Todo empez� cuando aun viv�a con mis padres, a mi, desde
peque�o me gustaba masturbarme, y muchas lo hacia pensando en mis vecinas.

Siempre quise tener sexo con mi amiga, la vecina de la casa
frente a la nuestra, ella es morena, pelo liso negro, rellena y con una buenas y
apetecibles tetas y nalgas.

El punto es q yo no perd�a oportunidad para espiarla desde la
ventana de mi cuarto, aunque a veces se daba cuenta y lo q hacia era cerrar las
cortinas.

Un d�a me dije a mi mismo que tenia que calentarla si deseaba
algo, entonces despu�s que me ba�e sub� a mi cuarto y al ver hacia el frente
ella estaba ase�ndolo, como de costumbre con las cortinas abiertas, vest�a una
camiseta y un short los cuales eran un poco apretados y por tanto marcaban las
curvas de su par de tetas y sus deseadas nalgas, entonces me anime. Yo estaba
�nicamente cubierto con mi toalla, la llame y le dije que si deseaba verme
desnudo, a lo que respondi� con una sonrisa y un movimiento de negaci�n, yo
volv� a insistir y ella volvi� a negarlo. Solo de pensar que me iba a ver yo ya
estaba excitado, mi pene ya estaba duro y grande; mi objetivo era ense��rselo
as�, en todo su esplendor, erecto y con el prepucio retirado de la cabeza, mis
test�culos colgando de ese miembro deseoso de placer. Por lo que decid� cumplir
con ese objetivo y me retire la toalla de mi cuerpo quedando completamente
desnudo frente a ella.

Ella vio a trav�s de ambas ventanas y dirigi� su mirada a mi
pene, me llamo la atenci�n su actitud, pues simplemente me llamo loco y bajo su
mirada para seguir con sus labores, no se retiro del cuarto ni mucho menos cerro
las ventanas o las cortinas, como lo hab�a previsto yo. Entonces llame su
atenci�n nuevamente y al momento que ella levanto su mirada agarre mi pene para
empezar a masturbarme frente a ella. Ella volvi� a bajar la mirada, pero despu�s
la levanto, como para averiguar que estaba haciendo despu�s de lo que vio.

Yo segu�a masturbando mi pene, empec� suave y lentamente,
retirando la piel de la cabeza a tal punto que no pod�a m�s y halaba la parte
que conecta la cabeza de mi pene con la piel del mismo, causando placer a mi
persona. Estaba excitado sabiendo que ella estaba viendo lo que yo hacia con mi
miembro. Y esa excitaci�n provoco que me masturbara mas r�pidamente, ella bajaba
la mirada de cuando en cuando, pero no perd�a detalle de lo que yo hacia.

Yo segu�a d�ndome placer; agarrando mis test�culos,
apret�ndolos y ara��ndolos suavemente, mientras que mi otra mano segu�a
estimulando mi pene, segu�a provoc�ndome mas y mas placer. Empec� a arquear mi
cuerpo hacia atr�s como simulando una penetraci�n profunda y luego volv�a a mi
posici�n natural, mi mano derecha tenia agarrado mi pene y jugaba con el, lo
masturbaba al mismo tiempo que mi mano izquierda recorr�a desde mi pierna,
pasando por los test�culos, subiendo hacia el estomago y el pecho, y luego
invert�a el recorrido.

Todo esto provoco que despu�s de cierto tiempo el placer se
hiciera irresistible, la sensaci�n en mi pene era indescriptible y yo ya gem�a
de placer, de vez en cuando miraba la ventana de mi vecina, la cual estaba
observando todos y cada uno de mis movimientos, y en su camiseta se notaban los
duros pezones que de seguro deseaban ser acariciados.

Esto sigui� un rato m�s, hasta que yo no pude resistir m�s y
mi pene revent� en una eyaculaci�n como nunca la cual fue acompa�ada de un
orgasmo interminable y relajante.

Ella por su parte, aparento no haberse inmutado con lo
sucedido en el cuarto de en frente y me llamo loco una vez mas al tiempo que
mov�a su cabeza de lado a lado. Yo simplemente sonre� y mord� mi labio,
expresando todo el placer que acababa de vivir. Ella se retiro del cuarto y yo
prosegu� con mi d�a. Fue algo inolvidable

Cu�dense y sigamos enviando relatos.

Espero haber relatado bien esa experiencia, pues el primer
relato que env�o.

Nos vemos luego.