Susana cabalgo hacia el lago, su brioso caballo corr�a por el
campo, su pelo al viento parec�a flotar en el aire, el roce de la montura en su
vagina, la hacia estremecerce, el olor de la transpiraci�n de su caballo
inundaba sus fosas nasales y su vagina estaba mojada como nunca, se bajo del
caballo y su mano acaricio su entrepierna por sobre el pantal�n de montar, miro
para todos lados y se encontraba sola en ese paraje arbolado, se desnudo
despacio, como prolongando el momento de placer del que posteriormente
disfrutar�a su mano se apodero del miembro del animal que todav�a estaba
contra�do, palpo sus enormes bolas y se relami� pensado en el sabor del semen de
ese gran animal, a cada movimiento de sus manos el miembro iba tomando un tama�o
cada ves mas amenazador, su boca recorr�a la cabeza del pene a la espera de esa
lluvia espesa que recorrer�a su garganta rumbo a su estomago, lo que no tardo en
llegar, ba�ando su cara y su hermoso cuerpo Su mano empapada de semen animal se
introdujo en su vagina buscando la m�xima dilataci�n, su vagina deb�a estar bien
dilatada si quer�a que ese poderoso miembro , le regalara todo el placer que en
su mente necesitaba, uno a uno sus dedos se introduc�an a cada movimiento de su
mano, respond�a con un gemido cuando su vagina hubo recibido todo su pu�o orino,
para que su propio or�n ayudara a su dilataci�n, el miembro del animal estaba
otra vez duro y lo tomo en sus manos se recost� en un mont�culo y comenz� la
excitante tarea de introducirse ese magnifico miembro.

El miembro se introdujo en su interior estirando al m�ximo
sus paredes vaginales, cada embestida del poderoso animal era acompa�ado por los
movimientos de cadera de Susana que jadeaba, gritaba y se mord�a los labios, el
miembro del animal se hund�a mas y mas en sus entra�as, la excitaci�n pod�a mas
que el dolor y en el momento que el animal eyaculo en su interior, sinti� como
ese semen caliente llenaba su vagina e impulsaba el gran miembro hacia fuera del
que emanaba torrentes de semen a modo de una potente manguera.

De su vagina tremendamente dilatada, ca�a mares de semen, se
introdujo completamente su mano y bombeo con ella hasta que alcanzo un tremendo
orgasmo, sus gritos de placer retumbaban en la soledad del campo el semen del
caballo estaba comenzando a secarse y se dirigi� hasta el lago donde se ba�o,
para luego vestirse, se subi� en el lomo de su amante y al galope volvi� al
casco de la estancia contenta de la experiencia vivida y deseosa de volverla a
repetir, pero esta vez con otros animales de la granja.

Esa noche descans�, pl�cidamente con la imagen de su caballo
en la cabeza y su mano en su entrepierna.