Este relato sucedió
una tarde lluviosa en casa de mi tía Angélica, en la ciudad de
Durango, México.
Resulta
que yo desde niño siempre estuve enamorado de ella, de hecho siempre trate
de que mis novias se le parecieran físicamente. Recuerdo que en la edad
de la puñeta me hice varias en su honor.
Mis
tíos por cuestiones de trabajo se fueron a vivir fueras de la ciudad de México,
así que yo solo los veía en reuniones tradicionales (Navidad, semana santa,
etc.), Y no me cansaba de estar cerca de ella, de admirarla, ella siempre me
ponía mucha atención, de hecho siempre he pensado que soy su sobrino
consentido.
Paso el tiempo, me case
con clara, que nada tiene que ver con la fisonomía de mi tía,
ella es diferente completamente, pero muchas noches cuando hacemos el amor,
me imagino que es mi tía.
Por
azares del destino me cambie de trabajo y me tuve que ir a radicar también
fuera de la ciudad de México, exactamente al estado de Durango, donde
ya llevo mas de 4 años de vivir, tengo 7 de casado, y fue el destino o no,
pero a mis tíos también los mandaron a vivir aquí.
Así
que con mas frecuencia veo a mi tía Angélica, cabe mencionar que
solo me lleva 12 años de edad, yo tengo 28 y ella 40, mí tío,
el hermano de mi papa, es de los mas chicos. Siempre que nos veíamos
platicábamos de todo, siempre ha sido muy abierta conmigo.
La
invite varias veces a salir, no hay nada de malo es mi tía, así
que los días que desayunábamos yo le platicaba intimidades y
ella me aconsejaba, pero siempre he sentido como que hay una química
muy especial entre los dos, de hecho a veces sentía que me da muchas
alas.
Pues resulta que un día
del mes de julio, fui a visitar a mis tíos, y para sorpresa mía
mi tío no se encontraba, había salido de la ciudad por un par de
días, mis primos sé habían ido a acampar a la huasteca, y
sólita sé había quedado mi tía Angélica..
Me
recibió como siempre, y me invito a pasar, me ofreció un café.
Nos pusimos a platicar de mi trabajo, de mi esposa, etc., Y de pronto salió
el tema de la infidelidad.
Ella
con voz triste me confeso que había cachado a mi tío que mantuvo relaciones
con su secretaria, y que eso le dolía mucho, pero que su venganza seria
mejor, que le daría en donde más de dolería. Yo me quede
sorprendido, al saber que ella estaba preparando un engaño para mi tío,
obviamente no perdí la oportunidad para confesarle una vez mas que la
quería mucho, que siempre la había admirado, y que contara conmigo
para todo lo que se le ofreciera.
Paso
el tiempo, y me regrese a casa, al despedirme de ella le di un beso "mañoso",
es decir el típico que se le da a una persona cuando uno le trae ganas,
que es lo mas pegado a los labios, pero sin tocarlos.
No
acababa de llegar a mi casa cuando clara me dijo que me había telefoneado mi
tía Angélica, que había olvidado las llaves de mi oficina
en la sala de su casa. Clara jamas sospecho de mi amor por mi tía, y
de hecho veía normal que yo saliera con ella, o como en esa tarde tomara
café en su casa.
Así
que ni tardo ni perezoso me volví a dirigir a casa de ella, rumbo a mi destino,
en la cabeza iba imaginando muchas cosas, me veía haciéndole el amor,
pero como siempre he sido ecuánime, jamas le propuse nada, ni me había atrevido
a insinuarle algo, jamas, siempre la respete, lo mas "atrevido" había
sido aquel beso de despedida que le había dado minutos antes.
Llegue
a su casa, toque el timbre, y ella salió, vestía diferente a como
la acababa de ver, traía puesto un pantalón de mezclilla, un
suéter grueso y grande, y sus botas cafés, que iban fuera del
pantalón.
Me dijo "hola",
pásale, y le pase como siempre, pero me quede parado en la puerta y
ella entro hasta su habitación, al ver que no la había seguido me grito,
pásale aquí, aquí están tus llaves, así que
pase a la recamara.
Ella es sentó
a la orilla de la cama y me invito hacer lo mismo, mis pensamientos lujuriosos
volaban por mi mente, pero como siempre, los contenía, y me dijo:
¿Te
acuerdas de lo que hablamos hace rato?
Yo
le conteste que si, que me acordaba casi de todo, y me dijo abiertamente:
¿Tu
harías el amor conmigo?..
Me
quede mudo, según me dijo ella días después, que en ese instante
me había puesto de mil colores, y tras un largo silencio le conteste:
Mira
Angélica, siempre, desde niño, y con honor a la verdad, he estado enamorado
de ti, tú para mí eres la mujer ideal..
Ella
no me dejo terminar cuando se acerco a mí y me empezó a besar los labios,
poco a poco nos fuimos abrazando, mi primera reacción era de excitación,
pero también el fantasma del remordimiento volaba cerca de mí..
Nuestros labios no se despegaban, las lenguas se entrelazaban, ella empezaba
a tener movimientos pélvicos, como invitándome a rozarme con ella, así
que nos recostamos en la cama y empezamos a jugar.
Primero
tuvimos unos rozones con la ropa puesta, era excitante, delicioso, estábamos
haciendo el amor con ropa, es decir como si no tuviéramos, pero esos
rozones eran la gloria. No lo podía creer, yo estaba en la cama de mi tía
a punto de hacerle el amor. , Nuestros cuerpos sé contraían, como
si ya la hubiese penetrado, pero seguíamos vestidos, comiéndonos
a besos, nunca olvidare como se escuchaban los roces de nuestros pantalones.
En
eso, ella me empezó a besar el cuello, bajando poco a poco, desabrochándome
la camisa, y haciendo un camino con su lengua, me desabrocho delicadamente
mi pantalón y me bajo el calzoncillo, donde apareció al 100\% mi
pene, bien erecto, lo tomo con sus manos y poco a poco se lo fue llevando a
su boca.
Yo no dejaba de verla como
lo estaba disfrutando, ella se lo estaba comiendo con tanta ansiedad que no
pude contenerme y termine en su boca, ella saboreando mi leche, me la siguió
mamando hasta que mi pene volvió a quedarse dormido.
Ella
se levanto y solo me miro, yo no encontraba palabras, no sabia ni que decir,
tan solo le dije "te amo"...
Ella
me dijo; ponte relax, porque tu no me puedes dejar así. Espere tanto este
momento como para que tú lo quieras interrumpir abruptamente.
Yo
solo le dije, que me dejara dar un baño, y que estaría nuevamente
en pie de lucha, a lo que ella me dijo:
No
seas tramposo, te toca a ti.
Así
que me hinque a la orilla de la cama, ella estaba ahí sentada, por lo que
termine de quitarme la ropa, y ya desnudo le empecé a besar, poco a poco ahora
era yo quien hacia camino con mi lengua en su cuerpo, le quite su suéter,
y oh sorpresa, lucia ropa interior de encaje, le quite el sujetador dejándose
asomar su par de tetas pequeñas pero jugosas, por lo que las empecé
a chupar, era delicioso su olor, la sensación de tener en mi boca los senos
de mi tía Angélica.
Le
bese toda la cara, el cuello, sus senos, baje por su pecho hasta llegar a su
ombligo, el cual esta muy bien delineado, por lo que aquí empecé
a jugar con mi lengua simulando que era su centro, así, poco a poco
me fui excitando de nuevo, desabroche su pantalón, le quite las botas
y sus calzoncillos, hasta que ella quedo completamente desnuda.
Le
pedí que se recostara un poco, ahí mismo a la orilla de la cama,
le empecé a besar sus muslos, su entre pierna, sus rodillas, sus pies,
metí en mi boca cada uno de los dedos de su pie.
El
camino de regreso fue mejor, deseando llegar sin escalas hasta su centro, poco
a poco fui llegando, el olor era inconfundible, la sensación de sus bellos
en mi nariz hacía que mi pene se me parara una vez más.
Estaba
ahí, saboreando su clítoris, mi lengua entraba una y otra vez, lentamente,
humedeciéndola toda.. Ella mientras se apretaba sus senos y gemía
de placer.
Nos subimos bien a la
cama, y continúe mamándosela a ella, era excitante, no lo podía
creer, estaba haciendo realidad mi más hermoso sueño. Mi lengua
no se separaba de su sexo, ella me pidió me acomodara
De
tal forma en que pudiéramos hacer el 69, así que me voltie poco
a poco, y ella nuevamente empezó a mamarme mi pene.
Yo
no soy un super hombre que dura siglos, ni tampoco les mentiré diciéndoles
que tengo un pene enorme, me considero un ser normal.
En
menos de lo que les relato esto me vine nuevamente en su boca, al mismo tiempo
que ella terminaba en la mía.
Nos
alcanzamos nuevamente a besarnos en los labios, y fue ahí donde ella me confeso
que nunca, en sus 23 años de matrimonio, mi tío le había
hecho el sexo oral.
Nos quedamos
abrazados en la cama, cansados los dos.
Era
increíble todo para mí.
Así
nos quedamos dormidos un par de horas.
Cuando
desperté eran cerca de las nueve de la noche, así que le llame a Clara
para decirle que aun estaba en casa de mi tía, que ya no tardaría
en irme, a lo que ella complaciente me dijo que no-se enojaría, que
cenara con mi tía, porque ella había invitado a una amiga a cenar
en la casa para que nuestros hijos jugaran. Yo le agradecí el detalle
y le repetí que no tardaría más.
Mi
tía Angélica seguía dormitando cuando decidí darme
un baño, el solo hecho de entrar al baño de la habitación
de mis tíos me excitaba, me hacia pensar cuantas veces y de que manera
mis tíos harían el amor ahí, en esa recamara.
Abrí
las llaves de la regadera y empecé a bañarme, cuando escuche que
abrían la puerta, ella mi tía, quien se estaba quejando de mí,
porque no le había despertado.
Ella
vestía solo una bata, y yo estaba bañándome, déjenme
describirles el baño de mi tía, es de color verde, con un pequeño
jacuzzi, y las puertas de la regadera es de esas transparentes, por lo que
mi tía me estaba viendo como me duchaba.
En
eso se acerco y me dijo que si no-tenia problemas por la hora, a lo que velozmente
le conteste que no.
Así que
ella abrió la puerta de la bañera y entro conmigo, lo que me éxito de
nueva cuenta, pero la verdad ahí, mientras nos bañamos no sucedió absolutamente
nada..
Salió ella primero,
se puso su bata y me dijo:
Te espero
afuera, puedes tomar las toallas del cajón que esta a la izquierda del
mueble.
Salí de, la bañera,
tome la toalla y me seque, como la ropa estaba en la recamara, tuve que salir
con la toalla amarrada a la cintura.
Ella
estaba recostada en la cama viendo la tele, cuando vio que salí inmediatamente
apago el televisor y me pidió le jurara que jamas le contaría a
nadie de mi familia lo que había pasado entre nosotros, que si ella me había
permitido hacer todo con ella, era porque me quería mucho y que ella siempre
había sentido como yo la deseaba, porque en el fondo ella también sentía
algo especial por mi, y que hasta ese momento solo le había hecho sentirse
nuevamente joven, hermosa y deseada.
La
verdad creo que mi tía pasaba por un momento de baja estima, porque ella es
una mujer muy guapa, delgada, pero con un toque especial que hace que más que
uno la voltie a ver cuando sale a la calle.
Al
escuchar lo que me decía, me sentía mas apenado que victorioso,
por lo que solo le ofrecí disculpas. Me acerque a ella, e hincándome
a la orilla de la cama le abrace, suplicándole me perdonara, que me
había dejado llevar por la lujuria.
Ella
me levanto y me dijo "no seas tonto", no es para que te pongas así,
al contrario, debes de estar feliz, o que, ¿era mentira cuando me decías
que me querías mucho y que era tu tía consentida?, Yo le dije
que no, pero que en ese momento me sentía mal.
Ella
me invito a que me recostara a su lado, y los dos no nos dejábamos de ver
fijamente a los ojos.
Así
que poco a poco, nos acercamos y nos volvimos a besar los labios, nuestras
lenguas empezaron nuevamente a entretejerse, sinceramente pensé que ya
no podría satisfacer a mi tía, amén de que ya me dolía
el pene, de hecho estaba como hinchado y rojizo, jamas en mi vida me había
aventado un triplete.
Pero el
simple hecho de estar con mi tía me transformo la vida, así que poco
a poco mi pene fue creciendo hasta llegar a su máximo, mi tía Angélica seguía
atrapándome con sus besos, yo no quería irme ni mucho menos desperdiciar
esos instantes gloriosos de mi vida, yo ya no sabia si era verdad o fantasía
lo que estaba viviendo, si estaba despierto que no me dejaran dormir, pero
si estaba dormido y soñando con mi tía, que nadie me despertara
por favor, eso pensaba yo.
Así
que seguimos besándonos como dos adolescentes, con toda la excitación del
mundo.. Fue cuando decidí penetrarla, les juro amigos, que jamas en toda mi
vida que he tenido relaciones mi pene entro a la primera y hasta el fondo,
tal pareciera que ya conocía el camino.
Fue
en ese momento, cuando mi tía sé sintió penetrada que empezó
a gemir de placer. Como yo me podía imaginar que seria la única
vez que pasaría eso en nuestras vidas decidí hacerle el amor
de varias formas.
Empezamos con la
tradicional, ella abajo y yo arriba, nuestros cuerpos bailaban el mismo ritmo,
nuestras manos estaban entrelazadas, nos las apretábamos cada vez que
yo la penetraba, fue delicioso.
Después
nos acomodamos de a perrito, solo que ella se puso en la orilla de la cama
y yo parado, tomando su cintura, viendo su espalda, y escuchando el ruido de
mis testículos chocando con las nalgas de mi tía. Además
de sus gemidos,
Ella me detuvo
y me dijo que le hiciera cosas nuevas, entonces le pregunte que como que quería,
que yo estaba ahí, amándola y que haría absolutamente todo
lo que ella quisiera, a lo cual solo me dijo, te lo dejo a tu imaginación.
Así
que nuevamente la recosté en la cama, cuidadosamente levante sus piernas y
me las acomode en el hombro, y le empecé hacer el amor en la posición
"del cañón"...
No
dejábamos de gozar el momento, yo sentí que me venia pero ya no-tenia nada
que "aventar", así que le pedí me dejara mamársela
una vez mas, lo que ella con un movimiento de cabeza me dijo que sí.
Así
que nuevamente estaba ahí, en la vagina de mi tía, mamándosela nuevamente,
su olor, el mío, hacían que mi pene siguiera erecto, pero sin municiones.
Ella
se vino una vez mas en mi boca, por lo que decidí acomodarla en la posición
de "la cuchara", ella acostada de lado en la cama y yo detrás
de ella, fue así como termine por ultima vez, casi inmediatamente después
de que la había penetrado, por lo que en ese instante me sentí
un poco mal, pero feliz por haber hecho realidad mi más anhelado sueño
Para
eso ya serian como las 10:30 de la noche, por lo que yo ya me tenia que ir,
a pesar de que yo no quería, pero ella, mi tía, también me
dijo que ya era hora de irme, que había sido muy feliz esa tarde lluviosa.
Me
vestí, ella solo se puso su bata y me despidió en la puerta, donde
una vez mas me pidió que le guardara por siempre el secreto, a lo cual
le dije que no estaría mejor guardado que conmigo.
La
abrace y le di un beso en la mejilla, me despedí diciéndole que
si antes le admiraba ahora la idolatraba, que ella era la mujer de mis sueños,
a lo que ella solo me contesto "gracias".
Mi
regreso a casa fue de lo más triste, yo no quería llegar, acababa
de hacer realidad un amor platónico, mi mano aún guardaba el
aroma de mi tía.
Llegue a
casa, me di un baño, como siempre lo hago, y me fui derechito a la cama.
Clara jamas se entero de nada, ella ya estaba dormida al igual de mis hijos.
Con honor a la verdad esa noche no pude dormir, de solo acordarme todo lo que
me paso en casa de mi tía.
Esta
historia ocurrió apenas hace un par de meses, mi trato con mi tía
no ha cambiado, ha sido el mismo, la respeto e idolatro, y la amo en silencio, ella
tiene su vida hecha, mi tío a su lado, sus hijos, y yo la mía, así
que creo que jamas se repetirá esa bella historia, solo espero que tenga
el recuerdo de aquel gran día gravado en su mente como yo.