an "el Pepe", el pelirrojo, buena gente fan�tico del f�tbol, Joel
el negativo del grupo, y por ultimo Andr�s, "andresito", era le mimado del
grupo, ya que todos ten�an 13 a�os y ese a�o cumplir�an 14 y el ese a�o llegar�a
a los 10, pero su apego al grupo lo hacia se muy especial para todos y muy
especialmente para Dami�n.

Despu�s de levantarse y dejar todo en orden en su sector el
grupo se reuni� con el resto de los grupos y comenzaron las competencias, Dami�n
no se sent�a muy bien, ve�a a Susana y a H�ctor, los mayores y jefes del grupo
como lo ideal de una pareja y lo que el sent�a no encajaba en eso pero a su vez
le excitaba mucho pensar en su amante nocturno y amigo. Pero como siempre se
manejar�a en sus cosas ya llegara el momento de decidir ahora era momento de
ganar y divertirse, los grupos se un�an mas. Call� la tarde, las finales fueron
duras pero "Los Zorros" (as� se llamaba el grupo liderado por Dami�n y Marcelo),
se llevaron la victoria. Ese d�a como por obra del destino Andresito no dej� un
momento a Dami�n, estaba mas paternal que nunca y eso a Dami�n no le disgustaba
en lo mas m�nimo, pero a Eduardo y Marcelo quienes hab�an tratado de estar a
solas con el no estaban del todo conformes pero sab�an que Andresito era el
ni�ito de Dami�n, como su hijito, y no quer�an molestarlo, ya lo conoc�an cuando
el se enojaba y sus golpes dol�an demasiado como para pelearse con el, y el que
se met�an con Andresito, sabia que tarde o temprano terminaba con unos buenos
pu�etazos de Dami�n en el rostro.

El d�a llego a su fin, en la fogata todos se unieron en
c�nticos alegres y recompensas ganadas, todos agotados una vez mas se retiraron
a sus tiendas de dormir, sin mucho alboroto esta vez, todos se quedaron
dormidos. Habr� pasado una hora cuando Dami�n es despertado por Marcelo, abres
sus ojos y espera a que se acostumbre su vista a la oscuridad:

Levanto su mirada y vio a Eduardo en la otra esquina de la
tienda, sin hacer demasiado ruido se deslizo entre sus compa�eros dormidos y se
acerc� a el:

Sin que Dami�n pudiera reaccionar sinti� los labios del chico
blanco en su boca, y su lengua trataba de abrir su boca, al principio no pudo
distinguir si eso era de su gusto o no pero solo se dejo y cuando sinti� la
lengua tibia y h�meda en su boca le provoco una gran erecci�n y lo abrazo.
Comenzaron un intercambio de besos, lenguas y saliva que hicieron que Dami�n
aumentar su excitaci�n, acerco su mano y pudo notar que el estaba desnudo
totalmente y eso lo puso a mil. Eduardo comenz� a besar su cuerpo, con sus manos
busco la verga de Dami�n que estaba muy dura, le bajo su pantal�n de dormir y en
un segundo pudo sentir al boca h�meda y caliente de Eduardo en su glande, pod�a
sentir como este lam�a la cabeza de su verga como si fuera un caramelo, lo
presionaba con su boca de tal manera que lo hacia retorcer de placer, solo
exist�a el y su amante en ese momento, se olvido totalmente que Marcelo lo
estaba mirando, y se dejo, se recost� mientras Eduardo quer�a comerse su pedazo
de carne.

Con una agilidad jam�s reconocida en Eduardo se monto sobre
Dami�n, y poco a poco sinti� como su verga se introduc�a en el ano de Eduardo y
como su pito parec�a incendiarse. Tenia el culo mucho mas apretado que el de
Marcelo, el se mov�a sin saber como, solo quer�a sentir mas placer pero su
inexperiencia no le permit�a saber como moverse mejor.

Se sent�a en la gloria, Eduardo se mov�a como las mujeres de
las pel�culas porno que el ve�a, estaba en un �xtasis total, su verga se
arremangaba dentro del esf�nter de Eduardo y sent�a sus huevos como chocaban con
aquellas nalgas, redondas y suaves. De pronto sinti� que alguien mas estaba
toc�ndolo, Marcelo, estaba que le pellizcaba sus tetillas, eso era algo nuevo,
lo hab�a visto a el cuando se masturbaba que se agarraba las tetillas, no se
imaginaba que eso daba tanto placer, estaba como conectadas con sus huevos.
Mientras Eduardo no dejaba de moverse en su verga Marcelo comenz� a besarlo sin
dejar de pellizcar sus tetillas y esto lo hacia llegar al cielo, sent�a como su
verga se regocijaba en el culo de Eduardo mientras la lengua de Marcelo le
llegaba hasta la garganta, de pronto el dejo de besarlo y se dispuso a besar a
Eduardo dejando su verga frente a la cara de Dami�n, sinti� su olor a verga y al
principio no le gusto pero luego la puso en su boca y eso lo �xito mas. Como
poni�ndose de acuerdo Eduardo comenz� a subir y bajar haciendo sentir como toda
su verga entraba en el culo, y la presi�n que hacia al entrar le daba mas placer
y Marcelo comenz� a bombear en su boca, se sent�a tan sabrosa esa verga. El
comenz� a moverse mas r�pido al igual que Eduardo cuando sinti� su verga
explotar en el culo de Eduardo, pod�a sentir como su leche caliente se derrumba
en el culo de Eduardo y simult�neamente sinti� la leche caliente de Marcelo en
su boca, le dio un poco de asco pero igual se trago aquel manantial, mientras su
verga segu�a dando leche y a pesar de el placer y dolor que sent�a a la vez no
quer�a que Eduardo parara, en ese instante sinti� la leche de Eduardo en su
vientre, el se estaba corriendo mientras se sentaba en su verga, aquello le
ense�o que la satisfacci�n del amante era tan importante que la de el mismo,
cosa que le ayudo mucho en sus futuras relaciones.

Aquella noche los j�venes amantes se limpiaron un poco y cada
cual se fue a dormir para que nadie m�s sospeche exhaustos de placer y
cansancio.

Los tres amantes quedaron rendidos cada uno separado del otro
para que al amanecer nadie sospechara. Pasaron las horas y el sue�o profundo
llego, cuando de pronto Dami�n sinti� a alguien que lo mov�a, que lo quer�a
despertar, pens� que era uno de sus amantes para continuar con la juerga, abri�
sus ojos con la duda de decir que si a sus amantes o mandarlos a rodar, ya que
su cansancio en ese momento era demasiado, tal fue su sorpresa fue al ver que
era Andresito el que estaba llam�ndolo, su verga se puso fl�cida al reconocerlo:

As� fue como Andresito se meti� dentro de la bolsas de dormir
de Dami�n y le cont� con lujos de detalle como la noche anterior, antes que
amaneciera Miguel lo hab�a despertado y en complicidad de la oscuridad le hab�a
tocado y le hab�a metido un dedo en su culito mientras el se masturbaba. Sent�a
una mezcla de rabia y desolaci�n, pero a su vez sent�a un poco de excitaci�n
imaginado tocar ese culito chiquito, y virgen, algo que estaba seguro de que sus
amantes no lo eran a pesar de su edad. Luego de narrar todos los detalles,
Andr�s dio la espalda a su amigo y se quedo dormido, sin ning�n tipo de
verg�enza apoyo su cola redonda sobre la ingle de Dami�n, esto le produjo una
gran erecci�n a Dami�n, este lo abrazo y quedo dormido envuelto en un
sentimiento de rabia y gozo que no comprend�a.

Al amanecer todos se despertaron y lo primero que hizo fue
levantarse y observar todo a su alrededor, y pudo ver que Miguel se hab�a
levantado, los llamo a todos menos a Andr�s ya que el estaba dormido muy
profundo, indudablemente no hab�a podido dormir hasta que se paso a su bolsa de
dormir. En ese instante se dio cuenta que el podr�a haber visto todo lo que paso
entre el y sus amantes, ya ver�a la manera de saber.

El amanecer estaba lleno de luz y el calor de los �ltimos
d�as de la primavera anunciaban la llegada de la pr�xima estaci�n, su mal humor
era visible totalmente, en eso se acercaron sus dos amigos :

En ese momento Dami�n tuvo una gran idea:

Sin saber eso marcar�a mas aun el fin a la relaci�n, as� fue
como el, mientras todos los dem�s aprontaban las cosas ya que partir�an despu�s
del almuerzo, les cont� a sus amigos como Miguel hab�a ultrajado a Andresito.

Al terminar de contar la historia sin dejar sospechas de que
Andr�s los podr�a haber visto en su noche de pasi�n, sintieron la llamada de sus
jefes mayores.

Estos lo llamaban para decirles que tendr�an toda la ma�ana
para explorar las zonas y traer alg�n objeto, y tendr�an la ma�ana libre para
explorar.

Al saber esto autom�ticamente los tres c�mplices decidieron
llevar acabo su venganza.

El grupo de los Zorros eligieron la zona de r�o abajo para
explorar, despu�s de verificar que estaban apartados de los dem�s dividieron el
grupo en dos, Marcelo, Eduardo, Miguel y Dami�n, el resto en el otro grupo, para
convencer a Andr�s que se separara de Dami�n lo pusieron como l�der del grupo y
adem�s el echo de estar lejos de Miguel lo convencieron.

Despu�s de 15 minutos de caminata asegurando de estar bien
alejados los cuatro marchaban, sin que Miguel se percatara de la idea de sus
tres verdugos.

Una vez asegurados de que nadie los ver�a Dami�n lo propino
una serie de golpes a Miguel que lo dejaron rendido, a pesar de su fortaleza, no
era tan �gil en la lucha como Dami�n, tras una serie de golpes este se rindi�
llorando ante su agresor.

Al escuchar esto los tres se sintieron intimidados, de tal
manera que ya no solo era una venganza en pos de Andr�s, sino tambi�n era una
cuesti�n personal.

Tras una nueva tunda de golpes y patadas los tres para
resignar mas aun a su victima al castigo:

Con rabia le bajaron sus pantalones y mientras Dami�n lo
tenia apresado, Marcelo saco su verga de 16 cm. que ya estaba dur�sima, le mojo
el culo, mientras el prisionero no dejaba de llorar, Eduardo tal cual un experto
saco un pa�uelo y se lo meti� en la boca, cuando este quedo mudo, Marcelo le
meti� un dedo con saliva en el culo y Miguel se retorc�a Dami�n no dejaba de
excitarse con eso, mientras la v�ctima no dejaba de llorar y quejarse Marcelo
mov�a su dedo para que se dilatase y no se lastimase la verga cuando lo
penetrara. Despu�s de unos minutos de hurgar en su culo este dejo de llorar,
parec�a gustarle, Marcelo en ese instante mojo su verga y con sa�a se la meti�
de una, Miguel grito en silencio por el pa�uelo en su boca, y Marcelo, comenz�
en su entra y sale de aquel culo virgen, Miguel gem�a, de dolor y otro poco de
placer. Despu�s de 10 minutos dejo el camino libre para Eduardo, este encontr�
el tubo mas libre, ese culo estaba abierto, la verga de Eduardo era mas delgada
que la de Marcelo, y ya no se quejaba tanto, sumiso se dejo penetrar sin poner
resistencia, Eduardo se mov�a con mas velocidad que Marcelo, entraba y sal�a de
aquel culo que sangraba pero aun estaba dilatado.

Mientras Marcelo sosten�a a al victima Dami�n no dudo en
enterrar su pedazo de carne en sus entra�as, a pesar de su dilataci�n esta verga
le doli� mas, ya que su tama�o era mas grande.

Dami�n, hizo que girara y quedara sobre su espalda, mientras
Eduardo y Marcelo sosten�an sus piernas, este comenz� a trabajar en el culo de
Miguel, sent�a como se sus huevos chocaban contra Miguel y no dejaba de querer
entrar mas adentro, las lagrimas de Miguel no dejaban de caer.

Dami�n se regocijaba en el culo de el, la sangre que ve�a en
su culo lo excitaba mas aun, sacaba toda su verga para verla entrar toda, miraba
como el culo presionaba su glande, le daba mucho placer. Despu�s de 10 o 15
minutos ya estaba a punto de terminar y saco su verga y sus dos c�mplices que no
dejaban de masturbarse comenzaron a hacerlo mas r�pido y los tres volcaron su
magma sobre la cara de Miguel, dej�ndolo embadurnado en leche.

Dami�n, saco el pa�uelo de su boca no sin antes de advertirle
que si gritaba le dar�a de pu�etes en la cara, con una mano limpio su cara y
obligo a que este se tragara la leche.

A Miguel solo le quedo decir que si mientras se limpiaba la
cara.

Lo llevaron al r�o para que se lavase, Marcelo le indico como
curarse el culo para que no le sangre y le ayudo a ponerse un poco de papel
higi�nico para no manchar el calzoncillo.

Despu�s le dieron tiempo para que se recuperara del dolor en
el culo y emprendieron la marcha al punto de encuentro con el resto del grupo.

Cuando se encontraron nadie dijo nada, en eso quedaron, solo
Dami�n se encargar�a de hablar con Andr�s, el lo llamo aparte de todos, y
mientras Marcelo arreglaba todo para volver al campamento Dami�n le hablo:

Terminada la conversaci�n y sin poder dejar de pensar en lo
que Andr�s le hab�a dicho emprendieron la caminata de regreso, en al marcha
Dami�n se acerca a Eduardo y Marcelo, junto sus cabezas y les dijo:

Arreglado todo terminaron el campamento como que nada hab�a
pasado, sin saber que para todos ellos, todo hab�a cambiado, ya no pod�an ser
como antes.

En el viaje de regreso todos cantaron y jugaron como ni�os
que ya no eran.

Dami�n, ya no regresar�a a los Boy Scout, y comenzar�a una
nueva vida, ya no ver�a mas a Marcelo, Eduardo ni a Miguel, solo volver�a a ver
a Andresito, para entender lo que aun le resonaba en su mente, despu�s de la
conversaci�n que tuvo con el.